** LOS RUGIDOS DEL ¿TIGRE? **
Por: JulietaG.28
Disclaimer: Los personas de Captain Tsubasa son completa propiedad de Yoichi Takahashi y SheiShua. No me pertenecen en lo más mínimo. Esta historia es solo con el fin de entretener.
=1. El reto=
=Turín, Italia=
=Campo de entrenamiento de la Juventus de Turín (Vestidores)=
Salió de las regaderas y se ajustó una toalla a la cintura. El cabello le chorreaba así que tomó otra y se dirigió a su taquilla para vestirse y acicalarse. Mientras caminaba cuidaba de no resbalar con el agua de los baños y una que otra vez chocaba con sus compañeros de equipo que tomaban una ducha. Llegó a su taquilla y abrió la puerta, como en la de todos, un pequeño espejo en el que solo alcanzaba a verse su rostro le devolvió su reflejo. Su tez era morena, sus facciones orientales, su cabello lacio y negro que comenzaba a quedar tan solo húmedo, se preparaba para estallar en una melena rebelde (como de costumbre) cuando finalmente estuviera seco. Se puso la toalla con la que había estado secando su cabello alrededor del cuello, tomó su desodorante y lo unto en sus axilas, buscó entre la poca ropa que ahí tenía: unos jeans, un pants, una camiseta negra y una sudadera.
Era un día cálido, no hacía ni mucho calor ni mucho frío, pues el viento que arreciaba en el exterior de los vestidores, solo servía para refrescarse y sentirse libre. Optó por los jeans y la camiseta negra, a la que claro, como siempre y a su gusto, le remango las ya cortas mangas, hasta por encima del hombro, mostrando así sus fuertes y firmes músculos en los brazos. ¡Típico de Kojiro Hyuga! Todo un modelo, aparte claro de jugador de futbol.
Una vez vestido, se acomodó un poco el cabello que de ninguna manera podía o quería peinar y tomó su maleta de deportes, donde tenía lo necesario para volver a casa, cartera, uniforme, tacos, llaves. ¡Celular! Ah sí, lo tenía en la taquilla. Tomó el pequeño aparato y lo metió en su bolsillo del pantalón.
-¡Hyuga! ¿No planeas venir a comer? ¡No olvides que hoy hay junta con el entrenador!- le espetó un chico asomado en la puerta, su cabello era castaño corto, sus ojos de un azul oscuro, pero deslumbrante, el líbero del equipo y mejor defensa a nivel nacional, una vez más le recordaba al despistado y arrogante capitán de la Juventus que esa tarde, como otras de lunes, tendría que esperar casi dos horas más para volver a casa, pues tenía que enfrentarse a una espera de una hora en la cafetería y otra más para escuchar todo lo que el entrenador debía decirles: algo que no pasaba de recordar jugadas de pizarrón, de recordarles los partidos que disputarían y un sermón muy extenso del médico del lugar que les hacía recordar cuanto debían cuidarse, acudir al gimnasio del lugar y tomar los exámenes correspondientes a la fecha, pues había mucho que registrar antes de enviar los datos que serían recabados para el torneo europeo: La Champions League.
-¡Demonios! Si, ya voy- respondió el tigre japonés, cerrando su taquilla y siguiendo a Gentile a la cafetería.
-¿Qué? ¿Ya querías irte a casa?- preguntó el joven italiano.
-La verdad sí- afirmó el tigre japonés- Mi hermano cumple años hoy y prometí felicitarlo por teléfono, ya que no puedo verlo- le comentó. Gentile sonrió, como eran de interesantes algunas personas… Claro, personas como Kojiro, que aunque rudo, insolente, tacaño y gruñón, también tenía sus partes blandas y sus momentos de ternura, como cuando de su familia se trataba.
-Ojala el entrenador no tardé demasiado… se tarda más en llegar que en darnos sus anuncios y recordatorios- se mofó Salvatore
-¡Ni que lo digas! Me quedaré dormido si empieza de nuevo con las jugadas de pizarrón…
-Jugadas, que no usamos- le dijo Gentile, llegando a la cafetería- Bueno, al menos hoy Bella se presentó para atender la cafetería- dijo con una sonrisa de oreja a oreja y mirando a la chica de cabellos rubios y ojos azules que atendía esa tarde la cafetería del lugar.
-Solo a ti te hace feliz ver a la chicas con las que te has enrollado- se burló Kojiro
-¿Qué a ti no?- preguntó Gentile siguiendo al japonés que se había acercado a una mesa a dejar su maleta y luego ambos fueron a donde Bella servía la comida.
-No, la verdad no… por algo trueno con ellas o me las quito de encima- le recordó
-No puedo creer que así como eres, la prensa no tenga ni idea de todos tus romances- Gentile tomó una charola y tomó un platito con macarrones con queso, luego caminó un poco y dejo que Bella le sirviera algo de lo que parecía carne, tal vez era pollo.
-Cuido bien mi privacidad- dijo Kojiro acercándose donde Bella y mirando con asco la carne- No sé qué sea eso, no me sirvas, creo que todavía está vivo- le dijo. La chica contrario a la bella sonrisa que ofreció a Gentile, le sacó la lengua y apartó la cuchara de la charola del japonés.
Ambos chicos se acercaron a la mesa que antes había usado Hyuga para dejar su maleta y se sentaron a comer, obviamente cuando el resto del equipo llegó, Hyuga y compañeros, no perdieron la oportunidad de molestar a Gentile, el único en comer la carne, pues esta al parecer, si, todavía estaba viva (es decir, no estaba bien cocida)
:-:-:-:-:
=Revista Vogue
-¡Novata!- gritó la jefa de edición a la chica que tan solo había llegado a ese lugar 3 meses antes de ese día. La chica se apresuró ante el gritó de su editora, ansiosa porque por fin -¡Tal vez!- le asignarían un trabajo importante que le ayudara a subir de ese patético trabajo de andar escribiendo acerca de productos nuevos de la marca AVON.
-Aquí estoy, Franca- dijo la chica en ese extraño acento italiano, mezclado con su idioma madre, español.
-¡Por fin niña!- exclamó la editora con los lentes en la punta de la nariz y ambas manos llenas de papeles- He considerado tu petición de trabajar en reportajes de más relevancia para la revista, además de decir que Roxan, que trabajaba en esto renunció- le dijo sin mirarla- Por tanto, te tomaré en cuenta para el puesto de planta en espectáculos, ¡SI! Me consigues una entrevista- le advirtió. La chica por demás contenta de que finalmente la fueran a tomar en cuenta, alzó el rostro atenta a lo que la editora pudiera decirle, sin embargo, esta se quedó callada y lo único que la novata pudo ver, fueron esas sombras tan excéntricas que Franca lucía, unas sombras para ojos de color azul brillante mezclado con un tono amarillo verdoso.
-¿Y… de quién se trata?- preguntó la chica harta de esperar que su editora no fuera directo al grano. Franca finalmente dejó sus papeles y puso los brazos sobre el escritorio, sonrió de manera dulzona y convenenciera, como si la chica hubiese sido su mejor amiga desde hacía años.
-Kojiro Hyuga- espetó con felicidad- Nuestras lectoras han enviado varias cartas e e-mails, pidiendo que demos una nota totalmente exclusiva del jugador más sexy de Turín, luego de Salvatore Gentile claro… pero de ese, ya hicimos varios reportajes- le comentó moviendo sus manos con grandes señas que acrecentaban su dramatismo y teatralidad.
-Pero…- titubeó la chica- Kojiro Hyuga es el único jugador de futbol, que nunca ha dado una entrevista que no tenga nada que ver con el partido que jugo ese día- comentó la chica consciente de que el japonés era el blanco más difícil y por demás imposible de todos, TODOS, los reporteros, ya fueran de deportes o de espectáculos.
-¡Pues yo no sé! Tú sabrás si quieres ascender en tu carrera o quedarte hablando de cosméticos. Ahora vete, vete, vete, que tengo cosas que hacer, si no sales dentro de 15 minutos rumbo al campo de la Juventus, entonces considerare que le ofreces el reto a alguien más calificado y con más agallas- dijo Franca con indiferencia y volviendo sus ojos a los papeles que había regado en su escritorio.
La novata no necesitó nada más que eso, para armarse valor. Lo haría. No solo intentaría conseguir esa entrevista, daría todo de ella para ser la primera en obtener una exclusiva de ese pesado jugador de futbol y no solo obtendría un ascenso, también aparecería una buena recomendación de "Vogue" que sin duda le serviría para salir de esa absurda revista y lanzarse a lo que siempre había soñado, a lo que era en realidad su carrera: Reportaje periodístico. En un periódico de verdad.
-No creo regresar, no me iré hasta tener lo que quiero- le dijo a Franca y salió de ahí. La editora sonrió, creía algo improbable que la niñata pudiera conseguir dicha entrevista, pero bien podía poner sus expectativas en ella, que se veía dispuesta a acampar fuera del campo de entrenamiento con tal de tener algo del jugador. Volvió a sus asuntos en los papeles y dejó que la novata se retirará del lugar luego de tomar, su bolso y su celular.
Aimeé Ventura, más conocida como "la novata" en su nuevo trabajo, era una chica española de 24 años, que siendo fiel a su carrera, había estudiado en una de las mejores universidades de España y se había lanzado a la aventura buscando empleo en alguna editorial en Italia, país donde sus sueños tomarían parte de su realidad y donde esperaba, sucediera lo mejor de su vida. Aunque si bien había sido algo difícil el comienzo, dado que los periódicos más importantes no aceptaban personal sin alguna recomendación por delante de su currículum, Aimeé no se había rendido y contrario a ello, aunque fuera en lo que más detestaba: revistas de moda, se había propuesto lograr una buena recomendación y un buen puesto en Vogue.
Ahora con el reto entre sus manos, no podía fallar, lo lograría, a como fuera, pero lo haría. Llevaría al escritorio de Franca, la entrevista con Kojiro Hyuga.
:-:-:-:-:
=Campo de entrenamiento de la Juventus=
-¡Que farsa!- exclamó Salvatore caminando al campo en compañía de Hyuga. La junta con el entrenador finalmente había terminado y los jugadores del equipo estaban fastidiados y cansados tan solo de escuchar por hora y media, lo mismo de siempre: jugadas de pizarrón, recordatorios médicos y un sermón muy extenso acerca de lo que sucedería si el equipo se proponía arruinar el partido (patético) que enfrentarían en dos días, contra la Universidad De Roma
-¿Para eso perdí tanto tiempo?- preguntó Hyuga harto de todo lo que había escuchado- Si no quieren que arruinemos un partido que traigan a un buen oponente. Son chicos de universidad, es más que obvio que vamos a ganar. ¡Son unos niños!- exclamó el tigre
-Tal vez eso deberíamos hacer para que dejen de hacer que juguemos contra las universidades de toda Italia- se quejó el líbero
-Seguramente entonces traerán a las de otros países, pero seguirán siendo universidades- le respondió Hyuga consiente de que cuando el entrenador quería, podía ser realmente odioso
-Pues que tarugada es esa- exclamó Gentile quedándose estático al mirar que los guardias de seguridad, luchaban por mantener a los reporteros de diversas revistas fuera, hasta que fueran exactamente las 3:00 pm en punto, hora permitida para sus visitas- Y por si fuera poco, ahí viene toda esa bola de sancudos-
-Por lo menos sé que a mí, no me buscarán- aseguró triunfante el tigre- Aprovechare su estadía y saldré rápido, así no tendré que esperar a que todos saquen su auto-
-¡Claro! Como si tu Ferrari Enzo* recién comprado no fuera a generar preguntas entre la prensa- Gentile habló con sorna, no era agradable para él que todos o la mayoría de reporteros cayera sobre él, solo porque Hyuga era cortante y frío y por más provocación que tuviera, no abriera el pico respecto a su vida.
-A nadie le importa mi carro- rió Hyuga, al tiempo que los guardias dejaban pasar a los reporteros, había llegado la hora- Además si cuidarás un poco tu privacidad, entonces Italia no estaría interesado de toda tu vida- le guiñó un ojo. Gentile puso cara de resignación.
-Yo pienso que quien deja conocer algo de sí mismo es porque no tiene nada que ocultar. ¿Usted tiene algo que ocultar, Kojiro Hyuga?- dijo una voz por delante de los chicos. Y al tiempo que ellos miraban para ver quien los interrumpía en su tan interesante charla, se toparon con una chica, por demás hermosa y deslumbrante. Sus cabellos eran castaños, largos hasta la media espalda y tan lacios como los de Hyuga que caían como una perfecta cascada sobre la espalda de la chica. Su piel era bronceada, no del estilo de bronceado que poseen los italiano, un tanto más tostado y llamativo. Su cuerpo de curvas espectaculares y figura envidiable. Sus ojos de un tono ámbar, claro, dulce pero con un toque salvaje, como si de un jaguar se tratará.
-¡Uf…!- silbó Gentile- ¿Y se puede saber… cuál es tu nombre?- su tono seductor provocó una sonrisa en la chica, pero no fue suficiente para que relajara su mirada penetrante y la apartara de Hyuga, que por primera vez, en mucho, mucho tiempo, había sido cautivado por alguien.
-Mi nombre es Aimeé Ventura, soy reportera de la revista Vogue y estoy aquí, por una entrevista con el tigre japonés….- aseguró en un tono de voz firme y a la vez dulce, aterciopelado y sensual.
-Pues puedes irte yendo… no diré nada a nadie- le dijo Hyuga con una sonrisa de triunfo y mirándola tan fríamente que hasta los casquetes polares se quedaban cortos de temperatura.
-Oh si lo hará, yo sé que lo hará, porque no me iré sin esa entrevista- aseguró la novata.
Hyuga la miró ceñudo, ella sonrió con el triunfo tatuado en los labios. Gentile prefirió alejarse, porque aunque quería ver en que acaba en gran reto de la reportera… no se sentía muy cómodo, estando en el mismo espacio, en que esos dos, se comían con mirada. Ambas salvajes y felinas. Ambas deseosas de conseguir lo que querían.
…CONTINUARA…
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Notas:
-La Juventus de Turín es el equipo en que juega Kojiro Hyuga, conocido en el anime, como Pia Monte.
-La revista Vogue es una revista de modas, que tiene su sede en NUEVA YORK, pero que es publicada en 20 países distintos, incluyendo, Italia.
-Aimeé Ventura es propiedad de JulietaG.28 y está inspirado en la mejor amiga de esta escritora: Dulce… (Candy)
¡Muy buenas noches a todos! Me presentó esta noche, con una nueva historia en mente, que espero les agrade y sobre todo que los atrape, al grado de que se animen a dejarme algún comentario ya sea bueno o malo. Con este corto, pero creo yo, interesante capítulo, doy inicio a la tercera entrega de Mundial de Locos: Preparativos rumbo al mundial. (Para más información, consulta mi perfil) NOTA: Aunque es la tercera entrega, puede leerse sin haber leído las dos anteriores, ya que no son continuas.
Esperando no presentar algo tan malo, me esmere en este capítulo, queriendo plasmar la personalidad de uno de los favoritos de este anime, Kojiro Hyuga. Ojala no haya errado y espero que lo disfruten. Nos estaremos leyendo, cada viernes o sábado, por eso de la escuela y el final de las vacaciones que ya se viene. ¡Saludos!
|[ Candy, si estás leyendo esto, espero no haberte defraudado y sobre todo haberte picado con esta historia, dedicada especialmente para ti, pues conozco bien tu amor por el gatito y tu cariño por mis escritos. Te quiero mucho y dejo esto para ti, esperando que te guste.]|
JulietaG.28
