Disclaimer: Naruto no me pertenece, ni la imagen de portada, lo único mío, es la historia.

Este fic lo escribí hace años y lo resubí en 2012 solo para "arreglar" las faltas de ortografía en 2014, y ahora que lo vuelvo a leer, me avergüenzo del OCC y todo el lío de cosas que me hacen gritar "ay por favor" de pena. Así que voy a escribirlo nuevamente, sin menos OCC que es lo que más me preocupa, la historia en sí es muy crack jajaja. Igual dejo aquí la versión original para que nos riamos juntos hasta la actualización.

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SAKURA HARUNO esperaba impacientemente en una banca cerca de las afueras de Konoha a sus compañeros de equipo para, según Kakashi-sensei, una emocionante misión de atrapar al gato. Bueno, eran solamente unos genins después de todo, que se le podía de hacer.

Muchos ninjas y civiles paseaban de aquí para allá ocupados en sus propios asuntos. Suspiró pesadamente, odiaba cuando era la primera en aparecerse de todos los demás holgazanes, siempre se le olvida de que, a pesar de que son unos ninjas muy fuertes, también son unas personas muy impuntuales.

Quedaron de verse ocho con quince y ya eran las ocho con treinta, volvió a suspirar. La mañana era calurosa como el infierno, uno de esos días en los que el sol quema y no corre ni la más pequeña ráfaga de viento. Mientras esperaba, mecía su largo cabello de un lado a otro sin despeinarlo, seguía mirando personas pasar, tarareaba una canción o lo que sea que pudiera distraerla.

Pensó en lo estúpidas que eran las misiones, estúpidas como Ino. Aunque si lo pensaba un poco mejor, era bueno tener misiones sencillas como aquellas, ella no era una Hashirama Senju, así que atrapar al gato más que molestia era una humillante bendición.

— ¡Suficiente, vamos a entrenar muy duro esta temporada! ¡Maldición!—Gritó su yo interior con motivación—Y le ganaremos a esa cerdita.

Sakura movió su cabeza de arriba abajo con orgullo. Sería muy fuerte algún día y tal vez Sasuke-kun…

—…Sasuke-kun—Suspiró la chica. No era un secreto para nadie que se derretía por Sasuke, incluso más que con el maldito sol de ese día.

Desvariando en quien era más ardiente -si Sasuke o el sol- se fijó que a lo lejos un chico de cabellos negros, camisa azul y pantalones cortos blancos se acercaba. Una alarma en su cabeza se prendió, fue inevitable pasarse una mano por sus cabellos perfectamente peinados, y limpiarse las manos sudorosas en su vestido rojo.

Cuando el chico estuvo más cerca fingió no darse cuenta para hacerse la interesante, una nueva táctica que iba a implementar gracias a una revista casual. Según el artículo, a los chicos les gustan las chicas difíciles.

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SASUKE UCHIHA vio desde la lejanía que la única que había llegado era Sakura, rodo los ojos con cansancio, prefería de sobremanera tener que esperar con el rubio cabeza hueca que con la molesta fan obsesionada con su persona.

—Hmp, genial—

Aun así, no era una sorpresa que la chica de cabellos rosas fuera la primera en llegar, era la más puntual de todos, inclusive más puntual que él, pero si estuvieran en campo de batalla, ya habría muerto por lo distraída –y débil- que era, ni siquiera se había dado cuenta de que ya se estaba aproximando.

El Uchiha llegó hasta la banca con aburrimiento. Indeciso si sentarse o no, prefirió quedarse parado al lado de la banca, esperando a que la rosada empezara a chillar sobre lo genial y puntual que era, como siempre, y lo molestos que eran los demás.

Espero un poco pero nada ocurría, la chica lo estaba ignorando. Tonta, como si a él le importara, tal vez se dio cuenta de que había cosas más importantes que andar de novios o algo así. Aunque no parecía haberlo hecho mucho, ya que se veía igual de linda… bueno, arreglada que siempre.

Sakura estaba un poco decepcionada. Esperaba que, al menos por no haber respuesta de su parte, el iniciara una conversación o al menos un saludo y ya está. Pero no, tendría que rendirse, tampoco quería ser una grosera.

— ¡Ah! Buenos Días Sasuke-kun—Fingió sorpresa la kunoichi y a la vez sin mostrar mucho interés, a lo que Sasuke alzo una ceja.

—Hmp, buenos Días—Con eso Sasuke dio fin a la conversación, importándole poco las reacciones raras de Sakura.

Y por supuesto que ella no podía pedir más.

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Resignada, en lo que su espera por su atolondrado compañero de equipo e impuntual sensei continuaba, unas chicas -aparentemente kunoichis- se sentaron en la banca a su espalda. Llegaron primero susurrando cosas extrañas para luego reírse como estúpidas y seguir con gritos molestos.

Sasuke también se dio cuenta de éstas, pero obviamente las ignoró.

— ¿Después que pasó?—Preguntó la primera mujer con mucha curiosidad.

Sasuke y Sakura no eran unos cotillas. Claro que no.

—Lo metí en mi boca—Dijo despacito la segunda chica mientras la primera exclamaba un chillido en sorpresa.

— ¿Qué metió en su boca?—Pensó Sakura un poco curiosa.

Sasuke se lo podía imaginar un poco. No estarán hablando de…

—Después me fui de arriba abajo. La verdad estaba muy nerviosa, ¡pero él fue tan tierno! Me entendió y me dijo que me tranquilizara, que lo estaba haciendo muy bien—Respondió la segunda de nuevo, en un tono ilusionado.

Sakura no sabía que rayos sucedía con aquellas, parecía que hablaban de comida. ¿La comida es tierna y te dice que lo haces bien? No, definitivamente no era comida.

— ¡Ay! Cuéntame que se siente tener eso en la boca—Dijo nuevamente la primera.

"Eso"no era mucha información para la pequeña kunoichi. ¿Porque esas chicas no podían ser un poco más específicas?

Bueno era una chismosa, si ¿y qué?

Sasuke ya había captado el punto, era de todo menos un inocentón, se preguntó por un instante si Sakura ya se habría dado cuenta, ya que la chica no parecía estar incómoda, más bien poseía una expresión de duda.

— ¿De qué estarán hablando?—Aunque fue un susurro de la pequeña kunoichi, él lo pudo escuchar a la perfección.

Al parecer la inocentona era otra.

—Pues es como tener una enorme salchicha… de un sabor raro, claro, pero también sabe bien—Aparentemente aquellas degeneradas estaban tan metidas en su plática que no se habían dado cuenta de que tenían a dos adolescentes detrás escuchando sus perversiones.

Aunque solo uno pudiera entenderlo.

— ¿Y Luego que hizo?—

— ¡Se vino en mi boca! Fue porque que hice un buen trabajo—Exclamó la segunda pervertida presumida y orgullosa.

Esas mujeres siguieron hablando del mismo asunto, Sasuke empezó a sentirse incómodo por la forma tan explícita en que describían las cosas dando rienda suelta a su imaginación. Y no es que sea un pervertido por gusto o tenga experiencia propia en ese tema, aún era un santo, la verdad es que fue por los libros eróticos que Kakashi leía, y que Naruto "tomaba prestado" para "hojearlos un poco" por "solo curiosidad". El rubio imbécil iba directo a enseñárselos y tuvo que verlos "porque el perdedor no dejaba de molestarlo".

Sakura estaba molesta por no entender. El chisme se veía muy bueno, pero no tenía sentido si no sabía de qué se trataba, cuando sintió a Sasuke moverse a su lado.

—Me voy de aquí. Diles a los otros que los espero en el bosque—Exclamó Sasuke con un tono un poco raro.

Trato de echar una mirada a su rostro para ver la expresión del joven y se encontró con sus ojos viéndola fijamente. Ella rápidamente volteó la mirada, estaba un poco sonrojada.

—Vale—Contesto decepcionada. Aunque no interactuaran, al menos quería pasar un poco de tiempo con el azabache.

Con una mirada cargada de irritación, miro a las parlanchinas que se encontraban atrás de ella. Seguro que fueron sus comentarios sin sentido quienes espantaron a Sasuke-kun.

Si pudiera las haría explotar.

Con eso en mente, se levantó de la banca y camino directamente al bosque donde sabía que estaba Sasuke. Tal vez podría convencerlo hacer solos la misión, no necesitaban a los otros dos tontos, pero a fin de cuentas era un trabajo en equipo.

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Sasuke siguió adentrándose al bosque pensante. Era cierto que le molestaba los cometarios de aquellas locas, pero seguro estaba más familiarizado del tema que la chica de ojos jade, se dio cuenta de la molestia de su compañera por no saber qué era lo que hablaban las otras dos. Chismosas serán siempre las mujeres.

Sucias.

Aunque tenía que admitir que se había emocionado un poco. Era un adolescente después de todo.

— ¿Que se sentirá que te chupen eso?—Pensó el azabache mientras continuaba caminando— ¿De verdad es tan agradable para las mujeres?

En las libros y revistas que Naruto y no él, le había quitado a Kakashi, las mujeres mostraban caras de satisfacción… y ni que decir de los hombres. Pero era en lo que menos se fijaba. Y no solo eso, lo que pasaba a continuación, las posiciones que tomaban esos dibujos, las expresiones… debe de sentirse muy bien ¿No?

Ahora por culpa de esas insanas estaba teniendo pensamientos extraños. Pero a decir verdad, ya se lo podía imaginar. Su zona más sensible siendo rodeada por una boquita caliente y húmeda, con solo pensarlo algo en sus pantalones empezó a palpitar.

—Pero la única mujer con la que tengo más contacto es Sakura—Se dijo a sí mismo.

Nunca pensó en la idea de tener ese tipo de contacto con una mujer, no es que fuera gay, pero era algo sin sentido en su camino de vengador. Pero ahora que lo pensaba, si algún día tuviera de esas necesidades…

—Sakura—Murmuró. Definitivamente ella era la más cercana. Sería la única con la que podría confiarse para hacer aquello. Ahora imagino a la rosada haciendo eso.

Bajando la bragueta de sus pantalones cortos, sobando por encima de sus bóxers azules su bulto.

La imaginó mordiéndose el labio inferior para luego pasar su lengua. Sus ojos cargados de pasión, oscuros como los suyos. Con el cierre del vestido un poco corrido viendo el inicio de sus pechos en crecimiento. Metiendo sus manos suavecitas en sus bóxers y empezando a masturbarlo.

—Mmm—

Se recargo en un árbol y cerró los ojos, ¿desde cuándo Sasuke Uchiha era un pervertido? Ni siquiera se quiso responder cuando de forma inconsciente puso su mano en la erección que pretendía formarse y se frotó de arriba abajo aun con los bóxers encima.

El chico se dejó llevar por su imaginación, con una sonrisa la boquita de Sakura se posó en su zona más íntima. Comenzó con lengüetazos en su cabeza concentrándose en el orificio.

—Sakura—Dijo en un suspiro.

Luego recorrió desde sus testículos hasta la punta de su hombría. Ella soltaba soniditos de gusto que lo excitaban más, mientras regresaba nuevamente a sus pelotas para chuparlas y morderlas a su gusto.

Y pensaba en porque rayos no podía detenerse. Toda la vida pasando de largo a las mujeres para que en el momento menos inesperado sus hormonas reaccionaran ante Sakura.

Si, ante Sakura. Cuando abrió sus ojos se dio cuenta de que ella estaba ahí…