Ojalá les guste, es un fic KanamexZero sin embargo su relación tendrá un desarrollo algo lento y pondré algún lemon por ahí aunque no seré muy explícita, pero pasarán algunos capitulos antes de eso, así que paciencia conmigo por favor.
Y tengo que decir que hasta donde yo sé no han salido los nombres de los padres de Zero en el manga así que me los inventaré, si alguien los sabe agradeceré me los diga, el hotel Royal Fort lo tomé prestado del manga Bitter de Haruka Minami por si alguien quiere leerlo.
Me inspire para escribirlo en la canción Come Home de One Republic, mi grupo favorito :D, si alguien quiere visitar mi perfil es bienvenido.
Capitulo 1: Antes de la tormenta...
Akita, Japón.
-Zero esto es genial, no puedo creer que de verdad pasé la prueba, ahora si podré ser un piloto profesional, bueno en realidad aun falta un año para que ingrese, porque papá dijo que primero tengo que terminar el instituto, pero me siento muy emocionado, estaba tan nervioso en el simulador de vuelo, creí que iba a fallar pero lo logré aunque también fue por ti que pude lograrlo gracias a que intercediste por mi con papá y mamá, ya ves lo preocupados que estaban...ah lo siento estoy hablando demasiado...- Ichiru bajo la vista un poco avergonzado mientras que Zero no podía hacer más que sonreír de forma divertida y cariñosa, era cierto, su querido hermano estaba tan feliz, era su sueño ser piloto, desde la primera vez que se habían subido a un avión y ahora estaba a un paso de lograr su sueño.
Había creído que de no lograr convencer a sus padres para que Ichiru hiciera la prueba habrían tenido que ir de escondidas, pero sorprendentemente habían aceptado, claro no sin antes de ver los contras del deseo de su hermano y poner una y mil reglas que tendrían que seguir al pie de la letra, incluso su padre les había prestado el auto ya que la academia de aviación quedaba a poco más de 2 hr de su casa y ahora regresaban con una amena charla, Zero al volante e Ichiru de copiloto.
-Ichiru- Zero llamó a su hermano y se aseguró de que le escuchaba con atención -de verdad me alegra que estés tan feliz, te quiero.
Ichiru le sonrío.
-Gracias, ¡ah! por cierto ahora tendremos que convencerlos de que tu quieres ser piloto profesional de la fórmula uno, mmm... me pregunto porque tendremos esa preferencia por ser piloto, ¿será genético?- se preguntó con el ceño fruncido y una mano en el mentón, de forma pensativa.
-Jajaja... ¿Estás loco? nos van a matar si se enteran, mira no te preocupes por eso, yo estudiaré una carrera y tal vez dentro de unos años pueda ser piloto pero si los dos nos aventamos al mismo tiempo será contraproducente- trató de sonar convincente, pero al ir concentrado manejando no sabía si su hermano le había creído.
-Pero Zero tú te esforzaste mucho para convencer a nuestros padres para que me dieran permiso, no creo que sea justo que tu no cumplas tu sueño y yo sí- Zero notó la tristeza en la voz de su hermano y argumentó:
-Escucha, es verdad que es mi sueño y es por eso que no renunciaré a el tan fácilmente ¿de acuerdo?-volteó a verlo para que su declaración tuviera un mejor efecto -de hecho ya lo pensé muy bien, primero estudiaré mecánica automotriz, así nadie sospechará nada y también me servirá, ya sabes por lo de los autos, después de todo solo tú sabes mi secreto y una vez que termine ya veré cómo me infiltro en las carreras- terminó guiñándole un ojo a su hermano y éste lo pensó un poco.
-Está bien, pero no dudes en pedirme ayuda cuando sea el momento Zero, promételo- Zero sintió una agradable calidez en su pecho y volteando a ver a su hermano le dijo:
-Lo prometo- mientras con su mano derecha le revolvía el cabello, Ichuri rió al mismo tiempo que levantaba la vista al camino.
-¡Zero cuidado!- ante el grito de su hermano Zero rápidamente volvió a poner la mano al volante mientras su corazón palpitaba salvajemente, había invadido el carril contrario, preso del pánico Zero maniobró para evitar chocar con una camioneta, pero era demasiado tarde y al girar a la izquierda y la camioneta a su derecha, golpeó el auto por el lado donde se encontraba Ichiru, volcándolo sobre el asfalto y quedando de lado.
Zero abrió los ojos,sentía la cabeza sumamente pesada, podía escuchar gritos, y ver personas, pidiendo llamar a emergencias, entonces recordó algo, ¡Ichiru!, quería moverse para buscarlo pero no podía, sentía todo su cuerpo pesado y creía perder la conciencia en cualquier momento, los cinturones, recordó e intentó quitarse el suyo, cuando escuchó un gemido leve junto a él, volteó su vista hacia arriba y vió a su hermano colgado sobre él, con su cabello plateado manchado de rojo y escurriendo abundante sangre por la cabeza, sangre que caía sobre él.
-¡Ichi...ru!...resiste- le dijo con apenas un hilo de voz, Ichiru volteó la vista hacia él y extendió su brazo para tocar a Zero quien agarró su mano, quería mantener los ojos abiertos pero cada vez era más difícil.
-Zero...yo...también te quiero- fue lo último que escuchó antes de caer en un profundo abismo del cual le iba a costar salir.
7 MESES DESPUES...
Kioto, Japón.
-Estos niños que tanto hacen, ¡Kaname-kun!, ¡Yuki-chan!, si no bajan ahora mismo a tomar el desayuno conocerán mi ira, 5,4,3,2,1...- los hermanos bajaron corriendo las escaleras antes de que su padre explotara, encontrándose con un apetitoso desayuno, solo de los que su extraordinaria madre sabia hacer.
-Hay papá que malo eres, si ya sabes que Kaname nii-san y yo siempre desayunamos ni que fuéramos a desperdiciar la comida- refunfuñó Yuki antes de dejar su mochila sobre el sillón, junto al maletín de Kaname.
-Estaba acabando de explicar a Yuki algo de química, hoy tiene un examen- dijo el mayor sonriendo a sus padres y recibiendo una mirada asesina por parte de Yuki, tanto trabajo que le había costado mantener en secreto ese examen a sus padres y Kaname tan fácilmente lo decía, afortunadamente nadie pareció inmutarse.
-Me alegra que aunque ya estés en la universidad aún tengas esas atenciones con tu hermanita mi amor- dijo Juri antes de darle un beso en la mejilla a su apuesto hijo, mientras todos se sentaban a tomar el desayuno.
Era una linda y normal mañana en casa de los Kuran, tomaban el desayuno y pronto cada quien se iría a sus actividades, Kuran Haruka, un reconocido psicólogo en toda la prefectura de Kioto, Kuran Juri, talentosa chef que manejaba con éxito tres restaurantes de comida internacional en la ciudad y sus dos hermosos hijos, Kuran Yuki, una educada y linda joven en segundo año de instituto, y Kuran Kaname, hermoso e inteligente, acababa de ingresar a la universidad y prometía ser un excelente químico-biólogo.
El sonido del teléfono interrumpió la charla matutina, Kaname se paró enseguida haciendo un ademán a su padre dando a entender que él atendería la llamada.
-Residencia Kuran- dijo con una elegancia natural, muy propia de él. -Sí, un momento por favor, papá es para ti, creo que es de tu trabajo- extendió el teléfono a su padre mientras mantenía tapada la bocina.
-Si diga, soy Haruka Kuran-del otro lado no se escuchó nada por unos segundos, pero enseguida una voz un tanto dudosa habló.
-Ha...¿Haruka?, soy yo...Kanata, Kanata Kiryuu- Haruka se quedó helado por unos segundos sin saber que hacer o decir, conocía esa voz, la conocía muy bien, y muy a su pesar había esperado no tener que volver a escucharla de nuevo, adoptando un tono que no delatara su confusión y nerviosismo, continúo diciendo -Ah sí, permítame- volteó a ver a su familia para decir -Tengo que ir al estudio, es un cliente especial- mintió perfectamente mientras su esposa le decía "no te preocupes" articulando con los labios.
Enseguida se encaminó al estudio y cerró la puerta, apoyó una mano en el escritorio y apretó el teléfono contra su pecho, tratando de calmar las emociones encontradas que nacían nuevamente en su interior y respiró profundamente antes de hablar.
-Kan...Kanata, que pasa, creí que no volveríamos a comunicarnos de nuevo...-.
-Lo sé- respondió secamente y Haruka pudo escuchar algo en el tono de su voz.
-Tú sabes que ahora...-
-Lo sé, créeme que lo sé bien, no es lo que tú piensas...pero es que necesito tu ayuda, por favor encontrémonos está noche, esto no tiene nada que ver con el pasado, te lo juro, por favor necesito que me ayudes- Haruka notó que la voz de Kanata fue de la urgencia a la desesperación y no pudo rechazarlo cuando prácticamente le estaba rogando por ayuda.
-Está bien, supongo que estás acá en Kioto...mira haré una reservación en el hotel Royal Fort, habitación 502, te estaré esperando a las 9 pm, ¿de acuerdo?- Haruka esperaba nervioso su respuesta, su voz era lo que lo hacía sentir nervioso.
-Bien...muchas gracias- y colgó, no sabía que era tan urgente como para romper la promesa que habían sellado con sangre en el pasado, pero seguramente no la habría roto de no ser necesario.
Ahora sentía un enorme agujero en el estómago y el apetito se le había ido completamente, ahora en su cabeza solo existía un enorme reloj que contaba las horas que faltaban para las 9 pm. Controlando perfectamente sus expresiones salió del estudio y empezó a ponerse el saco de su elegante traje, mientras su familia lo veía con curiosidad.
-Papá, ¿ya te vas?, no has acabado el desayuno- preguntó Yuki.
-Si, lo siento corazón, tendré que dejarlos, acaba de surgir algo con este cliente, tengo que salir de inmediato- se acercó a besar a su esposa mientras ella le daba un bento para el trabajo -Juri ¿puedes llevar a los niños a su escuela? hoy no podré-.
-No te preocupes papá, yo llevaré a Yuki si mamá no puede, mejor apresúrate- su padre le agradeció, se despidió de ellos y salió de la casa apresuradamente, mientras Kaname lo veía irse se preguntaba que podría haber pasado para ponerlo tan nervioso; porque por más que quisiera ocultarlo Kaname sabía leer a la perfección a su padre, después de todo eran iguales.
