UN PEQUEÑO CAMBIO:

Sakura corría desesperadamente entre pasillos sin dirección alguna, estaban cerca de encontrar a Sasuke, tan cerca como nunca antes. Su corazón latía rápidamente y su pensamientos la atormentaban, estaban tras él pero no conseguía concentrarse, solo recordaba a Naruto, la forma del Kyubi, a Yamato intentando frenarlo, solo podía intentar imaginar la desesperación de su rubio amigo para llegar a tales extremos, ella era sin duda, la que menos sacrificios había hecho.

Una gran explosión aturdió sus oídos y se dirigió hasta el origen de aquel caos, la luz del brillante día la segó por completo durante unos segundos, pero cuando logró recuperar la vista se encontró con una escena impensable. Sasuke estaba tirado en el suelo con una gran herida en el pecho, Naruto estaba a unos pasos de él viendo a la nada, Sai se mantenía al margen y Yamato trataba de auxiliar al herido, la chica estaba confundida pero se acercó rápidamente a la escena.

Se quedó parada junto a Sasuke que luchaba por respirar, Naruto se aproximó

-Cúralo Saura-chan- le pidió, pero aunque la ninja le había escuchado se mantenía sin ayudarle. Un cargo de consciencia se lo impedía, sentía que no se merecía su ayuda, él mismo se había buscado esa situación -¿Qué esperas Sakura-chan?- pero la voz de Naruto era una súplica que no podía ignorar.

Se arrodilló junto a su distante compañero y comenzó a sanarle.

-¿Qué pasó Naruto?-

- Orochimaru y Kabuto lograron escapar, traté de detenerlos pero lanzaron a Sasuke al suelo, ya estaba herido- Su compañero miraba angustiosamente lo que pasaba.

-Se pondrá bien, no ha sido tan grave- hubiera podido hacer más pero el dolor en su brazo por el anterior ataque le daba molestias aún.

-No te esfuerces mucho Sakura, nos queda un largo camino y te necesitamos a ti más que ningún otro- Yamato le sugirió, la kunoichi estuvo de acuerdo y se detuvo. Lo observó, aún estaba inconsciente, parecía tan frágil, no se vía amenazante y por un momento lo imaginó como era años atrás pero no fue suficiente para sentir compasión por él, algo dentro de ella protestaba.

Emprendieron el camino de vuelta, Naruto y Yamato cargaban con el herido mientras Sakura vigilaba a Sai que continuaba en custodia, traían de vuelta a su objetivo pero las palabras y el ánimo faltaban, incluso su compañero estaba callado como nunca, hubiera dado lo que sea por saber lo que pasaba por su mente, mejor aún, por poder entenderse ella misma.

Había pasado por un duro entrenamiento para lograr lo que ahora tenía, pero lo que había imaginado para nada se relacionaba con lo que en realidad pasaba, la emoción, la esperanza y el orgullo de ver cumplido uno de sus más grandes objetivos no la acompañaban. Algo andaba mal, quizás era verlo en la situación en la que estaba, quería pensar que cuando todo se arreglase sus viejos sentimientos también volverían

Llegaron a la Aldea Oculta entre las Hojas, los ninjas que cuidaban en la entrada se acercaron a ellos y cuando vieron al portador del Sharingan su sorpresa no fue menor.

-Debe ir al hospital- anunció la ninja intentando calmar el alboroto de preguntas.

-Será mejor que ustedes dos vayan solos, debo reportar todo ante Tsunade-sama y Sai debe venir conmigo- Yamato se alejó de ellos y los invitó a continuar, así lo hizo, el ahora completo, equipo siete.

Llegaron al hospital en pleno silencio, eso era más preocupante que la condición de su compañero. Antes de entrar al hospital eran ya recibidos por varias enfermeras.

-No ha sido nada grave- les informó la ninja, sabía que había evitado curarle por completo pues temía que despertara durante el camino. No quería hablar con él aún, no quería que intentara escapar, que dañara a alguien o que repitiera lo que estaba grabado en su corazón, que no quería permanecer con ellos.

Las enfermeras se hicieron cargo y los dos ninjas se quedaron solos y en silencio.

-Iré a con Kakashi sensei- le anunció a su compañero, debía darle las noticias. Así que se dirigió a su cuarto y se tomó unos segundos antes de entrar, cuando lo hizo se encontró a su sensei de pie y buscando parte de su atuendo, tenía solo una camisa sin mangas, la cual dejaba a plena vista su pasado, la marca ANBU en su brazo izquierdo, y como siempre su máscara cubriendo gran parte de su rostro, aún se veía un poco pálido, tardaría un par de días más en recuperarse por completo.

-Hay un gran escándalo en todo el hospital, ¿Naruto esta bien?- se colocó frente a ella.

-Sí, él esta bien, todos lo estamos- no entendía porque le costaba decir una noticia tan importante.

-Lo traeremos de vuelta Sakura- su sensei le aseguró poniendo una mano sobre su hombro. Pensaba que su estado de ánimo se debía al fracaso de la misión.

-Él está de vuelta- dicho esto se sentó sobre una cama vacía y trató de asimilar sus propias palabras.

-Quieres decir que…- la chica solo asintió y ambos se quedaron en silencio.

-Parece que Orochimaru lo atacó, sin embargo no fue nada de gravedad, ya debe estar consiente-

-¿Por qué no estas con él?- buena pregunta.

-Naruto está con él, realmente no me necesitan, en cambio usted parece necesitar una enfermera- le ofreció una sonrisa y esperó que él aceptara su ofrecimiento, no tenía otro lugar a donde querer ir.

-Me vendría bien una revisión, quiero salir lo antes posible de aquí- Kakashi se sentó sobre la cama y dejó que la chica lo revisara ligeramente. Honestamente le habían dado de alta ya, pero suaves y cálidas manos siempre eran bien recibidas por él. Cuando la ninja hubo terminado dio unos pasos hacia atrás, pero tropezó con su ropa tirada. Hubiera caído si no fuese porque los reflejos de Kakashi eran tan rápidos como sus pensamientos, la sostuvo de la cintura antes de caer, la ninja tenía los ojos cerrados, como esperando la caída. Pero cuando los abrió se encontró con sus sensei dedicándole una cómplice sonrisa.

-Gracias sensei- lo tomó de sus bien marcados brazos para comenzar a levantarse.

-Kakashi sensei- Naruto gritaba mientras entraba y debido a la sorpresa el ninja soltó a la mujer que sostenía. Sakura cayó al suelo y Naruto se acercó a ella para asegurarse de que estaba bien, lo que no esperaba era que la joven estallara en carcajadas, sus dos compañeros no pudieron mas que observarla extrañados y segundos después se unieron a su alegría sin motivo, parecían sacar toda la tensión que habían estado acumulando.

-Lo lamento Sakura, ¿Estas bien?- le preguntó su sensei ayudándola a incorporarse y para evitar otro accidente tomó de su cintura nuevamente y no la soltó hasta que estuvo de pie completamente.

-Estoy bien sensei- contestó la chica frotando su cabeza.

-¿Qué pasa Naruto, todo esta bien?- y con la palabra ¨todo¨ quería decir ¨él¨.

-Sí, es solo que pensaba que para celebrar su recuperación, deberíamos ir a comer ramen- dijo con más nostalgia que emoción.

-Me parece bien Naruto- así que ambos ninjas esperaron por la respuesta de su sensei.

-De acuerdo- accedió. Dicho esto, el pequeño equipo siete se marchó del hospital, sin detenerse, sin hacer preguntas, sin visitas, solo se fueron de ahí.

Estaban con Ichiraku comiendo ramen, Kakashi solo los acompañaba, pues como era su costumbre, nunca lo veían comer. Los tres ninjas parecían faltos de palabras, como si de repente no se les ocurriera algo que decir, jamás había pasado y eso le preocupaba a la kunoichi. No quería pensar que Sasuke había venido a romper el vínculo que el pequeño equipo había formado ya.

-Lo hicieron bien- los felicitó su sensei, ambos alumnos sonrieron forzadamente.

-¡De veras que sí!, ahora somos compañeros sensei. No lo olvide, estamos a su nivel- el tono de su compañero parecía mas entusiasta y sus palabras también. Eso la contagió.

-Es verdad Kakashi sensei, me había olvidado que logramos quitarle aquellos cascabeles- una sonrisa de melancolía, a pesar de que fuera tan solo unas semanas atrás, apareció en ellos.

-Sin duda han mejorado mucho- apoyó el ninja que copia. Durante el resto de la cena, no hablaron más que de misiones pasadas, pero curiosamente solo aquellas donde el Uchiha aún faltaba, recordaban haber incluido en su equipo a más de un ninja, haberse unido temporalmente a otro equipo para completar una misión, pero estaban de acuerdo en que no había mejor grupo que el suyo, la confianza absoluta que entre ellos había, podían dejar su vida en manos de su compañero sin dudarlo un instante y la darían por el otro también sin chistarlo, las bromas que se gastaban entre ellos, las personalidades que parecían encajar una con la otra, el optimismo siempre presente de Naruto, el silencio de Kakashi y los cuidados que siempre les brindaba Sakura, no parecía faltar nada más en ellos.

-Será mejor que me vaya- la ninja estaba exhausta, pero sin duda su estado de ánimo estaba mejor.

-Irás a…-

-No, realmente estoy cansada Naruto. Fue una gran misión- se armaría de valor durante la noche y mañana visitaría a Sasuke.

-Sí, también estoy rendido- así pues nadie se decidió a visitar a su compañero. Los tres se dividieron dispuestos a poner sus ideas en orden.

-¿Por qué lo has estado evitando?- Kakashi le había dado alcance y sin dudarlo la interrogaba. Eso la sorprendió.

-¿Yo?, pero si usted ha evitado decir su nombre- tampoco había pasado desapercibido ese detalle.

-¿Por qué has estado evitando visitar a Sasuke?- reformuló la pregunta.

-No lo sé, quizás solo quiero aplazar más el momento para escuchar de nuevo lo poco que su equipo le importa, tal ves no tengo nada que decirle-

-Creo que te sobran las palabras Sakura- la ninja lo observó con una mirada de ansiedad y un nudo en la garganta le impedía hablar con libertad. -¿Realmente lo querías de vuelta?-

-Sí, antes de esta misión de verdad que sí. Pero luego vi a Naruto- una lágrima rodó por su mejilla –En lo que se transformó, debió estar tan desesperado para llegar tan lejos, vi al capitán Yamato en peligro, todos llegando a su límite. Después vi a Sasuke en el suelo, herido, era él por quien estábamos ahí, por quien Naruto estaba tan desesperado, incluso yo, pero no me sentía bien, no estaba agradecida ni sentía compasión por su situación, solo podía culparlo por todo, por cada riesgo que tomamos por él. Incluso ahora sigo culpándolo- su llanto había parado, ahora sus palabras sonaban duras.

-Tomó una mala decisión, tenemos derecho a equivocarnos, ¿no crees?-

-Sí, pero él se equivocó cada día desde que se marchó. No tengo nada que perdonarle, soy yo la culpable, Naruto ha cargado la promesa que le pedí y se esforzó tanto por cumplirla. Solo espero que no lo decepcione-

-Estas siendo muy dura con Sasuke, Sakura- la ninja se sorprendió por el reproche –Perdió a su familia a manos de su hermano, solo quiere encontrar su justicia-

-¡Vaya!, entonces Naruto es el equivocado por no dejar que Sasuke encuentre su ''justicia'', y no solo él, también yo. Si de verdad piensa así debería ayudarlo a escapar de nuevo- sabía que sus palabras habían sido injustas pero no le apetecía escuchar excusas.

-¡Sakura!- su sensei le gritaba pero ella ya estaba bastante lejos de él.

La ninja había llegado a su habitación, aún seguía molesta, pero sabía que no era con su sensei, era con ella misma, en el fondo le aterraba ver a su compañero y descubrirse aún enamorada. Durante todo su entrenamiento había intentado enterrar el amor que le tenía, esforzarse por ella misma, para mejor y proteger a su equipo, a quien pudiera hacerlo, pero se insistía en olvidarse de él pues no creía que pudiera regresar. No quería enfrentarse a esos sentimientos, no quería estar enamorada, no más.

Se recostó en su cama y se obligó a llenarse de valor, debía afrontar sus temores, cumplir sus promesas y aprender a vivir con las decisiones que había tomado. Lo visitaría mañana, aún era parte de su equipo y no podría evitarlo durante mucho tiempo. Además debía hablar con Kakashi, tenía que disculparse y lo sabía.

-Sasuke-kun- susurró indecisa.

…..

Sakura estaba frente al hospital, había tenido que obligarse a ir y ahí estaba tal como la noche anterior había dicho. Había utilizado todo su coraje para llegar hasta allí y ahora no le quedaba nada más para entrar.

-Me alegra que te hayas decidido a venir Sakura-

-Sí. Lamento mi comportamiento de ayer Kakashi sensei, estaba un poco abrumada por todo-

-No te preocupes- le ofreció una de sus típicas sonrisas -¿Vienes?- la ninja asintió y entraron en el hospital, cuando una enfermera los detuvo.

-Sakura-san, ¿te importaría revisar a Sasuke-kun? – le entregó su informe a la ninja que solo asintió, no tenía por qué negarse.

Encontraron la habitación e involuntariamente ambos suspiraron fuertemente y compartieron una mirada cómplice.

Al entrar se encontraron con Naruto sentado en una de las sillas, estaba en completo silencio, pero al verlos se acercó a ellos animadamente, claramente se alegraba de verlos allí.

-Sakura-chan, Kakashi-sensei- se giró a su compañero que veía por la ventana –Te dije que vendrían pronto- Sasuke los observó unos segundos y después volvió a apartar la vista de ellos.

No estaban solos, en la habitación también había tres ANBU, no era de sorprender las razones así que no cuestionó su presencia.

-Hola Naruto, ¿hace cuanto que estas aquí?-

-No mucho Sakura-chan- un silencio incómodo.

-Debo revisarte Sasuke-kun, solo serán unos minutos- el ninja pareció sorprendido del tono dulce que usó su compañera, se sentó al borde de la cama. Sakura le dedicó una sonrisa y se acercó a él.

-No sabía que eras médico- le dijo en un susurro con su tono habitual, tan desinteresado.

-Sakura-chan es la mejor médico que tiene la Hoja-

-Estas exagerando Naruto- como siempre lo hacía, pero no podía evitar sonreír ante sus palabras.

-Debiste ver cuando salvó a Kankuro, fue asombroso- el tono de su compañero era de puro orgullo, era un verdadero halago oírlo.

-Basta Naruto- le pidió la joven sonrojada -¿Qué tal si entrenamos más tarde?- le sugirió a su rubio amigo.

-Por supuesto Sakura-chan, tenemos que volvernos mas fuertes para…- se quedó en silencio, ahora no sabía como completar esa frase.

-Algún día serás el Hokage, tienes que ser el ninja más fuerte- le animó la ninja. Naruto asintió con una gran sonrisa que ella le devolvió. Siguió examinando a Sasuke, se colocó frente a él y como parte de su rutina revisó ambos ojos, no esperaba que las manos de su compañero llegaran a su cintura pero así fue. Ese toque la sorprendió, esperaba que su corazón latiese rápidamente, un ligero sonrojo en sus mejillas pero no pasó. -¿Qué hay de usted sensei, quiere venir a entrenar un poco?-

-Aún tengo unos problemas con mi recuperación- no dijo más, Sakura se alejó de su compañero y se acercó a su sensei, lo sentó en una silla y sin pedir permiso comenzó a examinarle –Estoy bien Sakura- trató de convencerla, estaba sorprendido de ser una prioridad para ella. La ninja lo ignoró y continuó su revisión.

-Debo revisar sus ojos sensei- le advirtió su alumna, Kakashi asintió pero siempre se sentía inquieto cuando revisaban su Sharingan. Sakura, consciente de eso, levantó su banda con sumo cuidado, observó su Sharingan unos instantes y aplicó chakra en la parte lateral de su rostro a la altura del ojo. El ninja comenzó a sentir una sensación de alivio para el dolor de cabeza que lo molestaba, cerró los ojos y se relajó. Cuando sintió las manos de ella alejarse, abrió los ojos y se encontró con el pequeño rostro de su alumna que le sonreía dulcemente.

-¿Mejor?- preguntó colocando de nuevo su banda.

-Gracias Sakura- el ninja aún seguía aturdido por la calidez y dulzura de su alumna.

-Deberás permanecer un par de días más aquí Sasuke-kun, no es nada grave, solo para estar seguros-

-Como sea- su tono amargo de nuevo. La ninja rodó los ojos pero mantuvo la calma.

-Debo irme, aún tengo que revisar a más pacientes-

-Antes de eso, la Godaime desea verlos a ambos- les informó su sensei. Los ninjas asintieron, seguramente habría mucho de que hablar.

-Si tiene alguna otra molestia no dude en venir a verme sensei. Trata de descansar Sasuke-kun-

-Te veré después Sasuke- y ambos ninjas salieron dejando solo a su compañero y a su sensei, seguramente éste último quería hablar a solas.

La conversación con Tsunade-sama era la que ambos esperaban, les había explicado lo que pasaría, Sasuke estaría en constante vigilancia, no saldría en misión, mucho menos de la Aldea, su situación era delicada y lo dejó muy claro la Hokage. Ambos ninjas lo entendieron perfectamente y no se atrevieron a contradecirla en nada. Sabían que gran parte de las consideraciones hacia Sasuke eran por agradecimiento a ellos, pues de haber sido otro ninja, su estadía sería menos cómoda, una fría celda lo esperaría sin acceso a ningún tipo de visita. Sin embargo el portador del Sharingan estaba siendo tratado mejor de lo que todos esperaban. Naruto y Sakura agradecieron la forma en la que la Hokage trataba la situación, no podían hacer otra cosa, y aunque ambos estaban temerosos de lo que pasaría más adelante, confiaban en la Godaime, ella más que nadie podía entenderlos. Después Jiraya y Tsunade había estado en su situación.

Después de terminada la pequeña reunión ambos se separaron, Naruto debía entrenar y Sakura volvería al hospital, antes de despedirse acordaron reunirse para entrenar, a su rubio amigo no le molestaba esperar a que su compañera terminara sus tareas y estaba dispuesto a esperarla con tal de pasar un rato juntos.

….

Sakura casi terminaba su turno en el hospital, había visitado a cada uno de sus pacientes y atendido a nuevos, no eran casos muy complicados pues apenas y estaba empezando, pero la Godaime confiaba en ella y en el potencial que aseguraba tenía.

Revisó la lista y notó que solo faltaba alguien.

-Sasuke-kun- murmuró exhausta, pero como quería reunirse con su compañero para entrenar, se apresuró hacia la habitación de Uchiha.

La entrada estaba custodiada por dos ANBU, por lo menos le deban un poco de privacidad. La ninja entró y notó a su compañero viendo por la ventana.

-Hay por lo menos dos ANBU más, allá afuera, deberías saberlo- no se sentía muy de ánimos para que su compañero escapara de nuevo.

-No planeaba escapar, Sakura- Sasuke se dio vuelta y se sentó esperando a ser revisado. Sakura se dirigió en silencio hasta él y comenzó su revisión, le hubiera gustado ser mas amable, hacer el ambiente más ameno entre ellos, pero no tenía nada que decir. Afortunadamente fue el portador del Sharingan quien rompió el silencio:

-¿Hace cuánto que eres médico?-

-Cuando Naruto se fue a entrenar con Jiraya-sama. Fue la primera vez que nos separamos- la ninja recordó la soledad que había sentido por aquellos días- Me sentí tan orgullosa de él, así que lo menos que podía hacer era tratar de ser una digna compañera, no solo para él, sino también para Kakashi sensei. Tsunade-sama aceptó ser mi maestra- fue tan solo un breve relato que no alcanzaba a describir todo cuanto había pasado desde su partida. Sin embargo, no había querido evitar el sentimiento en su voz, era algo de lo que jamás se avergonzaría, del amor que les tenía.

-Naruto no parece muy fuerte-contradijo con su típico orgullo.

-Te equivocas. Él es uno de los ninjas más fuertes que hay, tiene una convicción tan fuerte, tan inquebrantable que parece contagiarse, tiene unas ganas de superarse que son más grandes que cualquier talento. Eso es fortaleza. –la voz de la kunoichi no era fuerte, sino suave, pero con una seguridad que dejaba en claro sus convicciones.

-Parece que tienes una buena opinión de él, antes lo considerabas un estorbo-

-Sí, antes no era una chica muy lista- ella misma rió de sus propias palabras. Le dio la espalda para anotar el avance de su compañero. Parecía que la tensión entre ambos desaparecía, por lo menos ya no le incomodaba estar a solas. No es que le alegrara que estuviera allí, pero ya no lo evitaba. Se giró de nuevo para continuar y dar por terminado su chequeo, pero no esperaba encontrar a Sasuke tan cerca de ella así que instintivamente dio un paso hacia atrás, la mano de su compañero llegó a su cintura para evitar que retrocediera. Su corazón se aceleró involuntariamente, sabía lo que se avecinaba pues el rostro del ninja se acercó al suyo. No le apetecía ser besada por él, ni tan siquiera probar sus labios, pero no pudo negarse a aquel beso.

Sus labios se tocaron, durante algunos segundos apenas fue un suave toque y solo eso le bastó, intentó dar un paso atrás pero el la tomó por la cintura y la acercó más a él, pronto ese suave beso se volvió más intenso, Sasuke se negaba a dejarla apartarse y tomó el atrevimiento de meter su lengua en su boca. No era un buen beso, su lengua estaba por todas partes, sus labios se apretaban contra los suyos y apenas podía respirar, con cada paso que daba hacia atrás él avanzaba con ella, ni tan siquiera tenía los ojos cerrados, no estaba disfrutando ese contacto. Cuando logró separarse por fin pudo respirar, había sido la mejor parte del beso, poder respirar.

-Es mejor que descanses Sasuke-kun- le sugirió intentando olvidar lo que había pasado.

-¿No quieres quedarte un rato más?- recorrió su rostro con su mano, pero estuvo lejos de sentir ternura.

-He quedado con Naruto- y antes de que pudiera apartarse la besó de nuevo, invadía su boca con tanto derecho que la sorprendió, sus manos comenzaban a recorrer su cuerpo y eso fue suficiente. –Me tengo que ir- lo separó y no le dio tiempo para acercarse de nuevo, salió de ahí rápidamente.

Había pasado tanto tiempo imaginando como sería un beso con Sasuke, y cuando por fin había pasado su parte favorita había sido el final, cuando sus labios dejaron de tocarse. Cuando recordaba aquel contacto su cuerpo se estremecía, pero no de una buena forma, no era como quería sentirse. Había sido un beso fuerte, pero no de la forma correcta, se había sentido invadida, no podía creer que así fuera siempre, que todos los besos y caricias fueran de la misma forma, tan insípidos. Involuntariamente tallaba sus labios como queriendo borrar cualquier rastro que hubiera quedado de él. Todo esto pensaba Sakura mientras descansaba del entrenamiento con Naruto, quien aún intentaba perfeccionar una técnica. Había sido un buen entrenamiento, disfrutaba de esos momentos. Compartiendo movimientos y aprendiendo del otro. Sin duda había sido una buena elección.

-¿Todo esta bien Sakura?- Kakashi estaba frente a ella. La ninja le devolvió una sonrisa.

-Todo esta bien sensei- su mente aún era un caos y por más que intentara no podía borrar ese beso de su mente, sus propios labios aún recordaban ese fuerte contacto y era una lástima que hubiera sido el primero. -¿Cómo va su recuperación?-

-Honestamente no my bien, fui al hospital a buscarte y me dijeron que habías salido a entrenar- Kakashi que estaba en cuclillas se sorprendió con la rapidez con la que su alumna se puso sobre sus rodillas tan cerca de él que sus respiraciones chocaban. La chica no parecía notarlo pues no se apartó ni un centímetro, por el contrario Kakashi apenas podía evitar caer. Sakura puso sus manos sobre el rostro de su sensei y examinó el ojo que no era cubierto por la máscara.

-Tendré que revisar su Sharingan, sensei- el ninja tragó nervioso y asintió. Con gran suavidad Sakura levantó su banda. Antes solía intimidarle ver aquel ojo, pero con el paso del tiempo, con la misiones juntos, ese sentimiento había desaparecido. Ahora le intrigaba y además era un recordatorio del talento que poseía, a pesar de no ser un descendiente directo de aquel clan, mostraba tanto o más control de lo que se esperaría de un miembro original. La ninja observó unos segundos el Sharingan para después aplicar un poco de chackra.

Kakashi observaba a su pequeña alumna mientras lo atendía, era fascinante, ella achicaba ligeramente los ojos cuando trataba de enfocarse más, mordía su labio inferior y contenía la respiración.

-Cierre los ojos sensei- su voz era suave, era una orden que no le importaba acatar y era un privilegio ser atendido por ella. El ninja obedeció y una cálida sensación lo invadió, era el chakra de ella entrando en su sistema. Su cuerpo se comenzó a relajar involuntariamente, así que para evitar caer tomó de la cintura a su alumna, no había sido intencional, había sido un reflejo, pero aún cuando recupero el equilibrio no retiró las manos.

-¿Qué haces Sakura-chan?- la voz de Naruto interrumpió la tranquilidad de ambos y con cuidado y lo más natural que pudo soltó la cintura de la chica.

-Kakashi sensei no ha sentido bien- Sakura seguía aplicando chakra, intentaba no preocuparse mucho por su sensei, pero le inquietaba que aún no se recuperara por completo, había esforzado demasiado el Sharingan y eso era peligroso. –Quisiera que viniera al hospital conmigo sensei- le pidió dejando de curarle.

-No creo que sea necesario, me siento mucho mejor ahora- la ninja se puso de pie, sabía que no podía convencer a su sensei, era muy obstinado.

-Si vuelve el dolor de cabeza no dude en verme- se resignó la ninja y le ofreció una mano para ayudarlo a levantar, su sensei la aceptó con una ligera sonrisa en su labios, que su máscara no podía ocultar.

-Lo haré- le aseguró con su mano entre la suyas, la ninja se sonrojó ante el contacto, Kakashi lo notó y soltó sus manos. -¿Qué tal el entrenamiento?- intentó cambiar de tema y retrocedió un par de pasos.

-Ha ido muy bien- Naruto se unió a la conversación y fue el encargado de sacar varias risas.

Se quedaron un rato más charlando hasta que el sol amenazó con ocultarse, entonces decidieron que era hora de marcharse.

-Había pensado en visitar a Sasuke, ¿vienes Sakura?- el ofrecimiento de Naruto la sorprendió e involuntariamente se sonrojó, recordó aquel beso y su cara se transformó en un puchero.

-No, lo he visitado esta tarde- la chica no quería verlo por el momento, no mientras no decidiera si ese beso era bueno o no. Quizá así eran todos.

-¿Qué hay de usted sensei?-

-También lo he visitado esta tarde Naruto, cuando buscaba a Sakura-

-Entonces los veré después- su compañero salió disparado y los dejó solos y en silencio. Ambos se miraron por unos segundos, ligeramente nerviosos, cada uno por sus propios pensamientos, por un lado la ninja que sentía que en su frente estaba marcada una frase que decía :besada por Sasuke Uchiha: y no quería que nadie se enterase de eso, y por el otro estaba Kakashi que seguía afectado por la dulzura con la que su joven alumna lo trataba, no estaba acostumbrado a esa clase de trato, y viniendo de ella convertía su suave toque en algo peligroso. No le gustaba verse tan sensible a las manos de la ninja.

-Será mejor que me vaya- Sakura rompió el silencio.

-Déjame acompañarte- así ambos comenzaron a caminar en silencio. Sakura pensaba en un buen tema de conversación, quería acercarse un poco más a su sensei. Durante la misión a la Aldea de la Arena, la ninja sintió que la confianza entre ambos había crecido, quizás solo era su imaginación, pero quería creer que después de todos los años como equipo, la relación entre ellos mejoraba día con día. Estaba a punto de hablar pero sin esperarlo Kakashi se detuvo, la ninja lo observó con cuidado y notó como su sensei se tambaleaba. Rápidamente se acercó a él y lo ayudó a recuperar el equilibrio.

-Kakashi sensei – la ninja estaba preocupada, y cuando sus sensei se repuso, con mucho cuidado colocó sus manos sobre su rostro, se puso de putillas para estar a su altura, pero le fue imposible, así que Kakashi bajó un para poder estar a su altura. Sakura que sabía exactamente cual era el origen de aquel problema, levantó, sin preguntar, la banda de su sensei y comenzó aplicando chakra con sumo cuidado, sabía lo delicado que era realizar curaciones como esa.

-Gracias- el ninja comenzaba a sentir un gran alivio.

-Por favor sensei, debe venir conmigo al hospital- la ninja no paraba de curarlo.

-Solo necesito un par de días más, eso y tus cuidados serán más que suficientes- se sintió halagada de escuchar esas palabras pero su preocupación no desapareció.

-Prométame que si en un par de días más no mejora, vendrá conmigo al hospital- Kakashi notó la angustia en su voz de su alumna, lo conmovió y no pudo hacer más que comprometerse.

-Te lo prometo- se quedaron unos minutos más en silencio- Creo que es suficiente Sakura- Kakashi la detuvo y cuando abrió los ojos no pudo evitar estar muy cerca de ella.

-¿Mejor?- la ninja le preguntó dudosa, puso una de sus manos sobre sus mejillas y lo vio directo a los ojos a pesar de mostrar el Sharingan. Su sensei solo asintió a modo de respuesta y para asombro de la chica tomó su mano besándola por encima de máscara. Las sensaciones que invadieron a la chica fueron más de las que esperaría por un simple beso en la mano, su corazón se aceleró y notó como su rostro enrojecía y su estómago se encogía de emoción. Quería sentir más de esas sensaciones, simplemente quería más. Así que volvió a poner sus manos sobre el rostro de él, quien la miraba expectante ante sus movimientos pero no se atrevía a moverse ni a actuar, así que Sakura siguió explorando su rostro y su corazón se aceleraba cada vez más, una descarga de adrenalina la invitó a continuar y así lo hizo. Siguiendo sus instintos y deseos atrajo el rostro de su sensei, que no opuso resistencia, y suavemente lo besó sobre la máscara. Aún tenía los ojos abiertos y observaba el rostro de él, se veía tan atractivo, sereno y concentrado en ella, en el beso que compartían, por lo que la ninja también cerró los ojos y se dejó llevar por el tibio contacto. Sus labios no se movían pero a ninguno parecía molestarle, o eso creía Sakura hasta que su sensei se separó.

-Así no- la ninja bajó la cabeza avergonzada pero no arrepentida. Sin duda ese tibio y apenas contacto había sido de lo más placentero. –Es así -le indicó tomando una de sus manos, la llevó hasta su máscara y le indicó que la bajara. Sakura estaba sorprendida por la petición pero no lo dudó ni un instante. Bajó su máscara lento a pesar de lo ansiosa que estaba por verlo, mordía su labio expectante, así pues cuando la seductora boca de su sensei quedó al descubierto se lanzó hacia ella ansiosa.

Su boca era firme, sus delgados labios le dieron la bienvenida y de nuevo su corazón se aceleró pero esta vez sus piernas también temblaron. Sus labios estaban apenas unidos, ninguno profundizaba ese beso pero se negaban a separarse. La ninja quería más y lo obtuvo cuando su sensei la tomó de cintura y la besó más profundamente, con delicadeza pero dejando marcado sus labios sobre ella, delicadamente acarició su lengua con la suya, exploraba cada rincón de su boca y parecía deleitarse con ella. Sakura estaba fascinada con eso, no era un beso insípido por el contrario, ese beso era dulce pero con un toque ácido que lo volvía adictivo. No era un beso que invadía su boca, la exploraba, su contacto no la hacía retroceder, sino que, dio un paso adelante acercándose más, no era beso que le impedía respirar, era uno de esos que te roban el aliento. Y cualquiera que haya experimentado un buen beso conoce la gran diferencia entre quitar y robar el aliento, porque alguien sabe besarte te roba la respiración y esa la única clase de robo que trae placer.

Kakashi la tenía entre sus brazos, sus manos se aferraban a la cintura de la chica, quería, aunque a estaba más que embobado, mantener cierta distancia para controlar cada deseo que pasaba por su mente. Pero realmente le estaba costando, su cuerpo estaba ansioso de sentirla más cerca, de poder estrecharla con toda la libertad de un amante, sus labios querían más de ella y ella misma se lo ofrecía. La sujeto con más fuerza y bajó un poco más allá de su pequeña cintura. Su cuerpo estaba a su merced y lo hubiera tomado si estuviese seguro de que le pertenecía. Así que, aún contra sus deseos, la apartó.

-Sakura- la ninja se estremeció al escuchar su nombre en un susurro ronco. –Debes detenerte- le pidió como si él no fuese capaz de hacerlo. Sakura se alejó y fijo la vista en el suelo, de repente la timidez la invadió, aún podía sentir sus labios cálidos por aquel beso y su cara se sonrojó por el recuerdo. La mano de su sensei llegó a su rostro y lo levantó para poder verla a los ojos. Por varios segundos ninguno rompió el silencio que los unía.

-Sensei- casi no podía reconocer su voz, sonaba necesitada por lo que no se atrevió a seguir hablando.

-Debes aprender a controlar tus deseos- se acercó de nuevo a ella, sus labios estaban tan cerca que podían tocarse, sin embargo no la besó por completo y eso dejó frustrada a la ninja, quien rápidamente se dio cuenta de sus intenciones, se estaba aprovechando de el gran deseo que ella sentía por besarlo de nuevo, sabía que era muy obvia pero pronto encontró la manera de revertir la situación.

Puso suavemente sus manos sobre el pecho de su sensei, se acercó ligeramente y sopló suavemente sobre sus labios aún descubiertos, notó como Kakashi se tensó, contuvo la respiración y apretó fuerte la mandíbula.

-Tiene razón sensei- suspiró tratando de parecer más coqueta, y se alejó de él completamente. Él ninja tardó unos momentos en comprender lo que estaba pasando y cuando lo hizo se acercó de nuevo a ella.

-Vamos, te acompañaré a casa- la actitud del ninja cambió completamente, no parecía seductor. Subió su máscara y caminó en silencio durante todo el recorrido.

Sakura estaba más que confundida y no hacía más que suponer que había cruzado un límite, por más que hubiera disfrutado de el momento que acababa de compartir con él le era imposible, con la reciente actitud de su sensei, no arrepentirse. Apenas y se había despedido de ella, solo una rápida mirada y siguió su camino.

La ninja subió a su habitación y se tiró sobre la cama, cerró los ojos y recordó la actitud fría de su sensei, claramente estaba arrepentido de lo que había pasado, arrepentido de besarla y seguir sus impulsos. Sin duda había sido un beso de lo más placentero pero no quería decir que hubiese sido correcto y la prueba estaba en la despedida. Después llegó a su mente el beso con Sasuke, que comparado con el más reciente, no tenía oportunidad alguna, sin embargo no había sido tan prohibido, todos sabían los sentimientos que ella le guardaba a su compañero y era una gran posibilidad que estuvieran juntos. Quizás aprendería a disfrutar ese contacto, pero de solo pensarlo su cuerpo se estremecía protestando y le era inevitable no pensar en su sensei, las imágenes que pasaban por su mente elevaban su temperatura y debía morder sus labios para evitar suspirar repetidamente. Cerró los ojos y se dejó invadir por las nuevas sensaciones que tomaban su cuerpo.

Kakashi estaba no muy lejos de ahí, había tenido que subir hasta la punta de un árbol, pero por fin tenía la vista que deseaba. Podía ver a Sakura recostada sobre su cama, la luz de una vela le ofrecía un toque sensual. La ninja permanecía con los ojos cerrados, movía inquietamente sus piernas y se aferraba a las sábanas, Kakashi sabía perfectamente lo que pasaba por la mente de su alumna, pues eran los mismos pensamientos.

Quería entrar por su ventana y hacer lo que la chica estaba imaginando, besarla como había hecho ya, colocarse sobre ella y mostrarle lo pasional que podía llegar a ser, porque se había dado cuenta de la seductora curiosidad que poseía ella.

Se cubrió la cara frustrado y bajó de ahí, era una gran tentación que ya había experimentado. Su intención no había sido ser descortés con ella después de aquel coqueteo, pero cuando Sakura lo sedujo con algo tan simple, como poner las manos sobre su pecho, se dio cuenta lo necesitado que estaba y eso no era algo común. Naturalmente que disfrutaba del cuerpo de una mujer junto al suyo, era sumamente placentero y sus ganas siempre fueron saciadas en su totalidad, pero Sakura había conseguido dejarlo realmente necesitado de ella y no le gustaba, no disfrutaba perder el control y que alguien con solo unas cuantas caricias pudiera dominarlo de esa forma.

Sin duda su alumna, Sakura, poseía una sensualidad atrayente, por más que pareciese una joven inexperta había algo en ella que cualquier hombre anhelaba sentir. Era pasional y esa era una cualidad que era bien recibida por él.

Su imaginación estaba volando de nuevo y lo incitaba a subir por esa ventana así que forzando sus pasos se alejó de allí, después de todo era posible que la imaginación de ella girara en torno a Sasuke y no a él. Era algo en lo que no había pensado, en la posibilidad de que su alumna aún estuviera enamorada de su compañero y ese pensamiento lo impulsó a alejarse de y no volver. Seguramente lo había besado como anhelaba besar al portador original del Sharingan.