DISCLAIMER: Los personajes aquí utilizados son propiedad de CAPCOM, no míos. Esto lo hago sin fines de lucro sólo con fines de entretenimiento.

Charlas con un viejo amor

Por fin llego al lugar de siempre, estaciono el auto con prisa, tomo el ramo de flores que sé que le fascinan y salgo corriendo de allí para llegar pues ya llevo 20 minutos de retraso.

– Hola lamento llegar tarde y por no haber llamado estos días, no esperaba que hubiera tanto tráfico camino a acá, en verdad espero que me disculpes– tomo un poco de aire mientras me siento en mi lugar, inspiro profundamente recuperándome de la carrera que tuve que dar antes de comenzar a charlar –¿Cómo has estado? Espero que mejor que yo, ¿Sabes? Hace poco volvieron a interrumpir mis vacaciones, ja, parece que estoy destinado a jamás descansar, al menos tú sí tienes descanso– expreso con ironía mirándola con una sonrisa ladina en rostro.

Sigo platicándole de ése día, Chris y Rebecca, una vieja miembro del extinto equipo de los S.T.A.R.S vinieron a mí para preguntarme por los infectados de la misión que tuve en España, aquellos que se hacían llamar "Los Iluminados" algo que sinceramente no podía recordar, ya ha pasado tiempo desde aquella misión sin mencionar que estaba mentalmente incapacitado… Sí, estaba ebrio.

Recuerdo cada una de las emociones que viví aquel día que de nuevo me vi obligado a salvar al mundo de un nuevo ataque bioterrorista sin que me lo proponga cuando creí que me había retirado de todo este asunto pero que parece que jamás me dejará, por el contrario siempre me alcanzará y se las cuento todas, ella no dice nada, no se enfada porque sólo hablo de mí y no la dejo decir nada, sólo nos afligimos porque sentimos que esto debería dejarme continuar con mi vida de una vez por todas.

Una ventisca azota el lugar donde nos encontramos pero no parece importarle y a mí menos únicamente cubro mis ojos con mi brazo para que la tierra no entre en ellos.

Sigo contando la historia, sólo ella sabe escucharme y cómo hacerme sentir mejor, libero el estrés y la tensión que todo eso me provocó pensando que esta vez moriría al verme al filo de un penthouse y un psicópata a cinco metros de mí.

–Finalmente Arias fue destruido, salvamos a Rebecca que sintetizó el ADN del virus y logró hacer una cura para poder esparcirlo por medio del aire y así salvamos el mundo otra vez… Esto parece una mala película cada vez igual y cada vez más mala… Me alegro que tú te hayas librado de esto pero la forma de hacerlo no fe la mejor–. me pongo de pie dejando las flores junto a ella –Me tengo que ir hermosa, la siguiente semana prometo llegar a tiempo, sabes que te amo… y que te extraño mucho–. digo rozando una lápida donde se leía el nombre de Helena Harper tallada en ella y las flores colocadas frente a su placa por sus años de servicio a la Nación. Doy media vuelta y me retiro no sin derramar otras lágrimas más por la falta que me hace en la vida.