Just me writing an other Story...
Pues esta es otra idea que me vino a la cabeza y bueno pues se las comparto. Inspirada en "Las rosas solo crecen en Diciembre" de Loti-miko, pero solamente la idea de inicio es algo similar.
Disclaimer: Todos los personajes son propiedad de Dreamworks y/o Cressida Cowell
"Sueños"
Era un día lluvioso, un día normal de julio en Nueva York. El año era 2020.
Los negocios estaban abiertos como siempre y los anuncios, pantallas y alumbrado público creaban una iluminación blanca artificial por toda la avenida. Era una calle algo ruidosa, la música se escuchaba, el claxon de algún conductor desesperado por el tráfico y gente riendo y platicando mientras caminaba por la acera o en los cafés, algunos ojeando revistas, uno que otro mirando los anuncios y atentos su celular. Todos llevaban con que cubrirse de aquella lluvia, esta no parecía arruinarle el día a alguien, incluso a una pareja que compartía una sombrilla que finalmente cubría sólo a la chica pues era muy pequeña. Todo era felicidad, todos eran ajenos a lo que ocurría dando vuelta a la cuadra.
En ese otro lado de la avenida ya no había comercios ni grandes edificios, sólo había una enorme reja alrededor de un campo verde, el cual carecía de árboles y pequeñas losas rectangulares cubrían dicho campo.
Era un Cementerio.
El lugar donde todos les daban el último adiós a sus seres queridos, siempre tenía un aspecto de solitario pero la verdad era que cada día había una familia que dolorosamente tenía que visitar ese lugar, la muerte era algo común, pero nadie se acostumbraría a ella.
El turno ahora fue la familia Haddock, Valhallarama era mesera de un restaurante a unos cuantos metros de su casa. Era muy conocida y querida por los clientes del lugar, pues brindaba un servicio amable y amigable a todas las personas. Nadie esperaba su partida, un día de repente un ataque al corazón acabo con ella.
Le sobrevivían su esposo Estoico y su hijo llamado hipo, un muchacho de 15 años quien llevaba un mala vida respecto a lo social lo cual repercutía en su desempeño académico y su bienestar en general.
Hipo tenía un gran intelecto pero no parecía incitado a demostrarlo. Era constante víctima de lo que llaman bulling por lo que tenía baja autoestima y ni hablar de relaciones sentimentales en su vida. Era un chico que llevaba una vida dura la cual no parecía mejorar.
Y ahí estaba la familia, todos vestidos de negro y con un paraguas del mismo color para protegerse de la lluvia, alrededor de un hoyo que sería el último aposento de ella. Un padre daba las últimas bendiciones mientras bajaban lentamente el ataúd. Todos miraban aquella acción con lágrimas en los ojos y en silencio escuchando las palabras del padre.
Un señor se acercó a Hipo y puso su mano robótica sobre su hombro. Era Bocón, su tío quien había perdido dicha mano en un accidente de auto y con ayuda de la biotecnología la remplazo con una de metal, venían con una capa de piel sintética para disimular pero a él le gustaba ese aspecto de robot.
—Sabes hijo, también perdí a mi madre muy pequeño, se por lo que estás pasando y no te mentiré, será difícil superarlo, sé que te ara mucha falta, pero no te sientas solo, tu familia siempre te apoyara, siempre estaremos a tu lado.
Dicho eso Bocón se alejó.
Hipo no puso mucha atención a lo que su tío le dijo, miraba donde yacía su madre y la recordaba.
Como a hipo no le iba bien en la escuela a veces regresaba triste a su casa pero se siempre ponía una cara feliz antes de entrar a su casa aunque esto nunca engañaba a su madre, siempre sabia cuando algo andaba mal, siempre tenía amor para él, era la única que se lo mostraba, seguro su padre también lo amaba pero no solía demostrarlo como hipo deseaba.
De pronto dejo de recordar y la realidad lo golpeo en la cara, jamás sentiría ese cariño, ese amor, esa empatía, esa aprensión que su madre le brindaba. La tristeza, el miedo, la angustia y rencor invadieron su ser.
—No— se dijo a sí mismo.
—No— repitió con un tono más fuerte.
— ¡No!— grito, causando que el padre detuviera sus plegarias y que todos lo miraran.
Las lágrimas empezaron a ser más frecuentes en su rostro. No podía ser verdad, la única persona que le daba afecto jamás estaría a su lado de nuevo.
Hipo corrió, alejándose de aquel lugar sin importarle lo que los demás le decían, seguro era un mal sueño y pronto se despertaría.
Hipo salió del cementerio y tomo rumbo hacia un bosque que estaba a las afueras de la ciudad, pasaba mucho tiempo ahí, solo, alimentando a las ardillas y pájaros buscando algún cariño.
Hipo no sabía cuánto tiempo llevaba corriendo, ya no llovía. No se sentía cansado y el bosque no se terminaba, siguió hasta que se tropezó con una raíz de un árbol, y para su des fortuna rodó por una colina hasta frenarse golpeando contra un tronco.
El golpe le saco el aire y fue difícil ponerse de pie, justo lo hizo bendijo aquel árbol. Ya de pie pudo ver lo que había a continuación, a no ser por el árbol habría caído por un acantilado de unos 20 metros, abajo había un pequeño lago pero seguro que no amortiguaría su caída.
Estaba atento viendo el agua cristalina de aquel lago, brillaba pues el sol ya se había asomado de entre las nubes grises, de pronto una masa negra se movió en el fondo de aquel acantilado. Hipo miro aquella mancha negra, no era una sombra, era una criatura que jamás Hipo había visto en su vida.
Tenía el aspecto de una lagartija pero a juzgar por la distancia era tan grande como un auto y tenía alas.
El hombre había empezado a jugar con la genética hace ya algunos años pero a pesar de los grandes avances crear nueva especies era algo imposible.
Hipo había leído de estas criaturas, en sus libros de fantasía su nombre eran... ¡Dragones!
Hasta ahi :D, no quiero que se me vaya la idea en un capitulo XD.
No tengo pensado hacer larga la historia así que espero actualizar pronto.
Nos vemos, comenten y gracias por prestarme su tiempo para leer mi fic :D
