Renuncia: Digimon es propiedad de Akiyoshi Hongo. Fic sin fines de lucro.

Personaje: Yamato centric. Sorato.

Advertencia: Posible Occ.

Aprovechando, este pequeño drabble va dedicado a SkuAg. Yo..., jaja. Quería escribir algo dulce y fluff en compensación de haber roto la OTP en mi otro fic. Igual, espero que te guste xD.


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Capítulo único.

DE TODAS ESAS VECES

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Se ha enamorado de a poco, entre sonrisa y sonrisa; de broma en broma. Se ha enamorado sin querer, pero al final dirá que fue queriendo. A propósito, es que así tenía que ser.

Agregar que, con cada acorde y rasgueo de su guitarra ese hilo se ha ido afianzando más y más. Que mientras iba inventándose letras y letras que dizque no eran de amor, ese sentimiento hacía su nido allí, sin aviso, sin tomar en cuenta su opinión; a decir verdad lo último no le importa.

Le encantaría decir genialosamente que él ha escogido a quien sería su pareja, pero prefiere agradecer a la casualidad que un día, sólo decidió presentarlos y dejar todo a la suerte. Porque si bien pudieron acabar separados y nada más que una bonita amistad de por medio, ha de añadir que esto que sienten ahora pudo haberse desencadenado en cualquier momento sin aviso. Quizá mañana, puede que pasado o dentro de 10 o 20 años.

La bomba estaba ahí, sin embargo, esperando y aguardando a que todo estuviera en su lugar.

Por eso explotó ayer, un día de navidad como cualquier otra, y no le sorprendió. Por eso dejó que sus orbes sólo llenaran de sorpresa mientras las mejillas de ambos se entintaban con un cálido color rosa que, si hubiera sido más fuerte, se habrían mimetizado con los cabellos de Sora.

Eso para después hablar del otoño y de lo hermosa que es la vista cuando la ciudad se pinta de colores que le recuerdan a ese cabello que desearía tocar.

A decir verdad, no fue una declaración de amor, tampoco ambos se dijeron un me gustas que sin duda era mutuo, sólo ella vino y le dio un pastel mientras él escondía algunas hojas que arrugadas no se escondían por completo en el fondo del bolsillo de sus jeans. Esas que escondían una carta de amor en forma de villancico.

Un detalle que nadie notaría, salvo Sora que se sonrojó cuando tiempo después, sin acorde a la temporada, en esa primera quincena de noviembre del años siguiente, Yamato lo tarareó debajo de un árbol que dejaba caer sus hojas sobre sus cabellos rubios. Ese en que Yamato sólo perdió el control de sus emociones y soltó aquello que no se dijeron en Navidad, ese donde Sora le embarró el pastel en la cara aún cuando no era su cumpleaños.

—Estaba avergonzada.

—Yo también.

Pero ahí están ahora mientras ambos disfrutan de una película vieja que tiene todo lo que ellos aman: acción y amor. A decir verdad, tiene más acción que cualquier cosa porque en serio que es vergonzoso ver esas cosas cuando recién están empezando a salir. Pero, cuando la ve dormida en el sillón, con palomitas de maíz en su cara y él despierta al día siguiente con unos rayones chistosos hechos con marcador en su cara, sabe que en realidad esta casualidad es lo mejor que pudo haberle sucedido.

A él, a ella.


FIN

Como siempre, algunas cosas me invento o especulo, de ahí que si... si hay algo que no cuadra, perdonen eso. Algo occ por ahí el centric. El Otoño me hace recuerdo a estos dos tórtolos, no sé porque. Pero cuando veo las hojas teñidas, veo a Yamato y Sora en él. Jaja. En fin.

Gracias por leer.