Pronto se cumpliría un mes desde la primera vez en que el quipo Raimon debutó contra el instituto imperial, había sido un arduo trabajo el reunir a los 11 jugadores para tal enfrentamiento pero eso no fue impedimento para que Endou, el capitán del equipo, pudiera arreglárselas. Bueno, a decir verdad, en aquella ocasión pudieron ganar gracias al tornado de fuego de Goenji, jugador que se había negado a competir junto a Raimon pero que por una extraña razón apareció en el último momento provocando el retiro del equipo enemigo obteniendo así la victoria a su favor. Hoy y después de un mes de aquel enfrentamiento, los 11 jugadores se encontraban entrenando en la rivera del rio como de costumbre, preparándose para el torneo futbol frontera después de clases.

-Si seguimos así podremos dominar el salto relámpago a la perfección!- grito Endou a sus compañeros después de haber detenido el impacto que Goenji junto a Kabeyama habían propinado

-Si!- se escucho al unísono y los jugadores comenzaron a entrenar con toda su energía, bueno, 9 de los jugadores por que uno de ellos se notaba un tanto distraído, el joven amigo de Endou de cabello celeste corría para arrebatar el balón pero sin utilizar toda su velocidad, habilidad que le destacaba, el atleta corría incluso más lento que sus demás compañeros.

-No te desconcentres Kazemaru! - gritó nuevamente el capitán para llamar la atención de su compañero

-Eh.. si, perdón!- respondió Kazemaru después de escuchar las palabras de su amigo, había escuchado el mismo sermón ya 3 veces en ese mismo día y es que incluso durante las clases su compañero de asiento le había notado distraído, no había hecho la tarea lo que fue una pesadilla para Endou quien se la copiaba siempre.

Para Kazemaru últimamente estar en las nubes no era una novedad, llevaba así por un tiempo, desde que se unió al equipo específicamente, y es que el ver a Endou todos los días, entrenar junto a él, escuchar su voz, sentir su respiración, sentir su aroma y presenciar su sonrisa durante 12 horas seguidas al día lo volvía loco, loco de amor! Si, el peliceleste siempre estuvo enamorado de su amigo de la infancia, lo amaba desde el primer momento en que le vió sin embargo había aprendido a ocultar aquellos sentimientos ya que sabía de sobra que el susodicho jamás le correspondería, básicamente por que el pelicastaño solo se preocupaba del futbol y de nada mas!, sin embargo, era en estos momentos cuando sentía que ya no podría resistir mas el cosquilleo de las mariposas rosando su estomago, sentía que su corazón le iba a estallar, esto superaba de sobremanera el sano juicio del atleta provocando una interminable desconcentración, desconcentración que por cierto Endou notaba.

Después de responder, Kazemaru corrió a toda velocidad y le arrebato el balón a Domon, avanzó hasta la portería dándole un pase a Goenji quien corrió para saltar sobre Kabeyama para ejecutar nuevamente el salto relámpago.

-Kabeyama! - gritó Goenji y acto seguido el defensa saltó con toda su fuerza, sin embargo este miró hacia abajo dándole un ataque de pánico debido a su vértigo cayendo en seco hacia el suelo, lugar donde se posicionaba Kazemaru quien no pudo reaccionar (quizás por su desconcentración) quedando atrapado entre el suelo y su compañero. Kabeyama había caído sobre el tobillo del peliceleste quien gritó de dolor producto de la colisión.

-Lo siento, lo siento, lo siento! - repetía Kabeyama luego de levantarse mientras sus compañeros corrieron al lugar del accidente para ver el estado de Kazemaru, pero fue Endou quien apareció entre la multitud y se acercó preocupado donde se encontraba recostado Kazemaru para ver como se encontraba su amigo

-Kazemaru estas bien? - dijo el capitán arrodillándose a un costado del peliceleste tomando con su brazo izquierdo la nuca de su amigo para poder levantarlo levemente.

-Nngh... si, no se preocupen...- dijo Kazemaru dibujando una leve sonrisa en su rostro para no preocupar a sus compañeros, la verdad es que le dolía mucho pero no quería ser una molestia para el resto.

-Pero mira lo hinchado que está tu tobillo! - pronuncio serio Someoka - esto debe ser una fractura - rectificó el delantero mientras desabrochaba el chuteador de Kazemaru para evitar un posible corte de circulación.

-Vamos, no es para tanto- dijo Kazemaru bajándole el perfil a lo ocurrido mientras miraba su pierna que estaba notoriamente hinchada, se sentía confundido, el dolor de su tobillo, el cansancio del partido y por sobre todo, la presencia de Endou tan cerca de si le hizo perder el conocimiento desparramándose en el pasto inconsciente provocando un grito de exclamación por parte de los demás compañeros que miraban preocupados el acto alrededor del defensa.

-Se ha muerto! - grito desesperado Kabeyama después de ver a Kazemaru desmayar.

-No seas idiota, solo se desmayó- dijo Matsuno con sus brazos detrás de la cabeza

-Lo llevaré al hospital. amigos no se preocupen, sigan entrenando ustedes- pronunció Endou con seguridad - Kazemaru estará bien.- y con decisión tomó entre sus brazos al inconsciente Kazemaru y se dirigió al hospital de Inazuma. Sus compañeros miraban confundidos mientras Endou avanzaba a lo lejos con el atleta.

-Me pregunto si Kazemaru estará bien después de esto, espero que no sea una lesión grave- dijo Handa preocupado

-No lo creo, por ahora solo debemos preocuparnos en perfeccionar nuestras técnicas así que no perdamos tiempo- dijo Goenji con naturalidad - a entrenar!

-Sii!- pronunciaron los demás y acto seguido comenzaron a chutear el balón como de costumbre.

El hospital de Inazuma se encontraba a unas 5 cuadras de la rivera del rio, Endou se dirigió a paso seguro pero con el cuidado de no despertar a su amigo que llevaba en sus brazos, preocupado por el tobillo de Kazemaru, esperaba que no fuera grave aquella lesión, pensaba: para un atleta las piernas son lo más importante, espero que esto no sea nada grave... pobre kazemaru...

Kazemaru fue recostado en una camilla de urgencia en el hospital mientras Endou le explicaba al doctor lo que había sucedido, no pasaron unos minutos cuando el peliceleste despertó.

-dónde estoy?- dijo confundido Kazemaru- nngh! Me duele!- repitió al sentir como su tobillo le dolía ahora mucho más que antes

-estamos en el hospital, te desmayaste y te traje aquí- dijo con una sonrisita Endou para tratar de calmar a su compañero

-muchacho tienes una esguince- dijo el doctor - tienes suerte de no haber sufrido una fractura, un golpe de ese tipo es bastante severo

-una esguince? No puede ser!- exclamó Kazemaru sorprendido- tengo que jugar en el próximo partido! No puedo dejar a mis compañeros de lado!

-No te preocupes Kazemaru, fue un accidente, esto no es tu culpa, además el doctor dice que en un par semanas te recuperaras- dijo sonriendo el capitán del equipo, para Endou esto le preocupaba tanto como a Kazemaru y es que el peliceleste era un pilar importante para el equipo pero ante todo debía predominar la salud de su amigo - pronto te recuperaras!

-Endou... - susurró Kazemaru al escuchar las apaciguadoras palabras de su amado, Endou era tan atento con el que no pudo evitar el sonrojarse al cruzar su mirada con la del capitán quien le miraba sonriente como siempre.

-Bueno, ahora pondré yeso en la zona para que el hueso vuelva a su lugar, pero primero tengo que vendar tu tobillo- dijo el doctor comenzando a envolver con gaza la pierna del jugador, envolviendo con fuerza para componer el hueso provocando un intenso dolor en Kazemaru quien apretaba los dientes aguantando aquella tortura, fue en ese preciso instante cuando Endou le envolvió con sus brazos y le aprisionó el rostro contra su pecho con fuerza como tratando de apoyar a su amigo. Kazemaru temblaba bajo los brazos de su amado, sorprendido, ahogando sus gemidos de dolor en el pecho del susodicho, no sabía si dolía mas su tobillo o su corazón que palpitaba a mil por hora y que amenazaba por salirse por la boca, el aroma de Endou le envolvía por completo, podía sentir la respiración del capitán, podía sentir el latir de su corazón, estaba a centímetros de su boca, no, esto era demasiado para él, ¿debía acaso que agradecer a Kabeyama por lesionarlo y por provocar todo este milagro? Todos sus sentidos permanecían atentos almacenando toda aquella información que le era brindada, estaba seguro que jamás se olvidaría del calor del cuerpo de su amado, de su aroma, de la de su fuerza de sus brazos, de todo...

Unos minutos más tarde el doctor ya había terminado el vendaje y ahora se dedicaba a envolver con la fría pasta el herido tobillo del atleta quien permanecía perplejo al darse cuenta de que Endou todavía le abrazaba! Ahora el capitán le sostenía con delicadeza y miraba con serenidad como el médico realizaba su faena, incluso podía sentir las vibraciones de su voz en el pecho cuando este emitía alguna que otra palabra al doctor que a estas alturas le era difícil de comprender para Kazemaru quien se encontraba extasiado por toda la escena y solo se preocupaba de apoyar su cabeza en el pecho de su amado y disfrutar del agarre.

-Bien, ya he terminado, ahora debes procurar cuidarte para que tu pierna se recupere lo antes posible! - pronuncio el doctor al finalizar su trabajo

-No se preocupe doctor, yo me encargaré de que Kazemaru tome el reposo que necesita- dijo Endou sonriendo mientras se apartaba con lentitud del cuerpo del accidentado quien agachó su cabeza queriendo disimular sus rosadas mejillas que evidenciaban el nerviosismo que le había provocado su compañero.

-Cualquier molestia que tengas por favor no dudes en venir a visitarme- dijo el doctor para finalizar

-Eh.. esta bien muchas gracias doctor!- dijo un confundido Kazemaru que agradecía mas el haber ocasionado el abrazo con Endou mas que el haber curado su pierna

-Bien, ahora te llevaré a casa! - dijo animado Endou como de costumbre, parecía ignorar la seriedad del momento en que abrazó a Kazemaru. ¿Es que acaso para Endou aquel abrazo no le significaba nada en absoluto? Kazemaru se sintió dolido por este acto, aquella actitud por parte de Endou le dejaba más que claro que el portero jamás le correspondería, para Endou de seguro el amor no le era importante...

-No te preocupes Endou, llamaré a un taxi para volver a casa- dijo deprimido el peliceleste sin ocultar su tristeza

-No lo permitiré, que pasa si te comienzas a sentir mal durante el camino?, quien te ayudara? De ninguna manera, te llevaré yo mismo- dijo decidido Endou provocando el asentir del defensa que le miraba hipnotizado. No podía negarse a Endou. -vámonos!

Era ya el atardecer, parecía que no había nadie por las calles, el silencio inundaba la ciudad de Inazuma y la luz anaranjada del atardecer coloreaba con totalidad las casas que rodeaban el camino que todos los días Kazemaru recorría para volver a su hogar, pero esta vez no iba solo, iba con Endou, con su amado Endou quien le cargaba en la espalda y caminaba con tranquilidad, silencioso, tomando a cada costado de su cintura, las piernas, una sana y la otra enyesada, de un Kazemaru que abrazaba tembloroso el cuello del portero para evitar caerse, se repetía incansablemente en su cabeza que este no podría haber sido un día mas intenso para él (después de una lesión, de un abrazo por parte de su amado y ahora ser cargado por él era ya más que suficiente en un solo día) y por sobre todo, no podía dejar de pensar en lo triste que se sentía al darse cuenta que jamás podría demostrar sus sentimientos al portero, su mas verdadero sentimiento que cuidaba y cultivaba cada día, a cada segundo, en cada momento que veía a Endou a su lado, durante todos estos años.

-Endou... - dijo sin pensar Kazemaru ahogado en sus pensamientos

-Que pasa Kazemaru? Pensé que dormías... - dijo Endou mirando su hombro izquierdo como queriendo ver el rostro del defensa

-Eh!.. nada, olvídalo!- respondió avergonzado Kazemaru al darse cuenta que pensaba en voz alta

-Kazemaru, te he notado muy distraído últimamente y sé que es al cansancio producto al entrenamiento que realizamos todos los días, quisiera disculparme por provocarte eso, quizás si te hubiera dicho que descansaras apenas te vi agotado nada de esto hubiera sucedido, por favor perdóname... - dijo serio el portero

-Endou! No te culpes por favor, yo entreno porque me gusta estar a tu lado, es decir, me gusta el futbol tanto como a ti. Fue idea mía unirme al equipo y el entrenamiento es necesario- dijo Kazemaru sonrojado al decir aquellas palabras, casi le confesó sus sentimientos a Endou, más valía callar que decir alguna estupidez que podría perjudicarle, pensó para sus adentros sin embargo lo que más le preocupaba en ese momento, fue el escuchar que Endou estaba preocupado por la desconcentración de él y que por encima de las cosas, pensaba que era su culpa. Bueno, eso era cierto pero no era motivo para que Endou pensara que estaba siendo un mal capitán.

-Me alegro escucha eso, pienso que ahora que debes tomar reposo, podrás descansar un poco no te parece?- dijo el optimista Endou

-Claro! Tienes razón - respondió Kazemaru

Caminaron un par de cuadras mientras Endou le conversaba a Kazemaru de una u otra cosa respecto al torneo futbol frontera y el defensa escuchaba atento pero sin tomarle atención, solo podía escuchar como latía su corazón con fuerza dentro de su pecho y sus pensamientos que danzaban en su mente amenazando por salir de una vez por todas y gritarle a su querido Endou lo mucho que le amaba, el aroma del cuello del portero le embriagaba y le hacía querer confesarse para finalizar esta perpetua tortura que le reprimía el pecho y que le hacía delirar.

-Endou. - interrumpió de golpe Kazemaru haciendo que Endou guardara silencio- que significo yo para ti? - dijo en seco Kazemaru con los ojos acuosos como queriendo arrepentirse de lo dicho pero con la más grande ansiedad por saber la respuesta a esa interrogante que cada minuto de su vida se preguntaba una y otra vez. Definitivamente el aroma de Endou le había embriagado, Kazemaru jamás habría dicho aquellas palabras en su sano juicio, pero ya era muy tarde para retractarse.

Hubo una pausa de 3 segundo, míseros 3 segundos que parecieron una eternidad para Kazemaru ¿había metido la pata al preguntar semejante cosa?

-Eres mi mejor amigo kazemaru - respondió sereno el portero - te conozco desde la primaria y creo que tu eres el único que se preocupa realmente por mí, eso se estima mucho... - finalizó el portero y kazemaru aun sentía que su pregunta no estaba resuelta

-El que realmente se preocupa aquí eres tu Endou, lo acabas de demostrar hoy al cuidarme y cargarme como ahora, no sabes lo mucho que te agradezco - dijo Kazemaru apretando mas el agarre de sus brazos alrededor del cuello del portero de manera inconsciente como queriendo abrazarlo.

-No es nada, no sabes lo mucho que me preocupé al verte herido tendido en la cancha, sinceramente tuve la intención de golpear a Kabeyama por herirte! - dijo riendo el portero y Kazemaru respondió con otra leve carcajada - no sé que hubiera hecho si te hubieras accidentado de gravedad, gracias a dios estas bien...

-Endou... - dijo sorprendido Kazemaru al escuchar aquellas palabras que demostraban el cariño de su amado, estaba completamente sonrojado - tu eres la persona más importante que tengo en la vida - soltó sin más descaro Kazemaru que estas alturas del partido ya no podía callar. ¿Cuándo se daría un momento como este para hablar de los dos?

-Tu también lo eres para mi Kazemaru, que no te quepa la menor duda - dijo con total naturalidad el portero y Kazemaru sentía que un paro cardiaco le estaba sucediendo en ese preciso instante ¿es que acaso Endou sentía algo más que amistad por él? No, esto sí que era demasiado para el enamorado defensa, esta ocasión no se le volvería a repetir y sin más preámbulos decidió confesarse, desahogarse por fin...

-Endou, yo... - pronunció tímido Kazemaru apretando sus parpados y dispuesto a confesar su amor cuando de pronto fue interrumpido

-Llegamos! Esta es tu casa verdad? - pregunto confundido Endou

-Qué? - exclamó Kazemaru y abriendo sus ojos vió su casa en frente de él ¿en qué momento habían llegado? - ehh si, esta es mi casa - respondió Kazemaru maldiciendo a su morada por no encontrarse al final de la ciudad.

-Bien, entremos! - dijo animado el portero procediendo a tocar la puerta

-Ya voooy - se escuchó la familiar voz de la madre de Kazemaru desde adentro de la casa, no pasaron unos segundos cuando esta había ya abierto la puerta y gritaba al ver la pierna de su querido único hijo enyesada.

-Pero que fue lo que sucedió! - exclamó la madre de Kazemaru mientras le tomaba las mejillas con ambas manos al defensa ignorando a Endou

-Se lesionó mientras entrenábamos - dijo Endou sonriendo

-No es nada grave mamá - dijo serio Kazemaru

-Como que no es nada grave hijo si tienes una pierna enyesada! - dijo la madre de Kazemaru - Endou querido, gracias por traerlo, no sabes lo agradecida que estoy, eres una muy buena persona - dijo la madre tomándole con ambas manos, la mano derecha del portero quien sonreía como de costumbre

-Puedo pasar para dejar a Kazemaru recostado? - pregunto ingenuo Endou

-Por favor, adelante, tú ya sabes cuál es su habitación - pronunció la madre hablando con Endou e ignorando a Kazemaru como si fuera incapaz de decir por su propia cuenta donde quedaba su habitación.

-Puedo ir solo, no se preocupen- dijo riendo Kazemaru

-Como se te ocurre, no puedes caminar! - dijo la madre - por favor Endou, llévalo a su habitación- pronunció la madre como si estuviera dándole indicaciones a un empleado en donde ubicar un mueble.

-No hay problema! - dijo Endou aceptando la orden caminando decidido al cuarto que bien conocía de Kazemaru, desde la primaria que le visitaba a veces para jugar o bien para hacer alguna que otra tarea en aquel lugar.

Llegaron a la habitación y acto seguido Kazemaru fue recostado con suavidad en su cama mientras su madre le acomodaba un cojín bajo su lesionado tobillo.

-Endou llamaré a tu madre para avisarle que hoy cenaras acá en nuestra casa, te haré un banquete de agradecimiento! - dijo inspirada la madre con los ojos brillando de agradecimiento

-No es necesario, no se moleste - dijo Endou sonriendo con un brazo detrás de su cabeza

-Endou por favor acepta - suplico Kazemaru mirándolo con la misma expresión de su madre pidiendo que se quedara un rato más a su lado

-Ehh esta bien - dijo Endou al sentir que no podía negarse

-Bien, iré entonces a comprar lo que me falta para la cena al supermercado, volveré en un rato, cuiden la casa! - dijo la madre mientras se alejaba decidida a partir a comprar y otra vez Kazemaru y Endou se encontraron a solas. Endou se sentó al costado de la cama y miró la puerta de la habitación de kazemaru como si pudiera ver como la madre de este cerraba la puerta y se dirigía a comprar, una vez se escuchó la reja de la calle cerrarse Endou se volteó a ver a su compañero, sonriendo.

-Te encuentras cómodo Kazemaru? - preguntó Endou mientras se le acercaba peligrosamente a él, apoyando cada mano al costado del rostro del ya sonrojado Kazemaru para acomodar la almohada que se ubicaba a sus espaldas, Kazemaru le miraba directamente a los ojos, hipnotizado, sonrojado, embriagado por su aroma y sin pensarlo, se abalanzó al cuerpo del portero abrazándolo fuertemente al torso dejando perplejo al pelicastaño. Sin deshacer el agarre, Endou se acomodó para poder recibir de mejor manera el abrazo que le propinaba su compañero y sin pronunciar ninguna palabra. Estuvieron asi un minuto cuando por fin Endou articuló

-Que sucede Kazemaru? - preguntó el portero con serenidad

-No puedo decirlo Endou - dijo con voz quebradiza el peliceleste avergonzado de lo que estaba haciendo pero sin el deseo alguno de retractarse - no lo entenderías - finalizó Kazemaru ahogando sus palabras en el pecho de su capitán

-Porque no lo entendería? porque no tratas de ser sincero conmigo Kazemaru?- dijo serio el portero - siempre he tenido la leve sospecha de que algo me ocultas, sabes, me molesta que no seas sincero conmigo Kazemaru, quisiera saber qué es lo que realmente hace que te preocupes tanto al borde de desconcentrarte en cualquier momento que me acerco a ti, cuando éramos niños tu no eras así, es que acaso sabes algo grave que no quieres contarme? o acaso quieres decirme que estas en el equipo solo por lealtad a nuestra amistad y que realmente quieres dejarlo, si es así por favor dímelo - rectificó enojado el portero de Raimon al desahogarse por fin.

-Endou! - exclamó Kazemaru separando su rostro del pecho del capitán pero sin deshacer el abrazo, mirando sorprendido los ojos de su amado que le miraban fijo buscando una respuesta, no pudo evitar derramar unas lagrimas que le recorrieron el rostro y que hicieron cambiar 180° la expresión de Endou quien ahora le miraba preocupado

-Kazemaru! Perdón, no debí haberte hablado de esta manera, por favor perdóname - dijo Endou abrazando ahora a Kazemaru con fuerza haciendo que este se le aferrara más al torso - mi intensión no era hacerte sufrir, por favor perdóname! - repetía el portero hasta que por fin Kazemaru habló

-Endou, realmente quieres saber por qué actuó así? - dijo Kazemaru apartándose del cuerpo del pelicastaño para mirarlo fijamente a los ojos con la expresión más sincera que jamás Endou pudo apreciar.

-Por favor Kazemaru, sea lo que sea por favor se sincero conmigo, recuerda que somos amigos - dijo Endou sonriendo pero sin deshacer su expresión de preocupación

-Espero que no dejes de ser mi amigo después de lo que vas a escuchar- dijo mirando hacia un lado el peliceleste convencido de alguna manera que eso era exactamente lo que iba a sucederle, perdería la amistad con su querido Endou - Endou, yo... - pronunció el defensa mirando al portero con los ojos acuosos de la emoción -Endou yo estoy enamorado de ti! - pronunció al fin Kazemaru cerrando sus ojos esperando el rechazo de su compañero.

-Estas hablando en serio? - preguntó serio el portero, sorprendido

-Por supuesto que sí, jamás bromearía con algo semejante, Endou, este es el verdadero motivo de por el cual he estado desconcentrado durante este último tiempo, tú haces que me ponga así - respondió Kazemaru de manera agresiva al sentir que su compañero no lo comprendía

-Valla, así que de eso se trataba - dijo tranquilamente Endou sonriendo - pensé que querías irte del equipo, valla que susto- finalizó el portero sonriendo y abrazando nuevamente a su compañero - no vuelvas a asustarme quieres?

Kazemaru quedó perplejo ante la respuesta del capitán

-Espera un momento por favor- dijo apartando a Endou de su cuerpo y mirándolo con seriedad - es que acaso no te importa lo que te estoy diciendo? - dijo con los ojos llorosos el peliceleste - que insensible eres!

-Kazemaru, yo siempre lo he sabido! - dijo con total naturalidad el portero

-Queeeee? -grito Kazemaru mirándolo sorprendido- como es que sabias?

-Simple, Someoka me lo dijo - dijo Endou sonriendo

-Someoka? - preguntó sorprendido Kazemaru

-Asi es, no recuerdo exactamente en qué momento me lo dijo, pero dijo que eso era lo que sospechaba por tu actitud - respondió con naturalidad

-Ese maldito, ya me las pagará - dijo Kazemaru maldiciendo

-Entonces es cierto que me amas? - preguntó serio el portero

-Eh, así es - dijo Kazemaru agachando la cabeza - solo quería que lo supieras, si realmente no te parece, no reclamaré y me alejaré de ti- dijo triste al finalizar

-De donde sacas esas ideas? - dijo Endou mirándole contento- no sabes lo feliz que me hace escuchar esto, me siento muy alagado...

-Endou... - dijo confundido Kazemaru

-Kazemaru, desde que somos amigos siempre me he tenido como promesa personal el nunca separarme de ti y de procurar jamás lastimarte, pienso que mi cariño hacia ti supera al de cualquier otro compañero, desconozco si eso es amor precisamente pero me alegra saber que por lo menos tu lo tengas claro y asegura que podre mantener mi promesa de estar a tu lado siempre y que por lo menos de tu parte esta amistad jamás se acabará...

-Endou.. - repitió sorprendido el defensa, no pensaba que esto fuera a suceder - yo te amo! Y eso es suficiente para mantenernos unidos, te juro que me dedicare a conquistarte, claro, si tú me lo permites - dijo ruborizado el peliceleste quien jamás se imaginó estar hablando estas palabras con su querido Endou.

-Por supuesto, acepto el desafío- dijo sonriendo el portero abrazando nuevamente a su compañero

-Está bien... - repitió respondiendo al abrazo y riendo a sus adentros por lo terco que podría llegar a ser su portero al escuchar que todo lo relacionaba a un juego, como al futbol.- no fallaré - dijo Kazemaru para finalizar atenuando su abrazo

-Ya llegué! - se escucho desde la entrada de la casa la voz de la madre de Kazemaru y acto seguido, ambos chicos se separaron a una distancia prudente.

-Endou, esto no lo puede saber nadie, me entiendes? - dijo en voz baja el peliceleste

-Entendido! - dijo sonriente Endou quien le tocó la mano a su compañero el cual respondió al estimulo devolviendo el ensamble.

Los muchachos se habían retirado a sus casas y solo se encontraba en la cancha el pelicrema de Goenji, pateando furioso el balón a la portería donde nadie la resguardaba, faltaba Endou, a Goenji le faltaba a Endou y eso le enfurecía, le enfurecía el notar como Endou y Kazemaru tenían esa complicidad debido a los años de amistad que compartían, de notar como Endou se preocupaba tanto por ese atleta que de seguro le amaba, pero de algo estaba seguro, nadie, absolutamente nadie sería capaz de amar tanto a Endou como él y él se encargaría de que el portero se enterase de sus sentimientos y que le correspondiera a como dé lugar.