Harry Potter no me pertenece. :v
Capítulo 1.
Las llamas azules son todo lo que puede verse a lo lejos. Personas corriendo por doquier, algunos valientes intentan sofocar las llamas pero fracasan y se convierten en cenizas. Los inteligentes o egoístas corren hacia las salidas ignorando a personas que podrían a ver salvado. Pero... ¿Por qué lo harían? ¿Por qué arriesgar su vida por alguien más? Así es la naturaleza humana, en una situación de vida o muerte siempre elegiremos nuestra propia vida. Corran y ocultense, pero, no importa que tan lejos se oculten, yo voy a encontrarlos. Las llamas siguieron ardiendo en el ministerio de magia. Varias personas murieron y fue un día trágico en el mundo mágico. Si hubieran prestado más atención a los muertos podrían a ver notado que las personas que murieron eran magos y brujas corruptos, que abusaban de sus puestos. Otros eran crueles contra los mestizos o los mugles y disfrutaban de hacerlos sentir menos aún cuando algunas de esas personas eran mejores que ellos. Algunos maltrataban y discriminaban a diferentes criaturas mágicas. Prejuicios contra hombres lobo, Veelas, centauros, vampiros y muchas más se consideraban escoria por estas personas.
Un hombre corría por los pasillos intentado escapar de una figura obscura , echizos volaban hacia él chocando en las paredes haciendo que el hombre cambiará de dirección. El no lo sabía, pero estaba siendo guiado a una trampa. Algo que sería el inicio de un cambio para todo el mundo mágico. Ya sea para bien o para mal. El hombre llego a un callejón sin salida y cuando quiso regresar por donde había venido la figura ya estaba frente a él.
-Q-Que quieres conmigo? . - El hombre dijo mientras levantaba su varita temblando entre sus dedos. - Nn- No s-sabes quien soy? Soy el Mini... - Una luz roja salió de la figura directo hacia el hombre, cuando la luz lo alcanzo su varita salió de sus manos y cayó en el suelo junto a la figura. El hombre comenzó a temblar cuando la figura se acercó a él. Cuanto más cerca estaba el hombre pudo distinguir un par de ojos rojos que lo miraban desde la capucha que cubría su rostro. Cuando estuvo frente a él noto que la figura era muy pequeña, pero desprendía cierto poder que lo hacía temblar, era el mismo poder que no había sentido desde hace muchos años pero eso noche en Halloween del 2001 había muerto. La figura hablo, su voz era suave y claramente femenina.
- Cornelius Oswald Fudge.- La figura llevo sus manos hacia su manto y retiro la parete que cubría su cara. Al caer Cornelius pudo ver a su atacante, se quedó sin aliento a lo que estaba frente a él. Esa figura que había osado a atacar el ministerio mágico no era más que una niña, no más de 11 años, su cabello era negro y tenia rasgos aristócratas, piel pálida y sus labios formaban una sonrisa un poco siniestra, pero sus ojos eran rojos y sus pupilas estaban rasgadas, Cornelius persona que estaba frente un pequeño demonio. La niña levantó su varita y apunto hacia el.
-Mi nombre es Morgana y necesito que hagas algo por mi.- la niña hablo con voz aun más suave que la anterior y si no fuera por sus ojos y la sonrisa que aún estaba en su cara Cornelius se habría relajado. Juntando el poco valor que le quedaba en el cuerpo el hombre se enderezó, pensando que su altura intimidaria a la pequeña niña, pero esta solo levantó la seja izquierda mientras esperaba a que el hombre hablará.
-Yo soy el ministro de magia! No tengo por que obedecer a una pequeña niña. - No sabía cómo, pero se las había arreglado para decirlo sin trabarse en ninguna palabra. Aun cuando lo único que quería hacer era irse corriendo.
La niña sonrió, era una sonrísa genuina, como un niño pequeño cuando recibe un nuevo juguete.
-No es como si tuvieras opción... Imperio.- una luz azul se precipitó hacia el y después de eso todo se volvió negro.
Después de terminar con lo que había vendió a hacer Morgana se volvió a poner su capucha y se apareció en la cima de un edificio. Mirando hacia el suelo, se pregunto cual seria su próximo movimiento.
En eso una figura espectral de un hombre joven se presentó detrás de ella.
-Creía que querías salvar el mundo mágico. - El joven hablo.
-Y eso es lo que intento hacer. - Morgana respondió sin volverse.
El joven se rió. Y se acercó a Morgana. No entendía a la pequeña niña, decía que quería cambiar el mundo mágico pero este era el segundo ataque que hacia hacia ellos. Varias personas habían muerto en ambas ocasiones.
-Quiero un mundo donde no importe el estatus de la sangre, donde las criaturas mágicas y magos puedan vivir sin prejuicios, donde las leyes sean justas y no requiera tener cientos de galeones para un juicio justo. Un lugar donde puedan vivir en paz sin miedo, donde la magia sea solo magia y no se separe en bueno o malo. Pero para construir algo, a veces deves destruirlo. Y en eso necesito tu ayuda Tom. Ayudame a destruir el mundo mágico como lo conocemos.
El joven solo sonrió. Una verdadera sonrisa que parecía aparecer solo en la presencia de la pequeña niña.
-Y que sigue ahora?. - El joven pregunto.
Morgana saco una carta de su bolsillo. En ella estaba escrito en letras verdes.
Mrs. Morgana J. Black
Entre el 11 y 13 de Grimmauld Place
Londres, Inglaterra
-Ahora vamos a Hogwarts .
