Mino- Hola, les traigo un fic al cual le he puesto musho empeño, me he roto la cabezota escribiéndolo y....
Kai- tu? ¬¬
Mino- te pregunté ¬¬?
Lyserg- ..U para variar discutiendo
Kouichi- holitas
Kai- por ke feliz si te exhibirá, como ya es su costumbre ¬¬
Mino- ya me hartaste -se lanza a golpearlo
Lyserg- bueno, yo les explico mejor, nah, ya esta explicado ¬¬U,
Kai- x.x
Mino- ¬¬ hum...
esas son tu últimas palabras cierto padre?
Un chico de cabello negro azabache hasta los hombros con 2 mechones de cabello sobre sus oídos, sus ojos azules, delgado, pero tenía un poco de músculos que no lo hacían verse común y corriente, 18 años y su nombre Kouichi Kimura, en su rostro podía verse una tristeza inmensa, fue la única expresión que pudo ver su hermano al verlo marcharse.
Kouji era idéntico a el, las únicas cosas que lo diferenciaban era que tenía el cabello mas largo sujetado por una cinta, tenía un año menos que Kouichi, su actitud y su altura.
El chico trató de levantarse lo mas rápido que sus pocas fuerzas le permitían del sillón, pero su madrastra y su media hermana le impidieron la salida, el padre creía que lo mas conveniente era que Kouji descansara y no se alterara ya que aún seguía lastimado a causa del accidente que acababa de tener, Kouji no le hizo caso a su padre y salió del apartamento rápidamente para tratar de alcanzar a su hermano, pero era tarde, Kouichi acababa de partir en su auto.
Una lluvia comenzó a caer sobre la ciudad de Shibuya Japón, Kouji golpeaba con mucha furia el piso tras tirárse sobre sus rodillas, dejaba que lágrimas amargas cayeran al piso y se mezclaran con las gotas cristalinas que cubrían el asfalto mientras que 2 mechones de cabello caían sobre su rostro. La madrastra de Kouji salió del edificio con un paraguas en la mano y colocó la mano sobre el hombro de su hijo, Kouji evadió el abrazo que su madrastra estaba a punto de brindarle para irse corriendo dentro del edificio y encerrarse en su habitación.
Kouichi manejaba a toda prisa por la ciudad, se pasó varios altos mientras lloraba amargamente, luego se detuvo frente a la casa donde había vivido con su madre antes de su muerte, respiró hondo antes de entrar a la casa, sacó sus llaves y abrió la puerta cuando un chico de cabello café y ojos azules, de 18 años se le acercó y le sonrió
-Will..... -fue lo único que dijo antes de tirárse a llorar en su hombro
-Kouichi...., vamos, es mejor que entremos a tu casa -el chico separó de su cuerpo al joven y le acarició el rostro
-si, creo que es lo mejor...
Kouichi entró a la casa en compañía de su amigo ya mas calmado y tras haber retirado lagrimas de sus mejillas, encendió las luces y la habitación se iluminó completamente, en ella había un sillón algo viejo pero muy reconfortante, una chimenea apagada y sobre ella varios retratos que desde la puerta no se podían distinguir a las personas dentro de las fotografías, una mesita con un televisor viejo, al lado del sillón había un revistero y un teléfono verde botella, también había un librero con la mayoría de libros de autores ingleses y uno que otro escrito en japonés, del lado izquierdo estaban las escaleras que subían al segundo piso, cerca de la ventana había un comedor nada moderno de caoba y en el fondo una repisa con varias figuritas de dragones y seres mitológicos hechos algunos en cristal cortado y otros en vidrio soplado, la casa realmente no parecía para un joven japonés, mas bien, sería perfecta para unos ancianos ingleses o norteamericanos.
Kouichi se dejó caer en el sillón y abrazó un cojín, Will fue a la cocina y preparo café, 10 minutos después salió de la cocina y se sentó al lado de Kouichi, lo miró y lo abrazó fuertemente, el chico solo respondió al abrazo y se soltó a llorar como un niño indefenso
-ya Kouichi, dime que te sucede -Will abrió mas los ojos y nuevamente se separó de Kouichi- no me digas que fuiste a casa de tu padre otra vez
-si...
-Kouichi, sabías que no era lo mejor para ti y para Kouji, lamento tanto que tu no puedas estar cerca de tu única familia, pero sabes que me tienes a mi, podemos volver a Estados Unidos y vivir con mi hermano
Kouichi miró a los ojos a su amigo y lo volvió a abrazar, el chico cerró sus ojos y trató de contenerse para no llorar pero su amigo lo abrazaba tan fuerte que el podía sentir su dolor, el se sentía impotente al no poder hacer nada para que su mejor amigo dejara de sufrir, el le había tomado mucho cariño desde el día que se conocieron en uno de los viajes del chico que había tenido por Norte América, el lo había apoyado cuando su madre había muerto y también cuando había decidido irse a buscar a su hermano e implorarle a su padre que lo dejara vivir con él y con su nueva familia, Kouichi sabía que su padre jamás lo había querido, primeramente por que a su hermano se le había negado su existencia, seguido a que su madre estaba muerta, a Kouichi también se le había dicho que su padre estaba muerto pero nunca le mintieron respecto a la existencia de Kouji Minamoto, esa información se la dio su abuela antes de morir, ella era la única persona que lo había querido como a un hijo, su abuela le dijo todo lo referente al divorcio de sus padres y sus causas, mas que nada el nacimiento no deseado por parte de su padre y tiempo después que su padre había decidido formar otra familia llevándose solo a Kouji.
Su madre creyó que lo mas conveniente era decirle esa mentira sobre su padre para que no sufriera al buscarlo y que el lo rechazara, su padre le repetía una y otra vez, cada vez que iba a buscar a Kouji, que el había sido un accidente, que jamás debió nacer, esa era la razón por que Kouichi vivía con su madre.
Kouichi se quedó dormido sobre el pecho de su amigo, eran pasadas de las 11:00 y la lluvia no dejaba de caer sobre la ciudad, Will encendió el televisor, acomodó a Kouichi sobre su cuerpo, lo cubrió con una frazada y jugaba con su cabello mientras cambiaba de canal.
Kouji estaba empacando todas sus cosas en una maleta mientras lloraba, el no dejaba de odiar a su padre y a su estúpida familia, como el lo solía llamar, por no permitirle estar con la persona que mas amaba en este mundo, desde que ambos chicos habían dejado el digimundo, Kouji había comenzado a sentir un extraño sentimiento hacia su hermano mayor, no era admiración, ni tampoco respeto, mas bien sentía atracción hacia el, Kouji había intentado por todos los medios reprimir ese sentimiento pero ya no lo resistía, esa noche debía haberle confesado sus sentimientos, pero lamentablemente no pudo hacerlo, ya que su padre le había impedido vivir con ellos y acercársele a el.
ATTE
Minoru IvanovUchiha Itachi
El dulce placer de matarte.........
Odia... y vive tu patética existencia. Corre, huye, escóndete y aférrate a la vida. Aprende a odiarme si quieres poder matarme...
