Sumary: Los recuerdos de mis años humanos se volvieron nítidos, el recuerdo de cuando me quebré la pierna, el doctor que me curo era él, mi amor platónico se marcho semanas después de curarme. Era el hombre de mis sueños, trate de seguirlo pero mis padres lo consideraron demasiado mayor como para buscarlo como pretendiente, 35 años… su recuerdo era una de las cosas que me mantuvieron viva en las noches en que Charles me golpeaba

Declairme : estos personajes le pertenecen a la señora Meyer *o* a cual es culpable de haber perdido mi cordura, pero haber conocido personajes maravillosos, que me guiaron a más maravillosas personas. A si bueno yo juego un poco con las cosas espero que les guste


Esme & Carlisle…

Al fin desperté de ese horrible tormento…ya debía haber estado en el infierno, abrí los ojos estaría ya donde estaba mi hijo?... mi pequeña cosita…Pero me encontré en frente un perfecto rostro, era un hombre hermoso…un ángel? Su cabello rubio caía desordenadamente sobre uno de sus ojos, apenas unos tonos más oscuros que su cabello. Su belleza me embeleso, sus ojos dorados me miraban, como si contemplaran algo agradable

-no temas-dijo y su voz me estremeció, baje la vista y me encontré con mis manos, que ya no eran las mías…

Así es como comenzó todo…Carlisle como se llamaban mi salvador, me explico todo…junto con un lindo muchacho de nombre Edward…

-pero yo deseaba morir- me queje, yo quería ir con mi hijo ahora no me quedaba nada

-lo siento- se disculpo Carlisle, vi como empuñaba su mano, pero su rostro era sereno

-no te disculpes Carlisle, Esme esta solo preocupada porque no tiene donde ir- ¿cómo lo supo?, el muchacho se encogió de hombros -puedo leer la mente, si lo deseas te puedes quedar con nosotros…

Miré a Carlisle el me sonrió…decidí que cuidaría de estos dos perfectos hombres….

Suspiré… ha pasado cerca de un año, desde que vivo con los hermanos Cullen, cómo se hacían llamar… yo era prima por parte materna del menor de ellos; Edward, quien era de madre diferente, ello explicaba nuestras características tan dispares. Vivíamos en una pequeña casa, de la cuál yo estaba a cargo Edward estudiaba leyes, y Carlisle ejercía la medicina su gran pasión. Volví a suspirar…

-¿qué pasa Esme?- me preguntó Edward, que era con quién hablaba, a pesar de que vivíamos la misma casa, yo jamás me dirigía sola a Carlisle, temía incomodarlo…y el siempre guardaba silencio.

-nada mi niño- dije tratando en vano de concentrarme en el tejido que hacia, para que no me descubriera con su habilidad

-vamos Esme- sonrió tentador, me recordaba a como soñé de niña a mis hijos… hijos que nunca nacieron… porque su padre los mato en mi vientre

-¿qué?-dijo Edward molesto- ¿que tu marido hizo que?

-cálmate- se limito a decir Carlisle, sin levantar la vista del libro que leía, pero nuevamente sus puños estaban cerrado, lo estaba molestando…Edward entorno los ojos

-cuéntame- exigió, era muy curioso y tozudo, le sonreí

-pues hoy se cumple para mi otro aniversario de matrimonio, me case a cumplir los veinte y dos años- recordé mi boda con él, era nebulosa…

-¿lo hechas de menos? ¿quieres volver con él?-preguntó Carlisle sin mirarme, como cada vez que me hablaba

-él esta muerto Carlisle-le explicó Edward, apenas me transforme le pedí que averiguará por mi marido, suspire- se suicido, era lo menos.

-¿A qué te refieres?-le pregunté, aun me sentía culpable por lo Charles

-Pues te golpeaba y era borracho-dijo Edward muy seguro- mato a sus hijos que llevabas en el vientre… ¿te parece poco?

-era un buen hombre- le rebatí… -bueno cuando estaba sobrio

Carlisle se cerro el libro de golpe, baje la vista, no deseaba molestarle, me asuste y retrocedí… me esforcé en no pensar, en lo que mi protector me producía. Carlisle poso sus ojos en Edward quien lo miraba con el ceño fruncido, siempre que yo salía a conversación se miraban así, peleaban y siempre, aunque nunca emitían palabra y no se como Edward siempre salía más enojado que cuando comenzaba discusión secreta. Y mi protector siempre terminaba con la mirada ida.

-Carlisle- dijo Edward con una voz autoritaria, jamás lo había oído hablarle así

-vasta hijo- dijo Carlisle, se dio la media vuelta marchándose

No deseaba ser motivo de discordia entre ellos, yo sabía que ellos se amaban como padre e hijo, era yo la que sobraba

-no sobras Esme- dijo dulcemente Edward, sonriendo- se que nunca será lo mismo para ti… pero, me gustaría pedirte permiso para tratarte como mi madre

Abrí desmesuradamente los ojos, ese niño, ese perfecto angelito… me quería llamar mamá…

-yo…- dije sin poder contenerme, le abrace- nada me haría más feliz que eso Edward, te quiero como si realmente fueras ya mi hijo

-mamá ya soy tu hijo, lo soy desde el día que despertaste y te encargaste de mi- se rió musicalmente, mientras me abrazaba- bien ya tengo mamá… madre voy de caza… nos vemos

-que te valla bien hijo- sentí una alegría inmensa al llamarlo así, de alguna manera yo, estaba conectada con Carlisle

Edward se marcho dándome otro tierno abrazo y un beso en la frente, antes de salir creí escuchar "ahora tengo madre y padre, solo basta que se den cuenta de lo que son"… no debió ser mi idea… me puse a cantar una canción de cuna mientras arreglaba la casa, hoy y mañana eran los días libres de Carlisle, canté fuerte para apagar su presencia… que me hacia desear cosas que no debía

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El único cuarto que me quedaba era el despacho de Carlisle, donde se encerraba cada vez que nos quedábamos solo en casa. Tomé aire, y golpeé la puerta. Quería tanto como no quería estar en la misma habitación que él. Lo deseaba, para sentir su aroma, sentirme cerca de él de su presencia protectora y calma, sentirme segura y completa, y no quería porque temía que mi presencia le fuera ingrata, o al menos eso parecía ser ¿y si me pedía que me marchara? Yo no podría obligarlo a soportar mi presencia, pero tampoco podía vivir sin él

-adelante

-permiso, debo ordenar su despacho-dije tímidamente- no demorare

-adelante- se limitó a decirme, sin posar su bellísima mirada sobre mí, como si fuera una mota de polvo más. Se puso de pie y comenzó a mirar por la ventana

Me moví rápidamente, su indiferencia me dolía y ahora no estaba Edward para dedicarle por entero mi atención, estaba nerviosa, asique algunas cosas resbalaban de mis manos, pero sin caer.

-asique…-dijo inexpresivamente- el hombre con el que te casaste te maltrataba

-si –dije, no sabía que más decir, una de sus manos estaba cerrada en un puño, me dio miedo, quizás debía pensar que era una ingrata con mi difunto esposo- pero, yo… bueno no era tan malo, después de todo estaba en su derecho

-nadie tiene derecho a maltratar a otro- dijo ¿me defendía? No… no había razón para ello, era solo que él era demasiado noble y correcto.

Algo resbaló de mis manos, era una rosa blanca seca con una cinta roja que llevaba un papelito con un mensaje…

-era usted…- dije emocionada

Los recuerdos de mis años humanos se volvieron nítidos, el recuerdo de cuando me quebré la pierna, el doctor que me curo era él, mi amor platónico se marcho semanas después de curarme. Era el hombre de mis sueños, trate de seguirlo pero mis padres lo consideraron demasiado mayor como para buscarlo como pretendiente, 35 años… su recuerdo era una de las cosas que me mantuvieron viva en las noches en que Charles me golpeaba

-yo?- dijo y poso su mirada en la rosa, con cuidado se acerco tocando la flor- asique tu eras la muchachita… valla que vueltas da la vida

Su proximidad me abrumó el era el hombre, de mi existencia, al cual ame desde que lo vi aun siendo una niña… y ahora estaba frente a mí a escasos centímetros.

El levantó la mirada y me hipnotizo con sus ojos dorados, que me dejaron en blanco, no me pude contener, cuando su aliento me roso el rostro y sin pensar me cerque y le besé en los labios, él se quedó estático.

Fue mil veces peor que un rechazo, no se movió… seguía con la mano extendida en la flor, sus ojos se nublaron levemente como si miraran algo distante. Me separé de él

-lo siento… discúlpeme Carlisle- articulé, nada… seguía así sin efectuar movimiento… no, más que rechazarme le daba asco…eso era.

No podía soportarlo, salí de la habitación dejándolo cual estatua con la rosa blanca en sus manos, corrí a mi cuarto, me marcharía eso haría… era lo mejor, comencé a empacar mis cosas, solo algo de ropa, lo metí todo a una pequeña valija. Como echaría de menos a Edward…pero era lo mejor para él también, ellos habían estado bien sin mi antes, era yo quien se debía marchar. Desee desesperadamente mis lágrimas. No tardé ni tres segundos en tener todo listo, salí del cuarto y en la puerta choque con algo que estuvo a punto de tumbarme, era Carlisle, quien me afirmo tomándome por el codo


Hola este es el primer fic que subo... aquí espero que alguien lo lea... y alguien por favor lo abre ... deje un review, aunque sea con un "pase por aquí" ... aplausos, zapatos, gritos de odio, emm dudas... todo es resivido! xD

gracias por leer

Nos leemos ^^

PS: gracias a camy-roce por su ayuda y paciencia