Hola…mmm nerviosa es el adjetivo que mejor me describe en estos momentos…jajaja, es la primera vez que publico aquí, pero espero que les guste encontraran algunas escenas que harán referencia a la novela de Austen, Orgullo y Prejuicio (una de mis novelas favoritas), dejen criticas, jajaj se acepta de todo hasta tomatazos. Bueno disfruten la lectura
PD: esto: ***** significa cambio de escena XD!!!!
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"E
s una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa…."
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Capitulo I
Giro inesperado
-vengan aquí… por que aunque corran los alcanzare y entonces verán!!! –gritaba Candy con el puño levantado mientras perseguía a unos niños que al parecer habían hecho alguna travesura.
Habían pasado ya algunos meses desde aquella linda reunión con todos sus amigos en el hogar de Ponny, Ahora Candy ayudaba a la señorita Ponny y a la hermana María a cuidar a los niños, su vida era tranquila y feliz.
-hey Candy mira… un auto se acerca –le grito un niño señalando un coche que se aproximaba velozmente al hogar de Poony.
Candy agudizo su vista tratando de adivinar quien podría venir y después de unos minutos pudo distinguir el símbolo de la familia Andreu
-será Albert –pensó inmediatamente –o tal vez sea Archie –con gran emoción corrió tan fuerte como podía, dejando muy atrás a los niños que trataban de alcanzarla.
-hey Candy espéranos, no nos dejes –gritaban los niños, pero Candy no parecía escucharlos
El auto se detuvo y Candy llego justo a tiempo para ver descender de el a su pasajero
-ALBERT! –grito Candy
Ambos se acercaron y se tomaron de ambas manos
-Albert añoraba tanto verte
-yo igual quería verte Candy… y al parecer la estancia en el lugar de Ponny te ha hecho bien, luces fantástica
-gracias Albert tu igual te vez muy bien… pero pensé que estarías en New York, al menos eso fue lo que me dijiste en tu ultima carta
-si lo que pasa es que tuve que venir por una emergencia
-¿emergencia?... pasa algo Albert
-me temo que si Candy y necesito tu ayuda.
La cara de Candy se torno preocupada e incluso la hermana María y la señorita Ponny, que había salido ya por todo el alboroto, lucieron inquietadas en ese momento.
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-necesito que vengas conmigo a la mansión Andrew en Lakewood –dijo Albert mientras probaba su té
-¿Por qué Albert? Aun no me has dicho cuál es la emergencia
-como tu sabes Candy tanto Archie como la tía abuela estaban viviendo conmigo en New York…
-le paso algo malo a Archie –interrumpió a Candy
-no Candy… pero no puedo decir lo mismo de la tía abuela… veras… la ciudad de New York es muy agitada, trafico, ruido y la gente parece nunca descansar
Mientras Albert hablaba Candy recordó su corta estancia en New York a lado de Terry
-si se a lo que te refieres- dijo bajamente
-bueno como tu sabes la presión nunca le ha sentado bien a la tía abuela y su salud lo resintió… un día Archie la encontró desmayada y tuvimos que llevarla a un hospital. El doctor pidió descanso absoluto y que se quedara en el hospital por algún tiempo… pero… bueno tu ya conoces a la tía, y ella se negó. Dijo que no era ni una moribunda ni una inválida para quedarse en un hospital.
-pero es por su salud debería de entenderlo
-bueno el caso es que se negó y tenerla en el hospital resultaba peor, así que el doctor y yo negociamos y dijo que estaría bien que la llevara a la mansión en Lakewood para su recuperación
-claro, es un lugar muy tranquilo –dijo Candy recordando lo apacible que es el portal de las rosas de Antoni
-el problema Candy, es que no puedo quedarme… los negocios que estoy manejando en New York son muy importantes y aunque confió en Archie, arreglar esos negocios necesita de mi presencia.
-nunca pensé que te llegarían a interesar tanto los negocios familiares –dijo Candy en tono de broma –espera un momento entonces quien cuidara a la tía abuela?
-ese es precisamente el problema, la tía abuela no solo necesita de compañía sino que también de cuidados médicos… por lo que… pensé que tu resultarías ideal para eso
-YO!!!! –Dijo muy sorprendida Candy -¿Albert estas seguro?... tu sabes que la tía abuela y yo no tenemos una relación muy amistosa que digamos… mi presencia puede incluso empeorar las cosas
-lo se y por eso tuve que hablar con ella y convencerla todo estará bien Candy… entonces que dices aceptas venir?
Candy se mordió el labio inferior… simplemente no podía decir no, Albert siempre la había ayudado, pero cuidar a la tía abuela iba a ser una labor titánica.
-claro que si Albert no puedo decir que no a una persona que necesita de ayuda medica
Albert sonrió al escuchar sus palabras.
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Después de explicarles a la hermana María y a la señorita Ponny lo que sucedía y de despedirse de los niños Candy, por fin se encontraba en el auto de Albert. Con su maleta a un lado y con Klinn en sus piernas.
Recorría de nuevo aquel camino que años antes había recorrido cuando había sido adoptada por los Ligan, los recuerdos asomaron en su mente y la nostalgia se apodero de ella por unos instantes…
-¿Qué pasa Candy? Has estado muy callada todo el camino
-lo siento Albert es solo que no puedo evitar recordar la primera vez que recorrí este camino
-en ese entonces eras tan solo una linda niña y mírate ahora eres toda una dama
-bueno Albert… muchos no me considerarían una dama precisamente
-jajajajajajaja… en eso tienes razón… jajajajaja.
Ambos rieron con ganas... Como en los tiempos cuando Albert no recordaba su pasado y vivían juntos
-Albert no ha cambiado, a pesar de que ahora tiene más responsabilidades sigue siendo el mismo… cuanto añoraba escuchar su dulce riza -pensó Candy mientras escuchaba reír a Albert
-mira Candy pronto llegaremos a la mansión Andrew
Candy fijo su atención al camino y por fin pudo distinguir el portal de las rosas de Anthony
-las dulces Candys lucen magnificas –dijo Candy con un brillo especial en los ojos, tantos recuerdos le resultaban abrumadores
El auto por fin se detuvo, y la servidumbre salió a recibirlos
-señorita nos da mucho gusto saber que se quedara con nosotros –dijo el mayordomo mientras hacia una leve reverencia a Candy –me permite su equipaje
-no hace falta yo personalmente llevare el equipaje de la señorita y la acompañare a su habitación… ha por cierto la señora Elroy sigue dormida?
-si señor sigue dormida.
-perfecto avísenme tan pronto llegue el doctor
-así será
Albert tomo la maleta de Candy y juntos subieron las escaleras
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-espero que te guste tu habitación –dijo Albert abriendo la puerta
La habitación estaba repleta de regalos y la decoración era exquisita y muy detallada, la cama, los muebles todo era perfecto.
-Albert…¿Qué son todos estos obsequios? –dijo mirando una torre de cajas envueltas
-son tuyos, de parte mía y de Archie
-pero son demasiados, no es necesario
-veras… más te bale que los aceptes porque cada uno de estos paquetes es de un lugar diferente…tu sabes por los negocios hemos tenido que viajar muchos lugares y cada vez que visitábamos uno era imposible no acordarnos de ti, así que te comprábamos algo, como muestra de que siempre estas en nuestros corazones..
-hay Albert… tu siempre has sido muy bueno conmigo, te debo mucho
-no Candy tu eres quien siempre me has ayudado y si no fuera por ti ni siquiera estaría aquí, tal ves seguiría sin recordar mi pasado.
-hablar del pasado no tiene sentido… lo importante ahora es el presente…no crees? –declaró Candy muy animada
TOC…TOC …
-adelante –dijo Albert
-señor…señorita, el medico por fin a llegado, espera por ustedes –indicó el serio mayordomo
-gracias Jaime (un mayordomo que no se llame Jaime no es mayordomo =p)… bajaremos enseguida.
Candy y Albert se dirigieron hacia una pequeña sala donde el doctor esperaba por ellos
-Doctor Ken –dijo Albert estrechándole la mano -ella es Candice White Andrey, mi protegida y la persona que se quedara cuidando la salud de la tía abuela -puntualizo.
Es un placer conocerla –dijo el anciano doctor –Albert me ha contado que usted es una enfermera graduada, eso me tranquiliza, la señora Elroy necesita de cuidados médicos, es un alivio que alguien de su familia puede cuidar de ella
Candy solo dio una pequeña sonrisa como respuesta, pues sabia de más que para la tía Abuela Elroy era todo menos una Andrey.
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Los tres subieron a la habitación de la tía abuela para que el doctor le diera a Candy las indicaciones necesarias.
-buenos días Señora Andrey, ¿Cómo se siente ahora?
-mal, mis pobres nervios aun siguen alterados por todo esta tragedia… ¡quererme encerrar en un hospital para desahuciados!!! –Dijo casi como un chillido -¡¿Qué no tienen piedad de mis pobres nervios?!
-claro que si tía Abuela, Les tengo mucho respeto a tus nervios. Son viejos amigos míos. Le oigo mencionarlos con mucha consideración. –dijo Albert ocasionando que a Candy se le escapara una ligera risita y eso llamo la atención de la Tía Abuela
-así que la chiquilla ya esta aquí –dijo con notoria molestia
-si Tía, Candy te cuidara muy bien, el doctor le dará todas las instrucciones necesarias, por lo que te pido una vez mas que la escuches –dijo Albert
Tal como Albert había dicho, el doctor instruyo en detalle a Candy, cuidados, alimentos, visitas, horas para la toma de medicamentos, todo. Candy tomaba mucha atención, esperaba no cometer alguna tontería
El día continúo y después de haber realizado el chequeo, el doctor tenía que marcharse
-lo acompañamos a la puerta –dijo Albert y juntos salieron de la habitación
-Señor…-dijo una de las mucamas –la señora y señorita Leagan acaban de llegar, desean ver a la señora Elroy.
-no puede ser apenas llevo unas horas aquí y ya tengo que ver a esas dos –pensó algo disgustada Candy
-tranquila Candy toma esto como tu primera prueba en esta casa –le dijo Albert que había notado la molestia de la chica.
En la sala ya los esperaban las dos Leagan
-Albert que gus…to ver…te –dijo la señora Leagan deformando el rostro al ver que no solo el doctor acompañaba a Albert.
-lo mismo digo –dijo saludando
-pero se puede saber que hace ELLA aquí? –pregunto molesta Elisa
-bueno querida (eso con sarcasmo) Candy es mi protegida no veo por que te sorprenda verla, además a partir de hoy Candy se quedara a cargo de esta casa y de la recuperación de la Tía Abuela –dijo con una sonrisa burlona
-¿¡QUE!? Pero… si la tía abuela la odia
-bueno Elisa Ya hable con la tía y además Candy es perfecta para esto, o olvidas que ella decidió hacer algo útil y estudiar para enfermera. O dime acaso tu sabes algo de medicina? –concluyo con sarcasmo
-bueno entendemos –trato de tranquilizar la señora Leagan –el caso es que venimos a ver a la tía abuela…alguien nos puede conducir a su habitación.
-mmm…la verdad no se si sea conveniente que la vean o tu que dices Candy? –dijo Albert muy divertido
-"este Albert, solo se esta divirtiendo" –pensó –pues el doctor no prohibió las visitas pero solo pueden durar un máximo de 20 minutos y no deben de tratar temas que puedan conmocionar a la Señora Elroy –dijo la chica con seriedad
-solo eso faltaba que TU nos digas de que podemos hablar con la tía abuela –dijo muy furiosa Elisa
-"tranquila Candy…cuenta hasta diez…" –pensó –no lo digo yo, lo dice el medico o no es así Doctor Ken?
-que?...a si, si. Así es mis señoras esas son las recomendaciones, por favor respétenlas
-bueno y ahí lo tienen la señorita de la casa ha hablado…Jaime por favor llévalas a la alcoba de la señora y recuérdales cuando su tiempo halla terminado, no queremos desobedecer al doctor verdad? –dijo Albert casi a punto de una carcajada.
Las dos mujeres siguieron al mayordomo con la molestia reflejada en sus rostros mientras Candy y Albert despedían al doctor.
-hasta luego –despidió Candy
-hasta luego, y recuerde Señorita el próximo chequeo será entre dos días, pero si hay alguna emergencia no duce en buscarme, vendré tan rápido como pueda
-si claro no se preocupe
El coche del medico comenzó a alejarse dejando solos a Candy y a Albert
-enserio crees que este bien que yo cuide a la señora Elroy?
-tienes miedo?
-no…-dijo dudando –bueno me asusta un poco lo que pueda pasar entre ella y yo, sabes que nunca he podido y tal vez nunca podre ser lo que ella quiere
-lo se y no te perdonaría si te convirtieras en otra Elisa…-ambos rieron –vamos Candy, lo harás bien, algo que descubrí cuando vivíamos juntos, es que ante todo eres una magnifica enfermera.
Ambos continuaron observando con atención el paisaje y sintiendo el aire soplar en sus rostros.
-Señorrr, Señoritaaaa!!!!! –dijo a gritos una de las mucamas
-¿Qué sucede?
-la señora!!!! Esta muy alterada –dijo muy asustada la chica
-Tontas debieron alterarlas –dijo muy preocupada Candy –Albert trata de que alguien alcance al doctor!!! –Ordeno la rubia –iré a ver que diablos pasa
-William!!!!!!!!...William!!!!! –gritaba la anciana mujer –llamen a William!!! El tiene que ir a darle nuestros respetos!!!!!!
-que paso aquí? –dijo preocupada Candy
-no tengo idea, solo le dimos una muy buena noticia –dijo con una sonrisa de satisfacción Elisa, la misma que desde hacia años ponía cada vez que le causaba problemas a Candy.
-sáquelas de aquí,-ordeno la rubia
-tu no eres nadie para sacarnos –grito Elisa
-sáquenlas!!! Es una orden!!!
El mayordomo tomo a las señoras de los brazos y con amable dureza las saco de la habitación
-William!!!! –continuaba gritando la anciana
-Señora Elroy!!, cálmese!!! Albert vendrá enseguida, solo fue a buscar al medico, ahora solo tómese esto, le ayudara a calmarse –dijo dándole una cucharada de alguna medicina
-no!!!!!!!! Donde esta William! –dijo mientras con su mano tiraba la cuchara
-"que hago??? Esto se esta complicando!!!...vamos Candy piensa… -por alguna extraña razón la imagen de Flamy apareció en la mente de Candy y entonces tomo aire y se decidió –ya vasta tía Abuela!!! Se comporta como una chiquilla haciendo una rabieta!!!
La habitación quedó en silencio, las mucamas que las acompañaban no salían de su asombro y el rostro de la tía Abuela estaba totalmente en pausa
-Dile a Albert que venga enseguida –le dijo una de las mucamas, tomo otra cuchara y sirvió el medicamento de nuevo –tome esto le ayudara a tranquilizarse
La anciana obedeció, mientras Candy le tomaba el pulso y observaba con atención sus pupilas,
-parece que no paso a mas –dijo después de su chequeo –el medicamento fue tomado a tiempo. Tía abuela no debe reaccionar así, -dijo con más calma –o no podrá recuperarse
La anciana aun observaba de una nueva manera A Candy, aunque con dureza y perspicacia.
Tock Tock
-adelante
-Candy como sigue?
-mejor Albert, alcanzaste al doctor?
-no, al parecer fue con otro paciente y no sabemos que camino tomo
-bueno no creo que necesitemos de el
-William? –Dijo la anciana casi a un susurro -acércate
-que sucede tía?
-los Marshall… los Marshall
-los Marshall?
-si querido los Marshall se han mudado cerca de aquí, al parecer mi amiga lady Isabella se ha molestado por que no he podido saludarla, tienes que ir y explicarle…dile que no estoy bien, que mis pobres nervios no me dejan vivir, por favor, no puede estar molesta conmigo –dijo suplicante
-esta bien Tía, antes de irme pasare a saludarles, pero no tenias por que alterarte tanto por esto
-es que Sarah me dijo los detalles…o no ella no puede estar tan molesta
-tía lo mas seguro es que exageraron, Lady Isabella siempre ha sido muy amable, de seguro entenderá y ahora descansa si?
La anciana asintió y sin más comenzó a cerrar los ojos, para tranquilidad de los rubios
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-se encuentra mejor –dijo la señora Leagan
-siguen aquí –dijo con disgusto Albert
-no fue nuestra intención alterar a la Tía Abuela, solo queríamos informarle –se disculpo Elisa
-bueno ya lo hicieron, ya pueden irse…Jaime muéstrales el camino por favor -el mayordomo obedecido y por segunda vez saco amablemente a las dos mujeres
-Albert te excediste
-no, ellas lo provocaron, bueno al menos trajeron buenas noticias para la tía
-enserio?
-si… veras Lady Isabella es la mejor amiga de la tía, le hará bien verla además estoy seguro que sus nietos también te simpatizaran mucho…
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Candy por fin descansaba cómodamente en su casa, el día había sido agotador, y el mañana pintaba igual, después de todo le diría a dios a Albert por un buen tiempo, pero aun así sentía una gran curiosidad por conocer a los Marshall.
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Espero les haya gustado, se que aun no hay mucho romance pero no desesperen jajaja weno tratare de subir el próximo cap pronto.
El siguiente cap se titulara: Visitas, amigas y un desconocido jinete