Capítulo 1

"Propiedad"

Solo quiero que me mires a mí, solo quiero que me sonrías a mí, solo quiero que me hables a mí, solo quiero que me abraces a mí, solo quiero que me beses a mí...Porque fuiste tú quien me saco de mi oscuridad, por que fuiste tú quien me dio una razón para seguir vivo, porque te has convertido en el aire que respiro, porque gracias a ti mi fuego rojo nace, sin embargo la libertad que posees es como la de un ave que no se deja enjaular y aun que ame eso de ti...también lo odio.

Tu solo eres mía, ¿acaso no lo entiendes? – Susurre mientras te veía.

¿Cómo puedes herirme tanto?, ¿Cómo es que puedes regalarles tus preciadas sonrisas a otras personas, que no son yo?, si tú eres mía...

Natsume, ¿en qué piensas tanto? – Me pregunto mi mejor amigo Ruka, de manera inocente, absolutamente ignorante de mis sentimientos.

En que aun que eres preciado para mí, te has convertido en un obstáculo para nosotros dos. Porque ella te quiere, porque ella te sonríe como a mí, porque llegan momentos en los que ella aún se sonroja por ti. Aunque ella es mía, pareciera como si ella también fuera tuya y odio eso.

Por nada... - Le dije girando mi cuerpo hacia la ventana, para ver como las aves iban volando entre los árboles.

Hmmm... bueno... – Dijo sentándose a mi lado como siempre, como cada día en la que ella nos ignoraba, sin embargo tenía que romper ese cómodo silencio - ¿No crees que Sakura se ve cada vez más linda? – Susurro inconscientemente, sin notar como apretaba mis puños por su comentario.

¿Tú crees?, yo aún la encuentro una boba con calzones de lunares – Dije mi frase de siempre mientras trataba de respirar hondo para reprimir mi ira.

Pero el tenía razón, ella sin mi permiso comenzó a volverse cada vez más hermosa, claro ahora teníamos 18...pero aun así ella no tenía permiso para volverse tan bella y sexy, provocando el interés de los imbéciles que hay en esta escuela. Antes la ignoraban y se burlaban de ella, pero ahora todos la siguen como lobos esperando el momento en el que me aleje de su alrededor.

Porque ellos lo saben, ella es mía, ella es de mi propiedad y el que se le acerque quedara con sus huesos rotos, el que le hable ya no tendrá a su "amigo", pero el que la llegue a tocar...se convertirá en cenizas apenas ella desvié la mirada.

Imai es una buena guardiana, pero aun así ella también es un obstáculo, porque ella la quiere, ella hasta la ama, porque hay momentos en los que ella prefiere estar con Imai que conmigo, porque si Imai le dice que no haga algo, ella no lo hace simplemente...porque para Imai, ella también es suya.

Mikan...etto tienes un pétalo de cerezo en tu cabello – Le dijo un chico de nuestro salón mientras intentaba sacarle nervioso y sonrojado el pétalo.

Me levante de mi asiento rápidamente y la abrace, para sacarle yo el pétalo, mientras mis ojos miraban con furia a aquel insolente que trato de tocar a lo que es de mi propiedad, haciéndolo retroceder muerto de miedo sabiendo lo que pronto le pasaría. Para demostrarlo aún más, me acerque a la delicada oreja de mi novia y la mordí suavemente.

No dejes que otros te toquen tan fácilmente... –Susurre enojado, haciéndola sonrojar como siempre, al igual que a la mayoría en el salón excepto a Imai y a Ruka.

Ba... ¡baka! ¡pervertido! No hagas esas cosas en el salón –Grito muy sonrojada viéndome a los ojos.

¿Por qué no? Eres mi novia...puedo hacerlo que quiera, además esto no es nada comparado a lo que hicimos ayer... – Susurre lo suficientemente fuerte como para que todos nos escucharan.

Aquello era casi una mentira, ayer por la noche quería volver a sentirla mía, pero como siempre Imai nos interrumpía con alguna maldita excusa, aunque no lo crean...Aun no la hago por completo mía. Eh soportado todo lo que eh podido, para ser amable y considerado con ella ya que será su primera vez, pero sinceramente ya no creo poder soportar más tiempo. Cada vez que cierro mis ojos me la imagino entre mis brazos, siendo absorbida por el placer que le doy, mostrando un rostro que solo me muestre a mí, un momento en el que se vuelva totalmente mía.

Todos en el salón se sonrojaron de sobre manera, decepcionando a los hombres y enojando a las chicas, excepto a Ruka y a Imai, los cuales solo suspiraron sabiendo que otra vez estaba mintiendo para alejar a los demás de Mikan, sin embargo ella solo se sonrojo tanto que creí ver un tomate por unos segundos...esa inocencia que tenía ella me estaba volviendo loco, a veces creo que yo también soy un lobo en busca de la inocente oveja. Y eso...también lo odio.

Porque yo debería ser su único lobo y ella solo debería dejarse devorar.

¿Qué...que estás diciendo baka? So...solo nos besamos – Susurro tan sonrojada que sonreí divertido, amo molestarla

Entonces quieres que hoy comencemos lo que no pudimos ayer? Que pervertida eres lunares – Dije burlón mientras mordía suavemente su labio.

Ella respondió a mi proposición con un sonrojo aun mayor, haciéndome enloquecer...no le muestres ese rostro a otros, tu tierno sonrojo solo debe ser visto por mí, aun que sirva para alejar a los demás...aun así también odio eso.

Moooo...n...no digas esas cosas delante de la gente, eres un pervertido Natsume... – Susurro demasiado avergonzada.

Ya estaba a punto de tomarla en mis brazos y llevármela lejos de aquí, besarla hasta agotar su oxígeno y devorarla por completo, ¿acaso ella no sabía lo linda y provocativa que era?, por lo que solo suspire y la abrace tratando de relajarme, sin embargo en un pestañeo aquel odioso cabello azabache y ojos violetas la arrebataron nuevamente de mi lado.

Lo sentimos mucho, señor menos que un príncipe-kun, pero el día de hoy Mikan y yo dormiremos juntas – Respondió Imai de manera retadora, aumentando mi enojo y logrando hacer un ambiente de batalla.

Oooh... pues que lastima, el día de hoy tenía pensado ir con Mikan al cine – Dije tomando a Mikan de la mano y arrastrándola hacia mí.

¿De verdad Natsume? – Me dijo con un brillo, en sus ojos. Ja había ganado.

Claro que sí y luego iremos a comer lo que tú quieras – Dije solo para convencerla aún más, pero de repente Imai saco una peligrosa caja...rayos perdí.

Mikan, te compre 3 cajas llenas de Howalon para ahora y mucho helado para pasar la noche – Dijo sonriendo de manera maliciosa, alejando rápidamente de mi lado a Mikan.

La sonrisa de Imai por su victoria era notoria a kilómetros, todos se alejaban de la sala de clases por miedo a que yo la hiciera explotar, sin embargo me limite a suspirar, ya estaba cansado de todo esto ¿acaso Mikan jamás iba a ser mía? La respuesta era bastante simple: no al menos hasta que Imai me dé su permiso y eso era algo que jamás pasaría ya que, para Imai... Mikan era suya.

Hagan lo que quieran... Luka vamos – Susurre molesto y lo suficientemente fuerte para que todos nos escucharan, luego abrí la puerta de un golpe

Eh... está bien Natsume – Lo escuche decir mientras se acercaba a mí y el cerraba la puerta con cuidado.

Me marche de ahí sin escuchar lo que me venía diciendo Luka sobre que Mikan se preocuparía, ya que eso era lo que quería, que al fin se preocupara por mí. Ya habíamos encontrado a Imai, pronto saldríamos de esta escuela de mierda y empezar a tener una vida de verdad...pero aun así lo máximo a lo que hemos llegado es a darnos un beso al día. A pesar de que supuestamente ella es mía.

Mikan

De nuevo hui de Natsume... si sigo así el terminara odiándome, no quiero eso. Pero me da miedo lo que él quiere hacer, quiero ser suya, completamente suya... pero aún tengo miedo de ser solo un juguete para él y que luego de hacerlo, el ya no me ame y me deje.

-Perdona Hotaru, siempre te meto en mis inseguridades con Natsume, al final tu siempre sales como la mala de la historia – Dije cabizbaja, sin embargo sentí como me daba un suave golpe en la cabeza

- ¿Acaso me eh quejado? Ese idiota debería entender su lugar en tu corazón, si realmente te ama que se espere ya que no te entregare tan fácilmente a alguien tan conflictivo como el – Dijo mientras me sonreía y me tomaba la mano – Así que deja de poner esa cara de baka que no te ves para nada linda – Se burló mientras abría la puerta del salón.

Sin decir nada más le devolví la sonrisa y camine a su lado, estaba tan feliz de haber encontrado a Hotaru nuevamente, no sé qué sería de mi vida sin ella. Claro que a quien yo más amaba era a Natsume, pero aun así no podía negar el amor que sentía por Hotaru, era un amor de hermana mayor y aunque a veces se pueda malinterpretar ambas nos sentíamos parte de una familia.

Mientras caminábamos hacia la habitación de Hotaru por el pasillo escuchaba como muchas chicas hablaban de lo guapo que era Natsume, en el pasado me hubiera burlado de su ceguera, pero ahora eso era totalmente imposible ya que el realmente se había convertido en el hombre más atractivo y sexy que haya conocido en mi vida. Cuando vi por la ventana logre divisar los árboles de cerezo y en ellos estaban sentados como siempre Natsume junto a Ruka, pero algo en eso me molestaba, había una tropa de chicas a su alrededor gritando, generalmente ignoraba todo eso ya que sabía que por el mal carácter de Natsume alguna de ellas terminaría con el pelo quemado por gritar tan chillón, sin embargo algo detuvo mi caminata con Hotaru y corrí hacia la ventana. Natsume estaba sonriéndoles e incluso de vez en cuando se reía, esa sonrisa y esa risa que solo me mostraba a mí, se las mostraba a ellas.

-Así que ese amargado también puede sonreír así – Susurro sorprendida y burlona Hotaru, pero al parecer mi expresión la hizo cambiar de opinión – Mikan vamos – Dijo y comenzó a caminar.

Yo sin decir una sola palabra la seguí ya que si seguía ahí viendo aquella escena había 2 opciones de acción.

1°Me pondría a llorar de celos y me encerraría en la pieza de Hotaru por todo el fin de semana

2°Me tele transportaría donde esta Natsume y copiaría su alice para alejar a todas esas idiotas

Pero con cualquiera de esas opciones luego me arrepentiría, pero él jamás le había sonreído a nadie de esa manera, aquello me tenía demasiado preocupada. ¿Qué tal si él se cansa de que siempre huya del él? ¿Qué tal si encuentra a otra que se entregue por completo y lo haga muy feliz? Yo simplemente preferiría morir antes que ver eso.

Él es mío… - Susurre antes de entrar a la pieza de Hotaru y ella cerraba la puerta