Este fic participa en el minireto de marzo para "La Copa de las Casas 2015-16" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Todo lo que reconozcan es propiedad de JKR.

La profesión que me ha tocado ha sido regulador de la red flu, y he elegido a Ron como protagonista de la historia.

El fic tiene 399 palabras :)

¡Que lo disfruten!

Un héroe al otro lado de la chimenea.

¿Cómo pueden dos simples palabras afectar al futuro de una persona?

Ronald Weasley lo sabía muy bien:

—Estoy embarazada.

A la mierda el merecido descanso después de salvar al mundo del lado oscuro, a la mierda eso de viajar por todo el mundo cuando se cansara de descansar, y por supuesto, a la mierda también sus planes de convertirse en auror.
Ron se partió los lomos buscando trabajo de lo que fuera. Se recorrió Gringotts, Hogsmeade, Hogwarts y medio Londres… Pero por lo visto no era demasiado bueno con las cuentas para trabajar en el banco de los magos, era demasiado torpe para trabajar de cara al público en Hogsmeade, sus notas dejaban mucho que desear para trabajar como profesor en Hogwarts y tampoco destacaba en nada como para meterlo en cualquier departamento del Ministerio de Magia, por lo que, después de romperse los pantalones arrastrándose e implorando un puesto de trabajo (¡Él! ¡Un héroe!), al fin le dejaron encargarse de las comunicaciones de la red flu de un pequeño distrito de Londres (¡Ni siquiera confiaron en que fuera demasiado bueno como para hacerse cargo de la ciudad entera, o al menos de la mitad!).

Así que ahí estaba él, el Weasley más famoso de todos los tiempos, el gran Ron, el rey, el popular mejor amigo del niño que vivió, el genial y fabuloso pelirrojo más cotizado del mundo mágico… Sentado en el suelo de aquel pequeño y oscuro despacho, frente a la chimenea, espiando las conversaciones privadas de una veintena de personas que tenían de peligrosas lo que él de rubio.

—¿Sigue ahí mi hijo? —preguntó una madre, estableciendo conexión con la casa de su novia.

—Sí, pero ya se iba.

—Dile que traiga el pan.

—Oh, esto tengo que anotarlo y dar parte de ello —dijo Ron para sí mismo, lleno de sarcasmo.

Otra conexión se estableció unos segundos más tarde.

—Mis padres se van a Hogsmeade a visitar a mis tíos —dijo la voz de una muchacha.

—Eso significa que… —contestó alguien al otro lado.

—Que mi casa se queda sola…

—¡Genial! —exclamó Ron, que parecía algo demente hablando solo consigo mismo en aquella habitación—. Así es como empezó todo este embrollo entre Hermione y yo, con mi familia fuera y mi casa sola. Sólo espero que ellos sí que pongan protección.

Seguramente se enteraría, tarde o temprano, de si lo hicieron o no.