En mi alma hay amor para los dos.

Bueno señoras y señores, este es mi primer fic, por favor no me den tan duro, es algo que solo hago por diversión, los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi, respetada mangaka japonesa.

Resumen: Ranma y Akane se aman pero no faltan los entrometidos en su vida, a pesar que ya pasaron dos años desde la declaración no aceptada de Ranma en jusenkyo, todavía las cosas no son claras entre los dos, por un evento de la vida deberán separarse, dicen que la distancia es como el viento, aviva el fuego grande y apaga el fuego pequeño, ya veremos qué pasa.

Capitulo 1.

Sábado en la mañana en Nereima, Ranma se encontraba en el Dojo entrenando a un grupo de adolescentes, era un grupo heterogéneo, estaban los dedicados, los que lo hacían obligados por la herencia familiar de artes marciales (esos eran los más molestos para Ranma) y los que tenían el entusiasmo pero no las habilidades necesarias, con estos últimos el maestro procuraba extenderse en las lecciones y tener paciencia. Ranma vestía su traje de pelea, a sus 18 años resaltaba entre el grupo por ser el más alto y apuesto, su cuerpo estaba definido por el ejercicio, sus grandes ojos azules perdían a más de una chica causando envidia entre algunos chicos.

Terminó la clase después de 2 horas, los estudiantes se retiraron poco a poco Ranma buscó con su mirada en la puerta del Dojo, sonrió al ver a quien esperaba, su madre ingresaba con una bandeja que tenía una jarra de limonada y vasos

-Hola hijo, ¿Qué tal estuvo la clase?-

-Bien madre, lo de siempre- sonrió el chico de la trenza.

Se sentaron recostados en la pared a tomar el jugo, como lo hacían siempre desde que la señora se pasó a vivir con los Tendo, Ranma solía contarle sus aventuras antes de conocerla, ella le gustaba oírlas y a veces le daba consejos de vida, amor y todo aquello que hacen tan bien las madres.

-¿Qué tienes planeado para la graduación hijo?

-Es cierto, ya es este fin de semana, lo había olvidado….supongo que iremos al baile- dijo sin mucho interés, ya sabía que todo podía acabar en un desastre, peleas, intromisión de las "prometidas", el director loco, hechizos, maldiciones, etc.

-Que varonil de tu parte invitar a Akane-

-QUE, quien dijo que yo, ella, eee bueno…..no se-, se sonrojó de solo pensar en Akane vestida para la ocasión y de inmediato aparto la mirada de su madre, quien sonreía divertida, ya sabía de sobra que su hijo amaba a Akane. Siguieron conversando y tomando limonada durante unos minutos , a pesar que Ranma no había convivido mucho con su madre se sentía muy a gusto con ella, siempre tan dulce, amable y comprensiva, pensaba que podía decirle cualquier cosa o a veces las palabras sobraban porque su conexión era clara.

-iré a preparate el baño- dijo Nodoka levantándose y recogiendo los vasos.

-Gracias madre-

-No te olvides de invitar a Aka….-

No terminó la frase porque se sintió mareada, sudaba frío y la vista se le nublaba, empezó a caer pero Ranma fue más rápido, de un brinco estuvo junto a ella sosteniéndola con un brazo en la nuca y otro en la espalda-

-Mamá , mamá , ¿qué te pasa?, respondeme-

Al ver que no reaccionaba gritó con desespero –AYUDA-

Akane se dirigía al dojo en ese momento, en ocasiones le gustaba ver a su prometido entrenando sin que él lo notara, escucho los gritos y corrió

-Ranma ¿qué pasa?- abrió la puerta de par en par y vio con preocupación a Ranma arrodillado al lado de Nodoka quien yacía en el suelo pálida,sudorosa y respirando con dificultad, habían vidrios rotos esparcidos, la peliazul paso con cuidado entre ellos.

-Tía Nodoka, reacciona por favor-

-mamá- insistía Ranma dándole palmaditas en la cara.

-buscaré a kasumi-, dijo Akane, pero al salir corriendo se lastimó con uno de los cristales

-Ranma no me vio, saldré rápido antes de que lo note-, apresuro el paso en busca de su hermana.

Kasumi se encontraba preparando algo en la cocina cuando escucho los gritos histéricos de su hermana – VEN PRONTO KASUMI, LA TÍA NODOKA SE HA DESMAYADO!-, Dejó lo que estaba haciendo y fue hacia el botiquín, cogió algunas cosas y se dirigió al lugar del acontecimiento, detrás de ella caminaba cojeando su hermana para no ser vista.

En el pasillo se encontraron con Ranma quien al ver que no despertaba cargó a su mamá y venía corriendo

-llévala al cuarto- le señaló Kasumi con preocupación.

Ya en la habitación todos se situaron alrededor de ella, Kasumi le ponía paños de agua fría sobre la frente, 15 minutos después la señora Saotome abrió los ojos encontrándose con unas caras de preocupación.

-¿Qué me pasó?-

-Mamá estás bien?-

-Tía Noodoka, sufrió un desmayo, nos tenía preocupados-

-Últimamente no he sentido nada extraño, puede ser solo la presión baja, Gracias a todos-

Dijo la señora incorporándose para quedar sentada en el futón.

-será mejor que descanse tía, voy a pedirle una cita al Dr. Tofú, el con gusto la verá-

Ranma y Akane asistieron con la cabeza.

-Está bien, lo haré, pero solo por no preocuparlos-

Todos salieron de la habitación para dejarla descansar, de nuevo Akane se quedó de última.

-kasumi, podrías pedirle una cita para mí?- le dijo en voz suave para no ser escuchada por su prometido

-Te sucede algo hermanita?-

-No es nada, solo cosas del entrenamiento-

-Está bien entonces-.

La peli azúl se dirigía al baño para limpiarse la herida antes de ir a la cita, no se percató que Ranma la seguía sigiloso, por lo cual se sorprendió cuando este la tomó en sus brazos levantándola del suelo.

-¿RANMA, QUE HACES? SUELTAME PERVERTIDO-

El joven permanecía serio, mirando hacia el frente.

-Acaso crees que no iba a darme cuenta que te cortaste el pie?, niña boba y descuidada… yo te llevo donde el Dr Tofú- añadió calmado pero resuelto.

No era raro en Ranma querer protegerla pero si lo era estarla cargando en medio del pasillo.

-Ranma bájame, yo puedo caminar sola, y no soy descuidada, fue solo un accidente, TONTO-, dijo molesta devolviéndole el insulto anterior.

El chico de la trenza la puso en el suelo delicadamente, poniendo especial atención a no apoyar su pie lastimado. –Está bien, pero yo te acompaño donde el Dr-, no la dejó responder y salió corriendo.

Akane se quedó inmóvil- Y ahora que le pasa a este loco?-

Ranma había recordado algo importante, corrió a su habitación y revolvió los cajones-aquí está-, regreso como llegó corriendo rápido donde su prometida.

-lávate con esto dijo pasándole un tarro rojo pequeño, es una espuma muy buena para desinfectar, la traje de china-

-Gra..gracias- tomó el frasquito Akane sonrojándose por el roce de la mano de quien amaba, él la miró y tuvo la misma reacción, no querían separar aquel contacto, se acercaron incluso más, podían sentir su respiración