Tengo otro OS mucho más largo que debería terminar pero no quería perder la inspiración para este, así aunque algo corto espero que les guste.

Ni Love live ni los personajes que uso me pertenecen solo les pague para que actuaran en mi historia :v


Situaciones.

Ayase Eli no podía dejar de observar a la bella mujer que tenía frente a ella, esa dulce sonrisa y hermosos ojos esmeralda, sin duda era la mujer más hermosa que había visto jamás, eso sin mencionar el cuerpo de diosa con esas torneadas piernas, amplias caderas y generoso busto.

No pudo evitar relamerse los labios una vez más.

— No te estoy mintiendo Nozomi —Habló lo más segura que pudo — Si me aceptas soy capaz de dejar todo por, todo —Recalcó la última palabra lo mejor que pudo.

— Elicchi no creo que…

— ¡Nozomi! —Golpeó la mesa del bar que las mantenía una frente a la otra interrumpiendo a la chica — Te amo, Nozomi, como jamás creí amar a nadie.

— Elicchi —Repitió con ternura en su voz.

Eli sonrió satisfecha, le encantaba ver esa expresión en el rostro de esa mujer. No se merecía a la novia que tenía, no, porque esa mujer malvada a veces la ignoraba y no le prestaba la atención que se merecía, otras la avergonzaba diciendo tonterías y muchas veces discutieron hasta que ese bello rostro dejaba esa sonrisa y el brillo en sus ojos cambiaba a un tono oscuro, ella la vio muchas veces en de esa forma y eso no le gustaba.

— Ella no te merece Nozomi —Quería ver a Nozomi siempre sonriendo y por eso ella se esforzaría para llegar a ser alguien digna de esa diosa — Yo puedo hacerte feliz, mucho más feliz que esa desconsiderada y mala mujer.

— Elicchi por favor…

— Nozomi, huyamos juntos —Nuevamente la interrumpió antes de poder decir algo.

— ¿Huir?

— Si, a donde nadie nos encuentre nunca y podamos ser felices —Sabía que era una locura pero por ella era capaz de eso y más.

— Suficiente, me voy —Dijo sin más levantándose de su lugar con intensión de irse, ya había escuchado suficiente.

— Espera —Rápidamente la atrapó del brazo — ¿Tanto la amas? —Preguntó con amargura en su voz.

— Elicchi —Ya había perdido la cuenta de las veces que repitió su nombre esa noche y las veces que suspiro igual.

— Yo te puedo hacer más feliz que ella; yo te amo mucho más —Repitió comenzando a desesperarse.

¿Qué haría sin Nozomi? Sin duda su vida terminaría.

— ¿Y a dónde iríamos?

— A cualquier parte —Respondió sin dudar — Mientras estemos juntas no importa.

Nozomi sujetó su cabeza con la mano libre cubriendo su rostro.

— Sé que suena loco pero ya no puedo vivir sin ti; no me importa dejar todo incluso a mi prometida si estás conmigo.

— Elicchi...

Nozomi pareció rendirse en su intento de huir lo que relajo a la rubia soltando su brazo.

— ¿Eso es un sí? —Preguntó con esperanza.

— Elicchi —Suspiró nuevamente llevando su mano a la altura del rostro de la mujer que ha amado durante muchos años — ¡Yo soy tu prometida idiota! —Gritó golpeando a la pobre chica en la cabeza.

La pobre mujer perdió el equilibrio cayendo al piso sosteniendo su cabeza, ¿Desde cuándo era tan fuerte? Y tratando de enfocar su vista nuevamente en la mujer que la traía loca desde hace años noto algo extraño.

— Nozomi ¿Desde cuándo tienes hermanas gemelas? —Preguntó desorientada.

— Se acabó, hoy duermes con la mascota —Sentenció Nozomi realmente molesta — Llamaré a Nicocchi para que te recoja.

— Pero Nozomi

— Pero nada —Interrumpió ahora ella — Te dije que no tomaras tanto y ahora mira —Señaló a la ebria rubia que apenas y podía ponerse en pie.

Hizo otro intento fallido por mantenerse firme pero un mareo la obligo a sostenerse de la mesa tratando de evitar que lo que consumió por la tarde saliera por el lugar equivocado.

— Hablaremos mañana Ayase Eli

Sin decir nada más se retiró del bar no sin antes pagar la cuenta porque de otro modo su rusa novia armaría otro alboroto por una cuenta errónea.

Eli suspiró, nuevamente tomo asiento pensando en lo que acababa de pasar.

— Por eso sentía que pese a todas mis palabras le era infiel a Nozomi —Murmuró sin despegar sus ojos de la mesa — ¿Cuenta cómo infidelidad si te le declaras a tu prometida jurándole amor eterno mientras crees que ella no lo sabe?

Su mente era un caos en más de un sentido.

— Nico y Maki van a matarme por arruinar su noche de fantasías

Sin fuerzas para sostenerse se desplomó sobre la mesa lamentado su suerte de esa noche, su próximo regaño de Nico, su próxima cruda y finalmente y lo que más temía, el castigo que Nozomi le daría, porque ella lo tenía muy claro, ella se iba a asegurar que recordara esa noche el resto de su vida.


La idea llego cuando veía un chiste de borrachos que la verdad poca atención le puse pero lo bueno es que pudo salir algo de eso :v bueno ahora si a terminar el otro OS... espero hoy apenas y he tocado mi lap.