Bueno aqui esta la continuacion de el verano que cambio mi vida. Este capitulo es extra corto, lo sé, pero es solo para ver si gusta. Solo tengo escrito esto... pero en poco tiempo tendre un segundo capitulo que subire aun calentito ¡en cuanto lo acabe! bueno pues eso...

nos situamos con unos personajes de 26/27 años (se q no coincide cn el libro xo me da igual) unos james y lily casados, y una pelirroja embarazada.


-¡Cariño¡Ya estoy en casa!- gritó una chica rubia entrando en el recibidor de un piso de Londres y colgando su abrigo en un perchero.-¡Ah!- gritó al notar unos brazos rodeando su cintura y una boca besar su cuello.-Vaya... que cariñoso estas hoy...- dijo riendo.

-Tenemos casi una hora por delante...

-¿Y eso?

-Bueno... había preparado la cena pero... tenía un grado quemado demasiado cancerígeno.- confesó un guapo moreno. Su novia rió.

-¿Y como es que tu estabas cocinando?

-Pues... porque tengo una sorpresa para ti. Pero tendremos que esperar hasta que nos traigan la cena.

-¿Y la cena es...?

-Pizza.

-¿Pizza?- repitió ella. Luego rió.- Que bien... me voy a poner el pijama.- su novio la siguió.

-No hace falta que te lo pongas...

-¿Y eso por qué?

-Porque me darías más trabajo...- murmuró el besándola y caminando, con ella enganchada de su cuello, hacia el dormitorio.

-Sirius, Sirius, hoy no... estoy muy cansada... en el trabajo me explotan...- se quejó la chica quitándose los zapatos. El chico bufó.

-Siempre igual. Llevo una semana sin poder tocarte. Parecemos un matrimonio. No sabía que venirnos a vivir juntos era caer en la monotonía...- se quejó.

-Una pareja no solo se basa en el sexo...- le respondió la chica poniéndose la chaqueta del pijama.

-Pero el sexo es una pieza muy importante.

-Lo que tu digas... ¿ y la sorpresa?

-Tendrás que esperar un poco...- respondió el distraídamente.

-De acuerdo... ¡ah! Se me olvidaba... mis padres me dijeron que si queríamos ir el domingo a comer a casa. Ira Terry con Mel y los niños.

-¡Si!- gritó Sirius desde el salón.

-Vaya... no sabía que te hiciera tanta ilusión... pues ya que estas tan eufórico podríamos ir a comprar las cortinas del salón... y no nos vendría mal una lavadora nueva.

-¡No!- gritó Sirius.

-Sirius¿cómo que no? Lo necesitamos... en se...

-¡No es fuera de juego!- gritó el enfadado. La rubia bufó y caminó furiosa hasta el salón.

-¡Ahora si que parecemos un matrimonio!- le dijo. El no la hizo ni caso.

-¿Hola¿Sirius¿Me estás escuchando?

-¿Qué decías cariño?

-Que odio el fútbol.

-¿Cómo esta hoy mi pelirroja favorita?- preguntó un chico castaño entrando en el dormitorio de su casa.

-Bueno... la peque ha dado un poquito de guerra pero en fin, bien.

-Tengo una noticia para ti. Una noticia que cambiará mi vida, la tuya y la de nuestra niña.

-¿No será que te han dado tu primera misión?- preguntó la pelirroja divertida.

-¿Cómo lo sabes?

-Me encontré con Scrimgeour en el pasillo y me lo contó. Dijo que te pusiste eufórico. Intenté buscarte pero no te encontré. Bueno, pues felicidades cariño.

-Gracias.- contestó el con una sonrisa.

-¿Y en qué consiste?- preguntó ella interesada.

-De seguro que ya lo sabes.

-Si, pero se que te hace ilusión contármelo.

-Pues Bridget y yo tenemos que seguir a un par de tipos... creo que nada difícil ni arriesgado. Desde luego no conseguiré la gloria eterna si resuelvo el caso...

-Bueno, las primeras misiones siempre son difíciles. Pero tu tranquilo, porque seguro que pronto se darán cuenta del estupendo auror que eres y te valorarán como se debe.

-No me des sermones del estilo: yo esa etapa la pase nada más salir de la academia. No me han tenido casi cinco años haciendo trabajo de oficina...

-Deja de decir tonterías.- le recriminó la pelirroja.

-Me voy a cenar...- contestó el quitándose la ropa de la calle.

-Tienes el pollo en el microondas.

-Mmmm... que suculento.- dijo sarcástico.

-¿Te pasa algo?

-Nada Lily, no me pasa nada.- contestó el saliendo del dormitorio. La pelirroja suspiró y recuperó su revista.

-¡Buenas noches mi amor!- gritó una chica rubia al oír el sonido de la puerta abrirse.

-Hola, Bi...- dijo el.

-Adivina qué.

-¿Qué?

-¡Tengo mi primera misión!- gritó ella.

-Que bien... pero... ¿no será muy peligroso?- preguntó el chico.

-¡Ay Peter! Siempre igual... soy aurora y deberías ir comenzando a aceptarlo.

-Pero si yo lo acepto...

-Mira, me ha costado casi cinco años que me den mi primera misión y no voy a dejarla pasar por tus neuras y estupideces.

-Si yo solo...

-¿Qué es lo que te pasa Peter¿Qué tienes en contra de mi trabajo?

-Na...

-¡Estoy harta!- gritó la rubia y se encerró en la habitación.

-Remus...- dijo una chica morena. Pero no obtuvo respuesta. Se giró y pudo ver a su acompañante durmiendo.-¡Remus!- chilló enfadada. Más de lo mismo, el chico siguió durmiendo. Enfadada, le pegó un empujón y le tiró de la cama.

-¡Qué pasa!- protestó el.

-¡Que te estoy hablando!

-Kirs estoy cansado... necesito dormir...

-Pues vete a tu casa.

-¿Qué¿Me vas a echar a las cuatro y media de la mañana¿Me vas a hacer atravesar todo Londres¡Estoy en calzoncillos!

-Es muy fácil... te coges la ropa, te vistes y te vas. Tu coche esta aparcado en la puerta ¿recuerdas? Es que no se ni para que has venido... ¡hemos visto la tele como un matrimonio de setenta años que llevan cuarenta y cinco casados! Y ya, no hemos hecho otra cosa.

-Así que es eso ¿no? Bueno si quieres mañana por la mañana... pero ahora déjame dormir, por favor cariño...

-¿Cómo me has llamado!

-Kirsten.- dijo el chico rápidamente.

-No, no, no...- respondió ella incorporándose en la cama.- ¡Cariño¡Me has llamado cariño! Cariño se lo llaman los novios, cariño se lo llaman los casados pero... ¡tu a mi no! Porque tu y yo no somos nada...

-¡Oh vamos! Llevamos diciendo eso ¿cuánto¿nueve años?

-¿Y qué?

-Pues que eso esta muy bien a los diecisiete, a los veinte... pero yo cumplo veintisiete el mes que viene. Ya vale Kirsten.- la morena le miró a los ojos.

-¿Cuándo acabo eso?

-Cuando dejamos la casa de nuestros padres, cuando tu armario paso solo a ser la mitad, cuando la espuma de afeitar entró en tu baño. Cuando me enamoré de ti.- Kirsten se tapó la cara con sus manos.

-¿En serio?

-¿El qué?

-¿Estás enamorado de mi?

-Si. ¿Y tu de mi?- ella le volvió a mirar y le tendió la mano para que subiera a la cama. El chico se colocó a su lado y Kirsten se apoyó en su pecho.

-Si. Yo también.- Remus besó su pelo.

-¿Eso quiere decir que estamos saliendo?- ella no contestó pero entrelazó su mano con la de el chico.

-¡Kim la pizza!- gritó Sirius caminando hacia el comedor.

-¿Me vas a dar ya la sorpresa?

-No. Primero a cenar.- se sentaron y comieron la pizza.

-Bueno¿y qué tal el trabajo?- comentó Kim cogiendo la botella de agua.

-Pues bien... hemos detenido a un mortífago. Ahora esta pendiente de declaración. ¿Y tu?

-He tenido que entrevistar a estúpido jugador de quidditch. Tenía un ego mayor que el tuyo propio y se empeñaba en llamarme rubia. Al final de la entrevista me ha pedido mi dirección. ¿Te lo puedes creer, cariño?

-¿No se la habrás dado?

-Pues claro que no. ¿Por quién me tomas?

-¡Ah bueno!

-Sirius estoy harta de tus celos. Cada vez que un hombre se acerca a menos de diez pasos de mi te pones histérico. Yo creo que no hago lo mismo cuando las mujeres se acercan a ti. Y créeme que tendría mis motivos.

-No. Sabes que nunca te pondría los cuernos. Por eso estas segura.

-¡Ah claro¿Y yo si no? Yo te doy cantidad de motivos para que estés celoso. Tienes que tenerme rodeada de alambre de espino porque me iría con el primero que pase. ¡Lo has arreglado!- gritó la chica tirando la servilleta a la mesa y levantándose.

-¿A dónde vas?

-¡Me voy!

-¿A dónde?

-¡A ponerte unos cuernos que no te entren por la puerta!- contestó ella empezando a vestirse.

-Kim...

-Vete a la mierda...- contestó ella poniéndose los zapatos. Cuando salió de la habitación se encontró a Sirius delante de la puerta de la calle. Se puso el abrigo y le miró.

-¿Te quitas o qué?- el sacó una cajita y la abrió delante de la rubia.

-¡Oh Dios!- dijo ella.

-¿Te casas conmigo o qué?- dijo el.

-Eres imbécil...- comentó ella antes de besarle. –Vaya forma más poco romántica de pedirlo...

-¿Sabes? Tenía un numerito preparado pero no contaba con tu enfado.

-Te lo tienes bien merecido...- respondió Kim volviéndole a besar.- Te quiero.

-Y yo a ti, Fliregan.

-Y así sin más ¿te casas?- dijo Lily cogiendo una pasta.

-Pues si.- respondió Kim.- Y quiero que una de vosotros sea mi madrina.

-Yo no. No pienso ser madrina con bombo.

-Pero Sirius quiere que tu seas la madrina.

-¿Entonces porque dices una de nosotras?- dijo Bridget.

-Vosotras seréis mis damas de honor.

-No puedo creer que te cases...- dijo Remus.

-¿Por qué no nos habías dicho nada?- preguntó Peter.

-Porque ni yo mismo lo sabía. Un día volvía del ministerio y pasé por delante de una joyería. Vi un anillo y pensé¿por qué no le pido a Kim que se case conmigo?

-Claro... es algo espontáneo, como decidir el color de las cortinas...- comentó James.

-La mariconada de las cortinas sobra.- le cortó Sirius.- ¿No te volverá julai estar casado no?

-No Sirius, no. ¿Me ves a mi pinta de trucha, pichurrín?- preguntó James.

-¡Eh! Las manos quietas mariposón.- los cuatro rompieron a reír.

-Bueno señores, aquí tienen toda la información. Deberán seguir a estos dos individuos y constatar si de verdad son mortífagos.- Bridget y James asintieron. Cogieron los papeles que su jefe les tendía y salieron del despacho.

-¡Nuestra primera misión!- dijo Bridget.

-Genial... ya era hora.

-Bueno, merece la pena.

-¿en serio lo crees, Bi?

-Bueno... puede que no sea la octava maravilla del universo... pero no esta mal. ¡Alegra esa cara Jammie!- dijo contenta la rubia, pasando su mano por la cara del chico.

-Bi, no empieces.

-¿Qué pasa¿Lils te tiene a palo seco?

-Cállate. ¿Te pregunto yo sobre tu vida sexual con Peter?

-Pregunta, no me da ningún tipo de pudor. Estamos viviendo un momento estupendo... y...- Bridget se cayó y se dio la vuelta. Caminando rápidamente hacía el baño.

-¡Briget¿Qué pasa?- la chica no contestó y se encerró en el lavabo femenino. James se encogió de hombros y se encaminó a la salida del ministerio.

-¿Y como describirías la experiencia que Corazón de Bruja te ha brindado?- preguntaba Kim aburrida.

-Pues... osea, genial, simplemente genial. Fabuloso... estupendo... irreal... superfabu jijiji.- rió tontamente la entrevistada. Una chica castaña claro, con el pelo largo y ondulado y unas kilométricas piernas perfectamente bronceadas. Kim puso los ojos en blanco y asintió escribiendo por su propia cuenta: Aún no me lo creo... pero supongo que irrepetible. Cuando acabo la entrevista se levantó y salió del lugar acordado (la casa de la entrevistada) dirigiéndose hacía la redacción.

-¡Hola, Kim¡Espera¡Tengo unos papeles para ti!

-No, no y no... No puedo Marly. Estoy hasta arriba de trabajo. Lo siento mucho.

-Stewart ha dicho que lo hagas tu.

-¡Aggg¡Estupendo!- bramó Kim. Subió las escaleras de caracol metálicas que daban al cubículo con su escritorio. Dejó sus cosas encima de la mesa y revisó el correo que tenía apresado con un sujetapapeles. Vio el sobre de San Mungo y lo cogió rápidamente. Había ordenado que se lo remitieran allí para que Sirius no lo viera. Miró a su alrededor y tras comprobar que estaba sola lo abrió con manos temblorosas. Leyó rápidamente el resultado y totalmente blanca dejó caer el sobre al suelo. Se sentó en el sillón giratorio y apoyó los codos encima de la mesa para más tarde enterrar su cabeza entre las manos.

-Buenos días cariño ¿quieres ensalada?- preguntó Lily sentándose junto a James en la sala de empleados de los aurores.

-No... no tengo hambre.

-¿Qué le pasa a mi niño?

-Lily deja de tratarme como un crío ¿quieres?

-¿Qué, qué es lo que te pasa¿Qué te he hecho?

-¿Tu? Nada... solo ser superior, ser mi jefa, ser mejor alumna, mejor aurora, mejor madre...

-¡Oh James! Otra vez no...- contestó la pelirroja levantándose de la banqueta.

-No claro... vete a tu enorme despacho, señora jefa.

-¿Por qué no te vas tu a la mierda?

-No, creo que no...- dijo el hombre dándole la espalda.

-¡Te estoy hablando James! Eres un infantil...

-Será por eso por lo que aún soy un aprendiz de auror.- Lily iba a contestar pero Bridget entró en la sala y la arrastró hasta la esquina contraria a James. El las oyó susurrar y a Lily gritar. Se giró y ambas estaban abrazadas.

-Mujeres.- murmuró.

-¿Peter¿Estás en casa?- preguntó Bridget entrando en el piso que compartía con su novio. Colgó el abrigo y el bolso en el perchero y dejó las llaves encima del mueble de la entrada.

-¡En la cocina!- gritó el chico. La rubia caminó hacía allí lentamente.

-¿Qué haces?

-La cena. Prueba un poco.- Bridget puso cara de asco.

-No... gracias.

-Pero si es dorada al horno, te encanta.

-No... no tengo hambre...- murmuró ella mirando al suelo. Pero las baldosas negras y blancas de la cocina no parecía ayudarla mucho...- ¿Puedes venir un momento?

-¿A dónde?

-A donde sea, pero que haya donde sentarte...

-Bi me estas asustando.

-Créeme, yo también asustada.- el chico la siguió muy serio hasta la sala de estar y se sentó en una silla.

-¿Y bien?

-Peter... tu y yo...- Bridget buscó las palabras pero parecía haberse quedado en blanco.

-Me dejas.

-¡No empieces con las inseguridades! Tu y yo... eh... vamos... vamos a... vamos a ser papás.

-¿Qué?- dijo el chico. La rubia asintió mordiéndose el labio de abajo.-¿De verdad?

-Si.- dijo la chica con temor. El estaba extremadamente blanco y serio. - ¿No... no te hace ilusión?- El parpadeó.

-Yo...- luego sonrió.- ¡Voy a ser padre!

-Si...

-¡Voy a ser padre!- gritó el chico contento. Corrió hasta Bridget y la besó mientras la cogía en brazos.

-Peter...

-¡Vamos a ser papás!- volvió a gritar el dándole una vuelta. Bridget sonrió y le besó.


Y fin del capitulo! os gusto? os horrorizo? se q hay cosas q no pegan nada cn el libro pero esq es muy pronto... a, aviso, tengo en mente hacer un fic tipo dramón, es mas, su segunda categoria es drama asiq... l q avisa no es traidor... traidora en mi caso xDD en fin me voy! xao keridos lectores.