Prologo: It´s Show Time

Parecía un día como cualquier otro, el clima era simple, la gente tranquila, todo se veía normal. En frente de lo que parecía ser una catedral se encontraba un chico de tez morena, su estatura no debía ser mayor de 1.73m, delgado, su cabello era negro y lacio, tenía una mirada afilada y de pocos amigos, llevaba puesto unos pantalones de mezclilla azul marino, una playera negra y unos tenis deportivos negros. El joven estaba sentado en las escaleras, miraba repetitivamente el reloj que llevaba en su mano izquierda y después volteaba a ambos lados como si esperara que alguien llegara.

—¿Donde estará? Vamos a llegar tarde al cine— dijo el joven a nadie en particular.

De pronto, el tiempo cambio de forma brusca a un atardecer carmesí, aún cuando sólo eran las 12 del medio día. De la nada extraños portales se abrieron en distintas partes de la ciudad, cielo, tierra, agua, incluso de los edificios se podían ver esos desconocidos portales color plateados que daban la idea de estar hechos de mercurio por las consecutivas ondas de distorsión que tenían.

—¿Que diablos es eso?— se preguntó el chico observando tales portales de los cuales parecía salir algo.

Y como tal, de cada portal empezaron a salir criaturas de distintos tipos. Desde el cielo se podía contemplar dragones, aves e inclusive insectos de gran tamaño. De los edificios saltaban lo que parecían ser demonios color plateado con distintas armas como lanzas y espadas, algunos zombies se levantaban desde el suelo junto a bestias de distintos tamaños, del agua salían anfibios y peces de tamaños de autos que empezaban a atacar todo a su alrededor al igual que el resto de las criaturas.

—¡DEMONIOS!— grito el pelinegro mientas corría lo más lejos posible para alejarse de las criaturas.

Gritos, explosiones, destrucción, eso era lo que rodeaba al chico que corria con todas sus fuerza buscando un lugar seguro, pero, eso no duro mucho ya que de la nada fue atrapado por uno de los portales de mercurio, entrando en el.

—¿Eh?, ¿Qué es esto? ¿dónde estoy?- eran las preguntas que hacía en un susurro mientras veía a su alrededor.

Ahora el joven se encontraba en lo que parecía ser la calle por donde antes corría, pero, ésta estaba totalmente intacta y vacía como si nada hubiera ocurrido, además, era de noche y en el cielo se podían apreciar 5 distintos mundos que se movían como si se acercaran el uno al otro.

—¿Qué es lo que está pasando?— pregunto al aire, con una completa confusión.

—Los mundos se unen— dijo una voz desconocida.

El chico se volteo para toparse con alguien que jamas había visto. Un joven de aproximadamente 24 años, de cabello castaño, media aproximadamente 1.78 m, delgado, vestía un atuendo de invierno que consistía de un suéter café, un pantalón deportivo, una bufanda blanca y unas botas negras.

—¿Tu eres Omen Kuroyasha?— preguntó el desconocido con un tono de irritación.

—¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿quién eres?- pregunta Omen con cierta impresión al ver que el sujeto conocía su nombre.

—Eso no es importante ahora, la verdadera pregunta es... ¿por qué no peleas? ¿dónde está tu cinturón y tu mazo? ¿a qué le temes pierrot?— contestó y preguntó el joven misterioso.

El rostro de Omen cambio de uno de sorpresa a uno de confusión, ya que no sabía de que le hablaba ese sujeto, ¿cinturón? ¿mazo? ¿a qué se refería? ¿quien es pierrot?

—creo que te estas confundiendo de persona. Es cierto que mi nombre es Omen Kuroyasha, pero no se a qué te refieres con lo del cinturón y lo del mazo, además, no conozco a ningún pierrot— dijo Omen tratando de entender lo que pasaba.

El joven lo miro con decepción mientras se daba la vuelta para irse pero sin antes voltear y decir —Por lo visto no lo recuerdas… no hay tiempo para esto. Regresa a tu mundo, te veré cuando por fin sepas quien eres— terminó de decir para luego desaparecer en un portal de mercurio.

—¡Espera! todavía no res...— pero el chico volvió a ser tragado por los portales llevándolo de nuevo a su mundo, sólo que, en un lugar lejano de donde estaba —...pondes, ¿eh? volví... ¿qué habrá sido eso?— se cuestionaba después de ver a su alrededor, de inmediato escucho una voz gritando que identifico al instante luego volteo a ella.

—¡KYAAAAA!— era el grito de una joven rubia ojos multicolor que estaba siendo perseguida por unos demonios armados, mientras sostenía lo que paresia ser una especie de hebilla circular con 3 ranuras de color negro, con una enorme esfera roja en medio y un estuche de cartas del mismo color que la hebilla, pero con un escudo que parecía ser una máscara.

—¡NIKO!— gritó Omen mientras trataba de ir con la chica.

—¡OMEN!— gritó en respuesta la chica reconociendo la voz y corriendo hacia él.

El chico acelero el paso y recogió un tubo de metal del suelo que debió caer de alguna de las destrucciones destruidas de alrededor. Al alcanzar a Niko, Omen, se puso frente a ella para protegerla agitando el tubo hacia los demonios de forma amenazante para alejarlos.

—¡POR FIN TE ENCUENTRO OMEN! ¡HE ESTADO BUSCÁNDOTE COMO LOCA!— dijo en un gritó Niko agitada detrás de Omen.

—¡Pues es tu culpa por llegar tarde en medio de todo este caos!— le responde Omen que como podía detenía y desviaba los ataques de los demonio.

—¡COMO SI FUERA MI CULPA QUE HOY COMENZARA EL FIN DEL MUNDO!- respondio enojada Niko al borde de la desesperación.

—Bueno eso es verdad, por cierto, que es lo que traes contigo— le pregunta sin voltear mientras lograba derribar al primero de los demonios —uno menos faltan 4—

—Son unas extrañas cosas que encontré tiradas por allí, las ví en un sueño anoche así que pensé que eran importantes- dijo ya un poco más tranquila.

—¿Sueño?— dice volteando a ver lo que traía para percatarse de lo que eran, una hebilla extraña de cinturón y un estuche de cartas—Eso es...— susurra mientras recuerda las palabras del sujeto con el que se topó hace unos momentos «donde están tu cinturón y tu mazo?»

—¿Acaso se referiría a esto?— se preguntaba el chico mientras que un demonio aprovechaba su distracción para atacar y hace retroceder a Omen.

—¡Aaaah!— grita Omen mientras hacia el esfuerzo de mantenerse a ralla.—Niko prestame eso un momento— dice mientras derriba al demonio y le quitaba la hebilla y estuche a la chica de las manos.—Niko... alejate... yo me encargo de esto— dice mientras por alguna razón se sentía con mas confianza y fuerza.

-¿QUÉ DICES? ¿ESTAS LOCO? TE VAN A MATAR- grita preocupada Niko a Omen por lo que acababa de decir.

-No se por qué, pero siento que puedo hacer algo— le dice con una voz seria mientras la volteaba a ver con una mirada que desprendía un aire de confianza.

Niko confundida no supo por qué pero confió en esas palabras —Bien pero ni se te ocurra morir ¿entendido?— decía mientras tomaba distancia del chico.

-Jejeje Jamas, todavía tenemos que ir a ver esa película— dijo Omen mientras soltaba el tubo de metal y tomaba distancia de los 5 demonios ya que los que había tirado se levantaron —Muy bien, hagámoslo— por inercia coloco la extraña hebilla frente a su cintura para que del lado izquierdo de la hebilla saliera una correa que rodeo su cintura hasta conectar con el lado derecho de la misma, para luego colocar el estuche en la parte de atrás, por alguna razón su cuerpo reaccionaba como si ya lo hubiera hecho antes. Tomo una carta del estuche, la miró, tenía la imagen de una especie de mascara con un corte. —Muy bien es ahora o nunca— coloco la carta frente a el para luego gritar desde su interior una palabra que llegaba a su mente una y otra vez —HENSHIN!— colocando la carta en la ranura derecha de la hebilla —«Kamen Rider... Pierrot»— hablo el cinturón cantando su activación.

De pronto Omen fue rodeado por códigos d de pies a cabeza para luego desaparecer y dejar ver al chico con un traje armadura azul, con una bufanda roja, a los costados aparecieron dos katanas de funda roja y mango de color negro, botas de armadura color azul, guantes del mismo tipo y color, con rodilleras y hombreras de color amarillo, rodeando su cintura debajo del cinturón una tela roja lo cubría por delante y por detrás, pero lo más notable era la máscara que llevaba, de color blanca, con dos marcas negras que eran los ojos, algo salvajes y una marca que parecía un corte que pasaba por el ojo derecho y abarcaba todo lo largo de la marcara.

Omen se observaba las manos y el nuevo traje mientras que llevaba ambas manos al rostro para confirmar que traía mascara, después el chico puso su pie izquierdo hacia atrás bajando su mano izquierda y la mano derecha la ponía frente a su rostro apuntando a los demonios que no salían de la sorpresa con los dedos en posición de tronado — bueno, It´s Show Time!— dice en alto tronando los dedos mientras tomaba impulso contra los demonios.