Disclaimer: nada me pertenece, excepto ideas. El resto a JK Rowling

MariS.


Hermione Granger cenaba tranquilamente, esa noche. La cena era fantástica. Luces suaves de velas, copas de vino tinto, postre perfecto y el menú ideal. Severus estaba sentado al otro lado. Miraba la cena y la miraba a ella. Había algo en ella.

Simplemente hermosa.

Mientras cenaba, Hermione miró el entremés. Un poco de pan tostado que iba perfectamente con la mantequilla sobre la mesa. Estaba muy lejos como para ser alcanzada. Estiró su mano, pero no llegaba. Miró a Snape, que se limpiaba la boca con un pañuelo.

— Cariño... ¿me pasas la mantequilla?

Severus no dijo nada y se inclinó hacia adelante, para tomar aquel pequeño envase con mantequilla. la colocó cerca de Hermione y ella con un además agradecido, tomó el cuchillo y untó su pan con mantequilla. Le dio un par de mordidas y antes de continuar, sonrió suavemente.

— ¿Qué?

Severus se inclinó hacia adelante y con su dedo, señaló su mejilla derecha.

— Tienes mantequilla aquí— dijo, utilizando sus dedos para limpiarla. Mientras lo hacía, la contempló en silencio. Hermione sonrió.

Continuó limpiándola, aunque ya estaba limpia. Antes de que pudiera moverse ella, acercó sus labios a la mejilla y lamió delicadamente aquel punto. Hermione no hizo nada, lo miró en silencio. Ligeramente nerviosa. Tensa.

— Me gusta esa mantequilla... ¿dónde la compraste?

— Pues... donde siempre... supongo.

— Es deliciosa— dijo— suave y deliciosa mantequilla.

Hermione rió, le hacía cosquillas. Se separó de ella y continuó acariciándole la mejilla. Hermione ladeó la cabeza hacia el pequeño envase con mantequilla y se dijo que iba a necesitar más de eso, para el resto de su cuerpo. Y él pensó lo mismo. Sobretodo cuando se untó mantequilla por las partes del cuerpo que le gustaba mirar.

— Deliciosa mantequilla— dijo, mientras mordía uno de sus pezones— Muy buena para desayunos. Pan francés... huevos y...

La miró sonreír, mientras se sentaba en una punta de la cama.

— Para mi esposo... un postre mío. Torta... con mucha mantequilla, canela... y crema— dijo, dejando caer un poco entre sus piernas.

Entendió lo de la crema.