Hola a todos, este es mi primer fic y les doy la bienvenida a él, aunque este fic ya lo tenía planeado desde hace años me anime a hacerlo gracias a Madame Purple, la creadora del fic "El Amor de una Madre" y de su actual secuela "El Príncipe del Hielo", esta historia puede resultar algo similar, pero me esforzare por tratar de no copiar a otros fic con la misma idea.

ADVERTENCIA: Esta historia puede contener escenas un tanto explícitas, contenido violento y cosas que probablemente no sean del agrado de algunas personas.

Capitulo 1: "Un extraño sueño"

Una semana había pasado desde el gran deshielo. Las cosas en Arendelle habían vuelto a la normalidad dentro de lo esperado, ya que el gran secreto de la reina se había hecho público y no había marcha atrás.

Todos los miembros de la realeza y dignatarios habían aceptado los poderes de la reina de buena gana y regresaron a sus hogares, algunos de ellos con castigos por recibir.

Arendelle iniciaba una etapa de prosperidad debido a los muchos tratados y alianzas que se acordaron con muchos reinos. Pero no solo había prosperidad económica y comercial, sino también emocional, ya que durante el clímax del invierno eterno muchas personas temían que fuera el fin y se perdonaron unos a otros los errores que hubiesen cometido. Luego de que el invierno se acabará la gente agradeció el poder seguir con vida y convivían más armónicamente entre ellos.

Esta paz y armonía llego tanto para la gente del pueblo como para la familia real. Después de 13 amargos, largos y dolorosos años las hermanas recuperaron su cercanía y su amistad. Viendo que el origen de todos sus problemas fue mantener los poderes de Elsa como secreto familiar y más tarde como máximo secreto de Arendelle, decidieron poner fin a la inexistencia de sus poderes y que, al menos entre ellas, no habría más secretos que pudiesen perjudicar nuevamente su relación. Y para demostrar que no había nada que temer y que todos vieran la belleza de los poderes de Elsa en acción, ambas hermanas organizaron una fiesta de patinaje en el patio principal del castillo.

Todas las personas del reino patinaron y se divirtieron como nunca, incluso hubo quienes se animaron a hablar con Elsa, Anna y Olaf, en su mayoría niños. Tanto se divirtieron que al terminar todos se dirigían con dificultad a sus casas, incluyendo a la familia real. Luego de la cena, todos se dirigieron a sus habitaciones para dormir profundamente luego del día tan activo que tuvieron.

En su habitación, Elsa analizaba todas las cosas que le habían pasado en la última semana mientras se preparaba para dormir. En los últimos 7 días le habían pasado tanto en tan poco que no lograba analizar y asimilar las cosas detenidamente. A lo largo de una semana había recuperado su vinculo con su hermana, ambas se confesaron todas y cada una de sus experiencias y pensamientos a lo largo de 13 años; rompió la alianza con Weaselton; regreso a sus tierras a Hans, al duque y a sus guardaespaldas bajo pena de muerte si regresaban; realizó más alianzas y tratados de los que su padre hubiera hecho en un año; otorgo el titulo de de "Maestro y proveedor oficial del hielo de Arendelle" a Kristoff, a quien también aprobó como novio de su hermana luego de una cena que tuvieron y en la cual Elsa le agradeció todo lo que hizo por ella y por Anna. Si bien, Anna le había asegurado que ya no se volvería a confiar tanto antes de volver a pensar en meter a un hombre en su vida estaba casi completamente segura que en un futuro no muy lejano se convertiría en su cuñado.

Una vez que terminó de recordar todas y cada una de las cosas que le ocurrieron últimamente se dio cuenta de que sonreía, no era una sonrisa fingida, era una verdadera sonrisa de felicidad la cual no había notado que tenía y que al parecer la tuvo durante toda la semana. No recordaba desde hace cuanto no sonreía así, tal vez nunca en su vida lo había hecho, pero le alegraba saber que no era fingida, era real, después de tantos años tenía una sonrisa real.

Con estos pensamientos se quedo profundamente dormida sin dejar de sonreír, ya que hasta en sus sueños era feliz, o al menos en los que entendía.

De la nada le llego de lo más extraño ya que no lograba ver nada, solo oía lo que pasaba a su alrededor pero no veía, estaba totalmente ciega en su sueño.

En su sueño solo se podía oír el viento soplando con fuerza, como si siguiese el invierno eterno, pasó un largo rato así hasta que, de repente se oía como se abría una puerta, como se cerraba y los pasos de una persona dirigiéndose hacia ella. Largos minutos en silencio pasaron hasta que empezó a sentir como algo subía desde sus piernas hacia su cintura, llevándose la falda de su vestido, nuevamente regresaba a sus tobillos y volvía a recorrer su cuerpo con lentitud deteniéndose por unos momentos en ciertas partes de su cuerpo. Por un largo rato era así hasta que las "cosas" (ya que ahora sentía dos) comenzaron a andar sobre su torso como si estuvieran buscando algo. Lo que al parecer buscaban era la forma de abrirle el vestido, una vez abierto sintió como la tela se recorría hasta dejarla solo en ropa interior, luego de ahí volvió a sentir que tocaban su cuerpo.

Luego de un rato pudo deducir que lo que al parecer recorría su cuerpo eran manos de alguien que la acariciaba con lentitud. Parte de ella no podía evitar sentirse mal y asustada por eso, pero a la otra parte de ella realmente le agradaba; por mucho que quisiera negarlo, esa sensación que le producía en el cuerpo el ser acariciada era agradable y se sentía muy bien. Tal vez se debía al tiempo que había pasado sin ningún contacto físico con otra persona, pero en verdad lo estaba disfrutando.

Minutos después, esa manos se movieron con el único fin de dejarla completamente desnuda y así poder tocar cada rincón de su cuerpo sin ninguna dificultad. Elsa realmente estaba disfrutando del momento hasta que pasó algo que no le agrado en lo absoluto.

De repente sintió entre sus piernas un gran dolor provocado por algo grande y duro que estaba entrando en ella. Unos segundos después, aquello había dejado de avanzar, desgraciadamente el dolor no ceso del todo, aún podía sentir un intenso dolor que la hacía gemir y quejarse cuando volvieron a empezar las caricias en toda la parte superior de su cuerpo.

Elsa estaba experimentando dos sensaciones realmente contrariantes, por un lado estaba aquella primera sensación agradable que le producían las caricias en su cuerpo, pero por el otro estaba aquel intenso dolor el cual había comenzado momentos antes y que no le permitía disfrutar del todo ser acariciada nuevamente

No entendía que era eso que estaba dentro de ella y que hacía que sintiera ese gran dolor, esperaba que al igual que antes, con el tiempo pudiese adivinar lo que era y porque estaba allí precisamente. Sin embargo, lo que ocurrió después la hizo desconcertarse aun más sobre que era. Aquella extraña cosa empezó a subir y bajar causándole aun más dolor e incrementando la velocidad conforme pasaba el tiempo. Lo peor era que ya ni siquiera la acariciaban, no tenía otra sensación que pudiese minimizar un poco su dolor.

Pasó poco tiempo antes de que una nueva sensación llegara. Esta nueva sensación era muy extraña, de repente todos sus músculos empezaron a tensarse, su respiración empezó a ser agitada y comenzaba a escurrir sudor de su cuerpo.

Esta nueva sensación de tensión y rigidez la hacía gemir. Llegó un momento en el que sintió que la invadía una gran sensación de placer. Luego de unos segundos oyó un gran gemido y sintió un extraño líquido caliente que al parecer venia de la "cosa" que tenia dentro y que luego de unos minutos salió de ella.

Un par de minutos después notó que era nuevamente vestida y cobijada para luego oír que alguien se dirigía a la puerta para irse. Después todo era tranquilidad y silencio, no pasaba nada, no se oía nada salvó un extraño sonido del viento. Poco a poco, Elsa notó como ese extraño sonido se comenzaba a transformar en un sonido muy distorsionado y luego en una voz con mucho eco que la llamaba.

"Elsa… Elsa… Elsa… Elsa despierta.. Despierta ¿estás bien?" dijo una voz conocida.

Elsa se despertó un tanto sobresaltada. Trataba de buscar con mucha urgencia donde se ubicaba y que pasaba a su alrededor. Luego de unos segundos, Elsa se dio cuenta de que estaba en su habitación y que había alguien más junto a ella.

"Elsa ¿estás bien?, tranquila, tuviste una pesadilla es todo" dijo Anna tratando de tranquilizarla.

"Anna, ¿desde cuándo estas aquí?" preguntó Elsa incorporándose para sentarse.

"Desde hace unos minutos, vine porque oí que estabas teniendo un mal sueño" contestó Anna limpiándole el sudor de la frente con un trapo húmedo.

"¿Un mal sueño?" dijo Elsa recordando su sueño "¿Cómo lo sabes?"

"Pues estabas gritando y quejándote mucho"

"¿De verdad?"

"Sí, aunque esos no parecían ser gritos de miedo, eran más bien como gritos de dolor o algo así"

"Espera, si lograste oírme desde tu habitación, eso significa que, ¿alguien más me oyó?"

"Sí, vinieron Kai, Gerda y algunos empleados más, pero les dije que no se preocuparan y que yo me haría cargo de todo"

"Gracias Anna"

"Por nada. Y por cierto… ¿qué estabas soñando?" preguntó Anna sentándose en la cama.

"Nada malo, ¿por qué lo preguntas Anna?" dijo Elsa no muy deseosa de contarle.

"Porque, como lo dije anteriormente, más que parecer gritos de miedo parecían gritos de tortura, así que dime Elsa ¿qué estabas soñando como para gritar así?"

"Anna… pues… yo… yo no… no sé si… pues bien" titubeo Elsa sin saber bien si contarle o no.

"Vamos Elsa prometimos que ya no habría secretos, quiero ayudarte no te voy a criticar o a juzgar, así que dime"

Ante la insistencia de su hermana, Elsa no tuvo más remedio que decirle. Le relató todo lo que recordaba de su sueño sintiéndose avergonzada e incómoda con esa conversación, deseando acabar lo más pronto posible. Anna también había comenzado a arrepentirse de preguntar y solo deseaba que el relato de su hermana terminara pronto, pero en ningún momento la interrumpió, pues sabía que se vería mal que después de que le insistió tanto a su hermana de contarle algo que obviamente no quería relatar fuese ella la primera en ya no querer saber nada al respecto.

Una vez que Elsa terminó de relatar su sueño ambas hermanas permanecieron con la mirada baja en silencio por varios minutos, ninguna de las dos supo que decir ante ese sueño tan extraño y vergonzoso. Los minutos se habían vuelto una eternidad, así que Anna decidió ser la primera que rompiera ese incomodo silencio.

"Ah, pues… que extraño sueño fue ese"

"Sí… muy extraño"

"Y… ¿ya lo habías soñado antes?" preguntó Anna pidiendo a Dios que su hermana respondiera que no.

"No… nunca antes había sucedido algo así, es la primera vez que me pasa… y no entiendo porque"

"Bueno… seguramente es cosa de la imaginación, no creo que sea algo para preocuparse" dijo Anna recuperando su buen humor y tomando las manos de su hermana para que ella la mirara "yo una vez soñé que me besaba un troll así que, estoy segura que no es nada grave"

"Sí… si eso debe ser" contesto Elsa animándose también.

"Bueno, y ahora hay que cambiarnos para desayunar, no se tu pero yo me estoy muriendo de hambre" dijo Anna levantándose de la cama para dirigirse a la puerta.

"Ok, te veré abajo en 5 minutos" dijo Elsa levantándose para ir a su cambiador.

Luego de eso ambas hermanas pasaron su día divirtiéndose y se olvidaron por completo del extraño sueño que Elsa tuvo.

Espero les haya gustado el capítulo. De una vez les informo que no es seguro que actualice muy seguido pero haré lo posible por actualizar una vez a la semana. Nos vemos hasta el siguiente capítulo, bye.