Luego de un provechoso día de destrucción, Black decidió emprender el regreso a su lugar de descanso, por llamarlo de algún modo.

El mocoso Briefs había escapado de su poder dejando atrás a su compañera, pero estaba seguro que volvería a encontrar a su saco de boxeo tarde o temprano. Por ahora sus planes de destruir a los humanos estaba resultando sumamente exitoso.

Sin embargo la destrucción requería de una creatividad que solo el podía brindarle a la tierra. Este hermoso planeta pronto estaría libre de la plaga que representaba la vida humana, y entonces su propósito estaría completo. Él lograría corregir el error de los dioses. Sí, definitivamente todo seria como el universo lo necesitaba.

En unos pocos minutos estaba en la cabaña que había tomado por suya. El sonido de los caballos corriendo libres alrededor de la propiedad sonaron como una melodía de agradecimiento que el planeta le estaba dando a Black. Él cerro los ojos y se regocijo con el sonido de los caballos mezclados con la brisa nocturna. No muy lejos de allí se escucho el aullido de un lobo y el panorama de paz de Black se completo.

El ahora Dios, se quito las botas en la entrada para evitar manchar el piso de madera que emanaba delicioso aroma a pino fresco. Era sin dudas el motivo por el cual no destruyo la edificación. La mano de Black viajo hasta su vestimenta superior y la desprendió casi con pena, aun necesitaba sentir que seguía siendo él mismo. Los pantalones fueron dejados hasta llegar a la ducha.

La ducha fue relajante mas que refrescante, pero sirvió para renovar sus deseos de terminar mas rápido con los infecciosos humanos. La habitación donde descansaba permanecía en penumbra hasta que encendió la luz para buscar su ropa. Su pie sintio un corte y se vio obligado a levantarlo con su ceño fruncido.

En el piso un frasco estaba completamente roto. Los ojos de Black se encendieron de ira, por lo que se apresuro a vestir su parte inferior.

- ¿Donde estas?- Black avanzo por el pasillo con una voz tranquila pero fastidiada.

El sonido reboto por la casa sin éxito. Black agudizo el uso de Ki, y sintio una ínfima esencia cerca de la sala.

¿Cuanto tiempo llevaba fuera? ¿Acaso aprovecho que el estuvo afuera todo este tiempo y tomo ventaja? No tenia a donde escapar, sobre todo considerando que con su tamaño actual era probable que se lastimara en vez de huir.

En la sala Black se molesto al notar que la puerta permanecía abierta apenas por unos centímetros. Entonces estaba esperando allí para trabarla... pero ¿Con que?. Black llego a la puerta y viendo al piso noto una piedra no mas grande que el cuarto de su palma. Una sonrisa se formo en los labios de Black. le habría costado trabajo mover esa piedra. No estaba muy lejos de allí.

El considerado Dios, camino al balcón pisando despacio mientras observaba en los reflejos de la luna sobre el piso. En este instante era una desventaja que su objetivo fuera tan pequeño, pero se había vuelto un ejercicio gratificante encontrar el objeto perdido.

- Se que no estas lejos. Te doy la opción de que regreses y no seré severo. Pero si no regresas en 5 minutos, enviare a Cheeserre por ti, y sabes bien que no le agradas, tal vez hasta te coma.- Black sonrió ante la perspectiva de su gato comiéndose a su objetivo.

Él regreso adentro dejando la puerta abierta. Se dirigió directo a la cocina donde preparo su té. Luego de saborear una taza, noto que habían pasado 10 minutos y sintio que había sido insultado por completo.

- Cheeserre.- Black no termino de llamar cuando el felino estaba allí ansioso por ser enviado.- Sabes que buscar.

Black observo como el gato se marcho a toda velocidad. Él lavo la taza y dejo la puerta abierta, después de todo el motivo por el cual la cerraba estaba por aparecer en cualquier momento. Los vidrios de la habitación fueron retirados con delicadeza, aunque pensaba seriamente en que tendría que conseguir un material menos peligroso para Ella.

La lengua de Black chasqueo, reprendiéndose por pensar en el bienestar de Ella. Le había desobedecido nuevamente, desafiando su poder, aun cuando sabia que el podía destruirla con respirar sobre ella. Aun así Ella optaba por rebelarse a su voluntad, a tomar su lugar como un entretenimiento curioso. Un experimento temporal por la simple satisfacción de tenerla.

El maullido del felino en la puerta de la habitación, dibujo una sonrisa cínica en sus labios. Black solo opto por señalar a la cama arreglada, mientras tomaba una sabana de lino y la colocaba sobre la cobija. El gato subió a la cama y abrió la boca, depositando algo sobre la cama. Luego de unos segundos saboreando el objeto el felino recibió la orden de su amo de marcharse.

Black observo a Cheeserre marcharse de mala gana. Finalmente su mirada viajo hasta donde estaba posado su objetivo. La mano se dirigió hasta el velador de la mesa y sus ojos se enfocaron en el diminuto cuerpo que estaba allí enmarañado entre tierra, un poco de sangre, rasguños y la saliva felina.

La piel pálida, el cabello negro desordenado y la ropa rasgada la hacían parecer una muñeca abandonada. Black la observo fascinado, como un investigador observa a una mariposa extinta.

Los ojos de Ella se abrieron y se quedo solo desafiándolo con la mirada.

Black acepto el desafió y sonrió complacido de tener aun su investigación personal resguardada.

- Tendré que castigarte por esto.- Black llevo su dedo indice sobre Ella y vio los ojos negros llenarse de terror.

Milk. Su nombre solo venia a su memoria cuando lo hacia enojar. Ella era un experimento, de como un Dios debía ver a los humanos.


No se como salio esto, pero estaba en algún rincón retorcido de mi mente.