Disclαimer. Todos propiedad de la señora Rumiko Takahashi. Soy demasiado cool para tenerlos. (?
Especiαl. Para la loca que me regaló un loca historia de la cual me encantó. ¡Sí! Para vos Smiling Girl, genia total. (L
Mrs. Pαrαnoiα; Suerte.
-;
Suerte que hay más por conocer.
Suerte que contigo, aprenderé.
Se estaba riendo. Y a él no le causaba gracia que una inoportuna lluvia les cortara el camino hacía la cabaña de Kaede.
Además, el odiaba la lluvia. No le gustaba estar mojado y que la ropa te pesara más de lo normal.
Ella seguía riendo. Y bufó. Sobretodo trató de no mirarla mucho porque se veía bastante sexy.
Sí, con esa ropa toda empapada, con su sonrisa, y con su cabello mojado pegándosele a la cara. «Joder».
—No sé qué es lo que te causa tanta risa.
—No me divertía tanto desde que era chica—lo miró, y rápidamente su cara cambió, InuYasha estaba con el ceño fruncido—, uh, veo que tú tampoco sabes divertirte.
—¿Qué? Yo sí sé, eso.
Kagome dio un paso al frente, y dejó que el agua que caía a cántaros de las nubes, la mojara más de lo que ya estaba.
—Tienes que cerrar los ojos, y dejarte llevar— su rostro miró al cielo, y comenzó a reírse, él no entendió nada, pensaba que la miko estaba loca, y que pronto pescaría un resfriado—, tienes que sentir—.
¿Sentir? Sí, sentía muchas cosas por ella. Pero eso no iba a decírselo (orgullo mode-on). Sino que, tenía muchas cosas que agradecerle a Kagome. Le había enseñado a crecer, a madurar, en cierto sentido. Pero, no sabía cómo. Quizás una sola palabra abarcaría todo el sentimiento. «Puede que sí»,
—Ven, ¿o le tienes miedo al agua?
InuYasha la miró, fingiendo un enojo, pero se acercó y sus rostros quedaron a centímetros.
—Keh, claro que no.
Sonrió, y se miraron, fijamente. Él, estaba tratando de transmitirle algo, lo intuyó por la mirada que le estaba dando. Era un atisbo de indulgencia, junto con ternura.
Rayos, se veía demasiado exquisito bajo la lluvia.
—Gracias Kagome.
Ella no entendió nada, pero, no hacía falta arruinar el momento que estaban viviendo. Sus frentes pegadas una con otra, y un sonrojo bastante fuerte de parte de InuYasha.
—¿Por qué?
—Por todo, tonta.
Sus ojos estaban cerrados, disfrutando el pequeño lapso a solas que se les otorgó. Kagome lo observó, y se mordió el labio.
Sus ojos dorados encontraron los chocolates de ella, su mano acarició el contorno del rostro de la miko, quitándole un mechón de pelo.
Con tal solo un contacto, podría transmitirle más de una palabra.
«Tuve suerte de encontrarte».
No quisieron dejar ver el deseo de aquel beso furtivo, pero sólo se dejaron escuchar el latido desenfrenado de sus corazones.
Con eso, ya decían mucho.
Todo tiene final feliz, desde que te conocí.
N/A. Aw, no sé, es el drabble que más me gustó. Me lo imaginé una noche de sábado, cuando afuera llovía como nunca.
Inspirado por; la canción de Jason Mraz & Ximena Sariñana. Lucky.
Fin de transmisión. (:
