Capitulo 1

Una mañana muy ajetreada una madre intentaba levantar a su hija de 12 años y mandarla a la escuela, luego de mucho insistir la niña abrió sus ojos.

-Mami hoy es domingo ¿Por qué me despiertas?- somnolienta y restregándose los puños en los ojos.

-¡Marinette ya es lunes! Tienes que levantarte e ir a clases- rezongó la madre con una sonrisa asomándose en su boca.

La niña desayuno apresurada y la mandaron a la escuela. Allí se encontró con sus amigos Alya, Nino y Adrien. Los padres de Marinette y Adrien siempre fueron muy buenos amigos por ende ellos eran mejores amigos desde siempre.

-Oye Mari, no te habrás olvidado lo de hoy, ¿cierto?- el pequeño de ojos verdes cual esmeraldas miro fijo a su amiga.

-Mmmm… hoy nos íbamos a…-divagó.

-¡Al parque Mari! ¿Ya te lo has olvidado?- con un rostro triste y molesto.

-¡Noo, claro que lo recordaba! Sólo quería ver si tu lo tenías presente- quiso engatusar al amigo.

-No me vengas con esa, yo mejor que nadie de aquí te conozco y lo has olvidado. Te haré pagar por esta Mari, será mejor que no te lo olvides- retó a su amiga.

-¡JA JA JA! ¿Tú chiquitín? Primero deberás alcanzarme- respondió burlona.

-Ya verás.

Más tarde al terminar las clases los dos amigos se dirigían al parque a jugar.

-¡Hey Adrien! ¡Déjate de robar a mi mejor amiga!- gritó enojada una niña morocha de lentes.

-¿Qué pasa Alya? ¿Celosa?- Adrien provocaba a compañera.

-Ya ya chicos, es inevitable. Alya es mi mejor amiga y Adrien mi mejor amigo. La próxima iré contigo Alya, ¿Si?- calmó a las dos fieras tomando la mano de Adrien y llevándoselo hacia su destino.

Una vez ahí comenzaron a perseguirse, como era costumbre de ellos se peleaban mucho a pesar de ser tan buenos amigos. Marinette era muy buena trepadora y siempre que quería escapar de Adrien subía a un árbol y se lo quedaba mirando mientras se burlaba. Hoy era uno de esos muchos días.

-¡OYE MARI YA BAJA!- gritó enfurruñado por los trucos sucios de su amiga.

-¡JAJAJA! ¿Qué pasa pequeñín? ¿Es que no llegas?- Marinette solía burlarse mucho de la estatura de su compañero, ya que ella era más alta.- ¡Vamos! ¡Intenta alcanzarme!

-Voy a conseguir subir, te lo demostraré. Y tendrás que disculpar- fue interrumpido por un niño mayor que lo empujo haciendo que este cayera de cola y amortiguara la caída con la palma de sus manos.

-¡HEY! ¿Qué le haces a Adrien?- gritó muy enojada la niña de cabellos oscuros.

-Pero ¿qué tenemos aquí? Eres muy linda niña, será mejor que vaya a buscarte y puedas divertirte con alguien mejor- fanfarroneó de sí mismo en lo que se disponía a subir el árbol.

Adrien vio como el bravucón que lo tiro iba a por su amiga, y no estaba dispuesto a permitirlo. Se levanto y tacleó al nene tirándolo al suelo. Éste se levanto furioso por la insubordinación del crio.

-¿Qué crees que estás haciendo bebito?- acercándose a él tomándolo por el cuello de su remera y volviéndolo a lanzar un poco más lejos esta vez. Adrien cayó de lado, volviendo a colocar una mano para suavizar la caída.

Ante lo ocurrido Marinette salto de la rama en la que se encontraba y cayó en cuclillas entre Adrien y el bruto que lastimaba a su gran amigo.

-Al fin bajaste, has visto mi gran fuerza y quieres acompañarme para pedirme ser tu novio- contestó triunfante.

Marinette se enderezó y lo fulmino con la mirada.- Ni en un millón de años pocos sesos.- sin quitar los ojos que penetraban al bravucón.

-No te hagas la difícil. Vámonos- tomo el brazo de Marinette y empezó a arrastrarla.

-¡Suéltame!- con gran sorpresa para todos, ella le mando un golpe directo a la cara, provocando que callera un poco de sangre de la nariz del niño. Éste se sorprendió tanto que no pudo evitar soltarla, cuando se volvió a acercar a ella para agarrarla nuevamente recibió un puñetazo más a un lado de su cara y una patada a mitad del estomago. Aterrado decidió largarse de ahí.

-¡Estás loca!- fue lo último que dijo antes de salir corriendo de ese lugar.

-¿Estás bien Adrien?- ayudo a sentarse a su mejor amigo en lo que ella se arrodillo frente a él a revisar que estuviera bien.

-¡Estoy bien Marinette!- dijo apenado por haber sido salvado por una niña.- Ya suéltame…aauuch- se quejó de unos raspones que había encontrado Marinette en sus palmas.

-Te has lastimado- comento triste mientras quitaba la tierra de sus manos.

-No es nada, ya suéltame- zafó sus manos de las de ella, para ser nuevamente agarradas.

Marinette entrelazó sus dedos con los de Adrien y levanto la palma dejando expuestas sus raspones. Ella las miro y luego acerco su boca para dar paso a su lengua que lamió "limpiando" las heridas de éste.

-¿Qu-qu-qué estás haciendo?- muy avergonzado y completamente rojo al ver a su gran amiga haciendo semejante cosa.

-Las estoy limpiando, ¿no es obvio?- contestó.- ¿Nunca viste que los animales cuando se lastiman lamen sus heridas?

-Pe-pero no somos animales- dijo queriéndose zafar, pero ella no lo permitía. Al acabar soltó la mano y atrapo la otra para repetir el proceso.

-¡Ya está! Pero tendrás que lavártelas igual, esto solo es provisional- le dedico una sonrisa mientras se levantaba y ayudaba a su amigo a hacer lo mismo.

-No tenias que haberme ayudado- ya más calmado de la vergüenza, le dijo molesto.

-¿Pues qué esperabas que hiciera? ¡Tengo que cuidar de los más pequeños!- poniendo una mano sobre la cabeza de Adrien en lo que se burlaba para cortar la tención del momento.

-¡Ya verás Marinette! ¡Voy a ser mucho más alto que tú!- poniendo una cara de puchero y sus ojos desafiantes.

-¡Claro! ¡E~N~A~N~O!- bufándose cada vez más de éste.- No lograras pasarme nunca- rió triunfante.

-Entonces no te molestara hacer una apuesta. Si yo logro pasarte como mmm… al menos media cabeza, tú serás mi novia.- pícaramente apostó contra ella, sabiendo que jamás rechazaría un reto como ese.

-¡Claro! Pero prepárate para perder e~na~no- se burlaba de él sin darle mucha importancia a la apuesta.

El año de sus 15 algo fuera de lo normal había ocurrido a los dos jóvenes, se habían convertido en los héroes de parís. Eran Ladybug y Chat noir, si bien eran grandes amigos en sus identidades de héroes ellos prometieron no revelarse mutuamente sus identidades, aunque se resultasen muy familiares. Adrien se había enamorado de Ladybug, aunque todavía le gustase su amiga de la infancia; esto perturbaba al pobre chico, ya que a medida que luchaba con Ladybug se enamoraba más.

El tiempo iba pasando y cada vez se hacían más y más unidos, no sólo Adrien y Marinette, también con Alya y Nino. Habían pasado 5 años desde esa apuesta y Adrien apenas si pasaba algo a Marinette, aún no podía decirle nada al respecto, ya que el desafío era que él la pasaría media cabeza y eso aún no había pasado. Pero el rubio a pesar de esto, sentía algo muy fuerte por su querida Ladybug. Poco a poco Marinette iba abandonando el corazón de Adrien, de una manera romántica, y se iba llenando de su hermosa y heroica lady.

Pasaban los años, entre sus luchas codo a codo como héroes y en sus identidades secretas seguían siendo muy buenos amigos, incluso a pesar de haberse producido cierta distancia debido a que ya no se decían todo lo que les ocurrían a ambos; los secretos y los nuevos pretendientes que llegaban a cada uno los distanciaban un poco ya que las parejas de los contrarios se ponían celosos que Adrien y Marinette se llevasen tan bien y los querían separar; esto solo hacía que acabaran terminando con sus parejas, ya que eran más importantes para ellos aunque no precisamente se volvieran a unir como antes.

Ya con 20 años de edad el pequeño grupo de mejores amigos se iban a juntar para platicar sobre la noche de carnaval que se aproximaba.

-¿Están listos para la gran noche?- se escucho una voz masculina hablando de la notebook- Recuerden que es en mi casa a las 10 pm, no lleguen tarde. Y me refiero a ti Mari, ¿Dónde estás? Que no puedo verte.

-Cierto Marinette deja de hacer lo que hagas y ven a tener una conversación con nosotros- se quejo otra voz femenina proveniente del mismo lugar.

-Cálmense chicos, debe estar haciendo algo importante- una última vos masculina hablo más calmo.

-¡Marinette! Ven a hablar con tu mejor amiga- reto Alya a su amiga.

-¡Lo siento! Ya voy- dijo mientras torpemente caía por las escaleras que subían a su cama, terminando en el suelo como solía hacer. En un rápido movimiento se paro y se sentó en la silla frente a su escritorio donde tenía una video llamada de Alya, Nino y Adrien.

-¿Estás bien Marinette?- gritaron todos al mismo tiempo.

-Tranquilos estoy bien, me caig veces al día con esas escaleras jajaja- restó importancia con un gesto con su mano y la otra rascaba su nuca.

-De acuerdo, ¿entendiste lo que dije Mari? A las 10 pm en mi casa- recalcó el horario para la pelinegra.- Muero de ganas por verlos a todos. ¿Ya decidieron sus disfraces?

-¡Sep! Mari y yo iremos de gemelas Ladybug- comento felizmente Alya.- Claro que un diseño diferente de vestidos. Por lo que estuve viendo Marinette llevara un vestido súper se- fue interrumpida por la mencionada anteriormente.

-¡Alya ya calla! Nuestros vestidos serán sorpresa, después de todo es una fiesta de disfraces, ¿no? Que ellos nos encuentren si pueden. ¿Y ustedes ya saben de qué van a vestir?- cambio de tema rápidamente.

-Claro iré como chat noir, pero la versión mejorada- sonrió pícaramente Adrien.- ¿Y tú Nino?

- Pues ya que todos van de superhéroes creo que iré de Batman- bromeó para sus compañeros.- Iré de arlequín.

-Algo que pega totalmente contigo hermano- respondió el rubio.

-Ya que todos sabemos lo que tenemos que hacer, será mejor que empecemos a prepararnos para mañana. Aún tengo que darle algunos toques al vestido- en lo que se paraba y se dirigía a su cama donde había escondido el vestido para que no lo descubrieran, sólo Alya sabía como era.

-Bien es mejor irnos, tengo cosas que hacer antes de que mi padre llegue- explico el ojiverde.- Y Marinette, no llegues tarde ¿oíste?- la miro reclamándole.

-¡Ya ya! ¡Ya entendí! No llegaré tarde. Y Alya me acompañara para que eso no ocurra, ¿satisfecho?- le devolvió la mira con una ceja levantada y revoleando los ojos.

-Es cierto nosotras llegaremos juntas, no te preocupes Adrien. Si no se apura la llevo semidesnuda si hace falta- rió pícaramente ante los rostros de sus tres amigos.

-¡A-Alya! Me prepararé de antemano.

-Muy bien chicas nos vemos allí- habló Nino y cortando su llamada.

-Adiós, nos vemos mañana- terminaron de decir y cerraron la llamada.

-Ya puedes Salir Tikki- le habló a su habitación de la cual una pequeña criatura salió de su cama y voló hacia ella.

-Sigo firme en que es una mala idea ir vestida como Ladybug- la reto y reprocho de la locura que pensaba que estaba haciendo.

-Tranquila Alya y yo iremos así, además no se parece en nada al traje de Ladybug, solo en los colores y ya. Además hasta Adrien dijo que iría disfrazado como Chat noir. No hay de qué preocuparse- intento calmar a su pequeña kwami.

Mirando la hora supo que pronto debería salir a patrullar la ciudad con su compañero ya nombrado. Y sin más tardanza dejo lo que estaba haciendo y se transformo en Ladybug y salió por la trampilla de su cuarto.

La noche estaba fresca y tranquila. Las estrellas iluminaban la ciudad de parís, otorgándole un esplendor maravilloso que la hacía ver más hermosa de lo que era, y a pesar de que no hubiera luna, ya que era luna nueva, con el brillo de las estrellas y las luces de la torre Eiffel era simplemente perfecto hasta casi romántico. Ella se encontraba sentada con los pies colgando de un edificio frente a la torre sola, ya que el gato parecía estar retrasado por algo.

-Te ves hermosa con el reflejo de las estrellas sobre ti- tomo su mano y la beso.- Esto es para ti my lady- extendiendo hacia ella una rosa.

-Gracias Chat… Llegas tarde. Y no has conseguido asustarme como dijiste que lo harías- provocó al gato.

Unas semanas atrás ella estaba parada en la torre esperando al minino, pero se encontraba muy distraída y éste al llegar quiso asustarla y no lo logró. A partir de ahí hicieron la apuesta de que Chat lograría asustarla y a cambio le daría un beso. Pero si no lo lograba él debería dejar de coquetearle por lo menos por 3 meses. Iba a ser difícil pero estaba dispuesto a asustarla lo mejor que pudiera.

-Eres tan difícil. Ya verás un día te llevaras un gran susto por mi parte y tendré ese beso- sonrió lo mas pícaro y dulce que pudo.

-Ni en tus sueños gatito.

-Prrrrruuuu… cuando me llamas así me estremeces- ronroneo cerca del oído de la ojiazul, para solo conseguir que ésta le coloque la mano en toda la cara y alejarlo de ella.

-Oye, mañana vendré a hacer el patrullaje más tarde- comentó de lo más normal.

-Supongo que yo también. Al menos podre verte en carnaval- le regalo un guiño y una sonrisa.

-Que estemos en carnaval y en fiesta no significa que estés distraído. Mantente atento ante cualquier cosa- le sugirió y luego se paro.

Chat hizo lo mismo que Ladybug y se paro, noto que él era más alto que ella por media cabeza. Y de pronto se acordó de una apuesta de hace poco menos de 10 años, que debería corroborar si había ganado. Mañana podría estar de novio con su primer amor… Pero él ahora amaba locamente a Ladybug. Sin darse cuenta, se encontraba totalmente confundido al respecto. A Marinette no la veía hace un buen tiempo y si bien la quería, ya no estaba seguro de si la amaba como antes, además era un amor de niños, casi ni pensó en eso en la escuela; había tenido muchas novias y nunca pensó en Marinette como más que una amiga. Pero eso no impedía que no pudiera molestarla que tanto le gustaba y extrañaba hacer.

-Creo que me iré a casa, parece estar todo tranquilo- miro al gato que tenía una extraña expresión entre confusión y satisfacción por hacer una pequeña maldad.- ¿Estás bien?

-¿Ehh? ¡Ahh! Claro, solo estaba pensando en algo muy interesante que pasara mañana- no podía ocultar su sonrisa de satisfacción al pensarlo, claro si ya hubiera pasado a su amiga de la infancia. Tomo la mano de Ladybug para besarla nuevamente e inclinado como estaba levanto la vista y le regalo una mirada con mucha pasión y picardía.- Adiós my lady. Nos vemos mañana a las 3 am, ¿te parece?

-Mmm… Claro, nos vemos- y vio como su amigo felino estaba emprendiendo camino a su casa con una actitud muy animada.- ¿Pero qué rayos le paso?- se dijo para sí.