Hola a todos, no es la primera vez que escribo fanfictions de Naruto, aunque la última vez no pude terminarlo debido a que el fic perdió sentido puesto que soy muy apegada al canon y Kishimoto me dijo que Sasuke se ausentó mucho tiempo de la aldea y no se quedó con su esposa e hija .-.
En fin, una vez que ya más o menos tengo un canon en el cual basarme, vengo de nueva cuenta a tratar de publicar algo más de este increíble universo con la firme intención de no dejarlo inconcluso.
Todos los personajes le pertenecen a Kishimoto-sensei.
Hinata y Hanabi
Las manos de la joven entrecruzaban los hilos de forma rápida y apresurada sin temor a cometer alguna equivocación que ocasionara que lo ya tejido se arruinase. Tal vez las horas de práctica que pasó hace varios días en la elaboración de dos anteriores bufandas fuesen el motivo por el cual ahora lo hiciera de manera más ágil aunque no era sólo dicha práctica la que ocasionaba que se emocionase por terminar su tercera bufanda de ese mes, la felicidad que su corazón albergaba también era motivo de ello. Esta vez se la entregaría a él sin miedo ni vacilación, incluso puede que se animara a colocársela ella misma abrigadoramente alrededor de su cuello.
Era verdad que Naruto ya tenía un trozo de bufanda roja casi desecha que le aseguro atesorar siempre, sin embargo ella deseaba darle una que pudiese usar todo el tiempo para protegerlo del frío ¡Y vaya que lo hacía! La aldea estaba cubierta de nieve una vez que el equipo volvió a la aldea con una ruidosa Hanabi sana y salva haciéndole toda clase de vergonzosas preguntas sobre su nueva relación con el joven Uzumaki. Debido a la amenaza de la luna que estuvo a punto de colapsar contra la humanidad entera para destruirla, los preparativos para los festejos fueron suspendidos irremediablemente ante el temor de la gente que tuvo que partir a numerosos refugios. La normalidad no tardó en volver a Konoha y de nueva cuenta la gente erigió a Naruto y los demás como salvadores indiscutibles, aumentando con ello exponencialmente la popularidad de él así que era normal que las chicas siguieran a su alrededor para obtener su atención, aunque esto último ya no le resultaba tan incómodo como antes. Después de lo que había vivido en esa misión, ella se encontraba feliz y tranquila sabiendo que no importando qué ocurriera, Naruto quería estar a su lado ahora y siempre.
Listo, la he terminado al fin. Pensó triunfante para sí misma, la acomodó dentro de una pequeña bolsa y la selló. Volteó a ver el reloj y se dio cuenta de la terriblemente atrasada que estaba, Naruto quedó en pasar por ella y eso sería en cualquier momento. De pronto, resonó la voz de Hanabi en su habitación.
- "¡Aún no estás arreglada onee-sama! ¡Eres muy lenta! Naruto- niisan vendrá en cualquier momento."
- "¿Cómo es que sabes eso Hanabi?... Un segundo ¿tú vendrás con nosotros?"- preguntó Hinata sorprendida al notar que su pequeña hermana estaba alistada para salir.
- "Lo escuché ayer en el patio antes de despedirse de ti, Naruto-niisan no es precisamente la persona más silenciosa del mundo. Además quiero ir, si voy contigo padre no podrá decir que no ¡Por favor! ¡Llévame contigo onee-sama!"- la niña junto sus manos a manera de súplica a su hermana, de antemano sabía ella que esa táctica iba a funcionar.
- "Así que fue por eso…"- para Hinata era el primer festivan Rinne que iba a pasar en compañía de Naruto, pero no podía negarle nada a su linda hermanita.
- "Vamos, no causaré molestias."- ella guiñó un ojo para terminar de convencerla.
- "Por supuesto que puedes venir Hanabi, sólo permíteme arreglarme rápidamente. Espérame afuera."
Hanabi asintió alegremente a la petición de su adorada hermana mayor, después de todo ella trataba siempre de cumplir su papel de hermana guardiana cabalmente. En el fondo de su corazón, deseaba que el ánimo y buen humor de su hermanita duraran para siempre pues nunca fue así, la Hanabi reservada y fría que fue en el pasado le causaba un ligero dolor en el pecho por la mirada tan triste y vacía que algunas veces tenía, su esmero en el entrenamiento de las artes ninja era notable pero Hinata deseaba hacerle ver que no era eso lo único que importaba en la vida. Su joven hermana tal vez temía ser repudiada por su padre tal como le había pasado a Hinata una vez, no quería decepcionarlo y que la dejara de lado como si no fuese nada para él. Ese era el temor de ambas hermanas Hyuuga realmente, perder el cariño de su padre, cosa que Hinata sabía muy bien lo doloroso que podía resultar. La muerte de Neji hizo cambiar a todo el clan por completo, pasaron de ser un estratificado grupo de ninjas que se miraban con recelo a una familia de verdad, sin importar a qué rama perteneciera cada cual tratando de protegerse entre todos. Incluso su padre era más amable con sus subordinados, incluidas sus hijas.
Hablando de su padre, meses después de que terminó la Cuarta Guerra Ninja tuvo un importante anuncio que hacerle, razón por la cual todos los miembros del clan fueron convocados a una de las largas reuniones que ya eran un ritual acostumbrado dentro de la mansión Hyuuga. Cuando Hinata entró, se dispuso a tomar su lugar al lado de los demás pero a quien encontró en su sitio fue a su hermanita Hanabi, al voltear a ver a su padre, este le hizo la señal de que se sentara a su lado: el lugar que correspondía al siguiente heredero del clan. Hinata lo vio con un poco de temor pero accedió de inmediato a la petición de Hiashi. Así dio inicio uno de los discursos más bellos que ella pudiese recordar.
"Hace unos años te juzgué mal hija y así como te evidencié ante todos en esa ocasión, hoy me toca evidenciarme a mí mismo y avergonzarme por ello. Muchas veces el mejor líder no es el que busca reñir por medio de la fuerza, sino el que da paz y tranquilidad por medio de sus acciones. Tú nunca quisiste atacar a tu hermana menor tiempo atrás y eso para mí fue símbolo de debilidad, tu gentileza la veía como un defecto cuando con el pasar de los años se convirtió en tu mejor fortaleza: tu preocupación por los demás, no sólo por el clan sino por la aldea entera. Eres capaz de arriesgar tu propia vida por salvar a otros porque eso al final no es precisamente el símbolo de alguien débil sino todo lo contrario, incluso Neji ya lo sabía cuando yo continuaba ciego ante esa verdad. Ojalá hubiese comprendido eso antes y tal vez hubiese sido un mejor líder para con ello evitar el odio y resentimientos que se han venido formando desde generaciones atrás, es por eso que quiero pedirte que en caso de no poder acabar yo mismo el odio que mis decisiones han sembrado, lo hagas tú cuando llegue tu turno no únicamente de dirigirlos, sino de protegerlos con tu propia vida."- el tono de Hiashi seguía siendo severo sin lugar a dudas, pero en esta ocasión las represalias se las hacía a sí mismo.
Los ojos de Hinata se pusieron un poco húmedos, su fuerza de voluntad fue la que le impidió llorar de felicidad frente a todos y esa alegría no fue provocada por ser nuevamente la futura heredera, sino que su esfuerzo de tantos años había sido reconocido por una de las personas más queridas para ella a pesar de su severo carácter: su amado padre. Ojalá su madre estuviese con ella en ese momento, su amable y gentil madre que hacía que el carácter de Hiashi fuese tan diferente antes de su prematura muerte. Vio cómo Hiashi se levantaba y con un gesto le hizo la señal para que lo imitara. Ella lo siguió en cada movimiento de forma grácil.
- "Mi querida hija, prometeme que cuidarás de todos y los guiaras hacia un mejor futuro no como clan, sino como familia una vez que yo ya no pueda más."
Hinata tomó una respiración honda y lenta, tratando de entender todo lo que está ocurriendo a su alrededor en ese momento y contestó:
- "Lo prometo por mi propia vida padre."- después de eso se arrodilló ante él en señal de respeto.
Cuando levantó su cabeza vio a todo su clan sonriendo, Hanabi estaba entre ellos radiante y contenta por ver a su hermana mayor levantarse con orgullo, al parecer la adoración de su hermanita no había desaparecido en todos esos años.
A partir de entonces fue que Hanabi comenzó a comportarse como una chica más auténtica, quería salir más seguido, jugar como antes a pesar de que algunas veces Hinata le dijera que ya era algo grande para estar vigilando a todo el mundo desde los árboles, cuando iban juntas al distrito comercial de la aldea le encantaba comprar toda clase de peluches y cosas lindas. Estaba recuperando la niñez que no había vivido debido a la presión que sentía sobre sus hombros como la nueva heredera del clan. Volvía a ser simplemente su hermanita Hanabi después de tanto tiempo.
En medio de estos pensamientos fue que finalmente se terminó de vestir, tenía que salir muy abrigada debido al clima frío que imperaba esa noche. Cepilló su largo cabello por última vez, el reflejo impecable que reflejaba su figura en el espejo le preguntarse si debía arreglarse un poco más tal como lo sugirió Hanabi en una ocasión creyendo que tal vez con eso Naruto se fijaría, ante esa idea se sintió un poco torpe. Se puso un collar pero le parecía que no tenía nada que ver con el atuendo casual que llevaba, ¿aretes tal vez? Su cabello no dejaba que se vieran, acomodó su cabello en una coleta suelta para que se viera sus orejas pero de repente los aretes ya parecían demasiado. Volvió a soltar su cabello y sólo lo adornó con un pequeño prendedor que Hanabi le había regalado hace tiempo, en su anterior cumpleaños precisamente. Se vio en el espejo nuevamente y después de tanto pensarlo, el prendedor fue lo único que logró convencerla. Algo tan sencillo no hacía gran cambio en su aspecto pero deseaba creer que lo mejoraba un poco al menos, algunas veces Hinata sentía que fracasaba como chica, no tenía la seguridad de Sakura, la coquetería de Ino o la energía de Ten Ten.
Al recordar su cumpleaños, se dio cuenta que este sería una vez más dentro de unos días: 28 de diciembre. Cumplía 19 años y no estaba segura cómo sería en esta ocasión, sus compañeros de equipo siempre salían con ella por la noche y le invitaban a cenar su comida favorita: rollos zenzai. No era que sus cumpleaños fuesen de lo más emocionantes, pero se la pasaba bastante bien al lado de sus compañeros. Tuvo que despertar de sus pensamientos al escuchar el grito de emoción que daba Hanabi en el patio.
- "¡Naruto-niisan!"
Él estaba aquí, de repente comenzó a subir el color de sus mejillas y el nerviosismo invadía su cuerpo como antaño cada vez que escuchaba su nombre. Tuvo que recomponerse porque de lo contrario debido al escándalo de Hanabi su padre no tardaría en salir y quería evitar un momento incómodo entre los dos, pues a su padre aún no le hablaba abiertamente todo lo que había pasado en su misión de rescate aunque él obviamente notó las miradas que se lanzaban ambos antes de despedirse ese día para que ella partiera a casa ¿a quien engañaba Hinata? Su padre debió enterarse por Hanabi o alguien más con todo lujo de detalle. Sólo pudo suspirar ante esa idea. Se suponía que su padre debía guardar reposo después de lo ocurrido en su desafortunado encuentro con Toneri, sin embargo Hiashi-sama era conocido por ser una persona tanto testaruda como fuerte, así que con unos cuantos días de descanso le fueron más que suficientes para sentirse con la energía suficiente de seguir con sus actividades normales entre las cuales estaban la constante vigilancia de sus dos hijas.
Tomó su presente y salió rápidamente al encuentro de su amado Naruto pero para su sorpresa, su padre ya se encontraba en la entrada haciéndole toda clase de preguntas preguntas al rubio.
- "¿Así que irás con las dos?"- fue la primer pregunta que Hinata alcanzó a escuchar.
- "Yo… sólo… sólo quería salir con Hinata... eh... Byakugan-san."- dijo Naruto visiblemente nervioso mientras una ansiosa Hanabi lo sujetaba del brazo como una niña pequeña sin prestar atención a la presencia de su padre.
¡¿Byakugan-san?! ¡¿qué clase de apodo era ese?! Hinata por un momento se quedó estupefacta ante lo dicho por Naruto, a su padre no le gustaba que le pusieran motes y menos cuando hablaba de sus hijas. Aunque debía admitir que el gesto intimidante de su padre hacía que cualquiera cometiese equivocaciones sin querer, por suerte para Naruto casi inmediatamente corrigió lo dicho antes de que su padre lo reprendiera.
- "Perdone, me equivoqué… quise decir… que… yo invité a Hinata, Hyuuga-san.
- "¿Qué ha dicho joven Uzumaki?"
- "Quise decir… este… que yo… ¡QUIERO SALIR CON SU HIJA, HYUUGA HIASHI-SAMA!"- Hinata podría jurar que el gritó de Naruto era movido por un horror puro debido al miedo que debía estar experimentando en ese momento.
- " ¿Con cuál? ¿Con Hanabi? ¡Es muy pequeña para usted joven Uzumaki!"
- "¡No, no quise decir eso! ¡Ella es la que no quiere desprenderse de mi brazo!"- Naruto sacudía su brazo con fuerza, pero Hanabi parecía un gato que no quería desprenderse de su nuevo juguete.
Al ver cómo jugaba con él, Hinata se dio cuenta que su padre no estaba siendo nada serio. Le gustaba infligir miedo de esa manera tan infantil y jugar con las emociones de las personas. Tenía que salir al rescate de Naruto en ese momento.
- "Ya podemos irnos, Naruto-kun estoy lista. Y padre, tú deberías volver a la cama, te dejé té listo y las mantas necesarias ¿qué haces afuera sin un abrigo? Deberías saber que puede enfermarte, es necesario que vuelvas dentro para que puedas recostarte."
La voz de Hinata hizo que Hiashi volteara, ella sabía que lo que menos le gustaba a su padre es que alguien intentara tratarlo como un bebé, diciéndole que hacer y qué no.
- "No me dijiste que saldrías esta noche, es todo."- dijo él molesto.
- "Lo hago cada año padre, incluso te he invitado para que me acompañes a mí y a mis compañeros."
Hiashi sabía que así era, pero era diferente esta vez. Naruto Uzumaki no era sólo su amigo y Hiashi ya lo sabía muy bien. Sin embargo cuando quiso replicar algo, su hija mayor llamó al joven Ko.
- "Ko, cuida que mi padre descanse. Saben que sus heridas no han sanado del todo, así que hay que cuidarlo más."
- "Claro que sí, Hinata-sama."
Eso dejó helado a Hiashi, su propia hija usaba los típicos argumentos que él solía usar para ganar en una discusión. Sonrió para sí mismo, su hija no era la misma de antes después de todo. Suponía que a eso se le llama madurar.
- "Volveremos pronto, padre. Cuídate mucho."- dijo ella dulcemente.
Hanabi sólo los despidió con un movimiento de su mano mientras Naruto le hizo una nerviosa reverencia, después de todo era el padre de Hinata con el que trataba. Hiashi se quedó serio ante y no pudo más que asentir ante lo dicho por su hija. Hinata había salido triunfante de la situación afortunadamente y partieron juntos posteriormente siguiendo la hilera de brillantes luces de colores que adornaban las calles de Konoha esa noche de festival, ella dio una última mirada a la puerta de la mansión y pudo notar a su padre entrar en compañía de Ko. Esperaba que Naruto ya se hubiera tranquilizado después de eso, quiso preguntarle de inmediato pero Hanabi los interrumpió.
- "¿Iremos a ver primero los fuegos artificiales Naruto-niisan? No tardarán en comenzar."- dijo Hanabi con total confianza.
- "¿Eh? ¡Por supuesto!"- a Naruto le extrañaba un poco la actitud tan posesiva que tenía Hanabi sobre él todo el camino de regreso de su misión. Tenía una personalidad muy diferente a Hinata.
- "Hanabi ¿no crees que a Naruto-kun le parezca un poco extraño que le llames nii-san?"- preguntó Hinata a su hermanita.
- "¿Por qué? Después de todo, tú eres su novia y cuando se casen seremos como familia, así que él es mi hermano mayor de ahora en adelante."- Hanabi fue muy atrevida con esa afirmación que hizo que Hinata se pusiera roja de pena pero ella pudo notar que no fue la única, pues Naruto se puso de la misma manera. Era la primera vez que veía su rostro llenó de un rojo tan intenso, Hanabi era la primer persona que no sólo los llamaba "novios" sino que en su cabeza ya era seguro que se casarían.
Hinata tartamudeaba el nombre de su hermana para reprenderla y antes de que pudiera hacer una frase coherente, Hanabi se soltó del brazo de Naruto y salió corriendo sin voltear atrás hacia el centro de la plaza a la cual acababan de llegar.
- "¡Los fuegos artificiales no tardarán en comenzar, iré a verlos de cerca! ¡Hasta luego!"- Hanabi no paró hasta perderse entre la gente.
Hinata dio un suspiro y de repente cayó en la cuenta de que al fin estaban solos, ella y Naruto nada más.
- "Discúlpala Naruto-kun, siempre trató de decirle que es muy pequeña para decir ese tipo de cosas."- dijo Hinata apenada por la actitud de su hermana.
- "Está bien Hinata, no dijo nada malo. Me di cuenta que tiene razón, algún día será mi hermana menor cuando me casé contigo."- Naruto apretó sus puños con determinación y la vio fijamente con alegría.
La cabeza de Hinata quería explotar de repente, le fue difícil asimilar que Naruto ahora la amara pero le era aún más increíble pensar en su vida a su lado como una pareja casada, tal vez con hijos y en una linda casa viviendo juntos, durmiendo juntos, cocinando juntos ¡Todo juntos! La lista que ella formaba en su cabeza era interminable, tuvo que recomponerse ya que de lo contrario se desmayaría de la emoción.
Al salir de su trance, notó a Naruto pensativo y haciendo cuentas con sus dedos, por un momento le apreció notar un gesto de preocupación en su rostro.
- "Naruto-kun ¿estás bien?"- preguntó Hinata.
Naruto le prestó atención un poco apenado de ver que había sido descubierto haciendo caras raras y la tranquilizó.
- "No, no es nada. Tranquila."- contestó él con una genuina sonrisa en su rostro.
Las primeras luces de colores explotaron en el cielo a lo alto, iluminando el rostro de ambos al contemplarlas juntos por primera vez, puede que siendo niños lo hayan hecho en alguna ocasión, pero esta era la primera vez que eran sólo ellos: Naruto y Hinata.
Ella sintió la mano de Naruto tomando la suya con gentileza.
- "Vamos, tenemos que verlos más de cerca."
Hinata asintió feliz y se apresuraron para acercarse un poco más. Al detenerse, Naruto quiso poner su brazo sobre su hombro para abrazarla, pero se detuvo de repente y ella pudo notar eso.
- "¿Ocurre algo Naruto-kun?"
- "Bueno, la verdad es que… algo así… ¿podrías pasarte por favor del lado de mi otro brazo?"
- "¿Eh?"- Hinata no entendía muy bien el punto.
- ""Mi brazo real tiene más sensibilidad que mi brazo injerto, es un poco vergonzoso. Perdóname."
Aunque a él le daba un poco de vergüenza pedirle eso, ella se mostró gustosa de cumplir su petición. Él sólo quería sentirla un poco más, era todo. Un sonrojo en sus mejillas apareció y cuando el brazo cálido de Naruto se posó sobre su hombro, Hinata apretó con más fuerza la bolsa con la bufanda que tenía para él ese día. Esta vez nada ni nadie arruinaría su preciado regalo.
Notas:
- El festival Rinne lo equiparé con la navidad, aunque en sí tiene más relación con el famoso festival obon en Japón debido a que en ambos se hace referencia al renacimiento de los espíritus, sin embargo ninguna fecha de dicho festival (ya que son tres fechas diferentes dependiendo de la región) es en invierno, por lo general es un festival veraniego. Así que lo más lógico que pensé es que tal vez Kishimoto quiso asemejarlo a la Navidad por el hecho de que se dan regalos.
- Los datos del cumpleaños de Hinata, su comida favorita así como su estatus de heredera de su clan son de su databook, por lo tanto son datos oficiales. Quise dar una ligera explicación de cómo fue que recobró su primogenitura, nada más. Esa es una idea mía, si alguien sabe la versión oficial, por favor dígamela. Lo agradecería mucho.
Sin más espero que este fic les haya gustado, tanto este capítulo como los siguientes. Saludos.
