Hola! No soy escritora, pero hace 4 años decidí poner unas poquitas ideas en orden y salió esta pequeña viñeta. Hasta hoy tengo el valor de publicarla. Gracias por tomarse 2 minutos para leerla y si les hace al menos sonreir me sentiré muy feliz.

Lucy

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En el grupo de jóvenes que conversaba afuera de la universidad sobresalía la risa cantarina de una chica rubia. Un joven alto, de cabello negro la abrazaba por la cintura y sonreía al escuchar sus argumentos. Los demás escuchaban divertidos la supuesta discusión, que no era más que un juego entre la pareja.

Había iniciado con un gesto de caballerosidad de Terry. Siendo casi primavera Candy había decidido usar ropa un poco más ligera, pero el clima había cambiado bruscamente y ahora temblaba de frio. Sin pensarlo Terry se quitó el pullover para darselo, provocando silbidos y bromas por el strip-tease gratuito.

-¡Eso! ¡Sigue, sigue! – decían las chicas entre risas y aplausos.

Candy detuvo las manos de Terry quien había empezado a desabotonarse la camisa, siguiendoles el juego a sus amigas.

- No, no, no – dijo – ese es un show privado y si alguien quiere verlo tendrá que pagar.

- Vamos Candy, no seas egoista! Solo tú lo puedes ver gratis?

- No te equivoques Kari, a mi tampoco me sale gratis, yo pago un buen precio por verlo – respondió Candy con una sonrisa pícara.

- Asi que pagas, eh? Y se puede saber dónde está ese dinero que yo nunca lo veo? – Preguntó Terry.

- Y quién dijo que yo pago con dinero?

- uuuuuuyyyyyyyyyy! – dijeron varias voces al unísono, mientras otros estallaban en carcajadas - Entonces, con qué pagas?

- Pero que mal pensados son chicos! Yo me refería a toda la ayuda que le doy para ponerse al día en las clases que pierde por los ensayos del teatro, además claro de todos los sandwiches, jugos y sodas que desaparecen de mi cocina cuando estudiamos juntos, y por supuesto mi compañía. No es acaso suficiente pago?

- ...mmmmm..... Sabes, Candy? Creo que voy a tener que repensar un poco esa política – dijo Terry en tono burlón.

- Eres perfectamente libre de hacerlo – respondió ella fingiendo indiferencia.

- Asi que no te importa?

- Mira, hagamos de cuenta que tu strip-tease es un producto de mercado. Tú, como vendedor, eres totalmente libre de fijar tus condiciones de venta y yo, como compradora, soy totalmente libre de decidir si las acepto o busco mejores ofertas.

Las chicas estallaron en risas mientras los chicos protestaban

- Hey! eso es una ofensa, Terry!

- De acuerdo cariño, pero no debes olvidar que este es un producto único y como tal es insustituible, asi que no hay mejores ofertas, o tomas esta o la dejas.

- No eres tú quien decide si el producto es insustituible sino yo. Puede que yo, como cliente, decida que el producto que ofrece Alex, por ejemplo, aunque sea diferente es satisfactorio para mis necesidades, y sus condiciones de venta son más convenientes para mí.

- No es el mismo producto.

- No dije que lo fuera.

- Y no te importaría la diferencia?

- Cuando el precio o las condiciones de venta no son favorables, debemos buscar alternativas, aunque el producto no sea igual.

- Me cambiarías así tan facilmente?

Su tono de voz indicaba que el asunto empezaba a preocuparle. Consciente de sus inseguridades en materia afectiva, Candy le acarició el rostro y decidió poner fin al juego antes que alguien resultara lastimado.

- No te preocupes Terry, el producto es tan único y tan insustituible que no puedo permitir que otras chicas lo vean porque podrían hacerte una mejor oferta que la mía.

- Yo no estoy interesado en otras ofertas – dijo él sonriendo

- Ni yo estoy interesada en otros productos.

Luego, con una sonrisa pícara Terry añadió:

- Entonces querida, tendremos que negociar la forma de pago.

FIN