Disclaimer: todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling
Este fic participa en el reto temático de febrero del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Como cada mañana Luna se despertaba con una sonrisa, no importaba que, otra vez, hubiera tenido pesadillas con la muerte de su madre, ya habían pasado años desde el accidente pero en su mente estaba tan fresco como si lo acabara de presenciar, aun así no podía quitarle la alegría de despertar cada día.
Y a cada despertar se dirigía al baño para darse una ducha y prepararse para el día de clase, parada al lado de la cama se ponía su tunica, agitaba las manos alrededor de sus oídos para alejar a los torposolos (no podía permitir que estos la confundieran durante el día) , se ponía sus aretes de rábano y todos sus extraños accesorios hechos por ella misma; se sentaba en la cama lista para ponerse los zapatos, para descubrir que alguien le había escondido las calcetas (a veces eran libros, otras eran prendas), claro que ella sabia que eran los nargles, en época navideña abundaban en el castillo debido a los muerdagos, se terminaba de alistar, agarraba sus libros y bajaba a su sala común.
Como todos los días saludaba muy amable y sonriente a todos sus compañeros Ravenclaw, algunos le devolvían el saludo con un gesto de la mano, otros la ignoraban y unos cuantos le gritaban "Lunática!".
Salía hacia el Gran Comedor para desayunar y se sentaba en la mesa de su casa alejada de los demás, puesto que nadie quería estar cerca de ella. Una vez terminado de comer se dirigía a sus clases.
Por suerte algunas de esas las compartía con los Gryffindor y ahí tenia una gran amiga, Ginny Weasley. En clase de Cuidado de Criaturas Mágicas siempre discutía con Hagrid sobre la existencia de los snorkacks de cuernos arrugados o de los blibber, aunque nadie quería creerle.
En las tardes se dirigía al bosque para admirar a los thestrals, esas criaturas que tan pocos podían ver y muchos mas creían que daban mala suerte, pero para ella eran hermosos y muy nobles; claro que aprovechaba su paseo para buscar nuevas criaturas para que su padre pudiera escribir un articulo en "el quisquilloso" .
Como en las ultimas semanas el galeón que tenia se había calentado para avisar que en la noche había una reunión del ejercito de Dumbledore. Le gustaba mucho aprender todos los nuevos hechizos que Harry les enseñaba además de que se la pasaba a gusto con sus nuevos amigos, porque si, así es como consideraba a algunos compañeros de ese grupo.
Una vez llegado el toque de queda todos regresaban a sus dormitorios y eso no era diferente para Luna, se dirigía hacia la entrada de la torre de Ravenclaw, respondiendo al acertijo del día, entraba y subía a su habitación, preparada para dormir. Se desvestía, volvía a guardar todos sus accesorios y libros, se ponía su pijama y una vez recostada estaba lista para soñar otra vez cosas horribles y empezar de nuevo su rutina en la mañana.
Lo que ella no sabia era que muy pronto, mas precisamente antes de finalizar su cuarto año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería , iba a haber un gran cambio en su vida; empezando con volar en thestrals, pasando por poner en practica todas las clases "ilegales" que había tenido, hasta encontrar amistad verdadera que duraría para el resto de su vida.
Muy pronto su rutina cambiaria por una un poco mas interesante.
