¡Disclaimer!
Bueno, ciertamente tengo que hacer un buen descargo de responsabilidad con este fic.
1) Quiero aclarar, para salvar confusiones, que me aferré al manga de Pokemon. Entonces Green es el rival del Red y nieto del Profesor Oak y Blue es nuestra querida ladrona. Evitamos marearnos (ya, en serio, ¿tan difícil les era mantener los nombres?)
2) Soy una antigua lectora del Manga y tengo que admitir que... nunca lo termine. Recién ahora estoy no solamente encontrado los archivos para poder leerlos, sino que además estoy contando con el tiempo para hacerlo. Intentaré aferrarme lo más posible a la historia, pero un error siempre es posible. Igualmente he leído bastante sobre todos los personajes para tener una idea bastante consistente de cada uno. Si encuentran algo que no encaja, haganmelo saber, la crítica es siempre bienvenida.
3) Esto se conecta con el punto dos. Quise tomarme ciertas licencias con esta historia, ya que en realidad estoy haciendo una suerte de "estilo libre" con los personajes. No quiero caer en un OoC, pero tampoco estoy siguiendo una línea estricta. Simplemente tomé a mis personajes favoritos y diseñe un escenario "nuevo" para ellos, a ver qué sale.
4) Este es mi primer fic de Pokemon, y es mi sueño escribir desde que tengo unos 12 años. Blue y Green fueron mi primera OTP, siempre quise escribir sobre ellos. Por eso les pido: ¡No tenga piedad! Critiquen, comenten, opinen, hablen, discutan... lo que quieran. Todos sus comentarios, siempre que sean respetuosos y constructivos, serán bienvenidos.
Ahora si, los dejo ¡Disfruten!
Intenta otra vez. Falla otra vez. Falla mejor - Samuel Beckett
Yellow se bajó de Dody con cuidado y se plantó frente a una pequeña casita a las afuera de Pueblo Paleta. Estaba muy agradecida que Blue se hubiese ofrecido a ayudarla con su atuendo para el Festival que el Club de Fans Pokemon había decidido montar, era la primera vez que asistiría a un evento semejante y no tenía mucha idea de cómo vestir, lo único que esperaba era que pudiese conservar su sombrero.
—¿Blue?— llamó a la puerta. Nadie respondió —¿Hola?... ¡Blue, soy yo, Yellow!
Golpeó otra vez. Nadie respondió. La pequeña rubia frunció el ceño curiosa y miró a Chuchu confundida, aún era temprano, pero el Festival era ese mismo día, si Blue había decidido hacer compras de último momento Yellow tendría que arreglárselas con su modesta ropa habitual.
—¡Blue! —llamó por tercera vez, tomando el picaporte de bronce y haciéndolo girar simplemente por intentar algo más. Con un suave «click», la puerta se abrió lentamente, dejando ver el oscuro interior de la casa, parecía que nadie había pasado por allí en días— ¿Hola… hay alguien? — Red me dijo que Blue estuvo aquí ayer pensó la rubia mientras entraba sigilosamente seguida de Chuchu. La sala estaba completamente vacía y a oscuras, igual que la cocina, una escalera desaparecía en el primer piso de la casa, donde estaba la habitación de la castaña— …¿Blue?
Con paso temeroso Yellow se acercó a la escalera, Chuchu movió sus orejas nerviosa pero ella no necesitó ver a su Pokemon para saber que había alguien más en la casa, también había escuchado esos murmullos. Quizá lo mejor sea llamar a Red, o a Green… se dijo a sí misma mientras subía uno a uno los peldaños, pero era tarde, si se iba en ese momento no tenía ninguna garantía de que al regresar ese "alguien" siguiese allí. Quizá Blue estaba en peligro, quizá alguien estaba intentado secuestrarla, o herirla o…
—Oh no, oh no, oh no… ¿Y ahora qué? —escucho la rubia mientras unos pasos frenéticos iban de un lado a otro de la habitación. Esa parecía ser Blue—... Jiggly, dime que esto te convence, por favor…
Yellow soltó el barandal tranquila y suspiró divertida. Tanta preocupación y misterio para nada, Blue simplemente estaba teniendo una de sus tantas crisis de vestuario y ni siquiera la había escuchado entrar. Mucho más relajada permitió que Chuchu se suba a su hombro y sin pensarlo demasiado dio los pocos pasos que la separaban de la puerta.
—Blue, hola, ¿sabías que tu puerta está abierta...
—¡AAAAAH! ¡Por todos los cielos, Yellow, casi me das un infarto! —gritó la aludida cubriéndose con una toalla, su cabello se veía húmedo de la ducha aunque ya estaba arreglado en un increíblemente perfecto peinado para la fiesta. La pobrecita se quedó inmóvil en el marco, mirando con sus grandes ojos amarillos a su alrededor, verdaderamente, la habitación de su amiga era un caos. Había ropa regada por todos lados: sobre la cama, las sillas, la cómoda, incluso de las puertas colgaba alguna que otra prenda. Solo un pequeño espacio quedaba libre y era donde Wigglytuff se había instalado.
—Lo siento —se excuso—, pero creí que recordarías que iba a venir, después de todo prometiste ayudarme a prepararme para el festival.
—¿Eh? ¿Festival? ¿Qué festival? —preguntó Blue frunciendo el ceño confundida. Yellow apretó los labios ligeramente molesta, ¿acaso su amiga le tomaba el pelo? ¡Si incluso tenía unas bonitas orejas falsas imitando todo el peinado de un Vulpix!
—¡El festival de "Club de Fans Pokemon", Blue! Vamos, no me hagas bromas… ¡Tú ya estás arreglada!
—¿Qu-que yo qué… Oh… ¡OH! ¡El festival!... ¡No puede ser es hoy!
—Si, pero eso ya lo sab...
Antes de que Yellow pudiese decir algo más la castaña desapareció corriendo en el baño y cerró la puerta de un golpe. La rubia se volvió a ver al pokemon de su amiga, pero este simplemente suspiró resignado. Blue siempre era así. Lentamente, Yellow se acercó a la puerta y llamó suavemente, algo estaba sucediendo.
—Blue, ¿te encuentras bien, quiere que vuelva más tarde?
—¿Qué? ¡No, no! Quédate Yellow, enseguida salgo. Solamente tengo que… terminar de arreglar algunas cosas de mi disfraz —gritó ella desde el interior.
El "Club de Fans" había resuelto que la mejor forma de homenajear a los pokemon era vistiendo como ellos, así que todos los habitantes del pueblo tenían que disfrazarse de alguno, o al menos diseñar un conjunto que se parezca lo más posible.
Blue se recargó en la puerta y buscó su reflejo en el espejo frente a ella. Bueno, al menos el festival sería una excelente forma de salir y pasar inadvertida… por primera vez, se arrepentía de haber abierto su gran boca. Quizá Green tenga razón, quizá realmente soy demasiado ruidosa… si tan solo no se me hubiese ocurrido ir al bosque verde sola... pensó para sí misma mientras se enderezaba y se acercaba al espejo. Apenas se tocó el rostro buscando alguna otra imperfección, por ahora nada nuevo había aparecido. Solamente rogaba que Yellow no hubiese prestado demasiada atención a cómo se veía. No, incluso cuando podría llegar a pasar inadvertida, no podía salir así a la calle, mucho menos meterse en el medio de un festival. Lentamente regresó junto a la puerta y se apoyó en ella.
—¿Yellow? —preguntó suavemente. Escuchó pasos del otro lado.
—¿Qué sucede, Blue?
—Escucha, creo que no iré al festival… no… no me siento demasiado bien, creo que algo me sentó muy mal en el almuerzo.
—¿De verdad? —Yellow se escuchaba desilusionada, no era para menos. Desde que habían escuchado del festival las dos no habían hablado de otra cosa. Sería la primera vez que celebrarían algo así juntas y habían planeado hacer miles de cosas. Blue incluso se había encargado de confeccionarle un disfraz y le había propuesto que podía idear un plan para dejarla un rato a solas con Red, ella sabía lo mucho que su mejor amigo le gustaba a la chica de ojos amarillos— Entonces… supongo que no podrás ayudarme a arreglarme, ¿verdad?
Blue se miró al espejo, Yellow no era tan inocente y despistada con Red, pero quizá con una buena actuación logre engañarla, después de todo, siempre había querido una oportunidad para meter mano en el largo pelo de su amiga y arreglarlo un poco. Con un suspiro y conteniendo la respiración abrió la puerta del baño, Yellow estaba sentada en la cama del cuarto con Chuchu sobre las rodillas.
—Tonterías —dijo con una sonrisa—, ningún dolor de estómago impedirá que te ayude.
Yellow se quedó catatónica en la cama. Si Blue decía sentirse mal, lo estaba disimulando a la perfección, porque estaba realmente radiante. Tenía un disfraz completo e increíble, mejor que cualquiera que alguna vez hubiese visto. Llevaba el pelo arreglado (y teñido) como las colas de Vulpix, y el flequillo torzado sobre la cabeza con un par de orejas falsas. Un vestido sencillo de color ladrillo se le adhería al cuerpo. Desde su rodillas unas botas de piel oscura hacían de patas. Para completar el disfraz tenía unos diminutos guantes también de piel oscuros e incluso se había maquillado apenas la nariz con un toque de negro, para que se pareciese a la de un hocico.
—¡Estás bellísima! —exclamó la pequeña abriendo los ojos como plato. Con esos colores los ojos azules de Blue parecían más profundos y vivaces, su piel destacaba en cada espacio que tenía para lucirse y esa ropa no hacía otra cosa más que favorecerla— Si Green te viese así se moriría… —dijo sin poder contenerse. Ambas sabían que el líder del Gimnasio de Ciudad Verde tenía un cierto interés en ella, aunque nunca le habian logrado sacar una palabra al respecto.
Blue hizo un gesto para quitarle importancia, aunque estaba ligeramente ruborizada; Yellow era la persona con el corazón más puro del mundo, solamente alguien como ella podría ver belleza en algo… así.
—Basta, el que va a morirse es Red cuando vea el traje que hice para tí.
Casi una hora después, Yellow se contemplaba en el espejo de cuerpo entero de Blue sin poder salir del asombro. Su amiga había hecho un trabajo maravilloso, no tenía otras palabras para describirlo. Por supuesto que su elección había sido más que obvia, pero igualmente le encantaba estar disfrazada de Pikachu. Blue se las había ingeniado para permitirle usar su sombrero y aún así convertir su largo pelo rubio en dos orejas (incluso le había pintado las puntas de negro para que realmente se vean como las de Chuchu). El vestido era amarillo y sencillo, aunque mucho más elegante que el que ella solía usar todos los días. un cinturón que le marcaba la cintura hacía las veces de cola y unos pequeños zapatitos amarillos terminaban el conjunto. En la espalda, donde los pikachus solían tener dos líneas de pelaje más oscuras, el vestido tenía dos finísimos y delicados cortes cortesía de Blue, ella nunca podía dejar de ser coqueta.
—Y… terminamos —anunció la castaña cuando dio el toque final a las mejillas perfectamente redondas y rojas de Pikachu en su amiga. Ahora realmente estaba lista, y se veía hermosa. Blue sonrió con tristeza, le habría encantado ir—. Te ves preciosa.
Yellow se sonrojó tanto que de pronto el maquillaje no parecía tan necesario. Blue la abrazó por detrás y sonrió a su reflejo en el espejo, a pesar de todo se sentía feliz por su amiga.
—¡Una foto! —exclamó la pequeña mirándola de lado— Si no vas a ir al Festival, tomémonos una foto ahora, por favor Blue…
¿Cómo iba a negarse a esos ojos suplicantes? diablos, había hecho un gran trabajo, Yellow se veía diez veces más adorable de lo habitual. Con una sonrisa buscó en su cómoda una vieja instantánea que había conseguido en sus viajes y se plantó frente al espejo.
—¡¿Hola?! ¡Chicas! —la voz de Red llegó desde algún lugar de la planta baja— ¡Blue tienes la puerta abierta…
Con un leve rubor en las mejillas Yellow se asomó por la puerta.
—¡Estamos arriba! Enseguida bajamos… —grito antes de volverse otra vez— ¿Estás segura que no quieres ir, Blue?
Pero ella de pronto estaba paralizada con una expresión de pánico en el rostro. Un sonido estrangulado salió de sus labios, algo parecido a un "yip" y soltando la cámara desapareció en el baño otra vez. Alguien empujó la puerta detrás de Yellow
—Wup, ¿se puede? —el pelo azabache de Red se asomó desde el pasillo y miró a Yellow con una sonrisa— ¡Wow, Pikachu! Te ves inscribe, Yellow.
Otra vez, el maquillaje no hacía falta.
—Gra-gracias...
—¿Blue ya está lista? el Festival está por comenzar… —la voz de Green apareció por detrás de Red y la oji-amarilla pudo escuchar a su amiga agonizar en la otra habitación. Algo le sucedía a Blue y estaba claro que no quería que sus amigos lo supieran.
—En realidad… Blue no se siente demasiado bien —explicó la pequeña sin mirar a ninguno a los ojos. Sabía que no era capaz de mentirle a Green, el era demasiado inteligente—. Me dijo que no irá al festival…
—¿Qué? ¿Es broma? ¡Si fue ella la que prácticamente nos obligó a ir! —Green apartó a Red y abrió la puerta con enfado, por supuesto que él no estaba disfrazado, pero el simple hecho de que asistiera era todo un logro para sus amigos.
—Si, pero…
—¿Dónde está? —insistió el morocho. Yellow apuntó la puerta del baño, Red pasó entre sus amigos y golpeó con amabilidad. Su disfraz era sencillo pero divertido. Iba vestido completamente de azul excepto por una remera blanca con una espiral negra, incluso había conseguido una guantes blancos rellenos para imitar los puños de Poliwrath— ¿Blue… te sientes bien? —preguntó.
—E-eh, no del todo… pero no se preocupen por mi, chicos. Disfruten el festival, siento no poder ir… —respondió ella mientras se abrazaba las piernas.
—Pero, no puedes dejarnos ahora, Blue —insistió su amigo— Vamos, ¡incluso Green está aquí!
Blue sonrió, le había tomado una semana convencerlo de que el festival no sería una completa pérdida de tiempo. Realmente quería ir, pero… no, no podía, era demasiado arriesgado, incluso para ella.
—Lo siento chicos… de verdad, no puedo.
—… incluso está disfrazada —escuchó murmurar a Yellow.
—Blue, escúchame: hace semanas que solamente hablas de esta fiesta, no puedes simplemente no ir… te prometo que si llegas a sentirte mal te acompaño de regreso, pero vamos, ven con nosotros.
Sabía que Red era capaz de tirar la puerta abajo si era necesario. Suspirando la castaña se puso de pie, rogando al cielo poder hacer la mejor actuación de su vida sin un solo tropiezo. Abrió al puerta con cuidado y fingiendo completa despreocupación sonrío a sus tres amigos.
—Entonces, ¿nos vamos o no?
