Nota de AUTORA: Las opiniones nos son mías, yo solo he puesto cosas que he oído, así que no me maten si les gusta determinado tipo de música.as opiniones nos son mías, yo solo he puesto cosas que he oído, así que no me maten si les gusta determinado tipo de música.
Notas de BETA: Hola x3 No soy Lex, pero aquí está su participación de la semana en nuestro foro oscuro.
Este fic participa en la Actividad Especial "Palabras Oscuras" del foro "El lado oscuro de la fama", con la palabra internet.
Disclaimer: Lex apenas chapucea el inglés, así que no puede ser la escritora de Harry Potter. Yo estoy en las mismas.
Summary: «Reaccionando a YouTubers más votados en la semana», o cómo Draco Malfoy lleva el calor de su ira a reacciones inexplicables.
Espero de corazón que les guste uwu
Closer
«I wanna fuck you like an animal»
Viktor apagó la cámara y el micrófono con un suspiró cansado. Dejó la guitarra en la cama a su lado y le lanzó una mirada furiosa a su teléfono, que había estado vibrando como loco por el último par de minutos mientras él trataba de grabar. Normalmente no era molestado con tanta insistencia así que esperaba que alguien hubiera muerto, porque de otra manera no pensaba perdonar que lo interrumpieran mientras trabajaba.
Tomó el teléfono en sus manos, y sus cejas se alzaron.
En la pantalla de bloqueo tenía una cantidad insana de alertas de Twitter. Él, normalmente, no recibía tanta atención en esa plataforma. Lo suyo era YouTube al cien por ciento, pero utilizaba Twitter solo para informar a sus seguidores de algún nuevo video en caso de que a la plataforma de videos se le olvidara —como siempre— anunciar que había subido un nuevo cover. La curiosidad le ganó y abrió la aplicación azul sin apenas mirar los mensajes más allá de una ojeada. Todos parecían ser un retweet de una cuenta certificada, con mensajes diciéndole que tenía que ver eso.
Era la primera vez que veía a su público tan interesado en algo desde que aclaró que nunca iba a hacer Tags, de esos populares en YouTube; él solo estaba ahí para tocar, para compartir su música y su talento, así que simplemente tocó el enlace y automáticamente la aplicación de color rojo se abrió.
«Reaccionando a YouTubers más votados en la semana».
El moreno contuvo un suspiro agotado. ¿De verdad lo mandaban a ver eso? Él no seguía a YouTubers, él no veía más que los videos musicales de sus bandas favoritas de cuando en cuando, en busca de inspiración o una nueva canción para interpretar, así que con una mueca su dedo voló hacia el botón Home de su móvil, deteniéndose apenas cuando un brillante cabello rubios llenó la pantalla y una voz suave, pero firme y llena de arrogancia salió de las bocinas declarando que odiaba a sus suscriptores.
—… yo los amaba, se los puedo jurar, pero ustedes, bola de mal agradecidos me han mandado a lugares que jamás en mi vida hubiera puesto un pie por voluntad propia. ¿Están todos malditamente locos? No es broma, es una pregunta sería —un chico rubio que no podía tener ni los dieciocho años se pasó las manos por el cabello rubio, largo hasta los hombros y le lanzó una mirada llena de rencor con sus ojos grises a la cámara—. No he visto ni un solo video, porque les prometí que reaccionaría en cámara, pero he visto el título de algunos videos. ¿Quieren que reaccione a un video de un hombre viejo que quiere dominar el mundo? ¡El mundo le pertenece a la gente joven! Pero bueno… —Viktor sonrió ligeramente, y es que la forma tan exagerada en que el chico movía las manos, de uñas pintadas de azul marino y negro, para explicar era divertida; todo él era divertido a decir verdad, desde la forma en que sus ojos se abrían como platos con franca incredulidad mientras veía videos de un chico diciendo que era el elegido, a la manera en que se subía casualmente el tirante de su delgada playera negra cuando se deslizaba por su hombro cada tanto, y a sus ojos ligeramente delineados de color negro, haciéndolos resaltar con más fuerza en su rostro delgado y lleno de ángulos que lo hacían ver casi andrógino.
Viktor siguió viendo el video sin prestar mucha atención a lo que el chico, llamado Draco –eso tenía que ser un maldito alias, porque simplemente el joven búlgaro no era capaz de imaginar que alguien tuviera un nombre tan genial en la vida real– decía, hipnotizado por su forma de moverse, y en la forma que los vaqueros le colgaron de la cadera cuando se levantó de un salto del miedo que le causó el video de un hombre contando historias de terror, el chico era devastadoramente sexy.
—… el siguiente fue uno de las más votados. El segundo, apenas con una diferencia de docenas de votos. ¿De verdad creen que quiero ver a alguien tocar música deprimente y… ruidosa? —casi de inmediato el moreno reconoció los acordes de la canción. Era uno de sus cover más vistos, sino el que más. Toxicity… sus dedos tamborilearon en el marco de su teléfono móvil por unos instantes, antes de que su cerebro registrara lo que el chico había dicho. ¿Había dicho ruido? Sus ojos se entrecerraron y analizaron atentamente cada gesto que el adolescente –porque el maldito no era más que un adolescente– hacía.
Oh, era claro que no encontraba en lo más mínimo sentido a la buena música, de hecho, cuando el rubio paró el video y miró a la cama con una expresión de franco desprecio la libido de Viktor, que había ido creciendo de a poco en los últimos quince minutos de video, se apagó.
—¡No pueden, simplemente no pueden, decirme que eso es música! Y por lo que veo el sujeto tiene que ser horrible, ¿ven esos músculos…? Serán lo que quiera, pero si no muestra su cara mientras canta solo puede ser el sujeto más feo del u-
Krum cerró el video y miró el user del chico.
KoreanDragon.
Su dedo presionó y toda emoción negativa que pudiera sentir hacia el rubio por haber dicho esas cosas de él se esfumaron con una carcajada.
Ese pequeño Dragón estaba tan perdido…
Su dedo se deslizó por la pantalla, mostrándole las listas de reproducción y los videos del chico. Cover de baile, mucho Tags, Hauls de marcas de ropa que Viktor nunca había escuchado nombrar, tutoriales de maquillaje "tipo Idols" para chicos y un montón de cosas que él no terminaba de entender, y que realmente no quería entender.
Esa ola de Kpopers que había salido de la nada e inundado YouTube como si de un tsunami se tratase era, en su opinión, tan basura como la música misma.
Sintiéndose francamente decepcionado, Viktor cerró la aplicación, fue directamente a su Twitter y publicó.
«Sólo es un chico, con gustos muy malos e infantiles. ¿Por qué me importaría una opinión tan insulsa?»
Cerró la aplicación, apagó su wifi y sus datos; no quería ser molestado, tenía que terminar tres videos más y dejarlos programados para publicarse. La madrugada siguiente tomaría un vuelo rumbo a L.A. para su primera reunión de YouTubers, no tenía tiempo que perder en niñerías.
Al final, después de casi el doble de tiempo de lo normal grabando, terminó con su trabajo y programó el despertador de su IPhone, olvidándose por completo de activar de nuevo la entrada de información y durmiéndose para poder levantarse temprano y tomar su vuelo rumbo a los Estados Unidos de América.
(…)
Draco caminó, furioso, ignorando por completo a toda la gente fea que gritaba su nombre en el aeropuerto. No estaba de humor y creía que con sus poco más de quince millones de suscriptores podía darse el lujo de ser un poco amargado cuando quisiera, así que se acomodó los lentes de sol e hizo su recorrido sin mirar a nadie, como si caminara por una pasarela, con la diferencia de que iba escoltado por dos enormes hombres que su padre insistía que tomara como guarda espaldas mientras se dirigía al auto. Cuando estuvo a salvo dentro de la enorme camioneta con ventanas tintadas sacó su Samsung de última generación y de inmediato abrió su Twitter.
Ese imbécil de Krum no había respondido ni uno solo de sus mensajes –ni públicos, ni privados–, y francamente había perdido su paciencia hacía demasiado tiempo. Sabía que encontraría al maldito bastardo en el evento y, maldita sea, lo iba a oír.
(…)
Cuando Viktor entró a la fiesta después del evento se sorprendió gratamente.
Había montones de alcohol y aunque la música que salía de los enormes altavoces del otro lado de la piscina no era lo que él prefería, al menos no era tan basura como en otras fiestas a las que solía ser invitados por sus amigos. Supuso que el DJ había tomado en cuenta los gustos musicales de todos y había buscado algo más bien neutro, dado que todos en ese evento eran YouTubers en el área musical.
Cuando un camarero pasó con una charola llena de shots de algo que era claramente alcohol, lo detuvo y tomó un par. Si iba a convivir con un montón de personas, necesitaba el alcohol corriendo por sus venas para poder sobrellevar la noche.
(…)
Las luces brillantes y los cuerpos retorciéndose en la plataforma transparente de la piscina apenas distrajeron al joven rubio de su cometido a pesar de que era justo lo que a él le gustaba. Adoraba las fiestas ruidosas, pero su misión era una, y cuando alguien le señaló la espalda de Viktor Krum todo a su alrededor pasó a segundo plano, y no, no era en lo absoluto por la amplia espalda que se marcaba a través de la camiseta, o los fuertes brazos que habían logrado hacer que su cuerpo de diecisiete años reaccionara al verlo en la pantalla de su computadora; todo había pasado a segundo plano porque en ese momento Draco quería reclamarle a ese feo sujeto el haberlo llamado infantil y con mal gusto, así que se deslizó entre los cuerpos a su alrededor por sí solo. Había logrado esquivar a sus guardaespaldas en el hotel, así que estaba solo y nada ni nadie se iba a interponer entre él y sus deseos de venganza.
Cuando estuvo justo detrás de Viktor su mano se colocó en su codo y lo jaló con fuerza. Draco jamás en su vida habría logrado moverlo con su complexión delgada, si no fuera porque el moreno estaba ligeramente borracho.
El adolescente abrió la boca para empezar a reclamar, pero en cuanto sus ojos se encontraron con el rostro del moreno su voz se atoró en su garganta, sus pálidas mejillas se sonrojaron y Viktor lo miró, alzando una ceja y sonriendo de lado.
(…)
Estaba definitivamente muy borracho, porque de otra manera él no se hubiera metido a ese armario de cosas de limpieza, y definitivamente no tendría a un adolescente rodeándole por la cintura con sus piernas mientras se lo follaba con fuerza contra la pared, pero es que la piel pálida de la clavícula de Draco lo había vuelto loco cuando lo había visto tirar del cuello en uve de su camiseta, mientras trataba de decirle algo que ni el chico sabía exactamente qué era, y la verdad era que el chico se había lanzado sobre él, había estado babeando sobre sus brazos por varios minutos antes de atreverse a pedirle ir a un lugar más privado.
Sus manos apretaron las firmes nalgas con la certeza de que dejaría marcas, pero no veía el inconveniente. El chico había pasado una cantidad insana de tiempo dándole atención a su cuello, y Viktor podía jurar que tendría que usar playeras de cuello alto en sus próximos videos por algún tiempo.
El canal a su alrededor se apretó cuando su miembro golpeó directamente contra la próstata del chico y Viktor se esforzó por darle de nuevo. Un par de estocadas más, y Draco se corrió manchando su camiseta negra de color blanco, apretándolo hasta la locura mientras lo podía oír gemir con desesperación, haciendo que él llegara a su orgasmo, llenándolo con su semen como nunca había llenado a nadie.
