Hola y Bienvenidos, Espero disfruten la lectura y que tengan un maravilloso día, los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi.

Basado en "Vanetti family y la serie 91 Days" Ambientado en los años 20'.
"Amor o Venganza"

Capitulo 1: Encuentro.

"Quisiera a estas emociones, renombrarlas... ver que se detengan y cambien"


Miraba la esplendida Isla Nerima desde el buque de carga, él fumaba un cigarro con calma mientras admiraba el paisaje. Ese lugar era el inicio y el final de su existencia, en ese lugar lo perdió todo y luego de diez años alejado, era tiempo de regresar. Sus ojos igual de azules que el mar, miraron con nostalgia aquel lugar que desde la lejanía parecía tan pequeño. Sus cabellos azabaches estaban empapados por la lluvia que arremetía en el lugar, se oculto bajo el techo de la cabina del buque. Para protegerse nuevamente de la lluvia, cerro los ojos con fuerza y metió su mano dentro del bolsillo de su abrigo, para sacar una pequeña fotografía, tras ella venía una carta adosada.

Sonrió con malicia al volver a leer aquellas palabras, esas miserables letras le habían dado nuevamente un motivo a su insignificante vida.

—"Sé quienes mataron a tu familia, esa noche... estaban presentes Soun Tendo, Nabiki, Shinnosuke y Akane." —miro con nostalgia aquella fotografía en la cual se veía a sus padres y su hermana Ranko.

Aquella noche vino nuevamente a su mente, esa oscuridad de aquel día en que todo le fue arrebatado. Ese día marco su alma de un oscuro carmesí, los recuerdos se apilaron en su mente y miro nuevamente la isla, el lugar donde había nacido.

...

/Flash back/

Esa noche tres niños jugaban divertidos alrededor de una enorme sala, el olor de la cena comenzaba a inundar el cálido ambiente familiar en la residencia Saotome. El sonido de las risas de los tres niños de entre ocho y seis años hacía eco en cada pared del lugar.

Ranko miraba entusiasmada las cartas sobre la pequeña mesa de centro, mientras que Ryoga barajaba el mazo de cartas.

—La carta que sacaste es el rey de diamantes—revelo el pequeño del colmillo mirando a la entusiasmada niña.

—¿Como lo supiste? —pregunto Ranko con mucha curiosidad.

—¡Es magia! —revelo Ryoga alegremente ante la hermosa sonrisa de la pequeña pelirroja.

Ranma de ocho años comenzó a reír al ver a su amigo, se veía algo nervioso. Puesto a que su pequeña hermana se veía intrigada mirando las cartas.

—Saca otra carta—menciono Ranma con una sonrisa, a lo que su pequeña hermana solo se limito a obedecer alegremente.

Ryoga expectante miro como su amigo hacía exactamente el mismo procedimiento que él.

—Tu carta es el As de Pica—aseguro Ranma mirando una gran sonrisa de sorpresa por parte de su hermanita.

—¡Sí! ¡Genial hermano también eres un mago! —comento Ranko con mucha alegría.

—No, la magia esta en conocer las cartas... —menciono Ranma.—Es lógico que la que no esté, es la que tienes tú.

Observaba atentamente como Ranma podía deducir con tal facilidad algo que a él le había tomado días, era tan seguro de sí mismo. Lo admiraba mucho.

—Bueno, creo que ya es tarde—menciono Ryoga.—Debo irme a casa.

—¡Eh! —se quejo Ranko.—Mamá está haciendo un pastel, comamos juntos.

—Tal vez otro día—dijo el pequeño niño de ojos marrones mientras se ponía su chaqueta.

—Con lo bueno que le queda a mamá—siguió quejándose Ranko.

—Déjalo irse—agrego Ranma intentando calmar a su hermana.

Nodoka Saotome se aproximo hasta el pequeño que se dirigía hasta la puerta, toco su hombro para llamar su atención y con una sonrisa le entrego una caja con pastel dentro.—Compártelo con tu madre y dale esto también—añadió Nodoka con una sonrisa.

—Muchas gracias—dijo alegremente mientras guardaba la carta y la caja dentro de su bolso.

—De nada—pronuncio la mujer de hermosos ojos azules, mientras cubría el cuello del pequeño con una bufanda.—¿Tu madre como esta?

—Creo que está mucho mejor, gracias a las medicina que usted fabrica en la farmacia—respondió con una sonrisa el niño.

—Ya veo, me alegra saberlo—comento Nodoka con una sonrisa.

El pequeño se despidió de la madre de sus amigos y de la pequeña Ranko, para quedar fuera de la casa a solas con Ranma. Se aproximo a su bicicleta mientras era seguido por su amigo.

—¿Como supiste mi truco? —pregunto Ryoga mirando seriamente al pequeño de ojos azules.—Yo tarde días en aprenderlo, ya lo sabías de antes.

—No—negó con la cabeza el pequeño Ranma.—Pero pude ver como ordenaste las cartas y luego las barajaste de nuevo para que Ranko no notará el truco.

—Eres genial Ranma—dijo el chico del colmillo mientras se subía a la bicicleta.—Buenas noches—se despidió de su amigo para seguir el camino hasta su casa.

Alegre vio como su amigo se retiraba y entonces corrió rumbo a su casa, al entrar su pequeña hermana lo tomo del brazo para que la siguiera. En silencio se dejo arrastrar por su hermana hasta bajo la cama de sus padres, desde ese lugar con la puerta abierta se podía ver claramente la entrada de la casa.

—Shh... No hagas ruido menso—expreso Ranko con su dedo índice en la boca.

Asintió en silencio y espero mirando hacia fuera, sabía que estaban escondiéndose de su padre que estaba por llegar.

—Llego—susurro la pequeña pelirrojo escuchando el timbre de la casa.

Nodoka dio unos pasos en dirección a la puerta y la abrió para recibir a su esposo, tomo el saco del hombro y lo colgó en la pecha a un lado de la puerta.

—¿los niños? —pregunto Genma mientras saludaba a su esposa con un beso en la mejilla.

—Están escondidos como siempre, ya sabes debes buscarlos—indico Nodoka con una hermosa sonrisa en el rostro.

—¡Ranko! —llamó el patriarca de los Saotome.—¡Ranma! ¿Donde están?

Fue en ese minuto mientras buscaba a los pequeños, cuando la puerta empezó a sonar de golpe. Y una grave y ronca voz se escucho al otro lado, mientras golpeaba la madera de aquella enorme puerta que los separaba.

—¡Genma! ¡Abre la puerta! —exigió la voz.—¡Soy Soun Tendo!

—Tendo... —pronuncio Genma algo extrañado levantando una de sus cejas.

—Rayos... —se quejo la pequeña pelirroja bajo la cama, mientras observaba a lo lejos junto a su hermano mayor, como su padre recibía a las inesperadas visitas.

El robusto hombre volteo a abrir un cajón de su casa, mientras a sus espaldas entraban tres personas cubiertas. Dos de estos tenían sacos color negro y el más alto usaba un saco color café.

—No me visitas muy a menudo—menciono Genma tomando algo con disimulo del cajón. —¿Quieres beber algo?

—No—respondió Soun tajantemente.—Vengo a hablarte, sabes... mataron al químico.

Aquella noticia lo hizo temblar, sabía lo que pasaría en consecuencia de ese acto. Y eso afectaba precisamente a su familia, trago en seco y volteo a ver los ojos de aquel hombre de saco café.

—¿Fueron los hombres de Happosai? —pregunto el líder de los Saotome.

—No—dijo Soun mientras sacaba un arma de su bolsillo para apuntar a Genma.—Fui yo.

Asustada Ranko intento salir de su escondite siendo detenida por su hermano mayor, el pequeño niño parecía comprender más de aquella peligrosa situación.

—Espera... no hagas ruido—pidió Ranma casi en un susurro.—Se irán pronto.

Asustada y con lagrimas en los ojos, se quito las manos de su hermano que cubrían su boca para mirar la escena.

—Es para proteger a mi familia—informo Soun ante la mirada fría de su amigo.—Con todo lo que hemos hecho por ti... te equivocaste en tu elección ahora Saotome, no comprendes nada aun de todo el negocio.

—Sí investigaras más, sabrías cuanto ganaron los Daimonji con todo esto—encaro Genma al hombre bajo el saco.

—¡Suficiente! —vocifero Soun molesto.—Dame el libro de compuestos.

—No están aquí—resolvió el hombre calvo mirando el arma.—Están en el banco.

—¡Dámelas ahora! —ordeno el hombre apuntando la pistola contra la esposa de su amigo.

—¡Por favor detente! —pidió Nodoka antes de ser golpeada fuertemente con el mango del arma.

En ese instante, su hermana desesperada salió de bajo de la cama para ir en dirección a su madre, asustado vio como Ranko huía sin poder detenerla, se le había escapado de las manos y estuvo a centimetros de detenerla. No pudo hacer más que ocultarse con temor en su improvisado escondite.

Genma al ver a su pequeña hija interponerse, intento hacer algo desesperado. Saco la pequeña navaja que había tomado minutos antes del cajón, para intentar apuñalar al hombre del saco café. Que con un rápido movimiento detuvo la navaja con su mano, dejando que esta atravesara su piel.

Ranma pudo observar el preciso momento en que su padre movió nuevamente la navaja, cuando los disparos comenzaron a salir de las armas de los otros dos presentes en el sitió. Ambos descargaron sus armas contra su padre dejandolo inerte en el suelo. Tuvo que poner sus dos manos en su boca para no hacer ruido, tenía miedo y estaba tan aterrado que su cuerpo no paraba de temblar. Entonces pudo ver como luego su madre y su pequeña hermana, alcanzaron el mismo destino que su padre. Trago saliva y seco las lagrimas de sus ojos, tenía que salir de ahí... o moriría.

Se armo de valor y en cuanto oyó a los tipos subir las escaleras, salió de su escondite para escapar por la ventana del cuarto de sus padres.

Corrió a todo lo que le daban sus piernas, pudo divisar el auto de los rufianes y entonces en el asiento del copiloto pudo ver a una pequeña niña observarle con una sonrisa. Había sido descubierto, todo estaba acabado para él, miro a la pequeña que parecía tener la edad de su hermana. Palidecio por unos segundos al ver a la niña con un arma en sus manos, su mente trabajo rápido y supuso que ella le mataria.

Respiro profundo y siguió corriendo en dirección al bosque aun lado de su casa y pasado unos pocos segundos, escucho un sonido ensordecedor de un arma.

—¡Akane! —grito una voz femenina viendo a la pequeña niña con un arma en sus manos y delante del auto.

Miro las pisadas en la nieve y entonces pudo comprender que otra persona se había encontrado en el lugar.

—Vi a un niño Nabiki... —contó la pequeña de melena azulada.—Se fue por allá—indico un camino distinto por el cual había huido el chico que había visto minutos atrás.

—Pensé que algo malo te había sucedido—hablo aliviada.—Papá no debería darte un arma aun, solo tienes seis años.

—Pero ya sé usarla hermana—dijo la pequeña con una sonrisa.

/Fin del flash back/

Desde ese día se sentía vacio, no era más que un cascaron sin nada por dentro. No había motivo para vivir, hasta que recibió aquella carta en sus manos. Aquellos que le arrebataron a su familia, pagarían por su error y el mismo se encargaría de ello.

Caminaba en dirección hacia el único lugar en el que podía encontrar a alguien conocido, pero al llegar al sitió pudo ver a un hombre haciendo un alboroto fuera del sitió. Estaba en una especie de barrio modesto, curioso por la escena se acerco más, fue en eso que lo vió, se encontraba en el suelo intentando defenderse del violento hombre. Lo reconoció de inmediato e Intercedió dándole unos golpes al escandaloso sujeto, logrando que este escapase del sitió completamente asustado.

El misterioso muchacho quejándose se levanto del suelo, para ver que el fastidioso cliente se había dado a fuga. Levanto la mirada fastiado por el incidente, para ver al heroé que le había ayudado, este era un chico de ojos azulados y con su cabello atado en una trenza, el joven se veía aburrido mientras intentaba prender un cigarro en medio del ambiente humedo, ya que la lluvia aun caía sobre Nerima con poca intensidad.

—¿Ranma? —pregunto Ryoga levantándose del suelo.

Logro prender su cigarro con dificultad antes de aproximarse a su amigo. Miro su aspecto, lucia tal como lo recordaba, llevaba su fiel bandana en el cabello, su colmillo resaltaba al hablar y sus ropas lucían similares a las que usaba de niño. Aquello le causo nostalgia, algunas personas parecían no cambiar con los años.—Tú nunca cambias ¿eh? —hablo Ranma antes de introducir el cigarrillo en su boca.

—Eres tu—murmuro impresionado de ver al chico tan cambiado.—Cómo has cambiado...

Ranma parecía salido de un club de chicos malos, se veía algo tétrico en un abrigo negro un poco mojado, más esa indiferencia que otorgaba con su actitud y aquella mirada, aquella mirada lo había estremecido por completo, era fría como el hielo y no parecía expresar emoción distinta. Supo ahí mismo que no era el mismo niño de hacen diez años.

—Ven pasa—indico Ryoga con una de sus manos.

Pudo ver a su amigo apuntar el edificio del lado, aun vivía en el mismo sitió. Era una especie de bloque con departamentos, todo le parecía tan familiar que lo asqueaba de cierta forma.

Lo dejo pasar hasta su casa y lo invito a sentarse a la mesa, sirvió un extraño licor y entonces empezó a hablar, tenía que saber que había hecho su amigo en todo este tiempo.—Ranma ¿es buena idea que estés por aquí? —cuestiono Ryoga recordando los hechos ocurridos en la familia Saotome.

Fumo nuevamente para inhalar aquel humo que lo desestresaba, amaba aquel asqueroso vicio, boto el resto del humo y miro a su amigo con una fría sonrisa. No quería hablar de su visita hasta Nerima, no quería involucrarlo en sus planes.

—¿por cierto tu madre como esta? —pregunto Ranma para desviar el tema.

—Hace dos inviernos. que ella ya no está conmigo... —explico el chico de la bandana con tristeza.—pesé a que fabrique las drogas de tu madre a la perfección, era algo crónico... desde entonces me dedico a fabricar este licor, necesito dinero y de esto vivo.

—Ya veo—analizo el contenido de su vaso antes de apagar el cigarrillo.—Bueno, como ya no hay nada que dependa de ti... se me ocurre una buena idea para ganar dinero—agrego bebiendo el contenido del vaso.

—¡eh! —expreso Ryoga sin entender, pero a la vez interesado.—¿Qué harás?

—Pienso vender tu licor a "la familia"—hablo Ranma mirando las botellas tras el joven.

Asustado por el deseo peligroso de su amigo, sudo frió y aterrado miro a los ojos azules de este.

—No me quiero involucrar con esa gente—aclaro el chico del colmillo.—¿Acaso tú no tienes sentido del peligro?

—Hazme el favor, Ryoga—logro decir con frialdad al ver el silencio de Ryoga.—Tengo un motivo ahora para acercarme a esa gente, y un amigo es más útil que un arma ¿no?

Pudo ver la escalofriante sonrisa de Ranma, pero en sus ojos podía ver la seguridad. Como no ayudar a su amigo de la infancia, cuando el siempre lo ayudo cuando lo necesitaba. Suspiro y luego salió del lugar tomando su abrigo, el chico de la trenza lo seguía en silencio hasta que llegaron a un puente, el lugar daba vista a un enorme muelle mercante algo aislado de la ciudad.

—Desde que se prohibió la venta de alcoholes, este lugar está lleno de maleantes—comento Ryoga apuntando el lugar.—Ahí están los clientes más exclusivos, es porque claramente son los jefes de todo el asco de delincuentes—comenzó a caminar en dirección al lugar, mientras miraba a Ranma de reojo que cargaba una maleta con el licor.—Mira—indico un bloque del oscuro y tenebroso sitió.—Esa es la "farmacia" del lugar, dicen que oculta tiene una cantina.


Tomo su copa para beber una vez más el licor asqueroso que vendía su familia, tenía que reconocer que pese al asco que le causaba la bebida, era la mejor que se podía encontrar actualmente. Sonrió mientras escuchaba a lo lejos la voz de Shinnosuke, le parecía divertido como trataba de vender aquel liquido de mal sabor. El muchacho de cabellos castaños usaba una barba falsa y unos lentes para ocultar su identidad, mientras que ella usaba una peluca de hombre, un bigote y un enorme saco con relleno para ocultar su figura femenina.

—Este es el mejor cargamento de licor extranjero que ha llegado—enfatizo Shinnosuke mientras hablaba con el barman.—No te arrepentirás de comprarlo.

—Mira, creo que esta etiqueta la vi antes—menciono el hombre moreno en la barra.—Parece que la vende la familia Kuno ¿no? —cuestiono levantando una de sus cejas.

—¡Eh! —exclamo el castaño tocando su barba falsa.—¿Como lo supiste?

—Está escrito en tu cara—informo el barman cruzándose de brazos.

En ese instante una voz llamo al dueño del lugar tras ellos. El sitió estaba casi vacío por lo que el sonido hizo eco en la amplia cantina clandestina.

—Sr. Sasuke—indico el misterioso muchacho de trenza mientras ponía una maleta sobre la barra.—Quiero que compre nuestro licor—sugirió abriendo la maleta.

Ryoga observaba a su amigo tratar con el hombre, era tan natural que parecía un experto vendedor.

—Aquí no utilizamos licores caseros—informo Sasuke mirando sospechosa botella.—Menos de unas pestes como ustedes.

Con una fría mirada, se limito a acercar un vaso de licor hasta el testarudo hombre, ignorando por completo sus palabras. Pero para sorpresa de su amigo tras él, el molesto barman solo volteo el vaso en el lugar, regando el licor por los suelos.

—Mocoso que engreído eres—vocifero el barman tomando a Ranma del cuello de su camisa. A lo que el chico solo le ignoro y lleno el vaso nuevamente.—Eres un... —dijo mientras intentaba golpear al joven sin lograr su objetivo. Debido a que una suave, pero fuerte mano lo detuvo.

Sus ojos avellana se encontraron con los del barman, lo miro con seriedad y entonces se aproximo hasta el vaso en la barra. Interesada saco de su bolsillo un encendedor y lo acerco hasta el licor, viéndolo encender impresionada, al igual que su secuaz castaño tras ella. En un movimiento audaz, puso la palma de su mano sobre la bebida y apago el fuego. No lo penso mucho antes de tomar el vaso y posar sus labios sobre este para comenzar a beber aquel interesante elixir. —Me interesa comprarlo—menciono disfrutando del exquisito sabor que había dejado la bebida en sus labios.

Impresionado tomo el vaso de las manos de la camuflada Akane, empezó a beberlo interesado. —Esta buenísimo—expreso Shinnosuke, mientras el barman le quitaba el vaso de las manos para también imitar la acción.

—Realmente... —pronuncio Sasuke. —Puede que también yo lo haga...

Molesta golpeo la mesa por tal atrevimiento del barman, es que no se daba cuenta de su error. Ahora ella serie el cliente de esos dos inocentes jóvenes.

—Tú lo tiraste, yo probé el licor primero—soltó la imponente chica en un tono grave, impidiendo completamente ser descubierta por esos hombres.—¿o es que acaso vi mal?

—No me regañes—se disculpo el barman.

—Oye viejo, sírveme un café—pidió Shinnosuke viendo al hombre afirmar con la cabeza e ir tras la barra. —Kane, que malas pulgas eres.

—¿cuánto por botella? —pregunto la oji avellana sentándose bruscamente en una silla de la barra.

—Cinco dólares—respondió Ranma con indiferencia.

—Tres y medio—intento negociar la Tendo.

—Ni hablar—se negó el chico de la trenza viendo a Ryoga expectante.

Sonrió ante la actitud fría y determinada del joven, sus ojos azules le parecían familiares. Pero ese no era el momento de recordar personas, tenía que negociar.

—¿Cuantos puedes vendernos por semana? —pregunto la muchacha aceptando el valor impuesto por el chico.

En ese instante la puerta se abrió de golpe, dejando ver a una hermosa mujer de cabellos negros atados en una prolija coleta, su mirada era color gris y tenía una expresión algo perversa. Avanzo por el lugar mientras que con una mano arrastraba a uno de los guardias del lugar en mal estado, con su otra mano llevaba sujeta un arma Ak-47.

—¡Lamento interrumpir la diversión! —vocifero la mujer de ojos grises imponiendo su presencia.—¡Ohohoho! Me llamo Kodachi Kuno, tengo asuntos pendientes con una o un tal "Akane Tendo" debido al robo de mi mercancía—enfatizo el apellido con ira.—¿Está aquí?

—¿Tendo? —pronuncio Ranma con la mirada oscurecida.

—La hija de Soun Tendo, en una pocilga como esta ¡eh!—menciono Akane quitándole importancia al asunto.

—¡Señorita Kodachi, no traiga su líos a la cantina! —expreso Sasuke desde la barra.—¡Son las reglas de la Isla y la Farmacia!

—¿Las reglas? —rió Kodachi soltando al hombre tras ella con brusquedad.—Las reglas las puso mi padre con los Tendo ¿no? —agrego algo ofuscada.—Pero vine justamente a recordar las reglas del juego, porque acabo de encontrar el licor robado de nuestro cargamento fuera de este sucucho de mala clase—informo mirando a los presentes con odio y disparando al aire para imponer temor en los presentes. —¿Así que dijiste algo? —amenazo al barman.

—No—aclaro Sasuke con temor.

—Y ahora respecto a Akane Tendo, ¿no han visto a ese o esa sabandija por aquí? —cuestiono Kodachi mientras lamía la punta de su arma para saborear los restos de pólvora.—Quiero volarle los sesos y de paso descubrir si es hombre o una mujer como se dice por ahí—Miro interesada la cara del muchacho de la bandana, jamás lo había visto antes, Quizás él era su blanco.—Oye, tú ven aquí.

Ryoga sintiendo el peligro de la incómoda y peligrosa situación, se aproximo hasta la mujer para quedar frente a frente con ella. Era hermosa, pero su rostro difería bastante de sus desquiciados pensamientos.

—¿Eres Akane verdad? —pregunto la sicopática muchacha apuntando al joven.

—¡No! —negó Ryoga.—Yo no soy Akane...

—¡Eh! —grito llamando la atención de todos nuevamente.—¡¿Ahí otra Akane Aquí?! —viendo que todos los presentes guardaban silencio, sonrió maliciosamente y petrifico al chico con su mirada.—Ves, tienes que ser tú—escupió al suelo un poco de saliva mezclada con pólvora, antes de seguir intimidando a su supuesto "Akane".—Los chicos malos que roban licor, deben ser eliminados cariño.

—¡Akane soy yo!—grito Ranma para llamar la atención de la mujer.

—¡eh! ¡¿Y quién es este tipo? !—cuestiono Kodachi mirando interesada al oji azul.—Te ves delicioso... —comento apreciando el aspecto físico del joven.—pero eso no perdona tu pecado.

—Ni idea quien es, pero no parece ser Akane...—menciono un secuaz de la mujer que se aproximaba al lugar.

—Bueno, podías haberlo dicho antes—dijo la desquiciada chica empujando a Ryoga hacia un lado, para ahora apuntar a Ranma. —Quédatelo un rato, Picolet... acércate más querido Akane.

Ranma empezó a acercarse hasta quedar frente a la mujer, siendo observado atentamente por Akane y Shinnosuke en la barra.

Aquella perturbante y loca mujer empezó a tocarlo con el arma para levantar su flequillo, en un acto veloz levanto el Ak-47 de un golpe con su mano derecha, haciendo que la mujer disparara al techo. Mientras que con su otra mano sacaba una pequeña cortaplumas y de un solo movimiento la puso sobre el cuello de la mujer, que instantáneamente soltó el arma y levanto sus manos.

—No está nada mal precioso—pronuncio por lo bajo Kodachi observando la intimidante mirada azulada del muchacho.

—Suéltalo—exigió Ranma mirando de reojo como Picolet amenazaba a Ryoga con un cuchillo.

—Picolet, hazlo... dególlalo—murmuro Kodachi mirando a su secuaz.—Este imbecil, no puede matarme—aseguro sintiendo como Ranma acercaba más la cortaplumas a su cuello cortando un poco de su piel, haciendo que un pequeño hilo de sangre corriera por la hoja afilada de la navaja.—Así es exquisito, continua así... —expreso sintiendo excitación por el dolor.

En ese instante y con un solo movimiento de su pierna, Akane pateo al secuaz de la mujer. Dejando escapar al asustado Ryoga, que comenzaba a ponerse tras la barra al igual que Shinnosuke y la extraña salvadora del bigote.

Por la impresión del movimiento de aquel sujeto robusto, dejo escapar del agarre a Kodachi. Viendo a la mujer retroceder un poco tras un barril cercano, era más habil de lo que pensaba. No tardo mucho en reaccionar e imito la acción de Ryoga para ponerse tras la barra.

Las balas empezaron a salir del Ak-47 contra la barra, pero por alguna razón estas no dejaban agujeros en la madera del bar.

—Está cubierto de hierro—dijo Akane tocando el metal de la barra.—Bien pensado...

—Sasuke ya escapo... —menciono Ranma viendo al barman salir por una puerta trasera cercana a la barra.

Shinnosuke se asomo un poco para observar a la desquiciada mujer, pero en cuanto se asomo tuvo que bajar su cabeza debido a que una bala iba en su dirección.

—Es inútil Kane—dijo Shinnosuke preocupado.—Si te ve, te matará.

—Esperemos a que se quede sin balas Shin—sugirió Akane.

—¡Picolet! —grito Kodachi dejando de disparar.—Tráeme más balas—ordeno ocultándose tras el barril debido a que Shinnosuke disparaba una pequeña pistola desde la barra.

—No podrás darle con aquella pistolita—asevero la chica con bigote falso.

Ryoga comenzaba a calentar un poco de alcohol, mientras Ranma le observaba con atención. No entendía que estaba haciendo su amigo en un momento así.

—¡Ranma no te quedes inmóvil!—regaño el chico de la bandana.—¡Lánzale botellas de alcohol!

Sin pensarlo un minuto, confió en su amigo y empezó a lanzar las botella en dirección a Kodachi. Mientras que esta les disparaba en el aire, impregnándose ella y el suelo con el liquido alcohólico.

—La muy loca se está divirtiendo—comento Shinnosuke algo fastidiado por las risas de la mujer que inundaban la cantina.

—Sí, dicen que la hija del Director de los Kuno es una desquiciada... creo que legítimamente es ella—dedujo Akane.

—Parece que los Kuno van enserio esta vez—agrego el castaño con barba falsa. —¡Oigan dejen de jugar! —regaño mirando a Ranma lanzar botellas a la mujer.

—¡Bien está listo! —indico Ryoga.—Saldremos en cuanto tire esta botella—informo a los presentes que le miraban incrédulos a excepción de Ranma.

—¿Que estás haciendo? —cuestiono Akane mirando la seguridad del chico.

—Háganme caso, les aseguro que todo irá bien—aseguro el chico del colmillo para lanzar la botella.

La botella iba sobre su cabeza, cuando entretenida le disparo. Viendo como hacía explosión en cuanto se destrozo el vidrio de esta. Sintiendo el fuego sobre ella, se alejo de las llamas para quitarse la ropa.

—¡Esto quema! —expreso Kodachi.

Ya fuera del lugar, cuatro hombres corrían despavoridos en dirección a un vehículo estacionado fuera de la mini isla de la corrupción.

Akane manejaba el vehículo, de copiloto estaba Shinnosuke mientras que Ranma y Ryoga se encontraban en los asientos traseros. La chica conducía por la orilla de la ciudad, dándoles vista del rio y un enorme edificio en construcción al otro lado del puente. Estaba oscureciendo y el cielo se encontraba completamente anaranjado en ese difícil día para los cuatro.

—Santo cielo, pero que día—expreso Akane sintiéndose más relajada.

—Pero fue muy divertido ¿no? —comento Shinnosuke con una sonrisa de oreja a oreja.

—Gracias por lo de antes Ranma—agradeció Ryoga al joven a su lado por salvarlo del aprieto.

—Esa idea de la bomba casera... nos salvo a todos—menciono Ranma queriendo comprender.

—Es una mezcla química, cree los componentes con parafina y lo licue... con los disparos, estallo—explico el chico de la bandana.

—Gracias a eso, no podremos volver a esa cantina—suspiro Shinnosuke para prender su cigarro y el de Akane.

—Debo decir que entre todas las basuras que he probado, el licor de ustedes merece ser llamado trago de calidad—recordó Akane mientras manejaba.—Haremos buenos negocios muchachos.

—Miren—apunto con el dedo el castaño con barba falsa.—Ese es el nuevo Teatro de los Tendo, es enorme ¿no? —comenzó a quitarse la barba y arreglar su peinado, debido a que se sentía en confianza.—No puedo esperar a ver la expresión de Don Tendo cuando esté terminado.

—Oigan, ese o esa tal Akane Tendo ¿estaba allí? —pregunto Ranma con interés, pero con inexpresividad en el rostro.

—Sí—afirmo Akane comenzando a quitarse el bigote, sacarse la peluca y luego lanzarla por la ventanilla hacía fuera.

La brillante y larga cabellera azulada cayó sobre los hombros del supuesto hombre, y ambos jóvenes en el asiento trasero abrieron sus ojos al limite de sus cuencas oculares. El aspecto casi angelical de la muchacha al volante los había dejado completamente desencajados, mientras notaban los delicados rasgos femeninos de su rostro, junto a sus hermosos y grandes ojos avellana. Ellos se miraron en silencio, y se sintieron como verdaderos idiotas al ser engañados por el disfraz de la chica, la cual ahora se veía absurdamente diferente.

—Akane Tendo, soy yo—indico con su dedo índice a sí misma volteando rápidamente para ver a los jóvenes.

Pese a que su impresión fue enorme, Ranma sabía después de años como ocultar sus sentimientos. Sonrió al ver a la muchacha, y el recuerdo de aquella pequeña fuera de su casa volvió a su mente en ese instante. Estaba seguro que era ella, sabiendo que no había jalado el gatillo contra su familia. Ella sería el primer peldaño de esa enorme escalera que subiría, para concretar su venganza.

—"Te encontré, Akane Tendo"—pensó Ranma comenzando a sentir un choque de enorme adrenalina en su sangre.—"Primero tú y después será toda tu familia..."

Ryoga pudo ver la fría sonrisa de Ranma cuando Akane volteó la mirada nuevamente hacía el camino, sabía en lo que estaba pensando su amigo de la infancia y eso lo asustaba de sobremanera. Parecía ser una persona totalmente distinta al pequeño de hacían algunos años atrás, ese cálido niño que protegía a su pequeña hermana y jugaba con él a diario, ya no existía en ese cuerpo.

—"¿Quizás quiere vengarse?" —pensó Ryoga, temiendo de sus propios pensamientos.

De solo pensar en que sus pensamientos fueran cierto, lo hacían temblar de terror. No podía imaginar una cosa así, o tal vez se negaba a creer en que su amigo era capaz de todo con tal de saciar su sed de venganza.

Continuara...


Hola!

Este es el primer capitulo de esta adaptación, esperando que la disfruten. A lo que vieron la serie, les diré que no será tal cual la serie... :( pero seguira el rumbo cronologico de los sucesos de la trama principal, bueno a los que no la vieron espero que disfruten los capitulos a full.
Yap, aun no sé cuando será el proximo capitulo... pero tardaré no más de 14 días, porque me gusta ponerme metas y fechas respecto a esto.
Bueno, muchas gracias a todos por leer.

Nos vemos en el proximo capitulo =)!