Un error…

Una equivocación era lo que había sido… Sin duda, una más de las que había cometido en el ultimo tiempo desde que tuvo la idea de venir a este maldito planeta, nada resultaba como lo planeaba.

Pero lo que ahora había pasado era gravísimo, nunca pensó en cometer un acto tan bajo, tan humillante, tan denigrante para su raza y esa maldita mujer era la culpable.

Ese había sido otro día fatal para él, frustrado como se sentía necesitaba una buena discusión para sacarse el estrés y la muchacha siempre lo "ayudaba" con eso… por ello se dirigió a su habitación pensando en que el "asqueroso" postre de frutillas con crema que ella le había preparado, sería el motivo perfecto para comenzar a insultarla así que cuando estuvo frente su puerta intempestivamente entró ahí dando sus gritos acostumbrados para sobresaltar a la chica; la obligaría a comerse todas las frutillas, una por una.

Para Bulma era otro día especial, no era que le hubiese pasado algo grandioso , era sentirse bien por el solo hecho de estar viva, de ser una agradecida de la vida que le permitía sentir ese hormigueo en su estómago cada vez que hacia algo para molestar a su huésped… sabía que en cualquier momento el entraría por esa puerta para reclamarle por las frutillas… ups, en vez de agregarle endulzante les agrego un gran baño de vinagre… bueno estas niñerías las hacia cada vez que veía al saiya preocupado o demasiado estresado, de un tiempo a esta parte él se había convertido en el centro de su atención así que fácilmente percibía cuando el necesitaba liberar tensiones.

Y ahí estaba él, con las frutillas en una mano caminando hacia ella gritándole, ella de brazos en la cintura lo miraba desafiante haciéndose la desentendida del hecho y, sin mediar palabras él la rodeo por el cuello para someterla y obligarla a comer.

Ella comenzó a gritarle para que la soltara, no era que le doliera, él había aprendido a ser cuidadoso con sus agarres para no lastimarla y sabía muy bien que fingía que le dolía para que la soltara, pero él no iba a caer en su trampa como otras veces y la obligo a comer la primera frutilla…

Realmente estaba asquerosa y no pudo aguantar la risa por la situación, desgraciadamente la segunda frutilla se deslizó dentro de su escandalosa polera, entre sus senos, y el saiya, sin ningún pudor hacia la "inocente" chica, comenzó a buscar lo perdido sin percatarse de que lo que tocaba tan vigorosamente era bastante mas grande que el fruto rojo que estaba buscando… y la verdad le estaba resultando bastante agradable al punto que había casi soltado el agarre sobre la chica quien bruscamente se soltó para propinarle una feroz cachetada que se escucho en toda la Corporación Cápsula…

¿Qué mierda había sido eso? Se preguntaba el saiya sentado en el techo de la Corporación mientras se tomaba la mejilla golpeada, no era que le hubiese dolido mayormente, era por lo que había pasado, era gravísimo, nunca pensó en cometer un acto tan bajo, tan humillante, tan denigrante para su raza y esa maldita mujer era la culpable.

Bueno, el también tenia algo de responsabilidad, un 5%, el 95% restante era culpa de la humana…