Era una mañana de otoño, bastante fría para serlo… El despertador sonó a las 6 a.m. y ella dio un brinco del susto. Levanto la mano y lo apago de un golpe, tal golpe lo hizo caer al suelo. Se dio la vuelta en la cama y abrió lentamente los ojos, tenía en frente una pared de un color rosa pastel… Se dio de nuevo la vuelta y por fin se levanto de la cama. Se puso sus zapatillas y camino lentamente hacia la puerta, la abrió y se fue al baño.

Se dio una ducha rápida y cuando salió, se vistió y se aliso el pelo rápidamente, tanto que se dejo algunos mechones sin alisar y lo llevaba liso y rizado. Bajo corriendo al salón, donde allí le esperaba un apetitoso desayuno.

-Tortitas… Mis favoritas…- dijo por lo bajo. Se sentó y comenzó a comer, sus padres entraron al salón y la vieron comiendo. Melancólicos decidieron sentarse a disfrutar de su último desayuno con su hija antes de que se marchara a Hogwarts.

-Bueno Hermione… ¿Preparada para el nuevo curso? Debe ser emocionante estar ya en 6º Curso…-dijo el padre para sacar tema.

-Desde luego… Aunque supongo que los EXTASIS serán interesantes y sobre todo… difíciles…-dijo mientras tragaba un trozo de tortita que se le había ido por mal sitio.

-La verdad, ya es un grado bastante superior… ¿No?-pregunto la madre sonriéndola cariñosamente.

-Sí, aunque supongo que no tan difícil como 7º… -dijo Hermione sonriéndole.

Terminaron de desayunar y ya eran las 8.30 a.m. Se arreglaron rápidamente, mientras ayudaban a Hermione a bajar sus cosas. Hermione cogió a su gato y se montaron en el coche. Llegaron a la Estación a las 9.45 a.m. justo a tiempo para ver a Harry entrando. Hermione salió disparada del coche gritando su nombre, y sorteando a la gente.

-¡Harry, Harry! ¡Aquí Harry! - Chillo la Gryffindor corriendo hacia su amigo. El muchacho se dio la vuelta y sonrió.

-¡Hermione!-grito desde su sitio parado, sabía que si iba hacia atrás, la gente le diría cosas, asique espero a que ella llegara. Cuando eso sucedió, se fundieron a en abrazo amistoso y después llegaron los padres de la muchacha.

-Papa, mama este es Harry.-dijo Hermione presentándoles.

-Encantados…-dijeron sus padres a la vez.

-Lo mismo digo.-dijo el Gryffindor sonriéndoles. Los padres de Hermione iban con sus cosas, y ella se las cogió. Se dirigieron a la plataforma 9 y ¾. Y corrieron hacia ella, pasaron sin ninguna dificultad, llevaban años haciéndolo… Subieron sus cosas al tren y se quedaron esperando al único que faltaba, Ron Weasley.

-¿Tú crees que tardara mucho?-pregunto la chica intentando aferrarse a Harry, ya que la gente empujaba y la separaba del chico.

-Bueno, conociendo a Ron… Llegara exactamente antes de que el tren se ponga en marcha.-supuso el muchacho cogiéndole de la mano a Hermione, ya que noto los empujones y gritos de la gente. Ella se sorprendió, pero no se mostro nerviosa. Siguieron esperando hasta que más o menos en el andén se podía estar de pie y a gusto.

-Sí que tarda…-dijo la Gryffindor mirando de reojo a su compañero.

-La verdad, nunca tardaron tanto… ¿Y si paso algo?-pregunto el chico poniéndose tenso.

-¡No digas esas cosas Harry por Merlín!-dijo la muchacha mirándole indignada, solo de pensar que le había pasado algo a la familia Weasley, sería una gran desilusión, ellos eran como su segunda familia, allí tenia a uno de sus dos mejores amigos y a su única y verdadera mejor amiga, Ginny. Ella se puso tensa cuando vio que el tren pito por última vez y se oía gritar al conductor de que subieran de una vez. Ellos reaccionaron y subieron.

-No me creo que no hayan llegado a tiempo…-dijo Harry mirando para atrás para asegurarse de que su amiga le seguía.

-Bueno, quizás vengan unos días más tarde… Estarán… De vacaciones…-dijo Hermione, ella sabía que eso era bastante improbable, pero esa idea le ayudaba a calmarse. Encontraron un compartimento vacio, asique entraron. Cada uno se sentó en frente y al lado de la ventana. La lluvia caía lentamente por el cristal mientras el tren se dirigía rumbo a Hogwarts… Ninguno de los dos amigos hablo durante más de media hora, hasta que llego la anciana que siempre vendía las chucherías del carrito…

-¿Quieren algo niños?-dijo con su voz dulce.

-No gracias…-dijo Hermione contestando con una gran sonrisa.

-Mmm… Yo tampoco, gracias…-dijo Harry pensándoselo.

-Está bien, que tengáis un buen viaje…-dijo la anciana antes de cerrar la puerta y seguir caminando tirando de ese carrito tan pesado… Siguieron observando como el tren avanzaba y como no tenían noticias de Ron y Ginny.

Estaba anocheciendo cuando alguien estaba gritando y otros riendo en medio del pasillo. Hermione y Harry se levantaron para ver quién era el personaje que armaba tanto barullo entre la gente.

-¿Quién si no iba a ser?-dijo Harry poniendo cara de asco.

-Valla, valla… Mirar a quien tenemos aquí…-dijo un muchacho de cabellos rubio platino y sus ojos de un color grisáceo…- A Potter y a su amiga Granger… ¿Dónde dejaron a Weasley?¿No le encontraron entre tanta basura que hay en su casa?-dijo con un tono de voz que dejaba entrever que era algo más que una burla.

-Oh, cállate Malfoy-dijo Harry mirándole de arriba abajo. Ya llevaba puesto el uniforme de Slytherin. Detrás de él, estaban sus inseparables guardaespaldas, Crabbe y Goyle, y a su izquierda, su inseparable amiga, Pansy Parkinson, la única que era capaz de soltarle 100 piropos en una sola frase.

Hermione se fijo en que la chica de Slytherin la miraba de arriba abajo. Hermione la miro y sus miradas hicieron que saltaran chispas cuando se cruzaron.

-¿Qué pasa Potter… Weasley se dio cuenta de que no mereces la pena y te dejo en la estacada?-dijo mostrando al final esa cínica sonrisa que siempre ponía cuando se sentía ganador.

-Siempre diciendo lo mismo Malfoy… ¿Se te acabaron los recursos?-dijo Hermione mirando de golpe a Malfoy mientras este se percato de que ella estaba allí.

-¿Te atreves a hablar Sangre Sucia?-dijo Malfoy poniendo cara de asco.

-Ains… Siempre diciendo lo mismo… Haber Malfoy, que por pensar, no te vas a volver tonto, claro que… Más tonto de lo que eres digo, porque es imposible.-dijo la Gryffindor sonriendo triunfalmente al ver la cara que ponía Malfoy. Harry rio ante el comentario de su amiga, y Malfoy le dedico una mirada, que era algo más que una simple advertencia para que dejara de reírse de aquel inútil comentario.

-Granger…Granger…Granger… Si digo lo mismo, es porque es lo único que se te puede llamar… ¿No creerás que te pienso llamar Sangre Limpia… Cuando ni siquiera lo eres? Además, puedes darte por agradecida de que dirija la palabra a alguien como tú… Muchas de tu calaña quisieran que las dijera cualquier cosa…-dijo Malfoy levantando las cejas y mirando a Hermione.

-¡Já! Deja que me ría Malfoy… ¿Quién aparte de Parkinson va a querer tenerte a su lado?-dijo Hermione lanzándole una mirada llena de odio.

-Todas Granger, todas…-dijo este poniendo en su tono de voz algún deje seductor. A ese tono Pansy respondió con una mirada que llegaba más allá de la amistad.

-Segurísimo Malfoy… Por eso "todas" tienen novio y le son infieles contigo…-dijo Hermione poniendo los ojos en blanco. Malfoy la fulmino con la mirada y se dio la vuelta cogiendo a Pansy por la cintura, esta respondió poniéndose más roja que un tomate, seguidos de Crabbe y Goyle.-Niño consentido-dijo Hermione en un susurro. Entraron de nuevo en el compartimento y vieron una lechuza de color miel con una mancha en el pecho blanca.

-¡La lechuza de Ginny!-dijo Harry abalanzándose sobre la lechuza para quitarle el sobre del pico. Lo consiguió aunque con dificultades por los nervios. La abrió con sumo cuidado, como si aquello fuera algo sumamente importante… Y comenzó a leer en alto:

"Queridos Harry y Hermione:

Supongo que habréis notado que no estuvimos en el Andén 9 y ¾… Todo tiene una explicación… Veréis, estamos en Rumania con Charlie ya que hace tiempo que mis padres no le veían… Y decidimos quedarnos unas semanas más, aunque mi madre a regañadientes claro, siempre decía lo mismo "¿Qué vais a quedaros vosotros también? ¡Eso jamás niños! Sabéis que tenéis clases y no podéis perderlas, en especial tu Ronal, tienes los EXTASIS y tu Ginny los TIMOS… ¿Pensáis que es todo tan fácil?" Hasta que Charlie la convenció… Tardamos más de 1 semana… Pero espero que no os hayáis asustado de no vernos…Sentimos el no poder haberos mandado esta carta antes, ya sabéis que con lo que está pasando, puede resultar peligroso… Supongo que iremos a Hogwarts sobre mediados de Noviembre… Sé que queda mucho para eso, pero así es mucho más seguro… Por cierto, de parte del pasado de mi hermano Ronal : "Harry machaca a Malfoy mientras juegas contra él, pártele la cara si es necesario, y no pongas a nadie malo en mi puesto, y Hermione, no te encierres en la biblioteca para que Harry no este solo en la Sala Común…" pues eso … Ahora creo que ya nos tenemos que despedir…

¡Os vemos dentro de dos meses!

Atte. Ginny y Ronal Weasley.

Harry leyó la carta primero en alto, y luego para sí mismo. Hermione estaba desquiciada, ahora estarían solos Harry y ella, cosa que no la importaba, pero que sin Ronal no era lo mismo, y Ginny la dejaría sola con Parvati y Lavender… Mucho peligro… Demasiado para ella, si siempre que se quedaba a solas con esas dos chicas, temía por su vida, imaginaba que en dos meses, moriría al empezar el curso… Harry le paso la carta a Hermione y ella la leyó y vio que la escribió totalmente Ginny, su letra era inconfundible… Algo rara pero se leía sin ninguna dificultad.

Pasados unos quince minutos, notaron como el tren reducía su velocidad y los alumnos comenzaban a ponerse en pie y recoger su equipaje de mano, a la vez de que empezaban a formarse las tremendas colas para salir del tren… Ellos esperaron a que todo estuviera más relajado para poder salir.

-Hermione por aquí…-dijo Harry cogiendo de la mano a su amiga y llevándola hacia un carruaje que estaba esperándoles. Se montaron sin ninguna dificultad, y este comenzó a moverse, cogió un poco de carrerilla para poder pillar a los demás.

-Esto va demasiado deprisa para mi gusto…-comento la Gryffindor intentando respirar lentamente.

-Bueno, quizás es porque sabe que llegamos un poco atrasados…-dijo Harry mirando a la extraña criatura que tiraba del carruaje.

-¿Qué miras Harry?-dijo la chica mirando hacia donde el muchacho miraba y sin ver nada giro el cuello para mirar a su amigo.

-¿Qué? O nada…-dijo este sonriendo y mirando a su amiga. Después de diez minutos llegaron a la entrada del castillo donde esperaban los demás alumnos, todos iban directos al Gran Comedor para ver la Selección de los nuevos alumnos y prepararse para degustar una gran cena, como la de todos los años.

-Joder hay cosas que no cambian durante todos los años… ¡Qué asco!-se oyó por detrás a Draco Malfoy, quejándose como siempre antes de sentarse en la mesa de su casa, donde este año estaba colocada en medio junto a la de Gryffindor.

Harry y Hermione se sentaron de tal modo que dieron la espalda a la mesa de Slytherin, al igual que Draco y sus amigos, dando la espalda a los de Gryffindor.

El sombrero canto su canción de cada año… y comenzó la selección… Había unos cientos de alumnos nuevos y la mayoría fue para Slytherin, seguidos de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw.

La comida se sirvió como todos los años, saliendo de la nada… Todos los alumnos comenzaron a hablar, y el murmullo que había en el Gran Comedor, se hizo casi insoportable.

-Harry ¿Dónde está Ronal?-pregunto Dean Thomas, compañero de habitación de Harry y Ron.

-Pues está en Rumania, visitando a su hermano Charlie…- dijo mientras terminaba de tragar un bocado de pavo que se estaba comiendo.

Mientras tanto, Parvati y Lavender interrogaban a Hermione…

-No me creo que no hayas conocido a nadie este verano Hermione…-dijo Lavender abriendo la boca, a Hermione le dieron ganas de meterle la servilleta para hacerla callar de una vez, pero se contuvo de hacerlo. La seguían preguntando más cosas, pero ella se limitaba a seguir cenando y a asentir o a negar las cosas.

Fue una cena… bastante relajada, quitando las preguntas de Parvati y Lavender… Pero cuando entro en la Sala Común, supo que había merecido la pena aguantarlas, pues se sentó en el suelo, poniendo su espalada en el respaldo de la mesa y Harry se sentó a su lado, los dos miraron el fuego callados.

-Hermione…-empezó a decir el chico.

-¿Si?-dijo ella mirándole.

-¿Cómo crees que serán estos dos meses sin Ron y Ginny?-pregunto vacilante.

-Bueno, normales, como hace dos años…-dijo recordando cuando Ron se enfado con Harry por culpa del Torneo de los Tres Magos…

-Cierto…-dijo Harry recordándolo también.

Llegaron a dar las doce de la noche y cada uno subió a sus respectivos cuartos, pero antes quedaron en la Sala Común para ir a recoger sus nuevos horarios.