Rota.

Alice estaba roto, y Cheshire lo sabía.

Tanta destrucción y corrupción, por culpa de ese hombre, que ni si quiera merecía ser nombrado, que invadió país de las maravillas, y todo ese daño se reflejaba en ella.

Sus grandes ojos verdes ya no tenían vida, aquella dorada melena, se avía vuelto castaña y apagada, y se notaba el daño que su mente sufría, su silencio, y siempre a la defensiva esperando lo peor, su seño visiblemente fruncido, y su mirada lleno de odio, rencor, tristeza y… miedo.

Sus manos maltratadas por el trabajo que se vio obligada a hacer para poder comer y tener un lugar para vivir, y esas marcas descoloridas en sus muñecas.

Cheshire se acomodo al lado de ella, en su pequeña cama, hecho un ligero vistazo a su habitación, no había mucho para ver, una pequeña mesita de noche, llena de algunos libros viejos, todos sobre cuentos infantiles, la foto de su familia encima de su cama, miro por un momento a la imagen de su hermana, era una chica hermosa, y Alice se parecía mucho a su madre.

Contemplo el rostro de su padre, y se pregunto sobre qué tema hubieran hablado si lo hubiera conocido, tal vez sobre su pasión sobre la fotografía.

Y sus pensamientos volvieron a concentrarse en la chica que estaba dormida, entre sus brazos, cuando esta comenzó a retorcerse, gimió en sus sueños, y unas pequeñas lágrimas comenzaron a formarse en el borde de sus ojos.

Ni siquiera en sus sueños podía tener paz;

-"lo siento", "fue todo mi culpa", "no debí sobrevivir"-, Dijo Alice en medio de su sueño, siempre era mismo, aun después de tantos años el mismo sueño, las mismas personas, y la misma culpa.

-Tranquila, todo está bien.- Susurro Cheshire…calmándola, Alice dejo de hablar y moverse, calmo su respiración y se relajo, volvió dormir, su rostro se relajo, y parecía por fin haberse relajado.

Solo quería que durmiera, solo quería que tuviera algo de paz, a sé mucho dejo de importarle el país de las maravillas, solo quería que ella estuviera bien, que fuera feliz, verla sonreír y escucharla cantar mientras se paseaba por los pasillos de una gran casa, y el persiguiéndola para atraparla entre sus brazos, y llevarla hasta el dormitorio para hacerle el amor…

Pero por ahora, se conformaría con que ella pudiera dormir bien entre sus brazos.

Cheshire sabia que Alice estaba rota, pero el intentaría repararla como pudiera.