Hermione Granger y La Tercera Puerta.
Capitulo 1: El cierre
Dejo el ejemplar de El profeta que tenia en las manos sobre el escritorio. Suspiro con resignación y observo con detenimiento la calle que se divisaba abajo, por la ventana. Las casas a los costados, todas con luces dentro. En la acera los postes de luz, los jardines, uno que otro perro caminando cerca. Se puso de pie y contemplo su cuarto: a la derecha de su escritorio estaba la cama, apegada a la pared. Sobre esta había un libro abierto en una de sus páginas finales. A los pies de la cama, un abrigo café reposaba desde la pasada noche. Siguiendo por la pared que circundaba la cama por uno de sus lados, se llegaba a la puerta de la habitación, de un color café oscuro, al contrario del que estaba en las paredes, de un verde suave. La pared que se juntaba con la puerta seguía hasta toparse con una repisa en la que había varias botellitas tapadas, un cuchillo de plata, un caldero de latón, con una cuchara e plata dentro y varios frascos rotulados con distintos nombres.
Siguiendo por la pared, hasta el final, llegaba a un armario apoyado en las dos paredes. Era mediano y tenia una de sus puertas abiertas, a través de la cual se divisaba una chaqueta verde, un par de pantalones colgados, una capa negra con un gorro en la espalda y una túnica con una insignia en el pecho, que mostraba un león rodeado de letras doradas.
Un poco mas allá del armario había un baúl de viaje abierto, de grandes proporciones, con muchos libros dentro, algunos rollos de pergamino y frascos de tinta.
Los libros estaban apilados en pequeñas torres al interior del baúl. El primer libro rezaba en la portada: "Aritmancia, el arte de los números". Uno de los pergaminos tenía varias partes menos, como si alguien hubiera arrancado partes del mismo.
El trozo de El Profeta que se divisaba, mostraba la foto de un edificio grande y antiguo, y, al lado de la foto, el trozo visible del titular decía:
"...por poca seguridad.".
Bajo este titulo se divisaba un trozo de párrafo:
"...de tiempo para que la institución clausure...esta molesto por la poca seguridad entregada a...
Mañana se realizara una...definir la resolución...
Tendremos que esperar para...sucederá."
Cerca del periódico había un trozo de pergamino escrito, pero sus letras no se distinguían, porque la tinta estaba emborronada en distintos lugares.
La chica suspiro con tristeza y miro a la ventana, afuera ya estaba oscureciendo.
Se giro hacia el calendario pegado al lado de la ventana. Hacía dos semanas que había llegado a casa, y ya sentía como si fueran años. Era agradable estar con sus padres, porque no los tenia durante todo el año, pero sentía que algo le faltaba, que necesitaba algo, y mas ahora, con esta noticia encima...
Una inmensa tristeza la invadió. Pensó en sus amigos, si ya sabrían la noticia. "Ron probablemente la sepa, porque vive con magos, pero Harry, aun no es mayor de edad, por lo que es imposible que se haya enterado " -Pensó.
Aunque, como se dio cuenta luego, eso no les afectaría demasiado, pues ellos ya habían tomado su desición, y la llevarían a cabo, costase lo que costase.
Sonrió, mas, pronto, la imagen de Neville, Luna, Seamus, Ginny, recorrió su mente.
¿Qué seria de ellos¿Como reaccionarían?
No lo sabia, pero lo intuía. Cuando se enteraran seguramente los invadiría una tristeza profunda, a ellos y a muchos más.
Pero era de esperar esta desición, después de lo sucedido...
Solo deseo que todo sucediera rápido, terminar con esto ya. Cualquier cosa seria mejor que esta incertidumbre, que este nerviosismo de no saber que encontrarían.
Se sentó en la cama y tomo el libro que tenia sobre esta. Una vez mas estaba haciendo lo que tantas veces desde que se había enterado de este hecho: se encerraba en un libro, y trataba de olvidar (si eso era posible) lo que estaba sucediendo, y lo que vendría...
Recordó el momento en que se entero de que era bruja. La emoción que la invadió fue indescriptible. Al comienzo tenia mucho miedo, pero, como siempre, se refugio en los libros, para aprender lo que otros, sin duda, ya sabían desde pequeños.
Recordó las peleas que pasaron juntos, ella, Ron y Harry. Cuando ellos habían salvado a los petrificados por el basilisco.
Sintió ganas de llorar. No sabía que pasaría ahora. Tenia miedo de dejar las cosas que conocía, pero, a la vez, sentía compasión por sus compañeros. Ellos tendrían que esperar, pacientes, y atemorizados, en sus casas con sus familias, algo que vendría tarde o temprano, y que ya había comenzado...
La guerra.
Recordó la pelea en el ministerio, los cerebros que habían estrangulado a Ron, los mortifagos, la orden, Sirius...
Recordó que, en aquellos momentos mas difíciles para Harry, ella y Ron habían estado con el, a su lado. Recodo el breve tiempo en que Ron y ella estuvieron peleados, porque él salía con Lavender. Rió para sus adentros. Era verdad que tenía temor, que no sabía lo que vendría, pero tenía la certeza de que si Ron y Harry estaban con ella, todo seria más fácil de sobrellevar.
Se acostó y se durmió con esa idea, pero la incertidumbre del problema, del OTRO problema, no la abandono...
Al día siguiente, en la tarde, se fue a su cuarto a leer el ejemplar de El Profeta que en una lechuza le había llevado en la mañana. No había podido leerlo enseguida, porque debía salir con sus padres.
Apenas entro a su habitación su corazón se acelero. Tomo el periódico, que estaba sobre su cama, se sentó, y con manos temblorosas, lo abrió. La portada, la fotografía de la portada, más bien, la dejo sin habla.
No podia ser, no podia ser...
Con un nudo en la garganta, leyó...
"¡CIERRE DEFINITIVO DEL COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA!
Esta mañana, el consejo escolar, en conjunto con el ministerio de magia, decidió cerrar la histórica institución declarando que la seguridad de el alumnado era primero, y que no se podía tolerar que los alumnos presenciaran batallas y muertes como la que habían presenciado a finales del pasado año escolar..."
Dejo el periódico al lado, no necesitaba leer más. Se cubrió el rostro con las manos.
Hermione lloro en silencio.
Era verdad que ese año no volvería a Hogwarts, ya lo habían decidido, pero eso era muy distinto a saber que muchos niños y jóvenes se quedarían sin la posibilidad de conocer aquel lugar que tantas alegrías le había brindado, todos estos años...
Pensó en Dumbledore¿qué habría hecho él en este caso? pero ya no estaba aquí, se había ido, y ese era el motivo por el cual habían cerrado el colegio. Recordó que el ministerio siempre acudía a Dumbledore en cualquier instancia, pero ahora que él se había ido, todo cambiaría...
El ministerio, comenzaría una campaña nueva, como ya lo había hecho Scrimgeour, solo que ahora no estaría Dumbledore para detenerlos.
Y ahora, Hogwarts cerrado.
Pensó en Hagrid¿que haría él ahora? Hogwarts era su único hogar, ahí había vivido desde que iba en 3º, y si el colegio cerraba, Hagrid tendría que marcharse. Dudo mucho que su amigo se quedara ahí, seguramente llevaría a cabo alguna misión que la Orden le asignaría. Aun así, él amaba Hogwarts, su cabaña, el lago, el bosque prohibido...
Recordó a Firenze, rechazado x su manada. Pensó en Grawp, seguramente iría con Hagrid, porque este no querría dejar a su hermano solo.
Recordó el castillo, tan inmenso y misterioso. Recordó todo lo que en el había vivido: el sombrero, el troll, el basilisco, el giratiempo, Viktor Krum, la ED, Ron...
Pensó en la Madriguera¿que diría la señora Weasley al enterarse de que Ginny no podría seguir estudiando? Seguramente ya sabría de la desición de Ron, pero con Ginny era distinto, porque ella aun era menor de edad, y, como estaban las cosas, Hogwarts era el lugar mas seguro para ella.
Lloro amargamente...
Era consiente de que ya no volvería a Hogwarts ese año, pues acompañaría a Harry en su búsqueda de los Horrocruxes, pero eso no significaba que no quisiera, algún día, terminar de estudiar.
Tomo nuevamente El Profeta, y lo abrió para ver que más contenía. Asesinatos, pánico, hombres lobos que mordían a niños, gente atacada por Inferius...esto no podía seguir así. Alguien debía hacer algo, pero¿quién? Contra Voldemort y sus mortifagos todos era débiles y vulnerables.
La única esperanza era encontrar los Horrocruxes y destruirlos. Pero esta solución era arriesgadísima. Y si lograba destruirlos, Harry tendría que enfrentarse a Voldemort, él y Harry en una pelea en la que uno de los dos tendría que morir...
Ya no podía mas, los nervios la estaban colapsando. Necesitaba hablar con sus amigos, saber que estaban bien, que no les había sucedido nada.
Paso el resto de la tarde así, encerrada en su cuarto, paseándose de un lado a otro mientras los mismos miedos de siempre la acechaban.
Para pasar el tiempo, tomo el libro que estaba leyendo últimamente: "La Magia tenebrosa: un enemigo silencioso". Lo abrió y leyó.
Pero por más que busco, no encontró nada de los Horrocrux. Hacia tiempo ya que revisaba distintos libros que pudieran entregarle información acerca de estos objetos, pero, al parecer, eran temas vedados en la mayoría de las instituciones, porque solo había encontrado lo mismo que Harry les había dicho hace un tiempo, que era, a la vez, lo mismo que Dumbledore le había explicado a este: Los horrocruxes eran partes del alma de un mago, que los encerraba dentro de un objeto determinado.
Estaba ansiosa por encontrar mas información, porque, si tenían que enfrentarse a ellos, mas valía saber lo mas posible sobre como destruirlos. Pero en ningún libro aparecía la forma de destruirlos, ni siquiera un hechizo que los pudiera debilitar. Al parecer, tendrían que descubrirlos ellos mismos.
Mientras pensaba en esto, paso su mirada por la ventana, al instante dejo el libro al lado y se puso de pie. Una lechuza venia volando hacia su casa, se acercaba cada vez más y más, por lo que la chica fue y abrió la ventana para dejarle el paso libre al ave, que venia con un pergamino atado a una pata.
La lechuza era vieja, y tenia aspecto de cansada. Apenas entro se desplomo en la cama. Hermione bajo a la cocina y le trajo un frasco con agua y unos trozos de pan. Cuando iba entrando a su cuarto, sintió una cola muy peluda cerca de su rodilla. Miro hacia abajo y vio a Crookshanks que se escabullía en la habitación. Entro rápidamente, se acerco a la lechuza y le dejo el pan y el agua cerca de ella. Crookshanks llego de un salto a la cama y miro con avidez ala pobre ave. Hermione lo tomo entre sus brazos y lo saco por la ventana, para luego cerrarla.
-Vamos a ver esa carta- dijo en voz baja a la lechuza. Ésta ululo en señal de agradecimiento y se recostó para dormir. Hermione le desato el pergamino de la pata y le acaricio la cabeza. Abrió la carta y leyó:
"Querida Hermione:
Supongo que ya te has enterado de la última noticia: Hogwarts se cierra. Como bien sabrás, Ginny aun no ha terminado sus estudios, y Ron tampoco, pero él ya me ha comunicado su desición, y (debo decirlo) aunque me opongo rotundamente a que lo hagan, ustedes ya son mayores de edad, y lo harán de todos modos.
Se que te extrañara de que sea yo quien te escribe, pero si no lo hacia, no habría forma de comunicarme contigo, porque Ron no escribe habitualmente, y, en estos momentos, esta en su pieza, hablando con Bill. Últimamente son muy amigos, y creo que Bill lo esta orientando en ciertas dudas de Ron. Aprovecho de comentarte que Bill esta mucho mejor, tiene varias cicatrices, como era de esperar, pero aparte de eso, sigue siendo el mismo de antes.
El motivo de mi carta es invitarte para que asistas a la boda de Fleur y Bill. Esta será en un mes aproximadamente, por lo que he pensado que podrías venirte para acá e unas dos semanas más.
También sé que tu quieres pasar tiempo con tus padres, por lo que si tienes algún inconveniente, te ruego me avises por lechuza.
Ya le envié una carta a Harry con el mismo fin, y ahora espero su respuesta.
Te ruego me contestes luego...
Molly Weasley"
Hermione cerró la carta y sonrió.
La señora Weasley siempre había sido muy cariñosa con ella. Le alegraba enterarse de que Molly no había puesto muchas objeciones a la desición de Ron. Supuso que al principio se había asustado muchísimo, pero luego de pensarlo, se había dado cuenta que el ya era grande y que, de todos modos, lo haría, con o sin su consentimiento.
Sintió tristeza por Ginny, porque ella se quedaría sola en casa, imagino que, seguramente, ella había manifestado sus ganas de ir con ellos, pero la niña debería quedarse con sus padres, ya que esos no querrían exponerla a un peligro aun mas grande que el ya estaban expuestos todos.
Bajo a conversar con sus padres, para contarles lo sucedido.
