Erótico, Neurótico

Written by: Lore-chan.

1º Parte.

         ¿Por qué tenía que moverse de esa manera?… me comenzaba a dar calor. Bueno siendo más preciso, comenzaba a arder. Acaso, ¿no tienen prendido el aire acondicionado en este lugar?. Y me mira…y disfruta haciéndome perder los estribos. Me llama provocativamente con su dedo índice, me incita a que vaya a bailar con ella. Pero no, me contendré…que sepa que de esa forma no logrará mucho.

         Es difícil, mis pies se mueven solos y lo único que quieren es ir hasta donde se encuentra ella danzando.

         El lugar está infestado de hombres, todos a punto de embriagarse y otros ya ebrios que observan como esas chicas se mueven de un lado a otro. Hay una barra en medio de un escenario donde ellas juegan y las luces rojas  revoloteando por aquí y por allá por sus mínimos uniformes de trabajo.

         Y ella me vuelve a mirar mientras se tira al piso y rueda hasta llegar a mi.

         -ven… - murmura tomando mi camisa y acercándome a ella.

         -no quiero…

         -¿seguro? – y sonríe juguetona – apuesto a que estás loco por estar conmigo…

         -te equivocas.

         -¿así?, si no quisieras estar conmigo, no hubiese venido desde tan lejos.

         -vengo sólo porque estoy preocupado por ti.

         -ay, no. Te mandó a buscarme…¿no?. Acaso no está feliz de tener que preocuparse por alguien menos, debe estar contento de haberme alejado al fin.

         -¿por qué dices eso?. Está nervioso de que pueda pasarte algo en este lugar – miré a mi alrededor y varios hombres eran llevados de la mano por unas muchachas hasta una puerta donde sólo entraban 'clientes especiales' – la última vez que vino y no logró sacarte…llegó muy mal.

         -él tiene la culpa…nadie le pidió que viniera. Aquí ninguna persona me dice qué hacer y qué no, ni tampoco están sobre mí todo el tiempo. Me dejan hacer todo lo que yo quiera.

         -eso veo… - y me levanté dispuesto a salir y dejar de ver su espectáculo tan deprimente.

         -¿ya te vas?…eres un aburrido, Takeru. Por eso estás solo aún, te vas a volver viejo, te quedarás solo. Nadie te soportará, te volverás amargado y aburrirás a ¡todo el mundo! – me gritó en la cara y estaba pasada a alcohol.

No sabía con precisión qué tipo de alcohol era ya que eran muchos y todos estaban revueltos en su boca.

-quizá me vuelva lo que tu me dices, pero no seré como tú, no estaré vendiéndome a imbésiles a quienes le roban su dinero por mujeres baratas. 

Aquello le hirió, me miró casi a punto de llorar, pero no lo hizo y en vez de eso me plantó un bofetada en la mejilla derecha. Que no niego me dolió mucho.

No me quejé, la miré indicándole con ello que no me retractaba en nada.

-no soy una mujer barata…y dile al imbésil de Taichi que no voy a volver!, que me quedaré aquí por el resto de mi vida – se acercó lo más que pudo - …vendiéndome.

Dio media vuelta y volvió a la barra para ahora a bailarle a un muchacho occidental. Le hacía miles de movimientos eróticos que estaban haciendo efecto. Lo podía ver en la cara de ese hombre.

También di la vuelta, pero no podía irme dejándola así. Estaba resuelto a llevármela por las buenas o…por las malas. Caminé hasta ella, subí a una silla, luego a una mesa y después al escenario.

Ella se dio cuenta y en seguida vino hacia mí.

-bájate – exigió.

-no.

-bájate, ¡ahora! – me empujó de los hombros y retrocedí un poco.

-no lo haré.

-llamaré a las demás si sigues molestándome. Ya saturaste mi paciencia. ¡bájate! – y volvió a empujarme.

-quiero hablar contigo, sin indirectas, sin malos tratos y…sin golpes.

-¿para qué?.

-para hablar, ¿no escuchaste acaso?.

En ese lapso llegaron al lado de ella unas cuantas chicas, todas ordinarias (de comunes, no sucias o algo parecido) y el cabello mal teñido y todas con el mismo 'uniforme' de mi amiga.

-¿estás bien? – preguntaron mirándome - ¿te está molestando?, porque si es así lo echamos.

Me mantuvo callada un rato. Sin quitarme la vista de encima: -no se preocupen – les dijo – él es cliente especial mío.

Tomó mi mano y me bajó del escenario. A mis espaldas se escuchaban los murmullos de unas chicas emocionadas, dando risitas cómplices.

La observé, pero ella iba con los ojos en el camino. Nos aproximábamos hacia aquella puerta. Pensé un poco…¿qué había querido decir con que yo era un 'cliente especial suyo?.

A nuestros pies cayó un caballero de traje muy fino al suelo, dormido de tanto beber y sus compañeros de mesa en vez de recogerlo, se rieron de él y lo dejaron botado; continuando con su conversación. Ella y yo, lo saltamos sin hacerle daño y mi amiga llamó con lo dedos a una compañera que arrastró a ese hombre hasta la calle.

Llegamos a la bendita puerta que tanta curiosidad me daba desde que entré. La abrió como si nada y adentro todo estaba en completa penumbra. No se veía absolutamente nada. A medida que avanzaba chocaba incesable con algo parecido a maseteros.

         De pronto se detuvo y oí el sonido de un juego de llaves. Abrió una puerta de la cual emanó una débil luz roja del interior y noté a duras penas un poco del pasillo estrecho que había recorrido donde en cada masetero al frente había una puerta. Me imaginé que era la forma que ellas tenían para no perderse en la oscuridad.

         Tomó otra vez mi mano y me dio un tirón para entrar.

         La pieza era amplia, con una cama en el suelo cubierta de pétalos rojos y almohadones de colores fuertes, en la esquina una lamparilla y techo y las paredes estaban llenas de velos de colores rosas, rojos, naranjas y amarillos que le daban un estilo marroquí. 

         Levantó uno tras otro los velos del camino y finalmente nos sentamos en la cama. Ella tomó de inmediato un cojín anaranjado el cual apretó.

         -aquí podemos conversar tranquilos – dijo despacio – nadie nos molestará, las paredes están confeccionadas de manera occidental, no se escucha nada de una habitación a otra.

         -¿cómo sabes que nadie entrará a interrumpirnos?.

         -porque esta es mi habitación y nadie sin mi consentimiento puede entrar.

         -¿duermes aquí?, es confortable.

         -no duermo aquí – aclaró – es mi lugar de trabajo.

         -¿perdón? – le dije creyendo haber escuchado mal.

         -se supone que en estas habitaciones atendemos a nuestros 'clientes especiales' – sonrió – o sea a ciertos hombres que les ofrecen buenas cantidades de dinero, ellas les dan dos horas de su compañía.

         -¿por qué hablas de 'ellas les dan'?, tu también trabajas en esto.

         -yo sólo bailo – me dijo seria y hasta por un segundo vi en sus ojos que se sintió ofendida.

         -¿no tienes 'clientes especiales'? – algo me tenía celoso.

         -es la primera vez que traigo un hombre a este cuarto. Tú eres el primero, Takeru.

         -¿en verdad?.

         -no hallo razón para mentirte.

         -por eso tus…amigas estaban riendo y comentando – recordé.

         -sí…yo soy la única de este lugar virgen.

CONTINUARÁ…

Notas:

Los caps son cortos, pero espero que sean de buena calidad. Este fic es preciso y no es largo (dos o tres capítulos listos en mi cabeza).

Estoy terminando la parte siguiente de "lo que cambia y regresa", la subiré esta semana que viene es lo más seguro.

Ojalá les halla gustado, algunos deben saber de quien se trata esta chica. Pero recuerden, ustedes creen algo y yo escribo otra cosa…aunque no creo que se equivoquen esta vez…por ser un fic tan preciso, digo. No tiene mucha historia, ni mucho drama y enredo. Es simple. Y espero que les guste muucho, yap??

Porfis un review ^_______^

L O R E – C H A N.