El Potterverso pertenece a Rowling, pero eso ya lo sabéis.
Este fic participa en el reto Olores de la Amortentia del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Aromas de un accidente
o-o-o
—Amortentia, ¿eh?
Noah se acercó para oler la poción que había sobre la mesa de Slughorn. James y Louis la siguieron.
—Huele bien—comentó el rubio—. Aunque a mí no me hace falta—fardó—. ¿Y tú, James…?
El joven, cosa rara, estaba callado, observando el lento burbujeo de la poción. Alzó la vista hacia su primo.
—Huele a pólvora—susurró—. A pólvora, a hospital y a regaliz.
—¿Y eso es lo que te atrae?—se burló Louis—. ¿En serio?
I
Pólvora
James es bueno jugando al quidditch. Uno de los mejores cazadores de la historia de Gryffindor. Sus familiares y amigos se lo dicen mucho, y a menudo le preguntan por qué no hace pruebas para entrar en algún equipo profesional –como los Chudley, es la primera sugerencia del tío Ron.
La respuesta es simple. Desde que era pequeño lo han comparado con sus padres (¡Eres incorregible! A tu edad tu padre era mucho más maduro; Tienes tanto carácter como Ginny), y no quiere que su habilidad sobre la escoba sea una ocasión más para oír maravillas sobre sus progenitores.
Eso no impide que le guste coger una escoba y jugar con sus primos todos los domingos en la Madriguera. Aunque prefiere explotar su parecido con otros parientes. Sin duda, pocas cosas gustan más a James Potter que cualquier artilugio con pólvora.
Ahora está en el callejón Diagon –adornado por San Valentín de tal forma que parece un túnel rosa–, comprando provisiones. Para él, que adora el olor que desprende el explosivo, Sortilegios Weasley es un paraíso.
—¿Qué piensas hacer con eso?—inquiere el joven que lo acompaña, observando la ingente cantidad de fuegos artificiales, bengalas y petardos.
—Animar el partido de quidditch de mañana. Y, de paso, hacer algo interesante del día de San Valentín.
—James, ahí hay explosivos suficientes para echar abajo la Madriguera—comenta Louis.
—Bueno, ¿me vas a ayudar?—pregunta James sin andarse con rodeos.
Louis sonríe.
o-o-o
Mientras se dirigen a la Madriguera, James muestra su arsenal de explosivos que se prenden con el calor a su novio, al que no le hace ninguna gracia.
—La casa de tus abuelos se va a venir abajo.
—No seas aguafiestas, Elijah—le reprocha—. Ya verás, va a ser genial.
—¿Me estás diciendo que piensas minar el campo donde vamos a jugar al quidditch…y va a ser genial?—sisea el joven, entrecerrando sus ojos grises.
—No voy a minarlo—se defiende James—. Si repartimos los petardos bien, no harán daño a nadie, sólo darán algún susto.
Cuando entran en el jardín de la Madriguera, James y Elijah dejan de discutir. Se acercan a hablar con los demás, pero James no tarda en escabullirse al terreno en el que van a jugar al quidditch (Louis se encarga de entretener al resto). Sin embargo, cuando está sacando los primeros explosivos de la bolsa, escucha unos pasos tras él y se ve obligado a esconderlos en un arbusto. Se pone en pie y se gira para ver a Elijah, que llega acompañado por Fred. Tras ellos, Louis llega corriendo y con cara de disculpa.
—Bueno, ¿llamo a los otros?—inquiere Fred, sonriente. Sin esperar respuesta, echa a correr hacia la Madriguera, anunciando a voces—: ¡Vamos a jugar ya! ¡Venid!
James fulmina a Elijah con la mirada.
—Gracias.
—¡Venga ya!—replica él—. ¡Hubiésemos acabado explotando si te hubiera dejado minar esto!
Louis se muerde el labio, y, pese a que sabe lo mucho que detesta a Elijah y él mismo está enfadado, James le agradece que se mantenga al margen. Mientras ve a sus primos acercarse, le da una patada al arbusto para desahogarse.
Incluso los que no juegan han venido. Vic, Frank, Dominique, Molly, Phil, Louis, Julia, Rose, Lorcan, Lysander, Albus, Lily, Roxanne, Dan y Nicky se sientan junto a los árboles –afortunadamente para James, lejos de los explosivos–, y Teddy, James, Elijah, Lucy, Ben, Fred, Eleonora y Hugo se organizan en dos equipos (Teddy, Elijah, Lucy y Eleonora contra James, Ben, Fred y Hugo) antes de subir a sus escobas y poner en juego la quaffle que ha traído Ben.
James se olvida de su broma frustrada mientras juega al quidditch. Incluso se reconcilia un poco con Elijah entre bromas y empujones, y no puede evitar sonreír al escuchar los gritos de ánimo de Louis desde el suelo y las apuestas de Victoire y Dominique sobre quién va a caerse primero de la escoba.
Ben le pasa la pelota a James, que se dirige a toda máquina a la improvisada portería situada entre dos manzanos. Sin embargo, Elijah, salido de nadie sabe dónde, se acerca a él rápidamente. James no aminora la velocidad; está convencido de que su novio se detendrá antes de chocar contra él y luego le arrebatará la quaffle amistosamente. Pero se ve que Elijah tiene la misma idea, porque él tampoco decelera ni siquiera un poco.
Ambos se dan cuenta demasiado tarde. James intenta girar en el último momento, pero no lo consigue. El cambio brusco de dirección hace que se desequilibre en la escoba, y el choque con Elijah, pese a que el joven ha intentado detenerse tan rápido como ha podido, consigue que deshaga su agarre.
James no grita. Cierra los ojos para no ver el suelo que sube a su encuentro, y no emite ningún sonido hasta que se sabe abajo, clavándose lo que parecen piedras puntiagudas y seguramente con algo roto. Escucha gritos alarmados y se obliga a despegar los párpados, casi al mismo tiempo que tose y nota el sabor metálico de la sangre.
Entonces se fija en dónde ha caído. Lo que tiene bajo él no es más que…
James recuerda el comentario de Louis: Ahí hay explosivos suficientes para echar abajo la Madriguera. Y recuerda también que los explosivos se prenden simplemente con el calor.
Vuelve a cerrar los ojos un segundo antes de que el olor a pólvora lo inunde todo.
Notas de la autora: Esta viñeta tiene 909 palabras. Sin contar el mini-prólogo (83), pero como al final no me he excedido en el número de palabras, supongo que está bien. Vamos, que no me he colado. Bueno, admito que originalmente sí, pero he recortado y recortado cual Rajoy y al final me ha salido esto.
Oh, y para que os situéis y os hagáis una idea de por dónde van los tiros (porque yo y mi Tercera Generación nos las traemos), digo los nombres completos de los OCs: Frank Longbottom, Philip (Phil) Nott, Eleonora Black, Benjamin (Ben) Wood, Daniel (Dan) Nott y Nicole (Nicky) Nott. Ah, y Elijah, pero él no es hijo de nadie que conozcáis.
