-Inuyasha

-Inuyasha!

Kristina se despertó de un salto, estaba agitada y sudando.

Kris era una chica común, tenía catorce años y vivía en Tokio, Japón. Su familia era mexicana pero se habían mudado a la casa de su abuelo hace poco. Por esa razón ella era nueva en el colegio y no tenía amigos, era muy solitaria. Su única pasión, por así decir, era su serie favorita: Inuyasha.

Sí, ella era una fan, la veía todos los días, tenía su cuarto repleto de productos, peluches, posters, etc; hasta soñaba con él y a veces soñaba que ella era parte de ese mundo.

Un día, Kris estaba apunto de irse a la escuela, pero su mamá le pidió que antes buscara a su perrita Kirara (en realidad si tengo una perrita llamada así .). Kris la buscó por toda la casa, excepto afuera, en el templo. A Kris le gustaba mucho ese templo, por que se parecía al de la casa de Ahome, y este también tenía un pozo.

Kris se metió al templo, pero Kirara no estaba ahí, se asomó por el pozo, pero no había nada. Iba a seguir buscando, pero de pronto vió un destello en el fondo del pozo. Bajó por una cuerda ya que no había escaleras. Cuando miró de cerca el destello que estaba en una esquina, vió claramente que era una perla. La tomo con cuidado, al principio no supo que pensar, hasta pensó tener en sus manos la perla de Shikon, pero al lo consideró absurdo y no le dio importancia. Iba a subir de nuevo, pero antes de agarrar siquiera la cuerda, Kris sintió como se hundía, no podía moverse, lo único que pudo hacer fue levantar las manos al tiempo que se hundía en la tierra; entonces todo se puso oscuro…

Abrió los ojos, se había desmayado. Estaba tirada en la tierra. Se levantó, le dolía la cabeza, talvez se golpeó al caer. Había olvidado que hacia unos momentos había encontrado una perla ahí en el pozo. Estaba dispuesta a subir, pero al tratar de agarrar la cuerda, se fijó que no había nada. No tuvo otra opción mas que escalar la piedra. Con trabajo pudo llegar hasta arriba, pero se extraño mucho al ver que había mucha luz del exterior. Cuando por fin salió no podía creer lo que sus ojos veían.

Estaba en medio de un bosque, que por alguna razón se le hacia conocido. Entonces lo entendió. Kris se desmayó de nuevo.

Por otro lado, Inuyasha y Ahome se habían enojado (cosa normal). Ahome estaba preparando sus cosas en la casa de la anciana Kaede, mientras él había ido al pozo para esperarla cuando se fuera. Quería arreglar de alguna forma las cosas.

Pero al dirigirse al pozo encontró a una joven acostada en el pasto, alado del pozo. Inuyasha se extraño, pensó si era Ahome pero al irse acercando se dio cuenta de que no era ella. Se agachó para verla mas de cerca, era muy bonita. La observó con una mirada tan curiosa como solo Inuyasha la tenía. Cada vez se acercaba más,veía su cara más cerca, cada vez más…

-Abajo!

-Ay! Pero que te pasa?

-Que crees que haces?! – dijo una Ahome furiosa.

-Pues yo, em, nada-

-Uh? ¿Quién es ella?-

-Yo que sé, la encontré aquí tirada-Inuyasha se había enojado y volteaba la mirada a otro lado.

-Ah y por eso de querías aprovechar de ella!-

-Que dices! Ay como eres..

Kris se movió.

-Será mejor que la llevemos a la aldea. Inuyasha, cargala en tu espalda-

-Qué! Pero..

-Hazlo!

-Ash como molestas - ¬¬