*Capitulo 1: El comienzo de una aventura

Entre los pasillos del cuartel de la Guardia Real, se encontraba una pony terrenal caminando hacia el área de las celdas. Su pelaje es de color rosado, su crin es de color negro y con una raya de color verde claro atrás de las orejas, su cola es también de color negra y tiene un aspecto flameada, sus ojos son de color esmeralda, su cutie mark no se miraba por que lleva un traje ejecutivo de color gris oscuro con una camisa blanca debajo del saco y una falda del mismo color del traje y llevaba unas medias negras en sus patas traseras. Además lleva una taza con café, dándole sorbos pequeños, sus ojos se encontraban bastante casados como si no hubiera dormido por varios días.

Mientras la yegua rosada caminaba, varios guardias reales que la miraban pasar, lanzaban piropos y chiflaban al ver a semejante belleza pasar por ahí, ella seguía su camino sin darle mucha importancia. Al cabo de un par de minutos de seguir caminando, llego al área de celdas, donde camino un poco llegando a una celda en específico. Mirando dentro de la celda, a un pony terrenal de pelaje color verde claro, crin de color negro con rayas verdes, cola flameada de color negro con la flama interna de color verde claro, ojos color esmeralda, su cutie mark son dos guitarras rockeras en equis, siendo una de ellas de color negro con blanco y la otra de colores inversos, teniendo ambos el mismo diseño de guitarra, además este se encontraba en posición fetal en una esquina de la celda.

-¿Cuántas veces te tengo que decir que dejes de hacer desastres, papá?- comento la pony rosada con una cara inexpresiva para después darle un sorbo a su café. En eso llego un Guardia Real cargando unas llaves de celdas, ella hace una seña con la cabeza para que abra la celda. Una vez abierta la celda, le pony verde corrió y abrazo a la pony rosada.

-¡Gracias, gracias, gracias!- gritaba alegre junto con lágrimas de alegría mientras abrazaba con ternura a la pony rosada. Ella dio un suspiro y luego sonrió solo para después corresponderle el abrazo. –No sé lo que haría sin ti, Diane-

-Sí, seguramente estarías encerrado de por vida- decía la ahora conocida Diane, con una sonrisa alegre para luego reír traviesa al ver como su padre se comportaba como si fuera un potrillo. -¿Qué fue lo que hiciste esta vez?- preguntaba curiosa al separarse del abrazo con su padre. –¿Fue la cocina de los Cake? ¿O destruiste otra casa al estar tratando de detener a un bandido?-

-DestruiaccidentalmentelacocinadelosCakes- dijo entre dientes el pony verde mientras miraba a otro lado. En eso, Diane miro a su padre seriamente y este se quedó viéndola por unos segundos. –¡Esta bien! ¿sí? Hice explotar la cocina de los Cake por accidente-

-¡Papá!- grito molesta la pony rosada, mirando enojada a su padre. El pony verde, asustado de que su hija gritara, termino dentro de la celda en una esquina temblando de miedo. –Tienes que controlarte, no puedo estar saliendo del trabajo cada que tu necesites de mi ayuda- decía Diane reprendiendo a su padre por sus actos, mientras su padre se ocultaba usando al almohada de su celda. –Ya ocasionaste problemas con los Cake antes, como para que vayas y ocasiones más problemas a Pound y a Pumpkin-

-¡Está bien, pero no te enojes conmigo!- grito asustado el pony verde ante la actitud de su hija, arrastrándose hasta con ella y besándole los cascos. Diane puso una cara inexpresiva y se hizo a un lado caminando fuera de ese lugar. –¡No me dejes!- grito siguiéndola rápidamente hasta estar a su lado. –Eres igual que tu madre-

-Al menos mamá no hace locuras tan grandes como tú- dijo Diane seriamente mirando a su padre mientras que este sonreía travieso. Tras caminar unos cuantos minutos, llegaron a donde entregarían sus cosas al pony verde. Al llegar este se acercó y se colocó un carcaj lleno de flechas en su espalda, tomo un arco de acero de color negro y se lo coloco en la espalda también, y por último tomo una espada de doble filo de color negro con bordes blancos y en la empuñadura tenía una tercera parte de circulo con picos que se une al filo de la espada y la coloco en su costado izquierdo junto con la funda de la espada, luego tomo otra espada igual pero siendo blanca con bordes negros e hizo exactamente lo mismo que con la anterior. -¿Ahora estas con arco y flechas?-

-Sip, me dije, si voy a hacer otro fic… porque no tener un arma diferente al de los otros- dijo el pony verde con una sonrisa alegre en su rostro mientras su hija se llevaba un casco a la frente.

-Vaya manera de comenzar en el primer capítulo con la rotura de la cuarta pared- decía frustrada la pony rosada al ver la actitud de su padre. Siguieron caminando ambos hasta llegar al portón principal de Canterlot, en donde se encontraron con Pinkie Pie. –Hola mamá-

-Hola pequeña- dijo Pinkie sonriendo alegra y abrazando a su hija. Diane se ruborizo un poco por que su madre le dijera pequeña, sin embargo correspondió el abrazo con una sonrisa. Por otro lado, el pony verde se escondía atrás de su hija, estando más que asustado y mordiéndose las pesuñas de sus cascos. En eso, Pinkie mira al pony verde con una mirada seria. -¡Brodek!-

-¡Aaaahh! ¡Lo siento Pinkie, no era mi intención, fue un accidente!- decía el ahora mencionado Brodek, estando asustado y usando a su hija como escudo. Diane bufo con melancolía y se limitó a reír un poco. Pinkie se acercó a Brodek y tiro de su oreja, lastimando al pony verde.

-Tu y yo hablaremos muy seriamente… otra vez- dijo Pinkie con una cara inexpresiva mientras se llevaba a Brodek jalándolo de la oreja. Diane empezó a seguir a su madre y a su padre mientras reía al recordar cuando ella era pequeña.

-Pinkie, suéltame- decía el pony verde entre lágrimas mientras era tirado de la oreja por Pinkie. Diane miro a su padre y luego negó con la cabeza con una sonrisa. –No te burles Diane, no es divertido-

-Para mí lo es, jejeje- contesto Diane con una sonrisa mientras le sacaba la lengua a su padre. Brodek se molestó por la actitud de su hija, pero no pudo decirle nada porque Pinkie tiro de su oreja con más fuerza, comenzando a lastimarlo aún más.

-¿Y cómo te ha ido en el trabajo, hija?- pregunto Pinkie con curiosidad de saber cómo ha estado yéndole a su hija. Diane dio un suspiro un poco desanimado al escuchar la pregunta, regresándole el estrés del trabajo.

-Es difícil de decir, he estado trabajando en un caso desde hace tres días, apenas y he tenido tiempo para dormir- dijo la pony rosada de crin negra, estando desanimada, además de mostrarle la taza vacía como prueba de que ha estado tomando mucho café desde hace varios días.

-Pero tu querías convertirte en abogada cuando pudiste haber sido la mejor caza recompensas, pero nooo, no le hagas caso a tu padre- dijo Brodek con un tono molesto, estando al lado de su hija. Pinkie lo miro y se quedó extrañada, luego miro su casco con la que supuestamente estaba jalándole la oreja al pony verde, pero miro que solo tenía una oreja falsa. Se puso al lado de Brodek y tiro de su oreja otra vez. -¡Aaaaahh! ¡Pinkie, duele!-

-¡No hables Brodek, estas castigado!- grito enojada Pinkie, mientras que Brodek solo chillo como si fuera un cachorro desamparado. Diane miro a sus padres y se rio un poco, al menos eso ayudaba a relajarse después de tantos días de estar trabajando sin parar.

-Bueno, nos vemos luego, mamá, papá- se despidió Diane con una sonrisa alegre, abrazando a su madre. Pinkie correspondió el abrazo y Brodek se unió a ellas formando un abrazo familiar entre padres e hija. –Tengo que volver al trabajo, ya me distraje demasiado con lo de papá-

-Lo siento- dijo tristemente Brodek, rápidamente se separó del abrazo y comenzó a correr, dejando una silueta de humo en el lugar. Pinkie lo miro incrédula al ver que escapaba el pony verde, frunció el ceño y rechino los dientes.

-¡Brodek! ¡No huyas!- grito más que enojada la pony fiestera. –Nos vemos luego hija- dijo con una voz más tranquila y con una sonrisa alegre. –Tengo que atrapar a tu padre-

-Jejeje, está bien mamá, pero no seas muy duro con él, ya sabes cómo es- dijo Diane con una sonrisa mientras miraba a su madre quedarse pensativa. –Supongo que lo pensaras, ¿verdad?- dijo con una cara inexpresiva mientras Pinkie asistía con la cabeza. –Eso creí, jejeje-

-Mandare tus saludos a tus hermanos- dijo Pinkie por ultimo, para después salir corriendo para atrapar a su esposo.

-Jejeje, nunca cambian- dijo la pony rosada alegre para sí misma, luego se encamino devuelta a su trabajo.

Ese mismo día, siendo ya en la noche. Diane se encontraba entrando a su departamento en Canterlot, dejo sus llaves en una mesa pequeña en medio de su sala, se quitó el saco y lo dejo en el sofá, después se encamino hacia el baño para ducharse, una vez dentro abrió el grifo de la tina y se empezó a desvestir, quitándose la camisa blanca, luego la falda, seguido la tanga que usaba y por último se quitó sus medias, ahora se pudo ver ya su cutie mark y es una guitarra rockera de color blanca con negro siendo sujetada por el brazo por tres globos, uno amarillo y dos azules, ya al final dejo la ropa en un cesto. No lo pensó ni dos veces y se metió a la tina, estando el agua lo suficientemente caliente como para que saliera vapor. Diane se recostó en la tina y dio un suspiro de alivio, disfrutando el agua caliente.

Al cabo de unos cuantos minutos, sale del baño usando una bata blanca y unas pantuflas del mismo color, además de tener una toalla con la que se estaba secando la crin. Pasó por la sala y se detuvo a ver una foto en la que estaba ella, su padre, su madre y el resto de sus hermanos. Sonrió alegre y después se dispuso a dirigirse a la cocina, abrió el refrigerador y saco algunas cuantas cosas para preparase algo de comer. Se preparó una ensalada ligera junto con un vaso con jugo de naranja. Tras terminar de comer, levanto los platos y los lavo, después se dirigió a su cuarto, se quitó la bata y la dejo en una silla, se acercó a la puerta doble de su cuarto y la abrió. En eso, sintió que alguien puso su casco sobre su hombro, tomo el casco y jalo de él, tirando a alguien en el suelo.

-Okey… no volveré a hacer eso- dijo un pegaso muy conocido para Diane., al ver al pegaso regreso en sí y lo ayudo a levantarse. El pegaso se logró levantar con la ayuda de Diane, se sobo la espalda y estiro un poco sus alas que tenía un poco aplastadas. –Se nota que eres hijo de Brodek-

-Lo siento Terra, no suelo tener visitas, jejeje- comento alegre Diane, rápidamente y sin dudarlo lo abrazo con ternura y lo beso en los labios. Terra se sorprendió al principio y después comenzó a corresponderle el abrazo y el beso. Terra es un pegaso de pelaje color rojizo oscuro, crin y cola amarrillo oscuro, de ojos azules claros, tiene como cutie mark una espada en forma de llave en diagonal encima de un escudo, también lleva puesto un chaleco negro. –Te extrañe, jejeje-

-Y yo Diane, es difícil vernos por tu trabajo…- contesto Terra con una sonrisa, colocando su casco en el mentón de Diane, haciendo que ella lo viera. Diane se ruborizo un poco y luego sonrió alegre.

-Y recuerda que mi papá es muy sobre protector a veces… sobre todo cuando se trata de tener un novio- menciono la pony rosada con una cara llena de tristeza al recordar cómo es su padre con ese tema en específico.

-Aunque funciono mejor de lo que esperaba dejarlo entrar a la cocina de los Cake, jejeje- dijo el pegaso con una sonrisa nerviosa y con una gota de sudor sobre su nuca. Diane miro a Terra seriamente, haciendo que él se pusiera más nervioso de lo que estaba.

-No lo vuelvas a hacer, está bien que funcione para poder vernos, pero no es justo que el termine tras las rejas- dijo Diane seriamente, regañando a Terra por lo que hizo. Este bajo tanto la mirada como sus orejas mientras era regañado por la pony rosada.

-Está bien, no lo volveré a hacer… después de todo, no me quiero quedar sin suegro, jejeje- rio alegre Terra con un casco en su nuca. Diane no pudo evitarlo y termino riendo también, de cierto modo se acordaba de su padre ya que tenía una actitud un tanto similar, aunque no sabía por qué, tal vez solo era cosa del destino que ambos tuvieran una actitud un poco parecida.

-Bueno, hay que aprovechar nuestro poco tiempo que tenemos- dijo la pony rosada con una sonrisa pícara, tomando a Terra del casco para jalarlo a dentro de su cuarto y dejarlo sobre la cama. Diane regreso a cerrar las puertas de su cuarto con una sonrisa y susurro. –Lo siento lectores, pero estaré ocupada por el resto de la noche… ah, y no le digan a mi padre, jejeje- dijo lo último cerrando las puertas de su habitación con una sonrisa.

A la mañana siguiente, Terra se despertó dando un gran bostezo, además de estarse estirando, luego miro a su derecha donde encontró a Diane dormida cómodamente con una sonrisa. El pegaso no quería despertarla, así que se levantó con cuidado de la cama, entro al baño a refrescarse un poco y después fue a la cocina para preparar el desayuno. Mientras, Diane apenas iba despertando al llegarle el olor a comida, abrió sus ojos y se los tallo con sus cascos, luego miro a los lados y no encontró a Terra, así que bostezo un poco mientras se estiraba, se levantó y fue a la cocina, donde encontró a Terra terminando de servir el desayuno.

-¿Dormiste bien, preciosa?- pregunto Terra al ver a Diane, luego rio un poco al ver su crin toda desarreglada. Diane quedo confundida de por qué se reía al pegaso, solo bufo un poco y se sentó en la mesa.

-Sí, dormí bien pero ¿Por qué te ríes?- pregunto Diane curiosa de por qué Terra seguía riéndose, así que el pegaso agarro un sartén en el que podía verse el reflejo a modo de espejo y se lo acerco a Diane. Ella se miró en el sartén y dio un grito al ver su crin. -¡¿Por qué no me lo dijiste, tonto?!- grito molesta la pony rosada, levantándose rápidamente y dirigiéndose al baño para arreglarse, después de unos minutos regreso a la mesa, teniendo su crin ya arreglada. –Para la otra dime-

-Tratare de recordarlo, jejeje- dijo el pegaso sonriéndole alegre mientras dejaba los platos con el desayuno sobre la mesa. –Mejor desayunamos primero y luego lo demás, ¿Qué te parece?-

-Está bien, solo por qué hiciste tú el desayuno- dijo la pony rosada con una sonrisa alegre, haciendo ruborizar un poco a Terra. Diane al verlo no pudo evitar soltar una pequeña risa, luego tomo del casco al pegaso y volvió a sonreírle alegre.

-En fin, pues desayunemos, jejeje- dijo Terra alegre, en eso, recordó que no sirvió algo para beber, así que se levantó y fue a la alacena, sacando un vaso para cada uno, luego abrió el refrigerador al lado de la alacena y saco un jugo, coloco los vasos en la mesa y sirvió el jugo para Diane y para él.

Tras pasar algunos cuantos minutos, terminaron ambos de comer. Terra rejunto los platos y los vasos, y los empezó a lavar. Mientras, Diane se dirigió a su cuarto para arreglarse y poder ir al trabajo, ya que no faltaba mucho para su hora de entrada. Tras un par de minutos, la pony rosada sale de su cuarto llevando ya su traje, además de tener consigo un portafolio, el cual dejo en la mesa. Terra se quedó mirando a Diane con una sonrisa al verla con ese traje.

-Bueno, me tengo que ir, hay mucho trabajo- dijo Diane lo último dando un suspiro melancólico, ya que en el fondo se quería quedar con Terra el resto del día, pero debido a su trabajo no se podía permitir hacer tal cosa, al menos no en ese día.

-Sí, yo también… mi papá se enojara conmigo si no llego al campo de entrenamiento- comento Terra mientras se acercaba a Diane para darle un abrazo y besarla en los labios. Diane correspondió tanto el beso como el abrazo, luego se separaron y miro al pegaso con una sonrisa alegre.

-No te vayas a lastimar, cadete- comento la pony rosada riendo alegre mientras Terra ponía una cara inexpresiva porque ella lo llamo cadete. Aunque era cierto en su totalidad, ya que Terra se enlisto a la Guardia Real hace un tiempo atrás, siendo uno de los mejores cadetes de su generación.

-No te burles, pronto seré promovido a Guardia Real- dijo el pegaso defendiendo su orgullo ante su novia. Diane rio alegre por cómo se lo tomo Terra, así que volvió a besarlo, tomándolo por sorpresa.

-Nos vemos luego, Terra- dijo Diane con una sonrisa alegre, después tomo sus cosas y salió de su departamento para dirigirse a su trabajo que se encuentra a unas cuantas cuadras del edificio en el que vive.

-Bueno, yo también tengo que irme- dijo Terra para sí mismo, luego salió del departamento de Diane y cerró con llave la puerta, después tomo camino hacia el campo de entrenamiento de la Guardia Real para no llegar tarde y no tuviera que recibir un regaño por parte del Capitán o de alguien que esté por encima de él.

Terra recorrió un largo camino desde el departamento de Diane hasta el campo de entrenamiento, y aun así llego a la hora indicada para presentarse junto con todos los cadetes. El pegaso rojizo busco con la vista a alguien entre los cadetes, luego simplemente suspiro molesto al no encontrarlo. En eso, un pegaso de pelaje color rojo con grandes alas, con crin larga de color amarillo, cola flameada de color amarillo con el interior rojo, de ojos azul marino, llevando una gabardina de color negro y como cutie mark lleva dos espadas en forma de llaves cruzadas en equis encima de un corazón de color rojo oscuro.

-Terra- dijo el pegaso rojo seriamente, mirando a Terra con cierto enojo. Terra suspiro y bajo la mirada, luego se dio la vuelta y miro al pegaso rojo con cierto temor. -¿Dónde estuviste? Anoche no llegaste a casa y tu madre está preocupada-

-Lo siento papá, es que estuve con… alguien- dijo Terra un tanto nervioso, forzando una sonrisa lo más que podía. Sin embargo, su padre sabía bien que algo ocultaba, ya que conocía bien a su hijo. Terra al notar que su padre no lo dejaría hasta que dijera donde estuvo, así que trago saliva y se preparó para lo peor. –Estuve con… Diane-

-¿Con Diane?- el pegaso rojo se sorprendió ante la respuesta, ya que no creería que fuera con alguien que él conocía muy bien, luego sonrió y coloco un casco en el hombro de su hijo. –Estoy feliz de que estés con alguien como ella-

-¿En serio?- Terra no se podía creer que su padre le diera una respuesta tan positiva, y luego de a ver procesado lo ocurrido se alegró al saber que su padre lo apoyaba en la relación que llevaba con Diane.

-Solo una cosa… ¿Brodek sabe sobre su relación?- esa pregunta tomo por sorpresa a Terra, ya que sabía cómo era Brodek con ese tema relacionado con su hija, además de a ver estado en todas esas ocasiones en las que Diane presentaba a algún novio a su padre.

-Bueno… la verdad… es que… no…- dijo Terra con una sonrisa nerviosa. Su padre lo miro y dio un suspiro, luego coloco sus cascos en los hombros de Terra y lo miro fijamente, solo para decirle "Buena suerte". Con esas dos únicas palabras, a Terra le entro un escalofrío que recorrió toda su espalda.

-¿Cuándo le dirán a Brodek sobre su relación?- pregunto el pegaso rojo, mirando a su hijo quien se encontraba pensando cuando decirle, y mientras hacía eso le entraba un temor bastante grande, pensando en las posibilidades que podrían pasar. –Si quieres yo le digo por ti, jejeje-

-¡¿Qué?! No, no… yo se lo diré… solo que, no sé cuándo- Terra se quedó pensativo un poco sobre el tema, luego sonrió alegre y comenzó a reírse, dejando confundido a su padre. –Se lo diré al día siguiente después de que me promuevan a Guardia Real-

-Bueno, tú sabrás lo que haces- dijo el pegaso rojo tranquilamente, para luego irse caminando para hacer sus quehaceres de ese día. Terra se dirigió al campo de entrenamiento junto con los demás cadetes, mas no podía sacarse de la cabeza lo que pudiera pasarle ese día, el día en que le diría a Brodek sobre su relación con su hija.

Por otro lado, mientras Diane caminaba hacia su trabajo, empezó a tener algunas cuantas preocupaciones, no solo por el hecho de que estaba teniendo una relación con alguien sin que su padre lo supiera, sino porque en su trabajo, que sería la fiscalía de Canterlot, tenía mucho trabajo encima debido a un caso en el que está trabajando, sin mencionar que pronto es el juicio de su cliente. A Diane le encargaron el cargo de defensora en este caso en particular, a ella no le gustaba mucho ser defensora, en especial el caso que está presentando, ya que estará defendiendo al único, arrogante y más odiado por muchos ponys, Blueblood.

Blueblood fue demandado recientemente por abuso de poder y por violación. Quien puso la demanda fue una yegua que trabaja en una de las tantas boutiques que hay. Para suerte de Blueblood, esa yegua no trabaja en la boutique de Rarity, porque de haber sido así, Diane no estaría como defensora de ese cretino, ya de por si es malo tener que cumplir con las expectativas que tiene Blueblood de Diane.

-Diane, al fin llegas- dijo serio un pony terrenal ya de tercera edad, su pelaje es de color café, su crin es de varias tonalidades de gris, también lleva una barba gris, su cola tiene las mismas tonalidades de gris que las de su crin, sus ojos son café claro y su cutie mark no se podía ver debido al traje ejecutivo de color negro que lleva puesto.

-No sé de qué te quejas, llegue temprano… para variar- dijo Diane con muy pocos ánimos, luego miro al pony mayor y este la miraba bastante molesto por la actitud que tenía. El pony de tercera edad suspiro molesto, ya que sabía bien por que la actitud de ella, además de no ser la primera vez que ve a otro pony con esa actitud.

-Mira Diane, sé que no te gusta la idea de tener que estar soportando al Príncipe Blueblood- dijo el pony café colocando un casco en el hombro de la pony rosada. Diane lo miro con una ceja arqueada y se quedó mirándolo indiferente. –Solo se paciente, ¿sí? Ya verás como todo termina más rápido de lo que crees-

-¿Paciente? Se supone que ya debería estar de vacacione, Bob- dijo seria la pony rosada, mirando con cierto enojo al ahora mencionado Bob. El pony de tercera edad retrocedió un poco al darse a la idea de lo que está por pasar. –Está bien que seas mi jefe, Bob, pero no es justo que no pueda salir de vacaciones solo porque ese remedo de principito quiere que yo sea su defensora-

-Diane, cálmate, no necesitas alterarte- esas palabras fueron la gota que derramo el vaso. Los demás ponys abogadas se ocultaron donde podían, todos sabían cómo era la actitud de Diane y siempre procuraban no hacerla enojar, hasta Bob sabía que era mala idea hacerla enojar y ahora tenía que pensar cómo hacer que se calmara para que no desatara ella su furia sobre él.

-Un mes…- dijo Diane con un tono de autoridad en su voz, más trataba de contenerse para no tener que gritarle a su jefe delante de todos. Bob quedo extrañado ante lo que dijo ella, luego se le vino a la mente lo que posiblemente pediría. –Un mes de vacaciones, pagadas y sin que me estén molestando para algún caso-

-¡¿Qué?!- grito sorprendido Bob ante las exigencias de Diane, él sabía que no era buena idea tener tanto tiempo alegada a su mejor abogada de la fiscalía. A pesar de su actitud, que a veces puede ser muy cambiante, Diane demostró ser capaz de ganar cualquier caso que se le encargaba, en su basto historial de casos, ninguno de ellos los ha perdido. –Lo que me pides es demasiado-

-¿Quieres que sigua con el caso de Blueblood o no?- dijo seria la pony rosada mirando bastante enojada a su jefe. Bob no sabía qué hacer, al final termino aceptando la petición de Diane, prefería eso a evitar que ella dejara la fiscalía o pasara algo peor. Diane sonrió alegre y fue a sentarse a su escritorio para analizar las pruebas que ayudarían a ganar el caso.

-Yeguas…- dijo el pony café en su mente, dando después un suspiro de alivio al saber que Diane terminaría con el caso, así que estando ya más tranquilo se dispuso a ir a su oficina para revisar algunos cuantos archivos pendientes, entre otras cosas.

Diane revisaba una y otra vez todos los archivos relacionados con el caso de Blueblood, revisándolo detallada mente para que no se le pasara nada y poder así tener una defensa solida contra la demandante y su abogado. Una de las tantas cualidades que ella tiene, es que puede memorizar cualquier cosa en menos de diez minutos y jamás se olvida de ello. Todo se encontraba tranquilo en la fiscalía, el único ruido que se escucha es solo el que general los otros abogados al estar revisando los archivos de sus casos, un día normal para todos ellos. Pero esa tranquilidad se vio ligeramente afectada al llegar alguien que Diane conocía más que bien.

-Hola hermana- dijo un pony terrenal de pelaje verde claro, su crin es de color negro con rayas rosas, su cola es flameada con la flama interna de color rosa, sus ojos son de color celeste, tiene como cutie mark una guitarra rockera de color negro con blanco con dos espadas en equis atrás de ella, además lleva una katana enfundada en su espalda.

-No, no te voy a prestar dinero, Renji- dijo Diane sin despejar su vista de los archivos de su caso. El pony verde, ahora conocido como Renji, bufo y rio un poco ante el comentario de su hermana, ella miro a su hermano seriamente para que fuera directo al grano del por qué estaba ahí.

-Primero, no sé por qué tienes la loca idea de que te voy a pedir dinero cada que nos vemos- dijo Renji antes que otra cosa pasara. Diane suspiro molesta y siguió con lo que estaba. –Segundo, ¿Qué no puedo venir a ver a mi hermana favorita?-

-Renji, estoy muy ocupada, pronto será el juicio de mi cliente y no tengo tiempo para ti, ¿está bien?- dijo tajante la pony rosada sin siquiera voltear a ver a su hermano. Renji quedo incrédulo por lo que dijo su hermana, luego se quedó pensando unos momentos. –Además, ¿que no se supone que tienes que estar en el campo de entrenamiento con los otros cadetes?-

-Nah, no te preocupes por eso, total, soy el mejor cadete que hay este año- dijo el pony verde tranquilamente. Diane bufo con una sonrisa sarcástica, haciendo que su hermano la mirara con cierto enojo.

-Claro que no, Terra está por encima de ti, ¿lo olvidas?- esas palabras que dijo Diane fueron más que suficientes para darle en el orgullo a su hermano. Renji sintió como una flecha se enterraba en su espalda, tirándose al suelo por el dolor que sentía por su orgullo ofendido, después de unos cuantos segundos se levanta y mira enojado a su hermana.

-Solo lo dices porque te acues…- Renji no termino de hablar, ya que Diane tapo su boca con su casco y estrello la cara de su hermano en su escritorio, haciendo presión en su cabeza, lastimándolo bastante. -¡Duele, duele, duele!-

-¡Ni se te ocurra terminar esa oración!- dijo la pony rosada amenazantemente, haciendo más presión en la cabeza de su hermano sobre el escritorio. Renji pedio casi a gritos de que lo perdonara, he incluso pedía ayuda a los demás compañeros del trabajo de su hermana que lo ayudaran, pero todos ellos seguían con sus labores como si fuera un día normal, dándole muy poca importancia.

-¡Esta bien, no diré nada pero suéltame!- dijo el pony verde desesperado para que dejara su hermana de lastimarlo. Diane sonríe y se aparta de él, después acaricia la cabeza de su hermano y vuelve a sentarse para seguir viendo los archivos del caso de Blueblood. –Maldita sea…- replico molesto mientras se sobaba la cabeza. -…por qué papá tenía que entrenarte tan bien a pesar de que mamá se lo prohibió-

-Porque soy su hija favorita- dijo Diane con una sonrisa traviesa y sacándole la lengua a su hermano. Renji miro a su hermana con cierto enojo y después bufo negando con la cabeza, se dio media vuelta para retirarse del lugar. –Adiós hermanito-

-¡Y no eres la favorita!- Renji salió corriendo lo más rápido que sus cuatro patas se lo permitían. Diane no pudo hacer nada más que enojarse, mirando como su hermano escapaba de ella, suspiro molesta sacando humo de su nariz, luego se sentó en su escritorio para preparar su defensa en el caso de Blueblood.

Ya en la tarde, la fiscalía se encontraba prácticamente vacía, salvo por Diane que aún se encontraba dentro del edificio, después de haberle dado vueltas y vueltas al mismo caso dedujo que no tenía muchas posibilidades de que Blueblood saliera victorioso en el juicio, ya que toda la evidencia apuntaba de que el mismo Príncipe Blueblood fue quien realmente violo a la yegua. Diane no sabía que más hacer, si perdía el caso, posiblemente Blueblood quedaría encerrado, lo cual alegraría a muchos, pero aun así, su reputación se quedaría afectada por no poder ganar ese caso en particular.

-Realmente tu papá tenía razón de que tal vez estarías aquí- dijo una yegua con una voz amable y tranquila. Diane salió de sus pensamientos mirando quien se trataba, y era una amiga que conoce desde ya hace mucho tiempo. Se trata de una pegaso de pelaje color naranja, crin larga al igual que su cola y ambas son de color blanco, sus ojos son de un color rojo intenso y su cutie mark es una espada negra con alas encima de un símbolo trivial demoniaco.

-¿Brianna?- Diane quedo sorprendida al ver a la pegaso con el nombre de Brianna. La pegaso miro a Diane y sonrió alegre, luego la abrazo mientras era correspondida por la pony rosada. –Brianna, amiga, hace tiempo que no nos mirábamos-

-Sí, lo sé- dijo Brianna, separándose del abrazo con la pony rosada y mirándola con una sonrisa alegre. Diane a un no se creía que la haya vuelto a ver después de tanto tiempo. –No es mi culpa que ya no vayas al gremio tanto como antes-

-Oh, lo siento por eso- dijo la pony rosada con tristeza, ya que era cierto, antes de que ella decidiera entrar a la universidad para convertirse en abogada, iba mucho al gremio con su padre, pero cuando por fin pudo ingresar a la universidad, se mantenía muy ocupada y ya no iba tanto al gremio como antes. –Bueno, cambiando de tema… ¿Qué haces aquí? Digo, me alegra verte y todo, pero no pensé que te miraría en Canterlot-

-Bueno, mi papá quería que saliera del gremio un poco, que me distrajera de esa vida y me tomara unas vacaciones, así que fui a Ponyville a verte, pero tu papá me dijo que estabas viviendo aquí en Canterlot, así que me dio la dirección de tu departamento y de tu trabajo por si no te encontraba en el departamento- respondió la pegaso con una sonrisa alegre. Diane se sorprendió de lo que paso para poder encontrarla, en parte se sentía culpable de que Brianna no la encontrara en su departamento y tuviera que ir a buscarla a su trabajo.

-Lo siento por que te hayas tenido que molestar a venir a buscarme, es que he estado muy ocupada en estos días- dijo Diane estando con pocos ánimos, sobre todo porque sabía que no tenía muchas posibilidades de ganar en el juicio que tendría en muy poco.

-Nah, descuida, ¿Qué tal si para compensarlo sales del trabajo y me llevas a hacer un poco de turismo por todo Canterlot?- pregunto Brianna con una sonrisa, esperando a que la respuesta de su amiga fuera positiva. Diane la miro y luego miro su escritorio, volvió a hacer lo mismo un par de veces, al final miro con una sonrisa a su amiga.

-Claro, no hay problema, jejeje- contesto la pony rosada con una sonrisa alegre, en seguida tomo a Brianna del casco y se la llevo para salir del edificio. Brianna se alegró mucho y la siguió, luego ambas yeguas se dispusieron a tener un día turístico por todo Canterlot, mientras que Diane pudo olvidarse del estrés mientras turisteaban por toda la gran ciudad.

Nota del autor:

¡Hola! Jejeje, bueno antes que nada. No, no se me ha ocurrido algo para los otros fic's y si, si estoy pensando todos los días como continuarlos, incluso he estado pensando en volver a retomar el fic de "Recuperando lo perdido" pero con este nuevo fic estaría un poco difícil. Otra cosa, quise intentar algo nuevo en cuanto a mis fic's, ya que siempre son de peleas y demás, aunque creo que no soy muy bueno en cuanto a ese estilo de fic's, por lo que decidí empezar este nuevo fanfic, y como se pudieron dar cuenta… y espero y se hayan dado cuenta, Diane será la protagonista. A este punto, y para aquellos que no han leído mis otros fic's, Diane es hija de mi Oc Brodek y de Pinkie, aunque creo que quedo más que claro haya arriba al comienzo jejeje.

Dos últimas cosas… creo, el personaje de Terra, es de mi buen amigo Black-spyro al igual que su propio Oc que sería Ventus que creo que no mencione su nombre pero si saldrá más adelante, y ya por ultimo también quisiera mencionar que para aquellos que están leyendo el fic de Black-spyro con el nombre de "My Little Pony: El Juego del Poder" y ya vayan al corriente con los capítulos, quiero que sepan que tanto la actitud de Terra como la de otros Oc's que saldrán más adelante que pertenecen a mi amigo ya mencionados, no tienen nada que ver como él se los pondrá más adelante, creo… si llega ser igual seria mera coincidencia.

Creo que ya es todo… creo.

¡Y algo más!, la cutie mark de Terra es una temporal que me dio Black-spyro, así que no lo tomen como la ya definitiva, que eso saldré en su fic.

P.D.: No olviden dejar su Review y darle a fav y todo lo demás. Saludos