Disclaimer para tooooodo el fic (Qué da pereza inventarse uno nuevo cada capítulo ¬¬): Esta es una historia ficticia basada en los personajes de JK Rowling. Ni uno solo de los personajes o lugares aquí me pertenecen. No hay ningún ánimo de lucro (¡Pero cómo nos gustaría!). Si bien adoraría encerrar a mas de uno de los personajes en este fic en mi closet no hay manera de que hacerlo. El proposito de este FanFiction es puramente de entretenimiento. ünicamente para pasar un buen rato.
Aún así. POR FAVOR No tomes esta historia sin permiso. Di no al plagio. Si encuentras esta historia publicada en alguna otra parte: házmelo saber. Si deseas Publicarla en otra parte: Házmelo saber.
"Vendrás a vivir conmigo"
Nuevos Lectores: Si esta es la primera vez que vistas este fic, te aviso algo: Este fic NO contempla el Septimo libro. ¿Por qué? Porque lo empecé a escribir antes de que se publicara u_u (Si lo sé, y aún no lo termino). Por lo tanto, puede que te encuentres por ahí algunos desvaríos sobre lo que yo consideré que iba a pasar en la guerra final. Además de que muchos personajes que perdieron la vida según Rowling, en mi mundo no lo hicieron.
En otras palabras, esto es un 'ficción' con todas sus letras. Osease, que pasan puras cosas que normalemnte pasarían solo en la mente de los Fans.
Si sigues leyendo: Muchas Gracias. Si ya no te interesó: Muchas gracias. Si te gustan mis ideas: házmelo saber. Si note gustan mis estupideces: Házmelos saber.
Si eres un Harmony aún despues de todos estos años, y del final que Harry Potter tuvo:
Te saludo Oh hermano/a. Gracias por estar ahí. ¡Delusionals Por siempre!
Notas iniciales (Chécalas, son para entender un poco mejor el trashf...digo, fic xD): Después de vencer a Voldemort, los muchachos deciden vivir la vida que no habían podido disfrutar por su culpa. Lo de Harry con Ginny terminó antes que la misma lucha, él se compra una casa a la que se va a vivir con Neville y Draco, quién se unió al grupo después de la muerte de sus padres. Ron y Hermione deciden irse a vivir juntos para "probar" su relación (que hoy terminará jiji), y Ginny y Luna comparten departamento cercano al suyo (compartían porque Ginny y Neville tienen planes nuevos XP). Hermione, Harry y Draco son profesores en Hogwarts, Neville y Ron son Aurores y las demás ahorita ven.
Capítulo 1. Mejor ahora
No lo podía creer. No lo quería creer. No podía haber pasado de nuevo.
Esa noche como muchas otras Ron se encontraba fuera de casa liberando su tristeza y frustración en el Pub de Luna. Un negocio que Luna emprendió luego de que Ginny, quién por fin había conseguido el local para su tienda de artículos de Quidditch, la animara. Parecía pequeño, pero no lo era. La verdad era un sitio muy acogedor. En realidad parecía una gran sala de estar, llena de cojines por todos lados con una enorme chimenea al fondo, que daba una cálida sensación hogareña. Tal vez por eso a Ron le gustaba tanto ir a aquel lugar cada vez que eso le pasaba.
Hacía frío, la chimenea apenas si deba señales de haber sido encendida, un hechizo aclimatador le vendría bastante bien. Estiró su brazo y realizó el encantamiento no verbal.
—Ya está, mucho mejor —dijo en un suspiro.
Siempre tuvo la esperanza de que funcionara, no le importaba ceder un poco con tal de que las cosas se arreglaran pronto. Pero ya era suficiente. Todos describían su relación como algo dulce, tierno…romántico.
¡Con lo que le gusta a él el romanticismo!
El pub ya se había vaciado hacía unos minutos, era lunes. Y Luna ya se afanaba en limpiar las mesas con tantos trapos como le fuera posible soportar a su varita. Al parecer, quería irse temprano.
¿Por qué siempre tenía que terminar así?, ¿Por qué no podían terminar sus peleas como todas las demás parejas?, ¿Por qué no un simple beso y la promesa de hablarlo al día siguiente?
Pero no Hermione. Oh no.
Esa manía suya de no dejar nada a medias, esa maldita costumbre de no escucharlo.
«No Ron, no vas a postergar esto»
«¿Qué te hace pensar que estás en lo correcto?»
«Así no se hacen las cosas»
«¡Tú nunca me entiendes!»
Y ya no tenía ganas de intentarlo más.
Afuera llovía, el clima no lo estaba ayudando mucho, ahora se sentía aún más deprimido.
Luna le trajo la cuenta.
—Te pedí otro tarro —dijo apenas levantando la ceja.
—Y yo te dije que es suficiente —le respondió la rubia.
—No son ni siquiera las once, yo siempre me voy a las once. —O lo más tarde posible con tal de no llegar al segundo round con Hermione.
— ¿Ah sí? Pues yo decidido cerrar mi bar media hora antes —le respondió ella cruzándose de brazos.
—Luna, normalmente, los bares cierran en la madrugada —dijo imitando su gesto.
—Sólo cuando al dueño le gusta atender borrachos — sentenció— Lo cargaré a tu cuenta —con un movimiento de varita, su tarro desapareció, y el banquillo en el que estaba sentado se acomodó sobre la barra.
— ¡Ay!
Tirándolo a él en el proceso.
De un tiempo acá Luna se había convertido en una gran amiga para Ron. Sus incoherencias ya no le parecían tan incoherentes, además, ella si sabía escuchar.
— ¿Entonces te rindes? —preguntó Luna desde la puerta acomodándose la túnica bajo su pesado abrigo de lana y guardando su varita en la bolsa.
— ¿Ya me derribaron no? —Dijo sacudiéndose las piernas— Es causa perdida.
—Me alegra que al fin te des cuenta.
Y también sabía darse a entender.
Tal vez era el ligero mareo, o el misticismo que siempre rodeaba a la chica, pero algo en la mirada de Luna le decía que no hablaba precisamente de quedarse un rato más en la barra. Y tenía razón. Ese asunto era causa perdida, lo había sido desde hace mucho tiempo, agotó hasta la última oportunidad, quería que funcionara... por supuesto que lo quería… pero ya no más.
-VaVC-
Como el departamento de Luna y su hermana estaba cercano al suyo, y de un tiempo acá Ron le ayudaba a cerrar a Luna, siempre regresaban juntos. Hablando, caminando, sin prisas.
Gracias a Merlín que la lluvia había cesado en cuanto salieron del pub, porque Ron no tenía ganas de aparecerse en su casa ese día. Prefería caminar con Luna, y disfrutar de un momento de tranquilidad. Luna ya era su confidente, y ahora que Harry no estaba tan disponible como antes, Ron no podía estar más agradecido.
Desde que Harry entró a trabajar a Hogwarts como profesor de Vuelo y de DCAO, le había entrado una etapa de felicidad casi perturbadora, y no tenía ganas de comparar su miseria con la feliz vida de soltero realizado que Harry llevaba. No es que no hubiera superado esa etapa de celos hacía Harry que le dio en sus tiempos de Hogwarts, pero la verdad es que no estaba de humor para eso. Además, considerando el tema…algo le decía que no sería muy cómodo.
Le hizo gracia pensar en lo mal que le iban a caer a Harry las próximas vacaciones de Navidad, pobre, con lo entusiasmado que estaba. Hermione decía que era el mejor trabajo que Harry pudo encontrar, había vuelto a su casa, a su hogar.
Hermione, si tan solo las cosas hubieran sido distintas, si ella hubiera visto en él primero lo que…
No. «El hubiera no existe» le repetía Luna constantemente. Las cosas siempre pasan por una razón, los errores no son algo de lo que haya que lamentarse, están ahí para aprender de ellos, no para olvidarlos. Nunca se arrepentiría de los buenos momentos que pasó con Hermione, porque los hubo, hace mucho, pero los hubo, e iba a estar agradecido para con Hermione toda su vida por ellos. Y ahora era su turno de arreglar las cosas, dolería sí, pero era lo mejor. Si ella aceptaba la oportunidad que le estaba dando, habría cumplido su parte.
Además…
— ¿Cuándo se lo dirás?—preguntó Luna.
…ya no estaba solo.
— ¿Qué cosa? —respondió él sonriendo.
Luna se detuvo a su lado y lo observó levantando las cejas. Era muy divertido hacerla desatinar. No cualquiera podía hacer desatinar a Luna Lovegood.
—No lo sé, no quiero herirla— o enfurecerla, pensó divertido mientras le pasaba el brazo por los hombros a Luna para seguir caminando.
Legaron a la puerta del edificio de Luna.
—Pues entonces que sea pronto —dijo Luna a modo de despedida sonriendo desde el porche.
—Buenas Noches Luna, que descanses —respondió sonriendo.
Decidió seguir caminando un rato más. Ahora se sentía mejor. Esa sensación de complicidad, de no tener que dar explicaciones, era algo a lo que se quería acostumbrar. Pero antes…
Llegó a la puerta de su departamento.
—Entonces…que sea pronto —y tomando aliento, entró.
