Hola! No, no había muerto, pero casi... XD

Este es mi 2do fic de Sailor Moon, y de la misma pareja!

Esop. Es la cruda realidad de esta pobre autora... aunque en otro contexto xDDD

¡que les guste!

Todo supo a miel ese día.

Y al siguiente, se la llevaron al infierno las mismas sensaciones.

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Mina había partido mal.

En la mañana había entregado un informe en la escuela, para el cual había estado completamente histérica por no saberlo realizar y no entender la materia, pese a que todas las Sailors habían intentado explicarle. Al final, lo terminó a la s 2 de la mañana con correcciones vía chat de Ami, que puso toda su buena disposición a prueba esa noche.

Llegó al colegio a imprimirlo como fuera, pero la sala de computación estaba en reparaciones, así que tuvo que prácticamente arrodillarse ante la secretaria del subdirector para imprimirlo y entregarlo. Llegó atrasada a la clase, pero como no había sido la única con ese problema, la maestra no le puso reparos en recibirlo.

A media mañana su jornada mejoró: Lita llevó panecillos caseros para el recreo, y le entregaron la nota en Ingles, en la que tuvo una excelente calificación, que le subió el ánimo.

Almorzó con las chicas, conversando y bromeando entre todas. Al final, se quedó a solas con Serena, que había estado algo distante toda la semana. A sabiendas que no era la mejor situación para la princesa, la invitó a un parque, para conversar tranquilas.

-¿Qué tal estás?-preguntó, para abrir ambiente. S habían sentado en una banca, en un sector en el que no habían niños ni abuelitos ni nadie. Sólo ellas, los árboles y un pequeño estanque; ideal para conversar.

La de colitas suspiró.

-No muy bien, la verdad...

-Se te nota...

-¿En serio? No quería preocuparte...

-Pero mujer, ¡si para eso estamos las amigas!

Logró sacarle una sonrisa a la chica, y por ello, la imitó.

luego, la tomó del rostro y se dedicó a acariciarlo.

Hacía un tiempo ya que la amistad iba por derroteros cada vez más de piel. No era raro para ellas abrazarse constantemente en público. Serena estaba con Darien, su novio y futuro marido, así que las cosas entre ellas eran completamente transparentes. Además, así podían conversar más abiertamente de cualquier cosa, siempre y cuando estuvieran solas.

Serena la abrazó, refugiándose en su hombro. Olía delicioso.

Mina rió para sí, acariciando su espalda y quitándose el cabello de la otra de su boca.

-¿Qué te pasa, mi niña?

Tardó en recibir respuesta.

-Darien... se va a Estados Unidos. Viaja para sacar un posgrado en Medicina....

-Am...... ¿por cuánto?

-6 meses... pero se va en 3 días....

-¿Qué?

-Por eso he estado tan...

-¿desmoralizada? Es algo comprensible....-dijo Mina, mientras la aferraba con más fuerza, sabiendo que era apoyo el que necesitaba la chica.

Serena la abrazó también con más ahínco. Luego, comenzó a besarla en el cuello, a modo de juego.

-¿A qué se debe eso?-preguntó la de Venus, luego de sentir un cosquilleo por su piel.

-Nada.. estabas a mi alcance y te he achacado con mis problemas todo este rato.

-No te preocupes...-dijo, alejándola un poco para mirarla a los ojos. Luego de eso, la soltó y se acomodó en su regazo, cerrando los ojos. La banca era lo suficientemente larga para ello, y a Serena no le incomodó. Además, había dormido la nada misma por culpa del maldito informe, así que se merecía un descanso.

Serena comenzó a acariciar ese cabello sedoso y el níveo rostro de su amiga.

Sabía que su problema sentimental no era mucho, comparado con la soledad que la otra ocultaba tras su gran sonrisa. Ella se sentía sola; no encontraba maneras para poder entregar todo aquel cariño que guardaba en su interior. Por ello, lo había canalizado hacia esa amistad, haciéndola cada vez más de piel, más de tacto... entregando de manera segura ese amor que se estaba muriendo dentro de sí.

Recorrió el contorno de su rostro, sus ojos, sus labios... aquellos labios que nunca habían sido franqueados por nadie...

Ella la quería muchísimo. Sabía cuánta falta le hacía el amor de alguien, aunque fuera lo suficientemente cauta como para mostrarlo, o lo suficientemente orgullosa como para asumir que aquella situación tan mal llamada era la que le ocurría....

Estuvieron así un rato, hasta que musitó para sí:

-Qué bella te vez durmiendo...

-¿Ah?

-¿No estabas durmiendo?

-Casi estaba en los brazos de Morfeo...

-Lo siento...

-No importa...-Mina se levantó,desperezándose, y se volvió a sentar. Se situó junto a Serena, y volvió a cerrar los ojos. Los palos del banco se le estaban clavando en la espalda.

La chica despierta, en un arranque de cariño, comenzó a besar su rostro. Sus ojos, sus mejillas... el contorno de su boca fue cubierto de pequeños ósculos, mientras Mina no quería abrir los ojos, dejándose llevar entre el momento y su vigilia.

Al final, Serena selló sus labios. No fue correspondida al principio, peor luego, sintió cómo la otra se dejaba llevar.

La estrechó entre sus brazos, y la besó largamente.

Mina no pensaba en nada. Sólo se dejó llevar por los labios de la otra, que se ajustaban perfectamente a lo que ella en algún momento soñó que sería su primer beso.

Su primer beso.

Paró, a su pesar, y no sabiendo qué hacer claramente, dirigió sus besos al cuello de la princesa, que se estremeció bajo sus brazos. Ya dada por satisfecha, volvió a besarla de propia iniciativa, mientras sentía que el abrazo se estrechaba aún más.

Al fin, frenó y la miró a los ojos, completamente sonrojada.

-Yo...

-Calma... Te lo merecías, ¿no?

-¿Porqué?

-Estuviste trabajando hasta tarde, tuviste una buenísima nota en inglés... es final de semana, además, así que merecías un descanso....

-¿¿Y a esto le llamas descanso??

Serena rió suavemente, posando su cabeza en el hombro de la otra.

-Ok, ok, tú ganas...merecía un descanso.

Quedaron así un rato, sintiendo la respiración calmándose de ambas, hasta que la de Venus se levantó.

-¿Qué pasa?-preguntó la princesa, estirándose cuán larga era por la banca para recostarse ella ahora.

-Hay que irse ya... aunque sea viernes, hay cosas que hacer...

-No quiero...

-Ya, pues...-dijo la chica, sentándose en el borde para erguirla. La besó en la mejilla para incentivarla, pero en un arranque irracional, comenzó a besarla apasionadamente, demandando esos labios suaves y dulces. Fue correspondida con igual ímpetu, pero cuando ya sintió que su conciencia le gritaba hasta el extremo de tomarla en cuenta, desvió su rostro hasta el cuello, no sabiendo a ciencia cierta qué diablos estaba haciendo. Besó, acarició y mordió ese cuello que la había absorbido, mientras sentía los gemidos contenidos de su amiga.

Logró refrenarse sólo cuando oyó que ella musitaba "me descompensas entera". Luego de eso, la miró a los ojos completamente confundida y preguntando como si fuera un mantra: "¿cómo fue que llegamos a esto?"

Serena la miró, sonrojada a su vez, y sólo pudo abrazarla.

Se levantaron, y luego de peinarse nuevamente (el arrebato de pasión las había desarmado), volvieron al mundo común y corriente.

Se despidieron camino a sus propias casa, vueltas ambas sendos torbellinos de confusión.

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Al día siguiente, ninguna podía sacarse a la otra de la cabeza.

Y una no pudo sacársela del corazón.

Reviews!!! aunque sea para tomatazos! TToTT