HOLA! soy nueva en esto y este es mi primer fic y decide hacerlo de devil may cry( mi videojuego favorito).

Primero que nada quiero aclararles que la manera en que se comportan los personajes asi como el escenario es TOTALMENTE diferente a como es en realidad, y no se molesten ya que despues de todo, solo es un fic, es en otraaas palabras como un universo un tanto alterno ya que muchas cosas que en verdad sucediero las pasa por alto... pero hueenoo.

DISCLAIMER: devil may cry y sus alucinantes personajes, no me pertenecen (por desgracia:O) le pertenecen a CAPCOM, solo Karen. ella si salio directamente de mi cabecita XD, y lo que hago es sin fines de lucro o para obtener regalias, sino con los unicos fines DE ocio y diversion, para que no se diga que gano dinero a costillas de mi sexy y chulo dante XD.

OOOH! y por fa dejen reviews para asi saber si devo continuar o no, acepto de todo: criticas, burlas, jitomatazos, alabanzas (jeje ok no), amenazas de muerte, citas online XD, o simplemente recomendaciones n.n .

AVISO: este es algo asi como que el prologo, para que vean como empeso todo, el capitulo 2 sera el 1, y el 3 el 2, y asi sucesivamente (hemm... se nota que ya tengo todo planeado no? XD) solo para que no digan que como cap 1 esta MUY corto, lo se pero tranquiss, solo es el prologo.

OOOO Y... mil gracias por tomarse la molestia de leer este fanfic... despues de todo esto es lo que amo hacer.

SIN MAS INTERRUPCIONES...

LET' READ!


Siempre fui feliz, nunca tuve problema alguno con mi vida, después de todo esta era muy cómoda: una casa confortable y espaciosa con una madre y un padre en ella, crecer como hija única toda mi vida, amigas y escuela con notas promedio, algunos pretendientes, en fin… una vida de una típica adolescente mimada y sin preocupaciones, todo iba bien en mi vida.

No fue hasta hace 3 años cuando una tragedia embargo a toda mi familia, mi madre persona a la que tanto queríamos y nos hacía falta enfermo de cáncer y tuvimos que soportar verla sufrir durante 8 largos meses, murió cuando tenía 14 años.

Recuerdo que cuando paso eso mi padre siempre alegre y dispuesto a mejorar cambio a tal grado de ser una persona totalmente diferente, siempre estaba de mal humor y decía cosas que me herían, cosas como: no sé cómo tu madre te soportaba y de más. Al paso del tiempo perdió su trabajo por culpa del alcohol, y la casa por su vicio a apostar, al cabo de un año ya vivíamos en los barrios bajos de la ciudad en un escuálido departamento con apenas 2 cuartos al fondo, un baño en seguida de la puerta principal y una pequeña cocina frente a mi cuarto.

Vivía con peligros embargándome a todo momento: hombres pervertidos que me desnudaban con la mirada cada que salía a la calle así como ladrones, y gente que yo consideraba escoria pero que claro a mi padre no le importaba.

Este año se supone debería estar en 6to semestre de preparatoria pero desde que apenas teníamos para comer algo digno, mi padre había dejado de pagar mi educación, aunque hasta hace un año logre estar en 5to semestre gracias a una beca que había logrado obtener por mis altas notas, pero desde que mi padre comenzó a apostar cosas que no podía costear, yo debía pagar sus deudas trabajando y por ende descuide bastante mis estudios y mis notas bajaron escalofriantemente, por lo que retiraron la beca de mi historial, fue entonces que me entregaron mi boleta de quinto y adiós escuela.

Ahora la vida era mucho más agotadora de lo normal y podía aceptarlo después de todo quejarme no me ayudaría en nada. No fue sino hasta que un día la vida resulto más tediosa. Era domingo y por costumbre mi padre saco una de sus acostumbradas cervezas del refrigerador y se sentó en sofá de su cuarto donde se puso a ver la tele ( que por alguna maldita razón era lo único que no había apostado!) y yo lavaba trastes cuando de pronto –CRASH- se rompió un traste. Por error yo había hecho un mal movimiento y se cayó. Mi padre reacciono de la peor manera posible

Es que acaso eres estúpida?! – dijo mientras se paraba de su sillón y se dirigía hacia mí con una mirada amenazadora – que no viste que hay había un plato?! repitió mientras fugazmente me tomaba del cabello y me azotaba contra la pared.

Lo veía con miedo, lo creía capaz de todo pero nunca de golpearme, aunque en ese momento veía la peor faceta de mi padre no creía lo que veía

-Se-se me ca-cayo eso es todo, no hay por qué armar tanto alborot…

PUMM! Me abofeteo mientras me veía con una horrible mira da y no pude evitar contener las lágrimas. Entonces me empujo y me dijo:

-Eres una niña tonta contestona y malagradecida… eres igual a tu madre.

Dicho esto se fue a su cuarto dejándome a mí en un mar de lágrimas, una montaña de impotencia y un torrente de confusiones. Tal vez fue porque no me defendí, porque le gusto hacerme sufrir o si solo quería desquitar su coraje pero esa pelea fue el comienzo de una serie de ataques provenientes de mi padre, no podía cometer un sol error porque él me golpeaba e insultaba.

Viví esa agonía durante los próximos 4 meses hasta que una tarde después de estar cansada y adolorida de sus golpes decidí que era hora de dejar que mi padre se arreglar la vida solo y seguir mi propio camino, así que aproveche que mi padre estaba dormido para tomar una mochila en la cual guarde lo básico (ropa, cepillo de dientes, números telefónicos, mi celular, mi diario, una fotografía de mi madre y por tonto que parezca una de mi padre) tome el dinero que había ganado haciendo mandados a mis vecina y salí silenciosamente de ahí, tome el primer autobús que encontré sin tener un rumbo fijo al cual ir y… me quede dormida.

No recuerdo cuantas horas fueron solo recuerdo que el conductor me levanto pidiéndome amablemente que me fuera que su turno ya había terminado y que ya había llegado a la estación, me levante asustada y a la vez sorprendida no sabía en donde estaba y le dije al conductor

-Disculpe, sabe dónde estamos- le pregunte asustada de que se molestara o algo pero al contrario, me sonrió y me dijo:

-Estamos en las afueras de Fortuna, te perdiste? Me pregunto sonriente.

Era un señor de avanzada edad de mirada dulce, lucia su pelo negro bien cuidado sus ojos cafés y su altura baja.

-No, gracias por preguntar – le dije con la misma amabilidad que él me brindo.

Baje rápidamente del autobús y note que esos debían ser los barrios bajos de Fortuna pues apenas podía vislumbrar algunas casas de madera seguidas por un bosque enorme a un costado. Considerando que ya era un poco tarde (las once), decidí que en la oscuridad del bosque estaría protegida de que cualquier malhechor o vagabundo con intenciones no bien definidas me lograse encontrar, al menos dormiría ahí hasta mañana, ya después sería capaz de adentrarme un poco más en la ciudad y buscaría un empleo, entonces me aventure en lo desconocido sin saber el destino que me esperaba.

Camine un largo tramo en ese lugar hasta que encontré un árbol con sus ramas torcidas como si fuesen 2 brazos abrazándote y decidí que era hora de dormir, me acurruque entre sus ramas, me puse el gorro de mi sudadera y saque mi celular advirtiendo que la carga se acabaría en un rato así que, que mejor forma de descárgalo que escuchando música, y eso hice, me coloque mis auriculares y pronto caí en los brazos de Morfeo.

Eran como las dos de la mañana cuando ya se le había acabado la carga a mi celular y por ende escuchaba todo lo que pasaba a mí alrededor, fue entonces cuando escuche un quejido y el filo de algo cortando algo, entonces me puse en pie de un salto y corrí dirigiéndome a donde se escuchaba eso, puesto que, podía tratarse de alguien necesitando ayuda.

Seguía corriendo cuando de pronto mis ojos vislumbraron algo que me hizo frenar en seco: frete a mis ojos veía a dos hombres de edad joven peleando con espadas como si fueran caballeros de la época medieval, aunque mucho mejor entrenados, no podía ver bien puesto que estaba muy oscuro

Pero por lo poco que veía podía saber que si sabían pelear: mientras uno lanzaba una estocada que yo habría jurado debía ser letal el otro la esquivaba fácilmente y comenzaban a chocar espadas tal cual samuráis.

Al principio me sorprendí pero conforme seguía viendo la escena comenzaba a asustarme y entonces pensé que si se enteraban que los había estado observando tal vez no viviría para contarlo, así que retrocedí lentamente para no levantar sospechas de que había estado espiando y su furia pudiese concentrarse en mí, así que, seguí retrocediendo cuando de pronto, un crujido estremecedor bajo mi pie hizo que un escalofrió recorriera todo mi cuerpo al levantar la cabeza y darme cuenta que los dos hombres dejaron de pelear y concentraron su mirada en mí.

Yo permanecí inmóvil, asustada, rezando por que las sombras me cubrieran y no hayan logrado verme, pero era demasiado tarde, ellos sabían que yo estaba ahí y por esto no bajaron su espada y se encaminaron ambos hacia mi dirección con la espada empuñada.

Ahora que se habían acercado a la luz tenue de la luna veía que ambos eran prácticamente iguales, salvo que uno se peinaba para atrás, y el otro… creo que ni se peinaba, ambos eran peliblancos, uno vestía de azul y el otro de rojo ambos con gabardina, parecían gemelo, salvo que a estos era fácil diferenciarles pero aun así y daban miedo, y de vuelta a la realidad, ambos se acercaron a escasos pasos de distancia y el de azul pregunto señalándome con su espada:

-Quien eres y por qué estas espiando? –dijo el de azul, con tono agresivo y una mirada fulminante que honestamente me hizo pensar que eran mis últimos minutos de vida.

En ese momento me quede escéptica, no sabía si contestar o no, probablemente si decía algo fuera de contexto me matarían

-Habla… o muere, es tu elección- dijo el de rojo con un tono burlón y un brillo peculiar en sus ojos

-Yo… - dije con la voz entrecortada- so…solo me detuve a observar e-eso es todo dije apenas conteniendo la respiración.

Ambos me vieron con recelo, después de todo no eran estúpidos, sabían que estaba mintiendo, aunque su reacción fue bastante obvia, no pude defenderme.

El de rojo me empujo fugazmente contra un árbol, y coloco su espada de manera amenazante contra mi cuello diciendo:

-Bueno, ya que te reúsas a decirnos – dijo con tono sádico- que quieres que hagamos con ella, he verg?!

El otro chico se quedó pensativo y dijo con tono serio y abrumador unas palabras que me hicieron estremecer;

-Tal vez sea una espía… - dijo con cierto odio en su voz

-Hummm con lo que odiamos a los espías – dijo el peliblanco de rojo antes de que pudiera siquiera defenderme y apretando cada vez más su espada contra mi cuello...


Este fue el cap. 1 si les gusto dejen reviewss y yo subo el 2, 1000 gracias por tomarse la molestia de leerlo.

sin quitarles mas tiempo...

SAYONARA! XD U.U .