Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de CLAMP. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.

"Antifaz"


Capítulo 01


Solté un suspiro, acomode por última vez mi cabello, revise que mi labial siguiera perfecto y que ese vestido rosa pálido no me hiciera ver extraña. La temática de la fiesta que mi padre había organizado; era al estilo británico, cerca del siglo XIX. Aunque llevábamos viviendo en Inglaterra más de diez años, mi ascendencia era japonesa, claro por parte de mi madre, pero por mi padre, el más importante empresario del país, nos mudamos cuando era niña a su país natal.

En fin, retomando lo del principio, esa fiesta, se había organizado para agradecer a los socios que papá consiguió en ese año, pero en particular a uno, o debería decir, a una. Era la mayor empresaria de china y según las palabras de mi padre, era una mujer elegante y distinguida "lady Li" le llamaba. Yo aun no la conocía pero por la sola descripción, estaba segura que sería tan amable como la imaginaba.

Mi prima y también mejor amiga "Tomoyo" se encontraba conmigo esa noche, quien estaba convencida que en la fiesta, encontraríamos algo interesante, por decirlo así.

- ¿Ya estas lista Sakura? – menciono Tomoyo apareciendo de pronto

- Ya casi – dije sonriendo

- Apresúrate, ya están casi todos los invitados… y lo sé porque veo a mucha gente

- Solo me falta colocarme el antifaz – cierto, a la fiesta se debía asistir con antifaz, una grandiosa idea que mi hermano propuso y que se utilizo – He hecho de todo pero no logro que se ajuste

- No hay problema, yo te ayudo - propuso tan linda como siempre y se acerco

- Tu vestido esta hermoso… ¿Dónde lo conseguiste? – pregunté

- Yo lo hice…

- Tomoyo de verdad que tienes talento – alabe asombrada

- Gracias Sakura – sonrió – También me hubiese gustado confeccionar el tuyo pero…

- Pero mi madre me dio este, así que debía usarlo

- Exacto y solo por eso no replicare

Ambas reímos, me encantaba pasar tiempo con Tomoyo, prácticamente crecimos juntas, por esa razón, conocíamos a la perfección cada aspecto de la otra. Lo que nos diferenciaba tremendamente; era nuestra personalidad, mi amiga era una chica activa, extrovertida y siempre sabia saber de todo. Yo en cambio, era un poco más tranquila, sin mencionar distraída, tal vez una característica muy mía.

Ya listas, salimos de mi habitación y bajamos al gran salón donde una gran reunión nos esperaba. Nos detuvimos frente a la escalera y desde arriba contemplamos la cantidad de gente que había. Mi padre conocía a muchas personas, no solo por sus negocios sino por su carisma, era un hombre muy amable y simpático, y ¿Qué decir de mi madre? Era la mujer más risueña que conocía. Ambos eran la pareja perfecta.

- En definitiva esta es la fiesta con mas empresarios, que he visto - comento mi amiga

- Vaya que lo es – afirme

- Quizá, alguno de ellos trajo a sus hijos – vacilo coqueta

- Posiblemente pero… - me detuve un segundo al ver en su rostro una mirada traviesa - ¿De qué hijos hablas Tomoyo?

- Es más que obvio Sakura, hablo de algún joven guapo que pudo asistir a esta fiesta…

- Aunque seria encantador amiga… la posibilidad de encontrar a muchachos de nuestra edad es casi… - no termine la frase. Había escuchado que la vida, te callaba de a golpe, dándote con una bofetada la oportunidad de ver lo que nunca te imaginaste. Pero para cuando creía eso, pensaba que era para demostrar alguna lección, para arrepentirte de algo, nunca imagine que mis palabras negativas, trajeran algo maravilloso en menos de un par de segundos.

Sin saber por que, gire mi cabeza, dramáticamente planeaba ser pesimista y mostrarle a Tomoyo que el lugar estaba lleno de hombres y mujeres adultos, de la edad y hasta mayor que nuestros padres, pero pronto supe que no, pues justo del otro lado del salón, un par de muchachos con traje y moño, sostenían un Martini, mientras parecían conversar muy entretenidos.

Mi sorpresa no fue saber que me había equivocado, sino que uno de esos muchachos, me había dejado paralizada.

- ¿Sakura? – escuche de Tomoyo después de sentir su mano en mi hombro

- ¿Eh? – dije volviendo a mi – Tomoyo…

- ¿Estás bien?

- Tenias razón – adelante apresurada – Ya encontré lo que estábamos buscando

Con una sonrisa en los labios le indique el lugar donde se encontraban ese par de muchachos y no tardo en sorprenderse tanto como yo.

- ¡Vaya! Que par… - comento, llevándose una mano al pecho

Simplemente sonreí, no supe si alagar las dotes mágicas que a veces tenía Tomoyo o ver a ese muchacho de cabello café, hasta que volteara su mirada a mí.

xxx

- Creo que hemos pasado aquí, el tiempo suficiente, como para darnos cuenta de que no hay ni una sola chica - suspiro frustrado

- Claro que las hay… solo mira ese espectáculo – dije burlón señalando a un trió de damas de edad avanzada

No pude evitar soltar una carcajada al ver el rostro de mi amigo, Eriol era un total bromista, siempre me fastidiaba, esa ocasión era de las pocas en que yo, me vengaba de sus trucos.

- Ja Ja, muy gracioso Li – pronuncio serio tomando un trago a su Martini

- Señor Li, para ti – dije sarcástico

- Parece que hoy vienes de muy buen humor

- Debemos hallar la manera de hacer menos aburrido este lugar – suspire

- Tienes razón… lo que si debo mencionar; es que las bebidas son buenas, de hecho…

Eriol comenzó a exponer todo su conocimiento sobre cócteles, era un tipo muy inteligente y a su edad conocía lo suficiente como para impresionar a cualquiera. Era mi mejor amigo desde la infancia y a pesar de ser totalmente diferentes, nos llevábamos tan bien como un par de hermanos. No había lugar en el que no estuviésemos juntos, éramos un gran equipo, puesto que nuestros planes era volvernos socios de una empres independiente a la de nuestros padres.

Claro que mi madre deseaba que continuara con la empresa familiar pero… no era del rubro que me llamara la atención, además, tenía cuatro hermanas perfectamente capaces de manejar ese negocio.

Mientras volteaba los ojos ante las palabras pretenciosas de mi amigo, me dio por revisar el salón, comencé a indagar cada rincón, todos llevaban puesto su antifaz y era difícil distinguir quién era quien, aun así, continúe y pude ver que el lugar estaba lleno de gente, y por la calidad de sus trajes y vestidos, eran personas importantes, hasta podría jurar que la mayoría eran empresarios, amigos del nuevo socio de mi madre "el profesor Kinomoto"

Comencé a desanimarme, no encontraba nada que llamara mi atención, lo último que vi fueron las escaleras y antes de que volteara la cabeza y me enfocara en alcoholizarme, pude ser testigo del mayor impacto de mi vida.

La sensación de cómo mi cuerpo quedo paralizado, fue el principio de mi sorpresa, pues sentí como si por un momento, el tiempo se hubiera detenido mostrándome en lo alto, a la chica más hermosa que había visto. Sé que su rostro estaba cubierto y hasta pareceré un estúpido por decirlo pero, sabía que debajo de ese antifaz dorado, se encontraba la dueña de tan encantadora figura. Porque vaya que la tenía, ya que a pesar de ese gran vestido, la silueta que formaba su cadera, su cintura y los delicados hombros que se mostraban bajo esa transparente tela, la hacían lucir tan tierna como ardiente.

Lo digo por el tono de rosa de su vestido, era un color exquisito, perfecto para su piel y el castaño de su cabello, sus labios eran una combinación de rojo y rosa, algo que no puse distinguir bien, mucho menos el color de sus ojos pero estaba seguro que de cerca, serian la luz perfecta.

Me quede como idiota, con la mirada arriba mientras sentía como de a poco el sonido bajaba de volumen, me sentía perdido en tan radiante chica y todos esos sentimientos que comenzaron a inundar mi cuerpo, desaparecieron cuando Eriol, moviéndome de un lado a otro, desconcentró mi atención.

- ¡Hey Li! ¿Qué sucede contigo? Me parece muy grosero que no escuches nada de lo que te digo… - reprocho mirándome molesto. Obviamente no le tome importancia y de inmediato le mostré lo mejor de la noche

- Cállate y mira… - mi amigo volteo la mirada y en cuanto vio al par de chicas (que hasta ese momento supe que había otra) puedo jurar que de los lentes que portaba, salió un brillo de asombro.

- ¡Vaya! ¡Vaya! Mira que tenemos aquí… en definitiva perdono que no me pusieras atención

- De cualquier forma no me importa, pero de una vez te aclaro que la chica de vestido rosa…

- Me parece muy bien – adelanto – Porque la chica de azul, es perfecta para mí… ¿Quiénes serán?

- No lo sé, pero necesito saberlo – suspire

- Igual yo – secundo – Bien… no perdamos tiempo Li, vayamos y hablémosles

- ¿Qué? – dije en un sobresalto – Pero… ¿Cómo? No podemos acercarnos así nada mas, además, aun no han bajado a la fiesta, si vamos hasta allá, pareceremos acosadores

- Tienes razón – dijo pensativo tocando su mentón – Entonces debemos crear un plan

Hubiera girado los ojos, juzgando de loco a mi gran amigo y sus ideas pero esa vez, no sucedió así, deseaba acercarme a esa chica, ansiaba escuchar su voz, ver de cerca esos labios y clavar en mi alma el brillo de sus ojos.

xxx

Después de acordar con Tomoyo que permanecer paradas en la escalera, mientras susurrábamos acerca de esos chicos, era como si hubiésemos regresado a la primaria, decidimos bajar de una vez y adentrarnos al evento. Aunque el plan de mi amiga era increíble, me daba un poco de miedo y hasta vergüenza aceptar, pues planeábamos hacernos notar. No sé cómo, pero así seria. Siendo sincera; en otras circunstancias me habría opuesto a tan valiente propuesta pero, en esa ocasión, no podía negarme, deseaba conocerlo.

Debo admitir que desde arriba, todo se veía un poco mejor, ya que llegando, perderse entre la multitud, era demasiado fácil, lo que ocasionaría un problema.

- No me esperaba esto – suspiro – Sera un poco complicado, con toda esta gente… a penas y puedo saber que está conmigo porque me tomas de la mano amiga

- Lo sé – afirme – Ver a tantos invitados da un poco de miedo

- No te preocupes Sakura, muchos solo vienen hacer acto de presencia, para cuando termine la presentación, te aseguro que no habrá casi nadie

Después me sonrió y caminamos hacia la mesa de bocadillos.

Habían pasado al menos un par de horas, la fiesta no estaba tan mal, la música era linda, el ambiente era tranquilo y los bocadillos y bebidas, eran deliciosas, mi mejor amiga me acompañaba, conversábamos y reímos, parecía que nada podía ir mejor, de no ser por mi constante ansiedad. Lo confieso, me sentía ansiosa, volteaba para un lado, luego para otro, intentaba encontrar a ese muchacho pero no podía, parecía como si hubiese desaparecido, como si al bajar de las escaleras, su presencia se hubiera esfumado.

- ¿Pasa algo Sakura? – pregunto Tomoyo

- Eh…

- ¡Vaya! Ese muchacho si te gusto ¿eh? Ya vi que lo estas buscando – burló acertando mi actitud

- Ah… ha… no los he visto desde que bajamos – intente desviar mi sonrojo. Claro que me gustaba, no entiendo cómo, pero me gustaba.

- Yo tampoco, pareciera como si hubieran desaparecido – baje la mirada, si Tomoyo tampoco sabía sobre ellos, significaba que estaban más que perdidos. No quise parecer muy desanimada y planee decirle que la noche debían continuar, cuando nuestra suerte dio un inesperado giro - Tranquila Sakura, no se han ido – dijo de pronto con emoción

- ¿Eh?

- En realidad, creo que ya saben que no están solos – prosiguió y por el rostro que tenia, supe que no solo los había encontrado – Con tranquilidad, voltea a tu derecha – indicó

Un poco confundida, hice lo que me dijo y lentamente fui alzando la mirada hasta que me encontré con él. Después de quedarme sin aliento por tremendo suspiro, de un sobresalto me voltee sintiendo el rostro completamente rojo. No podía creerlo, a un par de mesas, estaban el par de muchachos, viéndonos directamente.

- ¡Sakura! ¿Lo viste? No están viendo… - susurro emocionada ayudándome a regresar de mi shock

- Si… - suspire nerviosa

- Esto se pone cada vez mejor…

Ya no pude escuchar lo que mi amiga continúo diciendo, me sentía sonrojada, emocionada y extrañamente contenta. Mordí mis labios, no cabía en mi cabeza otra cosa que no fuera ese par de segundos en que nuestros ojos se habían cruzado. Entonces, fuera de mí, hice algo que nunca imagine, voltee nuevamente, él seguía ahí, viéndome y aunque sentía que mis piernas temblaban, no aparate la mirada e involuntariamente sonreí, no tardo en hacer lo mismo, fue entonces que dentro de mi pecho, un embriagante calor me recorrió completa.

Era como si nos hubieras conectado.

El parpadeo de la luces fue el culpable de separarnos, pues en un sobresalto, ambos apartamos la mirada, sorprendidos por la anunciación del baile que apenas comenzaba. Consciente de lo que había hecho, discretamente regrese a mi posición y fingí demencia ante ese cruce de miradas, era obvio que le había coqueteado pero no podía dejar que ese muchacho se alzara el ego por mi culpa, si bien yo era atractiva para él, debía demostrármelo.

- No se tu amiga, pero el de las gafas tiene una mirada realmente seductora – menciono Tomoyo entre dientes, mientras al igual que yo, lo miraba coqueta

- No lo he notado amiga pero… - suspire – ese chico de cabello café…

No termine de pronunciar mis pensamientos sobre él, cuando dio comienzo el baile. Parecía un típico baile, de los que se realizaban a la antigua; dama y caballero, sosteniéndose de la mano, mirándose a los ojos, mientras daban vueltas por el salón, en lo que parecía una bien organizada coreografía.

El movimiento continúo de las personas, nos privaron de la vista y aunque hubiésemos querido buscarlos, no era lo más apropiado. Ambas nos compartimos miradas cómplices y en segundos comenzamos a reír, parecíamos niñas pequeñas, quienes se emocionaban por la más mínima cosa. Pero poco nos dudaría ese pensamiento, pues no se mi amiga pero en lo personal, sentí como mi corazón se detuvo al ver a ese muchacho, acercarse a mí.

xxx

Juro que estuve a punto de sentirme un adonis cuando creí que esa chica me había sonreído, pero el desplante que dulcemente me regalo, fue lo que me regreso a la realidad. Aun en ese momento, no podía creer que sus ojos se hubiesen cruzado con los míos. Todo aquello, no hizo más que ocasionarme un deseo más grande de conocerla, de tenerla frente a mí y ¿Por qué no? de poder tocarla, pero de inmediato aclaro que no fue mi culpa sentirme así, sino todo lo contrario, era ella la responsable de hacerme sentir tan intrigado.

Necesitaba saber si esa mirada era para mí, si esa sonrisa la había ocasionado yo, y si esa chica, realmente había notado mi presencia.

Cuando el baile dio comienzo, la gente comenzó a moverse de un lado a otro y eso impidió mi visión, no era del todo malo pues se convertiría en la oportunidad perfecta. Lo admito, era un gran bailarín y a pesar de eso, pocas veces invitaba alguna chica, de hecho la mayoría con las que había bailado alguna vez, era solamente por petición de mi madre. Esa vez era diferente, estaba completamente dispuesto, ansiaba hablarle y no perdería tiempo, iría a invitarla a bailar.

No espere mas, sabía que Eriol haría lo mismo, pues entre el ruido y mis pensamientos, había escuchado su intención de acercarse a la chica de azul, pero sinceramente no le tome mucha importancia, me sentía fuera de mi, como si el hechizo de su espectacular encanto me hubiera atrapado en un mundo paralelo, donde solo podía pensar en ella.

Dejando atrás a mi amigo, comencé a caminar sin otro objetivo que no fuera llegar ante esa chica. De un momento a otro comencé a desesperarme, parecía que caminaba y caminaba y no podía llegar, fue entonces que alzando la mirada, vi su hermosa figura a tan solo un par de pasos. No tengo la menor idea de que fue lo que me paso para atreverme a tal acto, mucho menos sé, de donde saque esa valentía pero, cualquier pregunta o intento de razón a mis acciones, ya no valían la pena, pues ya estaba frente a ella.

Utilice toda mi fuerza de voluntad para no ser tan atrevido de contemplarla de arriba abajo, y solo concentrarme en sus preciosos ojos color esmeralda, desde mi llegada hubo un pequeño momento de silencio, me sirvió para tomar aire, parecer totalmente relajado y tratar de impresionarla con mis palabras.

xxx

Desde que note que se acercaba, sentí como si mi cuerpo se hubiera paralizado, evitándome el mínimo movimiento, mis ojos estaba enfocados en él, en su mirada depredadora, en su actitud varonil y en esa confianza que me perturbo al mismo tiempo en que la deteste. No tardo en llegar y sin que él lo supiera, ya lo esperaba.

Lo primero que hizo fue colocarse frente a mí, me miro directo y después de un pequeño silencio, hablo:

- Buenas noches – saludo haciendo una leve reverencia para Tomoyo y para mi

- Buenas noches – respondimos al unisonó

- Me presento señorita, soy Li Shaoran…

"Li Shaoran" ese nombre sonó por mi mente innumerables veces que no hice otra cosa más que otorgarle mi mano para que este, en una inclinación llena de respeto, besara la misma. Su manera de actuar era enigmante, tan elegante, tan seductor, tan impresionantemente adictivo.

- Es un placer joven Li – respondí con el pulso acelerado – Sakura Kinomoto

No sé si fue mi imaginación o vi en sus ojos un brillo resplandeciente. Luego se irguió y comenzó a hablar.

- Es una noche encantadora, encaja perfectamente con el ambiente de esta fiesta

- Ciertamente encantadora – dijo llegando de pronto, aquel joven lo que acompañaba – Perdón la interrupción señoritas, así mismo aprovecho para presentarme, Eriol Hiiragizawa

Aquel muchacho no titubeó ni un segundo, sin que Tomoyo le otorgara su mano, él de una manera elegante y encantadora, la había tomado, e inclinándose como todo un caballero, planto un beso en ella. Note claramente el sonrojo de mi amiga, esa actitud le había encantado y me atrevo a decir que el joven Eriol, no ocultaba su interés.

- Es un gusto – añadí

- Dígame señorita Kinomoto, ¿Le gusta la música? – pregunto sonriente el joven Li

- Me encanta, más que nada, cuando se trata de una composición de instrumentos determinados – confesé

- Ya veo, entonces, acertaría si dijera que: la música que estamos disfrutando en este momento, es de su total agrado…

- Así es… - afirme

- Me parece perfecto, siendo así, tendré más oportunidad de que acepte acompañarme en esta pieza – dijo y juro que aunque lo esperaba, tal propuesta me sorprendió tanto, que solté la última gota de aliento que me quedaba en los pulmones

Vi su mano suspendida en dirección a mí, su manera de esperar mi respuesta cautivo mis sentidos, ocasionando que no solo aceptara la propuesta, sino que deseara tocarlo, sentirlo, cerca, muy cerca de mí.

Pose mi mano sobre la suya después de susurrar un "si" que solo él pudo escuchar, me guio con delicadeza a la pista, al llegar, con agilidad, acomodo su segunda mano por la parte superior de mi espalda y en posición, nos acomodamos para comenzar el baile. Lo mire a los ojos, Li ya lo hacía y no puedo saber desde hace cuanto me miraba. Suspire en mis adentros y en seguida, dio comienzo.


COMENTARIOS DE LA AUTORA:

Hace tiempo que no me aparezco por aquí, pero aun así, espero que acepten de la mejor manera este Fic y lo disfruten mucho, estaré actualizando lo más pronto posible. Saluditos.

Espero me puedan ayudar y comentarme con sus hermosos REVIEWS que les pareció este primer capítulo.