Los personajes pertenecen a Akira Toriyama.
Mariposa púrpura.
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"Si tienes alas, vuela"
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~Prefacio~
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El día de su unión se aproximaba, apenas era el primer aniversario y parecían ya muchos años. El brazo de Ronald permaneció alrededor de su cuello más pesada que la cadena invisible que siempre portaba; unas veces un poco floja y otras más apretada pero siempre ahí halada de vez en cuando como recuerdo de la mascota de lujo en que se convirtió. Logró contar hasta cuarenta y tres y él retiró su brazo, le dio un beso y salió por la puerta pavoneando su tosco cuerpo. Pasaron quince minutos y ella fue incapaz de moverse.
Su presencia no se iba nunca.
Temblorosa como desde la primera noche se acercó a la terraza que apuntaba al pueblo. El cielo teñido de rosa, naranja, rojo y amarillo se mezclaban en armonía anunciando la caída de la tarde. Caída que ella misma estaba a punto de dar.
—Me perdí — gritó en su susurro. Se quitó las pesadas telas de su vestido verde esmeralda y se puso el vestido de castigo. — ¿Qué crimen cometí sin saber?
La brisa helada que erizó su piel acarició también los moretones más escondidos, esos que tenía juntito al alma y marcados en el pecho.
La Pan vivaz de espíritu libre y sueños de aventuras ya no estaba, no quedaba ni un trozo de la niña de pies descalzos.
Si ya no estaba ¿Para qué seguir viviendo? ¿Qué sentido darle a la vida con el puño de su esposo en su rostro y estómago?
Eso no era vida.
«A lo mejor y no ser una mujer completa era un regalo». Pensó. Alguien como ella no tiene derecho a ser madre sino puede ni con su peso.
Levantó el rostro al cielo con los ojos empañados buscando una aprobación a lo que estaba a punto de cometer. Desesperadamente anhelando una señal. Solo eso espera: una señal.
—Pan— voltea a su llamado. Con la angustia pintada en los zafiros, el hombre del rey de bajo rango Trunks intenta alcanzarla— ¿Qué hace señora mía?
—Ya no puedo más — dice ronca. Las calles comienzan a iluminarse. Las hacen lucir bellas como si nada malo pasara— es suficiente
—Ven a mí — ruega— yo te protegeré
Y por ese instante duda, un momento de chispa de vida arde en su pecho, imagina una vida nueva con ese hombre apasionado y leal. Más tal rápido como vino se fue, era una ilusión.
Un sueño.
El reflejo de su cuerpo le es devuelto por los numerosos espejos de la alcoba; pálido y desnutrido, avergonzada de sí misma subió al barandal de piedra. Trunks avanzaba con rapidez pero su amada más veloz da un paso al frente. Un grito desesperado, unas lágrimas y un mechón lila es lo último que vio antes de cerrar los ojos.
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Capítulo 1
Milk
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La idea de tomar unas vacaciones no era mala, todos estaban de acuerdo o al menos tuvieron que estarlo debido a qué, la cabeza de la familia así lo decretó. Milk, la esposa de un guerrero era quien manejaba con orden estricta a su familia:dos hijos y una nieta. Ni Videl, su nuera se le escapaba. Su esposo menos.
Pese a las adversidades seguía siendo una mujer bella con sentimientos nobles. Controladora y amorosa a un nivel equilibrado.
—Los quiero listos al alba— sentenció limpiando su mentón con suaves toques.
Terminada la cena se retiró a su habitación, Goku la seguía de cerca. Siempre de cerca.
El salón del comedor soltó un suspiro cansado. Las vacaciones lejos de serlo parecían mas una demanda impuesta. El rey Piccolo con pocas palabras y una paloma solicitaba la presencia del hijo del dragón para dar su punto de vista hacia los nuevos reclutas de la guardia leal.
—¿Qué quiere exactamente Piccolo?— Milk desató el listón de su cabello, como una serpiente se deslizó por el negro cabello de la mujer hasta caer en el suelo —Espero no quiera líderes a esos jóvenes
—Me temo que va más allá que eso —razonó sin perder ni un detalle de su mujer desvistiéndose.
—Me temo tienes razón
Las olas del mar rompiendo a lo lejos adormecían a cada integrante de la familia Son hasta el sueño más profundo. Aún así Pan se negaba al arrullo preocupada por la salida de sus tierras. A sus próximos dieciséis inviernos jamás había salido de la villa, su familia tenía más de lo necesario.
—¿Estás preocupado como yo?— le preguntó a su cachorro — ¿O te emociona Guiru?
Guiru ladró como respuesta moviendo el rabo. Pan le acarició detrás de la orejas y miró el cielo estrellado, esperaba poderlo ver en el reino aunque jamás sería igual. El agua salada no tocaría sus pies desnudos.
—A dormir
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Desnuda y refunfuñando Milk camina de un lado al otro tirando botes con crema y perfumes dentro de un viejo bolso.
—¿Estás enojada?— se burló el de rebeldes mechones.
—¡Cállate!— gritó colorada.— Ya es tarde
Goku suelta una carcajada. La toma de las caderas y la tira en la cama.
—Señora mía, nuestra escolta llegará alrededor del almuerzo, ni siquiera hemos desayunado — observó — ¿No cree que podemos ser uno de nuevo?
—Quítate de encima— intentó librarse de su agarre, Goku la tomó de las manos.
—Anoche no pedías eso — y besó su blanquecina piel.
Milk olvidó todo, quienes venían y a dónde iban. Se perdió en los músculos que la apresaban y en los besos que le robaban el aliento. El hombre que la embestía lo hacía como la primera vez que la tomó en la cabaña de su difunto abuelo.
Bañada en sudor Milk peinaba con sus suaves dedos los rebeldes mechones que caían en su pecho. Pensando en las segundas intenciones del rey, preocupada porque su instinto lo decía y eso, nunca se equivocaba.
—Dime que no aceptarás
—¿Qué cosa?— pasó su rostro entre sus pechos.
—Lo que pedirá
Goku no dijo nada, miró el techo sin ver ni saber que hacer.
Mientras almorzaban un grupo de quince hombres con el yelmo reluciente, capas blancas con una cabeza de perro café al centro entonaron un saludo a gritos.
—"Larga vida al hijo del dragón"— repitieron cinco veces.
—Es un honor conocerlo señor— Uub Pierre. Alto, moreno y con un peculiar estilo de cabello saludó con el puño en el pecho a Goku.
—El hijo del viejo Kiddy, mira como has crecido. La última vez que te vi eras un niño de pecho
—Mi padre me ha hablado mucho de usted
—¿Te contó de las veces que lo hice polvo?
—Alega que fue al revés
—Viejo mentiroso— Goku soltó una carcajada — ya te mostraré cómo en menos de diez toques lo dejo fuera
—Yo misma los dejaré fuera si vuelven a enfrentarse en un absurdo duelo amistoso— salió Milk — lleva esto por favor
—Como diga Lady
Los Son subieron a sus caballos sangre pura,color caramelo, Guiru iba detrás de Pan. Detrás de ellos una carreta halada por dos burros llevaban sus maletas. Los soldados los rodeaban atentos de cualquier peligro como animales salvajes o dementes. Muchos, impulsados por sentimientos negativos querían arrebatarle sus riquezas a Goku. Sin olvidarse también de los bandidos de camino.
Goku, Uub y Gohan lideraban, Milk y Videl a sus espaldas y de último Goten, Pan y el cachorro Guiru.
De vez en cuando Uub echaba una mirada hacia atrás, cautivado por la belleza de Pan, hasta que una mirada de advertencia de Gohan y una mirada dura de Goku lograron mantenerlo con la vista al frente.
Pronto anocheció y los soldados hicieron dos tiendas de campaña; una para las mujeres y otra para las provisiones. A un lado los caballos atados a un grueso tronco con agua en una cubeta y fruta mallugada por el viaje.
Una fogata cocinaba una sencilla sopa con verduras y carne de pollo. De unos barriles Goten servía cerveza de raíz o vino de uva o de una recién bebida llamada whisky. La noche era cálida, el invierno aún estaba lejos y Milk esperaba para ese entonces volver a su amada villa. Suspiró, las risas de los hombres y la intemperie le traían recuerdos buenos así como malos.
—Dioses— rezó mirando al cielo— que la desgracia no toquen a mi familia
—¿Qué atormenta tu tranquilidad madre?— Gohan le dio una copa con vino.
—El destino
—Impredecible acontecimiento
—¿Qué dice tu intuición, comprendes la situación hijo mio? — dijo viéndolo a los ojos— sabes tan bien como yo que Goku y Pan son de más interés para Piccolo.
Gohan no pudo decir nada más que darle la razón. Lanzó una fugaz mirada a su hija y a su padre, inquieto; temía perderlos. Si Goku lideraba una tropa y era enviado a las afueras podría morir. Y si Pan era desposada quedaría donde su esposo decidiera. Por cualquier ángulo y sabiendo los beneficios que traían, él sentía que perdía.
Se pusieron en marcha mucho antes de que el sol saliera, los cascos de los caballos y el sonido de las armaduras era lo único que se oía. El calor comenzaba a ser sofocante, sin embargo no hubo queja alguna ni los soldados se despojaron de sus capas y yelmos.
A media tarde los Son visualizaron dos pilares de veinte metros de mármol pulido. Sostenido por gruesas y viejas cadenas una tabla de madera tenía tallado el emblema de las capas. Milk hizo sombra sobre sus ojos, una vez en su niñez aquello era sinónimo de libertad. Ahora no tanto.
—Buena idea tomar el atajo, si no hubiéramos llegado mañana en la noche.— Uub se puso bajo la enorme cabeza— Bienvenidos a Namek hijo del dragón y familia
—Había olvidado lo grande que es
Después de pasar por los pilares de mármol debían pasar un gran campo silvestre; Vacas, ovejas y perros acompañados de sus dueños saludaban al grupo a caballo. Milk observó por un momento a su esposo, entusiasmado, con el brillo de aventura en sus ojos. Sus dos hijos admirando el paisaje, su nuera igual a ella observando a su esposo y Pan, esta parecía abrumada y fascinada a la vez, casi igual a Goku.
Finalmente cruzaron el pueblo, las puertas del castillo se abrieron y ellos estaban a punto de ver a su rey.
Milk suspiró de nuevo, no supo cuantas veces lo hacía. Puso un pie en el primer peldaño con la seguridad de protestar si osaban a exigirle mas de lo que ya daba. Se armó con el valor de esposa, la fuerza de ser madre y el amor de abuela y colocó el otro pie.
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Aquí con una nueva invención esperando sinceramente que sea de agrado para quien lea. Ubicada en una época que en lo personal me llama mucho la atención, me he investigado y leído algunas novelas ambientadas en esa época y espero de verdad no salirme tanto de como era.
En cuanto al tema central sé que es delicado y difícil, quizás llegue a poner escenas crueles y/o humillantes, violentas, denigrantes, pero lamentablemente es algo que estuvo y estará siempre en la humanidad, es algo tan común y a la vez extraño cuando te das cuenta que está en cosas pequeñas y muchas veces uno no quiere darse cuenta. Personalmente no lo he vivido pero si lo he presenciado en primera fila, no sé como describir el golpe en el estómago y la impotencia que se siente al no poder hacer nada.
A lo mejor y esta historia no es buena, menos regular, sin embargo lo hago con esfuerzo, estudiando, poniéndome en los pies de otros y cariño.
Cualquier cosa que deseen preguntar pueden hacerlo por mi página de fb, en mi perfil se encuentra el enlace.
Nos vemos en el próximo capítulo.
~Bleu
