Bien, aquí ando, presentando mi nuevo fanfic ante las cámaras (jajaja, se la re creía la chica). Bueno, este fic consta de dos parejas, KyouyaxTamaki y HikaruxHaruhi. Transcurre un par de años después de la serie en sí. Espero que les guste y que le den una oportunidad en sí!! Desde ya muchas gracias por leer.
DISCLAIMER: Ouran High School Host Club no me pertenece, sino a su respectivo autor. Yo tan solo soy una fan escribiendo para fans.
Reencuentro (Capítulo 1)
Haruhi miró su reloj por tercera vez en cinco minutos. Sabía que contaba con poco tiempo para estudiar pues tenía que presentarse en su trabajo a las seis en punto. Suspiró, aún recordaba la forma en la que había terminado siendo parte del Host Club por parte de un malentendido, en aquel entonces ella estaba en una situación similar… pero el Host ya no era parte de su vida al igual que tampoco lo eran ninguno de sus miembros. A todo esto, varios años habían pasado desde aquel entonces, Haruhi se había marchado del Host Club tras una pelea con uno de los gemelos, Hikaru, más precisamente. Ahora asistía a la universidad, encontrándose mucho más guapa de lo que ya era cuando era pequeña, incluso tenía trabajo de modelo, ya no era necesario que su padre se esforzase tanto pues grandes ganancias llegaban diariamente a la cuenta bancaria de la castaña, por lo que ahora podían darse una vida un poco más tranquila, cumpliendo algún que otro capricho de vez en cuando. Aún así el mundo de la moda no era más que un hobby para nuestra protagonista, quien lo que en realidad quería lograr era cumplir su meta de convertirse en una prestigiosa abogada. Los rumores corrían con mucha facilidad, después de todo Haruhi era muy popular entre las adolescentes, y ahora se rumoreaba que estaba saliendo con un compañero que solía salir con ella en las fotos muy a menudo… demasiado a menudo. Su nombre era Maine Clayton, un hombre serio y tranquilo que siempre buscaba lo mejor para sus pares, pero que por todo lo contrario que fuera a él en personalidad, era curiosamente parecido a Tamaki Suoh. La cuestión es que la castaña se encontraba recorriendo los pasillos de esa eterna universidad cuando finalmente encontró lo que buscaba, un silencioso cuarto apartado de todos los demás. Sonrió y se aventuró en su interior, aunque no pudo evitar reprimir un grito cuando un remolino de pétalos de rosa la envolvió.
-Bienvenida…-se escuchó un coro de varoniles voces en su interior. Haruhi no lo podía creer, ¡allí estaban nuevamente, interrumpiendo su vida como si ella no tuviera mejores cosas que hacer! Al instante Tamaki se levantó de su trono y se aproximó a su nueva víctima, inclinándose sobre una rodilla a la vez que tomaba una de las finas manos de la muchacha con ternura para besarla cortésmente.
-Mi nombre es Tamaki Suoh y estoy aquí para servirle… mi dulce princesa…-probablemente ese tono de voz, más la mirada que le lanzó el muchacho hubiesen bastado para derretir a cualquier otra chica, pero lamentablemente para el rubio, ese no era el caso de Haruhi, quien simplemente quitó la mano ante la mirada de incredulidad del mayor.
-Ya sé quién eres sempai, no lo he olvidado-bufó ella, sintiéndose desgraciada-. ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Es posible que siempre que busco un maldito lugar para estudiar siempre los termino encontrando a ustedes?
-Ha… ¿Haruhi?-el líder del Host Club miró a la recién llegada con una expresión que denotaba gran sorpresa, su pequeña Haruhi había regresado después de tanto tiempo.
-Pues… sí, soy yo-respondió ella como si se tratase de lo más normal del mundo. Los miró a uno por uno, no habían cambiado en absoluto. Hikaru bajó la mirada, parecía sentirse culpable por la partida de la muchacha por lo que ahora cargaba con un enorme peso-. Hikaru…-la muchacha suspiró y se acercó al mayor de los gemelos, abrazándolo con fuerza-. Tranquilo, todo está bien… aún te quiero-sonrió, observando la forma en la que su amigo la miraba sorprendido para luego transformar aquella mirada en una dulce sonrisa.
-Haruhi… yo…-intentó disculparse, pero un dedo que se posó en sus labios lo detuvo.
-Shh… tranquilo Hikaru, todo está bien-sonrió, acariciando su pálida piel. Aquel gesto provocó celos en Kaoru, el menor de ambos, pero sabía que no podía evitarlo, en cierto modo no podía competir contra la castaña-. Son cosas que pasan, todos discutimos a veces, pero ya está… todo está bien ahora y es lo que importa.
-Sí, tienes razón… gracias Haruhi-la estrechó entre sus brazos levantándola del suelo, cosa que causó risas en su amiga-. Apropósito, ¿qué haces tú aquí? Nunca me imaginé que nos volveríamos a ver después de tanto tiempo.
-Pues estoy siguiendo la carrera de abogacía-se explicó ella, mientras todos se sentaban a tomar juntos una taza de té para recordar viejos momentos-. Wow, me siento como si el tiempo hubiera vuelto atrás.
-Ojalá fuera así…-suspiró Hikaru, refiriéndose al novio de la chica, aunque claro, ella no se dio cuenta de ello-. Aunque no puedo negar que te ves hermosa, has crecido mucho en este último tiempo Haruhi, tu figura realmente te favorece-aquel comentario provocó que un gran tinte rojizo se apoderara de las mejillas de la aludida.
-G-gracias…
-Kawaii Haru-chan, en verdad te ves muy linda así… ¿es muy difícil trabajar como modelo?-preguntó Honey-sempai, el niño que aunque era mayor que yo parecía tan solo un crío de secundaria.
-Pues… tiene sus complicaciones, como por ejemplo el hecho de que quita mucho tiempo, pero no puedo negar que es muy divertido-sonrió la castaña-. Además conoces a mucha gente famosa, como por ejemplo…
-Sí, sí, ya sabemos… ese tal Maine Clayton, hemos escuchado hablar de él-interrumpió nuevamente Hikaru, parecía que no le agradaba la mención del amigo de Haruhi.
-Iba mencionar a mi amiga Yukari Takeba pero bueno…-rió nerviosamente la chica-. ¿Acaso Maine te cae mal? Es una gran persona…
-Como sea… no me interesa, tú eres mi…-pero se interrumpió a mitad de la oración, sonrojándose mientras todas las miradas se centraban en su persona. No podía creer que unos tontos celos casi lo hacían perder a su amiga nuevamente, tenía que cuidar mucho la forma en la que hablaba para no terminar como lo habían hecho años atrás.
-¿Yo soy tu qué?-inquirió su amiga, intrigada.
-Nada, nada… olvídalo-suspiró el hermano del muchacho que había hablado, antes de que arruinara todo-. Ignora a Hikaru, dice bobadas…
-Mmm… de acuerdo-sonrió la castaña, restándole importancia al asunto como si este no fuera uno de sus grandes prioridades. El tiempo, como uno sabe, pasa a una velocidad vertiginosa, por lo que antes de que la chica se diera cuenta, las seis de la tarde se habían hecho presentes. Haruhi se puso de pie mirando la hora, sobresaltada, y tomó su maletín de estudiante.
-¿Ya te vas?-preguntó con tristeza el hijo de los Suoh.
-Sí, lo siento sempai, es que tengo que ir a trabajar-ante lo dicho, todos, incluso Honey-sempai, se pusieron de pie, sobresaltados ante la idea de que la castaña trabajara.
-¿¡Tú trabajas!?-exclamaron los miembros del club, los seis a la vez. Su tonalidad de voz expresaba tanto sorpresa como negación, estaba claro que no les gustaba la idea de que la chica trabajara, y menos tratándose de alguien tan joven y bonita. Pero enseguida lo recordaron, no era para menos, Haruhi trabajaba como modelo.
-Sí gustan pueden acompañarme-rió ella, su mirada era dominada por un presente dejo de ternura que enamoraría a cualquiera. Kaoru no pudo evitar notar el sonrojo que se apoderaba de las mejillas de su gemelo, y por lo visto no era el único que lo había hecho pues Tamaki lo codeó ante la mirada confundida de la fémina del grupo.
-Claro que te acompañaremos, mi preciosa Haruhi…-como siempre, los halagos del rey del club no dejaban de estar presentes, haciendo que la castaña se sintiese ciertamente incómoda, sobre todo al sentir la forma en la que el rubio tomaba su mano para besarla. La chica se puso de pie rápidamente, quitando la mano tratando de no parecer demasiado obvia.
-Bueno, entonces vamos-sonrió la chica, apenada, no entendía muy bien porque pero no quería que Hikaru la viera con otro hombre. Esa carita que había puesto… Hikaru en verdad era tierno, no podía negarlo, y además estaba aquella extraña sensación que le producía cuando estaban cerca. Prepararon todo y cuando estuvieron dispuestos a salir Kyouya se aseguró de que nadie los vea para acercarse a la castaña y tomarla de la muñeca, con más fuerza de la necesaria-. ¿Kyouya-sempai?-preguntó la muchacha, sorprendida.
-Te lo advierto de buena manera pues compartimos viejos recuerdos juntos, pero no vuelvas a hacer sufrir a Tamaki o en verdad lo lamentarás… ya lo hiciste sufrir una vez, no permitiré que lo reiteres, y si lo haces… me encargaré de que sufras por lo mismo… o peor-el sadismo característico del chico de lentes se hiso presente en su tono de voz-. No te descuides y mantente alejada de él…
-No te preocupes sempai-contrariamente a todo lo que el morocho había esperado, la chica le sonrió divertida, como disfrutando de la situación-. A mí Tamaki-sempai no me interesa como nada más que un amigo, en este momento no hay nadie que me importe lo suficiente como para empezar una relación. No intentaré robarte a tu novio sempai-ante esto no pudo evitar reír ante la cara de espanto del portador de lentes-. Di en el blanco, ¿verdad?
-Ah… pues… yo…-pero Haruhi se adelantó, dejándolos con las palabras en la boca, completamente rojo y abochornado. Tamaki se acercó a él con aquellos ojos de perrito tan bonitos que poseía o ponía cuando algo le preocupaba.
-¿Pasa algo mamá?-inquirió sin cambiar la expresión de su rostro.
-N-no, nada…-y tras acomodarse los lentes mientras recobraba algo de su usual seriedad y calma, el muchacho comenzó a alejarse por el pasillo junto a sus compañeros de club, dejando al descendiente de los Suoh con una incógnita pintada en la cara.
Bien~~ así termina el primer capítulo de este fanfic, que según a mi parecer, tiene para rato nwn. En fin, espero que les haya gustado y que lo sigan leyendo. Muchas gracias por haber leido este primer capítulo y espero sus reviews con ansias!! Hasta la próxima!!
Helena Cullen de Hale,,
