Titulo: Melodía
Autor: Algodón de Azúcar
Pareja: Dirty Pair
Vicio: #9 - Piano
Notas: Escrito para 30vicios
Melodía¿Cuantas veces había repetido ya esa melodía con el violín?
¿Cuántas veces se había detenido en la misma parte y con frustración suspiraba para no aventar aquel instrumento?
Desde la centésima vez perdió la cuenta.
Cerró los ojos una vez más para contener un hondo suspiro y dejó el hermoso instrumento tallado en madera sobre la suave cama con delicadeza para intentar calmarse, definitivamente esa parte de la melodía no salía, era precisamente por que sabía que faltaba algo.
Se acercó a la ventana para correr la cortina suavemente y notó como ya era de noche, la luz de la luna enmarcaba su rostro haciendo brillar sus anteojos redondos y logrando que su semblante firme se volviera melancólico y esa sonrisa tan sincera, suave y solitaria se volviera enigmática, completamente magistral.
Era un momento mágico y quizá hasta especial y único que quizá nadie pudiera ver a menos que estuviese envuelto con esa manta de tan mágico momento, esa luz de luna, esa melodía tan suave que quedaba incompleta al aire, esa pequeña música elegante que carecía de algo para lograr ser completada.
Cerró los ojos y dejó escapar un suspiro nuevamente, algo… era algo que tenía que encontrar pero que podía ser, siempre se preguntaba por que en esa parte tan triste y a la vez tan romántica de la pieza terminaba derrumbándose, sintiéndose tan vacío que necesitaba dejar las notas cortadas y al aire, que el silencio dejara ver ese vacío que sentía y el por que dejaba de tocar así.
Apretó la mandíbula, y después sus puños, tenía que calmarse y lograr concentrarse, esa canción la tocaría en uno de los eventos de la escuela, sería un solo a violín y le habían escogido para hacerlo, a él, al prodigio, al perfecto Oshitari Yuushi de tercer año, sub. capitán del famoso equipo de tenis, era difícil no saber quien era, aparte de que su fama de conquistador y casanova era bien conocida.
El viento comenzó a soplar suavemente y las cortinas que había hecho a un lado, se movieron solas, bailando lentamente al compás de aquel ritmo inexistente que el mismo viento nocturno daba, aquella canción silenciosa que le hizo inspirarse, volver por el violín, tomándolo lentamente entre sus manos, más no se sentía completamente preparado para romper aquella magia con su melodía incompleta.
De pronto, suaves notas de piano se dejaron escuchar por toda la mansión, logrando que la magia se hiciera aún más intensa, y sus ojos se cerraron lentamente, intentando dejarse llevar por aquel momento tan agradable, más los abrió suavemente para salir de esa ensoñación buscando el origen de esa hermosa melodía a piano.
A no muchos pasos de él en un cuarto contiguo al suyo, el piano cercano a la ventana, estaba una sombra menuda que se movía con la intensidad de la suave canción, el viento que entraba de detrás de él movía sus cabellos al ritmo de la música, la luz de la luna alumbraba aquel cuadro, enmarcándolo aun mucho más ensoñador logrando que sus ojos se perdieran entre tanta magia.
De pronto, reaccionó y sonrió sutilmente acercándose lentamente sin interrumpir al pianista pelirrojo, posándose a unos cuantos pasos de él, tomando el violín, colocándose para comenzar a tocar a su lado, aquella pieza incompleta, aquella melodía al aire, ahora terminaba tomando ese sentimiento, el vacío era llenado, y todo gracias a las notas de aquel piano bajo los dedos delicados de su preciado niño.
