*Hola a todos! Este es mi 1° ff que escribo.
Como les dije anteriormente esta es una historia que me inspire en los rumores acerca del 5°to libro, pero lo hice a mi pinta con lo que yo quería que sucediera, lamentablemente no es así (algún día me vengaré de la Rowling . ), espero que les gusté y por favor dejen reviews es lo que nos da alegría para seguir escribiendo. :D
Grax de antemano jajajaja bye!!!
Mabita. ;)
Capítulo I
Un cumpleaños diferente.
Como era ya costumbre Harry había pasado un monótono verano con su única familia directa sanguínea que tenía, los Dursley.
El ya adolescente Dudley, de 15 años, había adelgazado 3 kilos desde el año pasado con la dieta de su madre. Había sido un año muy malo para él comparado a los anteriores. Esta vez tuvo que seguir una dieta estricta, cambiar de actitud en su colegio y estudiar mucho más para que no lo echaran por ser un chico problemas.
Harry agradecía que eso le hubiera pasado porque había cambiado mucho la actitud de Dudley. Con decir que hasta Harry pudo ver televisión sin que su primito reclamará. Así se entretuvo el verano, esperando ansiadamente volver a su hogar, Hogwarts. Aunque vivió emociones muy fuertes: se enfrentó nuevamente cara a cara a su peor enemigo, Lord Voldemort y tuvieron un duelo. Y para poco vio morir a Cedric.
Quería olvidar todo, pero las pesadillas llegaban cada noche sin compasión.
Una noche en que Harry no podía dormir, miró por la ventana. Realmente la calle privet drive se veía tranquila y sólo iluminada por la luz de la luna.
Su reloj de la mesita de noche sonó eran las 12.
- Felices 15 Harry. Esta es una gran edad y tienes que aprovecharla- se dijo a sí mismo.
Pensaba que ya a los 15 años las fiestas eran más importantes, ya que el año pasado en una de sus charlas de Hermione, ella había leído en una revista muggle que los niños que cumplían esa edad pasaban a ser adolescentes con muchos más privilegios.
- Me encantaría celebrar aunque sea este año mi cumpleaños. Creo que Hermione tiene razón.-
Pero lo que el no sabía era que su pedido se cumpliría...
Despertó más temprano de lo esperado con el ruido de una lechuza, que no era precisamente Hedwing, era gris con manchas negritas y que nunca la había visto antes.
Llevaba el siguiente mensaje en su pata:
"Te espero afuera de tu casa a la 1 de la tarde. Creo que eres lo suficientemente valiente para enfrentarme otra vez. Pero por si acaso te advierto que si no te encuentro algo te sucederá y no será nada bueno.
Atentamente alguien que conoce tus debilidades."
Harry quedó atónito después de leerlo. No reconocía la letra, era muy extraña, no se leí claramente como sí un niño que apenas sabe escribir lo hizo.
De repente se le vino a la mente una persona. Sacudió su cabeza.
- No puede ser él.- volvió a releerla "alguien que conoce tus debilidades".
No, Voldemort no puede ser. No puede venir al mundo muggle así nada más, es imposible. Además Dumbledore dijo en más de una oportunidad que se encontraba a salvo con los Dursley.
Le dio escalofríos y para despejar su mente de todas esas tonterías decidió vestirse y bajar a desayunar.
En la cocina estaban los tres sentados comiendo en silencio, pero se dio cuenta que comían más rápido de lo de costumbre y estaba tenso el ambiente.
Se sentó y nadie le reclamó que se peinará eso también era extraño porque siempre de saludo matutino tío Vernon reclamaba que parecía un convicto con su pelo.
- Ya, todo listo.- Dijo Vernon después de haber tragado sus tostadas y haber digerido su café.- Mi travieso chiquilín vaya a buscar sus maletas- el ballenato así subió.
- Y CON RESPECTO A TI, NOSOTROS NOS VAMOS DE VACACIONES A EE.UU Y NO QUEREMOS NADA INUSUAL CUANDO VOLVAMOS O SI NO YO MISMO ME ENCARGARÉ QUE NO VUELVAS NUNCA MÁS A ESE COLEGIO!!- dijo Vernon escupiéndolo a Harry en la cara.
- Ok, aquí estaré- dijo muy seguro Harry aunque a decir verdad no sé quería quedar sólo después de la carta que recibió, pero prefería morir antes de viajar con esa familia- y prometo no hacer nada de mmmaag... nada extraño.
Estuvo apunto de decir la palabra prohibida en esta casa "magia". Se salvó por un pelo porque la cara de sus tíos se les desfiguró cuando casi oyen esa palabra tan odiada para ellos.
- Muy bien eso espero, porque realmente no tenemos otra opción la que cuida de ti siempre, la señora Figg, esta muy enferma y no podía.
Mejor cuida de ti muchacho porque las consecuencias pueden ser muy caras para ti- dijo Petunia con cara de odio.
Harry para mientras que esperaba que los Dursley desaparecieran esperaba que le llegará una lechuza con alguna tarjeta de felicitación por su quinceavo cumpleaños.
Eran ya las 12 p.m. y nada. En algún instante pensó que Dobby había vuelto a interceptar sus cartas como en segundo año, pero era imposible porque no tenía razones para hacerlo.
12:30 p.m. y sintió un golpe, eran los Dursley bajando sus maletas y dejándolas en el auto.
- Apúrense, que el avión parte en 15 minutos!- chillo Petunia.
- Pero, mamá esta valija pesa demasiado para mí!!!!!!!!- pataleo el pequeño delfín inflado.
- Harry ayuda a tu primo y no te quedes ahí como poste ¡apúrate!
Harry gimió como pidiendo paciencia para aguantar.
-¿Qué dijiste?- aulló Petunia
- Absolutamente nada, ya voy.-
Así los ayudó y rápidamente se fueron. Vio como se iban por la calle.
- Empezaré por alistarme. Espero que no sea lo que pienso.
Y será mejor que deje de hablar en voz alta porque me pongo mucho más nervioso-
Por un momento creía que fue gracioso su comentario, pero volvió a la realidad. Subió las escaleras y fue a su cuarto. Buscó su varita.
- Creo que la necesitaré, no creo que los del ministerio se enojen si la uso para enfrentarme a Voldemort.
Ya eran las 12:45 a.m., sólo 15 minutos, escasos 15 minutos.
Nuestro héroe ya había aprendido que cuando uno quiere que pase la hora despacio, porque se acerca algo peligroso es todo lo contrario. Los 15 minutos pasaron como si fueran 5 segundos.
- Será mejor salir.
Y así lo hizo.
Sus manos parecían gelatina y mejor las escondió en sus bolsillos. No quería que supiera que tenía miedo.
Espero y espero, eran 1:15 y creyó que era una broma así que mejor se entró.
Cuando iba a abrir la puerta de la casa algo como un saco le tapo la vista.
Tiró patadas y golpes, le pegó a algo, pero no sabía que. Se imaginó como una nariz.
Después de unos segundos oyó una voz que decía un hechizo. "Este es mi fin" pensó, ni siquiera había podido pelear como su padre lo había hecho. Se sentía como un cobarde... Se desmayaba y no podía controlar ninguna de sus extremidades, es mejor morir así sin ningún dolor. Quería que llegará luego nada más y así se desvaneció.
Empezó a sentir voces. Debo estar en el otro mundo pensó.
Abrió los ojos, todo oscuro. Trató de moverse, tampoco pudo, estaba atado.
-Ayuda!!!!!- gritó esperando respuesta.
- Calla niño desgraciado, ya pronto llegará tu hora y no va a ser tan terrible. Jajajaja- rió una voz muy misteriosa.
Le dio escalofríos y lo único que quería era mirarlo directamente a la cara para por lo menos mostrar valentía.
Luego de unos minutos lo tomaron muy fuerte y lo dejaron de pie.
- Espera que ya no queda mucho- dijo la misma voz.
Le sacaron el saco de la cabeza, fue un alivió porque se estaba ahogando ahí adentro.
Trató de ver algo, pero estaba totalmente oscuro y no había ningún ruido.
Alguien se le acercó y para su sorpresa se acercó a sus labios y lo besó. Se dejó llevar, nunca lo habían besado así que fue medio torpe. Sentía que todo era demasiado extraño y no tuvo tiempo de pensar quién pudo haber sido o por qué lo había hecho. Pero lo único que pudo concluir que ese momento fue maravilloso.
La misma chica que lo besó le dijo a su oído:
- Feliz cumpleaños Harry -.
Y sintió que se iba, no reconocía esa voz era demasiado dulce y armoniosa.
Unos segundos después hubo una explosión y se encendieron las luces.
-¡FELIZ 15 AÑOS HARRY POTTER!- gritaron.
Eran todos sus amigos de Hogwarts, no lo podía creer.
