Caidas
Por Ruby P. Black
No sabe cómo hace ella para seguir ahí paradita, sin haber hecho algún desastre todavía.
Se pregunta pero no puede llegar a ninguna conclusión cuando la ve de pie frente a la cocina, con su delantal floreado y moviéndose de un lado a otro.
Ella, que se ha pasado toda su vida siendo bastante torpe.
Tampoco sabe cómo ha logrado correr a Wei del departamento. ¿Habrá una segunda intención con todo eso?
− "¿Segura que no quieres ayuda?"
− "¡Segurísima! ¡No te atrevas a moverte de ahí!"
Se frota las manos y se acomoda mejor en el sillón frente a la televisión nueva, sorbiendo de a poco el té que ella le trajo antes. "¿Y si quema la casa?"
"Sakura cocina desde pequeña" se dice eliminando toda preocupación. Mientras la mira de reojo, no lo puede evitar porque siente que en cualquier momento armará un desastre, se resbalará con un fideo o golpeará con la puerta abierta de la alacena. Y no puede evitarlo porque le encanta mirarla. Porque han crecido lo suficiente como para las hormonas se abran paso y él comience a desearla más que a otra cosa en el mundo.
Su mirada ambarina se oscurece levemente, aunque no se da cuenta que la mira de esa forma.
Shaoran jamás se da cuenta de cómo mira a Sakura cuando ella no se da cuenta porque es demasiado despistada.
Entonces sucede el desastre y sus reflejos son rapidísimos, la olla de metal rebota a un costado y la comida italiana vuela mientras Sakura suelta un grito de dolor y se sostiene en un solo pie. No llega a preguntarse por qué no se cae pues los brazos protectores, de un Shaoran mucho más alto que ella, la sujetan.
Ella se aferra a él casi clavándole las uñas.
− "Tan torpe" – murmura el castaño ahogando una risa cuando el susto ha pasado. Ella voltea a verle y frunce el ceño.
− "No soy ninguna torpe" – refunfuña como una niña. A veces lo es y él se cautiva por dentro. Se inclina un poco y roza sus labios levemente. La quiere demasiado. – "No… estamos hablando"
− "Está bien, tu ganas" – y quizás es la primera vez que dice eso, sólo porque desea besarla tanto que la garganta se le oprime y los labios se le secan – "Simplemente te gusta caerte"
Ella se retuerce un poco y finalmente está de acuerdo. Le rodea el cuello con los brazos y una sonrisa suave se escapa cuando siente el aliento y la colonia de Shaoran llenar sus sentidos. Se apoyan en la heladera y él sonríe de lado.
− "¿O es porque sabes que siempre te voy a agarrar?"
Fin
Muy corto. Sencillísimo. Hoy planeo subir unos cuantos fics que tenía en el tintero guardaditos ahí bajo un millón de actividades.
Pero hoy salen a la luz.
Espero sus respuestas y gracias… ¡Miles de gracias! Siempre es grato ver sus comentarios, su recepción tan cálida. Como siempre los invito a pasarse por mi página de face, a dejar comentarios, a escribirme para lo que necesiten. Saludos
Nos leemos,
Ruby.
