Cap. 1 El estar sola

Han pasado casi tres años desde que Yondaime sello al Kyuubi, pero para un clan que vive en unas montañas apartado de todo el mundo shinobi esto es preocupante. El clan Tsukino, descendientes de las Tennyos han tratado en ese tiempo de converser al Sandaime de que el jinchuriki estaría mejor en su clan que en la aldea, esto no era aceptado por el Hokage ni por sus consejeros, dado por los continuos ataques que sufrían las sacerdotisas de ese clan.

El 24 de agosto, la heredera del clan cumplió tres años; ella es la reencarnación de la Tennyo-hime, tratada como todo una princesa por su clan, los cuales tras la muerte del Yondaime tenían el mas grande de los dilemas. La princesa tenia un guardián elegido por los cuatro dioses divinos, pero el nombre de la persona no fue dicho, el Yondaime murió sin revelar el secreto. Y hasta descubrir que guerrero de Konoha lo era la princesa estaría desprotegida.

Pero todo cambiaria esa misma noche; la niña de piel blanca, cabello plateado y ojos color miel salió corriendo del castillo utilizando un pasadizo secreto que había descubierto, llego a el lago que estaba en los territorios de su clan, ahí encontró a un joven, que llevaba una capa negra. Este la cargo entre sus brazos y los dos se quedaron viendo las estrellas.

- Dime cuanto mas tiempo debo espera para poder volar por los cielos- pregunto la niña

- Debes espera aun no puedes utilizar todo tu poder, cuando tengas mas control de este mismo lo podrás hacer y veras que tendrás una hermosas alas- dijo el joven.- Pronto lo veras eres muy impaciente, la paciencia es una virtud recuérdalo. Y cambiando de tema se dieron cuenta que saliste

- No sali por el mismo lugar de siempre, discutí con papá me dijo que debía comenzar a entrenar para convertirme en una sacerdotisa

- Y acaso eso no esta bien…

- Claro que no, yo quiero ser una Kunoichi

- Ese es un mundo difícil, tu tienes un guardián shinobi, por que quieres ser una kunoichi

La niña iba a contestar pero un explosión que provenía de su clan la interrumpió, se pudo escuchar los gritos de las mujeres del clan, la pequeña se asusto pero recordó que sus padres estaban ahí, tenia que hacer algo, se levanto lo mas rápido que pudo y empezó a correr en dirección a su cas, de pronto el joven la tomo de la mano.

- No vayas es muy peligros

- Debo ir, mis padres, mi familia esta ahí- dijo la niña con lagrimas en los ojos

- Pero si te pasa algo malo que crees que harán, eres una princesa…

- Puedo serlo, pero la gente que más amo esta ahí, debo volver

- Buscare ayuda, prométeme que te cuidaras vale

- Te lo prometo

Esa fue la ultima ves que la pequeña lo vio. Ella corro asi su hogar, cuando llego vio que tanto mujeres y niños habían sido asesinados. Una mujer la tomo entre sus brazos

- Princesa debe correr en la busca a usted

- Per que pasara con los demás

- De eso no se preocupe si a usted le pasa algo sin duda todo habrá acabado

En eso voltea y logra divisar a unos guerreros del clan- La eh encontrado, llévensela de aquí, tratare de distraerlo, apresúrense- dijo la mujer encomendándola al guerrero

- Pero que harás ese hombre es inmune a sus técnicas- dijo el joven a la mujer

- Lo mas importante es que ella este a salvo, ya se me ocurrirá algo

Los jóvenes tomaron a la niña y empezaron a correr rumbo al castillo, cuando la niña voltio vio como la mujer se enfrentaba aun hombre, no lo distinguió bien pero pudo ver que sus ojos eran rojos. Que estaba pasando, era acaso solo un hombre el que provocada todo esto, un solo hombre era capas de acabar con todo un clan entero, si eso era posible; por que su clan. A pesar de tener tres años ella era mas consiente que los niños humanos, ella era diferente, eso lo sabia sus padres se lo dijeron, el se lo dijo.

Cuando llegaron a la casa principal vio como mujeres y hombres protegían el lugar. Su madre la tomo entre sus brazos y corrió asi la sal principal. Muchas de las mujeres de su clan eran expertas en el manejo de técnicas ninja, los hombres en el manejo de armas, como era posible. Un shinobi eso tenia que ser loa que atacaba a su clan,

- Madre y si es un shinobi

Todos la quedaron viendo, tenía razón si era un shinobi el manejo de las armas no funcionaria, pero…

- Las mujeres de nuestro clan pueden detener los ataques shinobi, pero ese hombre es inmune- dijo un guerrero

De pronto la puerta de la caso exploto, ahí ya hacia aquel hombre, llevaba arrastrando el cuerpo de una mujer del clan.

- Entreguen a la Tennyo, o todos morirán

- Bastardo igual piensas matarnos a todos- grito un hombre que se encontraba ahí

- Eso es cierto JAJAJA- rio, la niña se estremeció con si risa- pero la quiero matar primero a ella

Todos los hombres se lanzaron sobre el, fue entonces que paso, con un movimiento de las manos apareció un halcón que al mover sus alas mando a volar a todas las personas. Aprovechando esa oportunidad el hombre lanzo unos kunais matando a todos los guerreros. Pero uno logro esquivarlo, era su padre que empezó a atacar aquel hombre.

- Vaya asi que sabes las habilidades de los shinobis, pero eso no te servirá- dijo el hombre de pronto aparecieron unas llamas negra de envolvieron a su padre, pudo escuchar su grito de desesperación de su padre, luego el hombre saco una katana la cual introdujo en el corazón matándolo.

Su madre la seguía teniendo en brazos, aquel hombre ya había matado a todo su clan solo quedaban ellas, nadie vendría a recatarlas, como disfrutando si triunfo se acerco lentamente a las dos- Desiste, entrégame a tu hija las dos igual van a morir- dijo el hombre, entonces lo pude ver tenia el cabello negro, solo pudo verle los ojos rojos con tres aspas negra, ya que lo demás estaba cubierto.

En eso su madre la suelta y ataca al hombre con un kunai, lastimándolo en pecho, la sangre le salta a su madre y a ella, pero a la niña le cae en los ojos, lo cual le provoca un gran dolor, el hombre lanza un puñetazo pero la mujer lo evita, aferrándose al kunai con el cual pelea. Pero el hombre la ataca otra vez, demostrando sus habilidades toma la mano de la mujer la cual aun tenia el kunai gira y le clava en el pecho.

- MADREEE

- Corre Yu…- sus ojos perdieron su brillo, su madre había muerto, trato de salvarla pero no pudo

- No, no me dejes madre- trato de acercarse al cuerpo de su madre

- Ahora ya nadie de podrá salvar, una vez muerta ya nada se interpondrá en mis planes- dijo mientras la jalaba del cabello. Fue en ese momento que sucedió unas llamas negras rodearon a la niña, que empezó a gritar de la desesperación, las llamas tomaron la forma de un lobo y atacaron el hombre.- Que? Esto no es posible… como es…- entonces lo vio la niña tenia sus mismos ojos. El lobo lo ataco con un fiereza impresionante, pudo esquivarlo a duras penas. La niña seguía al lado del cuerpo de su madre, inmóvil al ver a su progenitora muerta.

No podía ser cierto su familia, su clan ya no estaba ahí; y todo por culpa de ese hombre, si eso era el era el culpable si lo mataba su familia volvería. Cuando dirigió su mirada al sujeto, este estaba esquivando los ataques del lobo negro, como era posible, si el lobo fura mas grande, mas veloz, mas poderoso; entonces ocurrió el lobo empezó a crecer su velocidad y su poder aumentaron. Era inaudito como puede ser mas poderoso, voltio donde la niña y lo vio ella tenia activado el Mangekyou Sharingan, su chackra empezó a verse alrededor de ella era de color dorado elevándola sobre el suelo, empezó a tomar forma de alas de por la activación del Sharingan se volvieron negras. El lobo arremetió con todo su poder este seria su fin, pensó el hombre entonces se percato que el poder provenía de la niña formo los sellos lo mas rápido que pudo, cinco pequeñas llamas se posaron en sus dedos esquivo al lobo y se dirigió asi la pequeña, levanto su chaleco y clavo sus dedos sobre la barriga de la infante. Depositando el sello de los cinco elementos en ella.

El poder del lobo disminuyo, asi con un solo golpe de su katana elimino al animal. - Ahora es tu turno enana- dijo el hombre a la niña que se había desmayado por el ataque reciente. Cuando se da cuenta repele el ataque de diez shurikens. - El salvador de la peque, bueno ya veremos cuanto duras- dijo volteando a ver al hombre había llegado. Tenia el cuerpo cubierto por una capa, solo podía ver sus ojos, un extraño color dorado era visible. La batalla se volvió difícil, el recién llegado era muy fuerte, parecía conocer todo sobre el Ninjutsu. No podía ganar la pequeña lo había debilitado, no quedaba otro remedio debía salir de ahí, lo bueno es que no había nadie para protegerla o instruirla en el arte de sacerdotisa. Así que lanzo unas bolas de humo lo cual le permitió salir de ese lugar.

El hombre miro a la pequeña, miro la barriguita de la niña y vio el sello de los cinco elementos en el, la libero del sello; pero que haría ahora. Mientras la pequeña dormía aquel hombre entero a todo el clan, estuvo cuidándola los tres días que durmió. "La vida le había quitado muchas cosas, quizás era una manera de darle felicidad" pensó el hombre mientras la veía dormir.