¿Cómo termine metida en esto? ¿es cierto lo que ellos están diciendo?

Ellos quieren acabar con mi esperanza, ¿porqué? ¿porqué yo estoy aquí y no otra persona?

El final de todos esta cerca, eso lo se, pero... ¿el mío lo está?

¿Cuál es la manera de poder sobrevivir? ¿Obedecerlos? ¿entregarme a ellos?

Las lagrimas comienzan a caer.

Me prometí a mi misma no volver a llorar, no volver a sentir miedo pero, es algo que no pude cumplir, soy débil, se que aquí moriré... ¿o no?

Estoy cayendo profundo en una fósa de víboras y no puedo liberarme.

Siento el veneno envenenándome. Tus colmillos en mi espalda. ¿Crees que no se lo que estás haciendo?

Sí, lo sé. Sé que no eres el único que me espera tras la puerta. Sé que todos los demás me quieren hacer daño. Sé que será mi fin.

-Tus gritos son música para mis oídos.-

-Los humanos no son más que un recipiente de sangre. A pesar de que son un recipiente sin valor, desean obtener más placer que nadie.-

-Tú solo tienes que desearme a mí.-

-Que hermosa te verías convertida en un silencioso cuerpo sin alma.-

- ¿Por qué escondes tus deseos? Dame más de esos deseos grotescos e inocentes.-

-Yo no me detendré, lo que tu sientas no tiene importancia. Haré lo que me plazca, así que prepárate.-

Mientras se esparce el aroma de las hermosas rosas que crecen por doquier, conozco mi destino. Los conocí a ellos como si hubiera sido conducida por el hilo del destino. Ellos son unos vampiros, hambrientos de sangre y deseo. Algo dentro de mí se ha descontrolado y ha comenzado a despertar.

-Por favor, dios. -