Un frio recorrió todo mi cuerpo cada vez que me acercaba a ese lugar, presentía como si fuera a ocurrir algo malo si lograba dar un paso dentro de aquel silencioso y tétrico lugar, pero si deseo comenzar mi vida con mi querida yukki debo enfrentar también mi pasado, aunque me duela.

Por fin llegas

No sé qué seria eso, lo único que sé es que ahora estoy volviéndome loco.

Te estaba esperando kuran

Esa voz, se me hace conocida ¿pero quién es?

Por aquí kuran.

Cada vez se oye más cerca y me llama hasta ese lugar, no, no debo entrar sé que es arriesgado y que perderé algo valioso si sigo la voz.

No podrás escapar kaname kuran, tarde o temprano estaré de vuelta.

"Me levanto agitado y desesperado después de tener aquel extraño sueño que desde hace tres meses se repite una y otra vez, pero esta vez es voz sonaba muy cerca, demasiado para mi gusto pero ¿Quién será?

Me levanto de la cama y observo que apenas es medio día, no he logrado dormir mucho, pero tampoco quiero quedarme en cama sin tener sueño, ahora me dirijo a la biblioteca para leer un poco haber si así puedo tener un poco de paz y relajarme un poco antes de que comiencen de nuevo las clases.

Cuando llego al final de las escaleras oigo las voces de aido y kain, ahora en que problemas se abra metido aido a su primo, esos dos nunca paran de salir de una para meterse en otra, pero ahora no deseo hacerles frente hasta que escucho un gemido que viene desde donde estaban los chicos, pero no creo que ellos estén en algo, trato de caminar sin hacer ruido hasta acercarme donde oí el gemido y la verdad no me sorprende saber que esos dos estuvieran en algo, pues veo que akatsuki tiene acorralado a hanabusa en la pared y le devora los labios, y no dejo de pensar en que me encantaría estar así con zero.

Esperen acabo de pensar en… zero, no eso no es posible y desde cuando pienso en el, definitivamente algo me está pasando, debo salir de aquí rápido."

Un chico delgado de cabellera plateada, ojos lila y un tatuaje al lado izquierdo del cuello, estaba sentado leyendo debajo de un árbol hasta que su paz fue interrumpida por una chica delgada, cabellos corto castaño y ojos cafés.

-kiryu-kun el director cross lo solicita en este momento en su oficina.

-gracias wakaba, ya voy.

-te pasa algo zero- mirándolo con preocupación-

Desde que se fue yuki ella y zero habían comenzado a mejorar su amistad, pues sayory no deseaba ver a zero en un estado de depresión y solo deseaba ayudarlo tal y como se lo prometió a su amiga.

-no es nada sayory, estoy bien.

-está bien, entonces vamos- no muy convencida de lo que le dijo zero-

Llegando al despacho del director cross.

-zero, hijo, que bueno que llegas-dando saltos por la oficina- tengo buenas noticias, los cazadores junto con el padre de la señorita wakaba nos dan vía libre para reabrir las clases en la academia cross, ¿no es una buena noticia hijo?.

-no, no lo es, y lo sabes muy bien, ahora lo que hay que hacer es prepararnos por si….

-zero, hijo, no te preocupes por nada, todo estará bien, tu solo preocúpate por tus estudios y lo demás lo vemos en el camino.

-¿Por qué siempre quieren dejarme por fuera de los asuntos de los cazadores, acaso no confían en mí?

-claro que si zero, pero tú has estado bajo mucho estrés, sobre todo después de que no encontramos el cuerpo de ichiru y no…

-cállate, no digas mas.-muy triste-

-pero zero

-ya no mas- yéndose de allí dejando aun preocupado cross y a una intrigada wacaba.

Zero llego hasta en pequeño cementerio donde simbólicamente debería estar enterrado su hermano. Se arrodillo en la tumba con el nombre de su hermano y comenzó hablarle

-ichiru, hermano, ¿qué paso después de que me diste beber tu sangre?

-levántate hermano, aun faltan cosas por hacer, algo se aproxima y es mejor estar juntos en esto.

- ¿de qué hablas ichiru? –Viendo con temor por todos lados- debo estar volviéndome loco-parándose para irse

-no lo olvides zero, los dos estaremos juntos siempre… hermano.

Zero solo dio la medio vuelta y se fue de allí, convencido de que todo esto era producto de su imaginación.

-creo que debo tomar esas vacaciones o me volveré loco.- sacudiendo la cabeza suavemente de un lado a otro.

-hablando solo, ese es una señal de que definitivamente algo anda mal contigo

Dando media vuelta para ver quien le hablo.

-kaito ¿Qué haces aquí?-muy sorprendido-

-¿así saludas a tus viejos amigos?-brindándole una gran sonrisa

-disculpa, solo no te esperaba-con un pequeño sonrojo

-vine porque la asociación me mando a llamar, y aproveche para saludar a mis amigos, Cross me dijo donde podía encontrarte.

-ya veo, así que estarás también en la reapertura de la academia

-si claro y me imagino que tu también- sonriéndole con picardía

-etto… yo- muy sonrojado y nervioso.

-me alegro que estemos de nuevo juntos, ya verás que también encontraremos a ichiru.

-como… no me digas el director te conto todo.-un poco irritado-

-sí, lo hizo, y pienso igual que él, ichiru no está muerto, solo alguien más debió llevarse su cuerpo.

-solo espero que no sea falsas ilusiones, deseo arreglar todo con él.

-lo sé, pero… porque no mejor me cuentas ¿Cómo te ha ido en estos últimos años?

Caminando hacia la academia los dos jóvenes se fueron hablando de todo lo sucedido con ellos mientras no se veían.

Lejos de allí, una chica de cabellos largos castaño y ojos carmesí andaba en busca de su hermano y compañero.

-kaname, ¿donde estas?

-yuki sama por favor debemos volver ahora, mira que esta apunto de nevar y no quiero pensar que diría kuran sama

-además ya es hora de comer y creo que kuran sama también esta buscándola ahora mismo yuki sama

-aido sempai, kain sempai,-dejando de caminar y dándole la cara a los dos chicos que la acompañaban-no se preocupen- dándoles una sonrisa- si fuera así el no hubiera salido de la mansión sin decir nada, además estoy segura que algo le pasa, hace tiempo lo veo extraño y muy pensativo.-con un gesto de preocupación.

-ahora que lo menciona yuki Cross…yo también lo he visto raro.

-ha sí, -con un tono de reproche- has observado últimamente a nuestro presidente, ¿no aido?

-etto…no te pongas en ese plan kain, sabes a lo que me refiero ok.-un poco nervioso-

-si como digas- aun muy celoso.

-chicos, yo no sé porque se pelean, no estén celos, además todos saben como es mi onisan, mejor regresemos.- sonriéndoles para tratar de calmarlos-

-etto quien dice que estamos celosos- muy rojo-

-si además kain y yo solo somos primos jejeje- muy nervioso-

-así es yuki sama-muy serio- aido y yo solo somos primos nada mas- diciendo esto último muy enojado y alejándose de ellos.

-pe…pero que te sucede, ¿porque te comportas así?-yendo tras de kain-

-¿así como?-dando media vuelta para enfrentar a su primo.

-chicos, ya no es para tanto, regresemos entonces, y ya dejen de pelear, además hacen una linda pareja-sonriendo y yéndose de allí dejando a unos sorprendidos muchachos.

-hey kain, ¿crees que una habilidad de yuki sama sea vidente o es que…? Muy rojo- ¿somos muy…evidentes con lo nuestro?

-no sé de que hablas aido, tu y yo solo somos primos-dirigiéndose hacia la mansión.

Aido quedo estático en el mismo lugar y con ganas de llorar por lo dicho por su primo, no se imagino nunca que él fuera tan celoso y posesivo.

En una pequeña habitación de paredes blancas, una ventana en la cual entraba poca luz por tener las cortinas medio corridas, yacía en la cama un joven de cabellera plateada conectado a unos pequeños aparatos hospitalarios, poco a poco comenzó a mover los ojos, y sus manos haciendo un intento de hacer ver que estaba vivo, lentamente comenzó abrir sus color de color lila.

-ya despertaste, que bien, ahora mismo hablare con el médico- una enfermera un poco gordita, cabellos cortos color negro y ojos granate fue quien le dio la bienvenida a este joven que hasta el momento no sabían nada, pues cuando llego al hospital un hombre alto de cabellos largos fue quien lo llevo , pago la cuenta y no volvió al hospital, solo dejo una carta para el joven para cuando despertara.

Después de unos minutos cuando la enfermera salió, llego un hombre viejo, con unas pocas canas y poco pelo, vestido de blanco y comenzó a examinar a ese joven.

-muy buenas tardes joven-sonriéndole- me alegro saber que por fin despertaste, llevas casi tres meses en estado de coma, así que te surgieron que te calmes, y poco a poco todos tus sentidos volverán a funcionar perfectamente, ahora dime jovencito ¿Cómo te llamas?

-yo…yo no me acuerdo ¿Quién soy yo, y como llegue hasta aquí?-con un poco de miedo.

El doctor miro muy sorprendido aquel joven, pues aunque hubiera estado en como por unos pocos meses no era suficiente para perder la memoria, a no ser que en el momento del accidente hubiera pasado por algo que de verdad le doliera.

-joven, la única forma de saber quién eres será entregándote una carta que dejaron el día que te trajeron aquí…

-pero ¿quién soy, quien me trajo, y… tengo familia? ¿Alguien ha venido a verme?- muy agitado.

-cálmese joven, ya le traigo la carta que te dejaron, por ahora la enfermera te traerá algo de comer y beber, también te dará unos medicamentos para que te tranquilices, ya vuelvo- saliendo de allí dejando a un nervioso joven.

Kaname se encontraba dando vueltas por los alrededores de la mansión kuran decidido a enfrentarse a su pasado pero a lo lejos observo como su pequeña yuki y un molesto kain se dirigían hacia él.

-kaname sama ¿te he estado buscando por todas partes? Dime hermano, ¿acaso ya no quieres estar con migo? –diciendo esto un poco decepcionada-

-no es eso mi princesa, solo quería ver que todo estuviera en orden por aquí.- sonriéndole-

-muy bien kaname sama ahora si entonces me cuentas lo que hace unos días me dijiste que debería saber- viéndolo con ilusión-

- si mi querida yuki, hoy mismo te lo diré- comenzando a caminar hacia la mansión.

Luego de que todos cenaran y bebieran las pastillas comprimidas cada uno se fue hasta sus recamaras que hasta en ese momento solo eran kain akatsuki, aido hanabusa, ruka souen, seiren la mano derecha de los kuran y kaname y yuki kuran, los demás miembros que siempre los acompañaban habían cogido caminos distintos, de los cuales solo sabían de la suerte de dos de ellos, pues desde ese día que todo sucedió en la academia Cross no volvieron a saber de takuma ichijo.