Hola! Se que no he actualizado ninguno de mis fics desde hace un rato pero estoy trabajando en ello o.o, el caso es que este es un nuevo fic que espero les guste. Como siempre, es un HarryxDraco, y la mayoría del fic, si no es que todo -.-, está escrito con Harry de interlocutor, así que son sus pensamientos, ideas, o cosas que le pasan, todo en primera persona del singular xD! Bueno sin más que decir, les dejo con el fic.
Disclaimer: Todos absolutamente todos los personajes pertenecen a su autora J.K. Rowling ¿ok?... yo solo los tomo prestados para escribir esto n.n…Pero no me demanden! TT.
Capítulo 1: El hechizo
Ya está decidido, no es el momento de echarse para atrás y tirar todo por la borda, prácticamente todo está listo y faltan escasos quince minutos para la hora acordada. Si, ya no me puedo arrepentir, además, hay que tener un poco de confianza, todo está planeado con tanto detalle que es imposible que fallemos, y si fallamos, si algo sale mal, las cosas no pueden terminar peor de lo que ya están, eso es seguro.
Probablemente se preguntarán porqué hago algo como esto, pues es muy simple y comprensible, tengo apenas dieciséis años de edad y puedo decir, sin temor a equivocarme, que mi vida es una miseria. Si, una total miseria¿pesimista? No, realista. Mis padres murieron cuando apenas tenía un año, por ello tuve que vivir con mis tíos y mi indescriptible primo, sinceramente hubiera estado mejor en un orfanato, así que mi infancia mejor no recordarla. A los once años mi vida dio un giro de trescientos sesenta y por un momento creí que mejoraría, y en parte, lo hizo, me contaron que era un mago y una parte de la historia de mis padres, lo cual fue doloroso pero me alegró conocer un poco más de ellos, además de esto hice grandes amigos y llegué a un lugar nuevo realmente emocionante, pero para mi buena suerte a punto de estallar en una guerra que yo debía librar.
¿Quieren agregarle más drama al asunto? Pues continuaré, gracias a mi cicatriz en la frente medio mundo mágico me ama y la otra mitad me odia, durante los años que llevo estudiando en Hogwarts he tenido más acercamientos con la muerte que un alma en el purgatorio, y gracias a que Merlín es muy poderoso he salido vivo. Para hacer esto un poco más trágico, Remus Lupin murió, un gran amigo, tanto mío como de mis padres, su pérdida fue muy grande y no saben el dolor que sentí, pero pude vivir con ello, al menos un tiempo, hasta que la muerte de mi padrino, Sirius Black, le siguió, con esto no pude o he podido lidiar, puede decirse que esta fue la gota que derramó el vaso, ya que por fin mi vida iba a cambiar, como tutor mío, viviría con él en el mundo mágico y el me ayudaría a soportar todo lo que viniera, pero no.
Así que decidí hacer esto, no se si funcione, pero al menos tengo derecho a intentar que mi vida sea un poco más sencilla de lo que es ahora. Sinceramente era esto o cortarse las venas, así que lo primero lo considero mucho más sano y productivo.
Muy bien, ya casi es hora, así que hagamos un pequeño chequeo, solo lo esencial, para ver que llevo todo¿varita? Aquí está¿capa de invisibilidad? Lista¿libro de hechizos? Ya va¿sentido común? No, no está. Perfecto, llevo todo y dejé de lado mi conciencia para que no me arrepienta en el último segundo. Bueno, ya estoy, así que vámonos.
Pasillos, pasillos, gente, más pasillos, más gente, cuadros, paso tres veces por aquí y ya estoy. La sala de los menesteres, que mejor lugar para hacer algo indebido. Entro y me topo con las caras de los que han sido mis dos mejores amigos desde que entré en esta escuela, me dirigen una sonrisa algo nerviosa, aún esperan que les diga que esto es una muy mala broma, o al menos que lo pensé bien y no quiero hacerlo. La verdad, entre más pienso el asunto y más considero las posibilidades, como Herm me pide que lo haga, más decidido estoy a hacerlo.
-Hola chicos¿ya está todo?- les pregunto con sencillez y tranquilidad en mi voz como si esta fuera un día común y corriente, no puedo dejar que noten mi nerviosismo, creo que con el suyo tienen suficiente.
-Si, todo listo Harry, pero antes de hacerlo te pido que vuelvas a pensarlo, un solo error y todo podría cambiar- me dice mi inteligente amiga tratando de hacerme cambiar de parecer.
-Que yo sepa ese es el punto- dijo Ron en un tono que al parecer no le agradó nada a mi castaña amiga.
-Sabes a lo que me refiero Ron, es decir, puede que las cosas cambien para bien pero también puede que no-
-Ya lo se, enserio, pero las cosas no pueden terminar peor de lo que ya están así que quiero tomar el riesgo- les digo lo suficientemente convencido para tratar de que me crean.
-Esta bien, pero ten mucho cuidado, trata de no alterar nada más, vuelve lo más pronto posible, si se puede que nadie te vea, no hables con absolutamente nadie- obvio, era de esperarse que empezara a darme instrucciones, creo que se toma muy apecho su papel de amiga, a veces siento que es como mi madre, pero bueno, dejémosla que continúe y yo solo asentiré y sonreiré pretendiendo que escuché todo lo que me dijo –¿entendido Harry?- me pregunta al ver que no le presto mucha atención.
-Claro, no te preocupes todo va a estar bien- le respondo con una sonrisa que al parecer es reconfortante para todos.
Con esto dicho damos por echo que el momento llegó, Herm toma el libro de hechizos que segundos antes yo tenía en mi poder, lo relee unas cuantas veces, y en voz alta me da los pasos exactos a seguir, mientras mi pelirrojo amigo se limita a mirar y darme su apoyo moral incondicional. Me apunto a mi mismo con mi varita diciendo las palabras que ella acaba de pronunciar para que yo las repita y una luz cegadora inunda toda la habitación al instante.
No se cuanto tiempo ha pasado desde que hicimos el hechizo, no tengo ni la más mínima idea de donde estoy, y no se si en algún momento voy a poder abrir mis ojos otra vez, tal vez ahora si ya no voy a poder ver nada. Escucho pasos, pasos apresurados que se dirigen a mi, posiblemente tirada, persona. Los sonidos se hacen más cercanos, más rápidos, pero en ningún momento se escucha que corra, solo es el caminar más rápido que haya escuchado, se detiene, supongo que me está viendo tirado en ¿el piso¿estaré en un piso? Bueno, tirado en algún lado.
Siento que una suave mano toca mi hombro con delicadeza, para después tomarme por ambos hombros y empezar a sacudirme levemente, parece que trata de que despierte, espero que lo logre, sus movimientos se están volviendo más rápidos y fuertes, creo que me empieza a doler, pero por obra del destino mis párpados se hacen menos pesados que hace unos minutos y me siento con la capacidad de abrirlos. Lo intento, poco a poco mis ojos captan una figura borrosa, que con el pasar de los segundos se va haciendo más clara, parpadeo varias veces hasta que mis ojos se acostumbran a la luz, entonces puedo identificarlo, pero al parecer mi cerebro aún procesa la imagen, tez clara, cabello rubio y unos ojos grises profundos.
No puede ser, simplemente no puede ser, no puede ser él, pero si no es él entonces ¿quién es, tiene que ser él, pero no puede, porque si es él entonces algo salió mal. Me le quedo viendo con una cara de desconcierto total, no tengo ni la más mínima idea de lo que está pasando¿cómo quieren que lo vea?. El se me queda viendo también, en solo unos segundos su mirada me recorre de arriba abajo, parece que todo lo encuentra bien, así que se levanta de su posición, se arregla la túnica y después hace algo que no se si calificar como bueno o malo.
-No planeo estar aquí parado todo el día Potter- su voz, su inconfundible voz y arrastrar de palabras me confirma lo que me temía, su mano que me era ofrecida se acerca a la mía, por lo visto entiende que no reacciono y no planeo hacerlo. En un agarre fuerte pero cuidadoso me levanta sin dudar, de un solo jalón, como si no pesara nada.
-Gracias- alcanzo a decir, no se muy bien si eso era lo que debía decir, pero al parecer no ya que él se me observa de una forma muy extraña, para después empezar a caminar, y casi como un impulso yo le sigo.
-No te acostumbres, no voy a estar ahí siempre, en fin, me puede decir el gran Harry Potter que hacía tirado a medio pasillo- me pregunta en un tono que nunca lo había oído usar, es con burla pero sin desprecio, elegante, arrastrando las palabras pero no hay desagrado más si superioridad, bastante extraño.
Ante mi gran elocuencia, parece hartarse y detiene su camino, un leve suspiro escapa de sus labios con fastidio, se para frente a mí y chasquea sus dedos un par de veces en mi rostro. A lo cual, solo puedo parpadear y entender que debo volver al mundo o donde sea que esté y responder algo.
-Yo… no lo se- respondo algo confundido, pero a mi cerebro llega una idea, un pensamiento, un curioso y pequeño detalle que ya terminé de procesar -¡Malfoy?- le grito escandalizado, mientras mi cuerpo se hace para atrás alejándose un poco de él.
-¿Si?- me pregunta en ese tono extraño de nuevo –sabes, se que estoy muy bueno y todo, pero no te tienes que sorprender así al verme- me dice autoalabándose, mientras se pasa una mano por su definitivamente lacio y rubio cabello.
-Yo, tu¿¡Qué? No¿¡Qué pasa¿Tú¡Tú¿¡Donde estoy?- las ideas se atropellaron en mi boca, tratando de salir todas al mismo tiempo, dando como resultado mi entendible comentario.
-Emmm Potter, yo se que nunca has sido un genio en esto del habla pero ¿considerarías la idea de formular mejor tus oraciones?- me pregunta con sus ojos fijos en mí, parece que empieza a entender lo confundido que estoy ya que ahora me observa más a detalle que antes, parece que cree que estoy bromeando, pero mi mirada le dice lo contrario, cosa que por raro que parezca él entiende –Muy bien, tranquilo, mejor vamos al cuarto y ahí me explicas todo- me dice tratando de no alterarme, para después, sin decir más, empezar a caminar de nuevo y yo a seguirlo por instinto o por estupidez, depende de cómo lo vean.
Se detiene frente a un cuadro, uno que pocas veces había visto antes, sisea la contraseña para después pasar, se queda parado al ver que yo no me muevo¿cómo moverme si lo que tengo enfrente es a Draco Malfoy esperando que entre a Slytherin? Porque la verdad asumo que esto es Slytherin, ya saben, alcanzo haber bastante verde y plateado desde mí posición, lo cual me indica y reafirma que estoy en Hogwarts y hay dos posibilidades: algo salió mal o estoy soñando.
Por lo visto se impacienta, si, a este niño le falta paciencia en muchas cosas, me toma de la muñeca y prácticamente me arrastra hasta una habitación, donde una placa plateada con adornos de serpientes está en la puerta, y ahí puedo leer los nombres de los habitantes: Malfoy, Nott, Potter y Zabini. ¡Potter? Releo ese pequeño letrero unas siete veces por segundo y los apellidos siguen igual: Malfoy, Nott, Potter y Zabini. ¡Qué hace mi nombre ahí? O mejor aún ¡Qué hago en Slytherin¿¡Para que me trajo Malfoy¿¡Por qué hablé con Malfoy¿¡Por qué me ayudó y me trajo hasta aquí? Ok, demasiadas preguntas. Mejor me calmo y le sigo el juego, lo más probable es que esto sea un sueño, un sueño muy, muy extraño.
Salgo de mis pensamientos para encontrarme con un rubio esperando a que entre a la habitación, en cuanto lo hago cierra la puerta y se va a sentar en una de las amplias camas, creo que espera que yo haga lo mismo, así que lo hago. Creo que es bastante obvio mi nerviosismo, y si no Malfoy debe ser la persona más ciega del planeta, eso o realmente no le importa que esté nervioso, yo apostaría por lo segundo. Con cuidado veo que el rubio se empieza mover en la cama, se va hasta la cabecera y recarga con cansancio su espalda sobre ella, todo ante mi analítica mirada.
-¿Ya vas a decirme que pasó?- me pregunta cerrando los ojos con pesadez, supongo que tuvo un día duro¿enserio esto está pasando? Merlín! Estoy hablando con Malfoy como si nada, aunque sea un sueño esto no pasaría! Bueno, ya, ya, seguro que en poco tiempo despierto y esto solo queda como un divertido y retorcido recuerdo.
-Sinceramente, no lo se, no se como llegué a ese pasillo- le respondo con algo de duda y sin atreverme a mirarlo a la cara, claro que se como llegué a ese pasillo, después de un fallido intento al hacer un hechizo! Pero obvio que no le voy a decir eso. No puedo creer que esté teniendo una conversación civilizada con Draco Malfoy.
-¿Y no sabes como te desmayaste en el? Porque me supongo que estabas desmayado y no te hacías el muerto- continúa con el interrogatorio en la misma posición que antes, recargado y con ojos cerrados.
-Tampoco se eso- supongo que fue por el hechizo pero enserio que no se lo voy a decir.
-Bueno, que se le va a hacer, sabes estás actuando muy raro- me comenta como quien no quiere la cosa y la sangre me deja de circular por un segundo ¡Porqué será que estoy actuando raro? Supongo que no tiene nada que ver con que estoy hablando con mi enemigo declarado –será mejor que descanses un rato- me dice para luego levantarse y correr buena parte de la sábana junto con la colcha, invitándome a acostarme, para luego ir por un libro e irse a la cama de al lado –es enserio, no te ves bien Harry- ¡Harry? Acaba de llamarme Harry! En definitiva esto no está bien. Mis ojos abiertos a más no poder, mi boca tratando de decir algo y mi cerebro trabajando a mil debieron llamar su atención ya que una vez más se me queda viendo.
-¿Algún problema Harry?- me pregunta, de nuevo llamándome por mi nombre, cosa que no deja de asombrarme. Con un leve movimiento de cabeza le indico que no y me refundo entre las sábanas, cerrando los ojos, solo esperando dormir, tal vez así pueda despertar de este sueño y volver a mi realidad donde todo es normal y donde debo hacer un hechizo para cambiar mi vida de una vez por todas.
Continuará…
N.A.: Y bien¿Qué les pareció? En lo personal a mi me gustó, traía esta idea rondando en mi cabeza desde hace un buen rato pero no tenía nada concreto, así que gracias a Addanight, que me ayudó a definir lo que quería para este fic, pude escribirlo. Bueno quedó algo corto, bastante, pero me pareció bien dejarlo ahí, se que aún no se entienden muchas cosas, pero comprenderán conforme vaya avanzando la historia. Espero que les haya gustado y cualquier duda, sugerencia y/o comentario pueden dejarme reviews - donde les contestaré gustosa.
Hasta el próximo capi!..
Kisses!
Nadeshda Vyacheslav.
